jueves, 6 de diciembre de 2012

"Los palestinos son animales que caminan sobre dos piernas"





Por Rudi Barnet

Siempre bien documentado, Rudi Barnet prosigue realizando una serie de comentarios sobre Palestina, siempre con el mismo objetivo, «proporcionar una “ayuda-memoria" a quienes, como yo, se oponen a toda forma de adoctrinamiento y ponen al ser humano por encima de cualquier religión o ideología». Tras examinar la cuestión de la limpieza étnica, Rudi continúa su tarea y somete a Israel al test del apartheid. ¿Responde la «única democracia de Oriente Próximo» a esos criterios? (IGA)
¡Apenas son personas, os lo digo! 
Cuando en 1982, Menahem Begin (1) pronunció esta dura afirmación en la Knesset, sus colegas diputados aplaudieron calurosamente la claridad de su juicio. No estaba lejos entonces el primer ministro de mostrar así su desprecio por los seres humanos originarios del país conquistado. Hacía ya medio siglo que los líderes sionistas consideraban infrahumanos a los palestinos. 
Chaim Weizmann (2), el primer presidente de Israel, no dudó, por ejemplo, en declarar «Los británicos nos han dicho que hay allí algunos centenares de miles de negros sin ningún valor» (3). 
Yizhak Shamir (4), primer ministro, también proclamaba su alta consideración por el ser humano, «Aplastaremos a los palestinos como a langostas, aplastaremos sus cabezas contra las rocas y los muros» (5). 
Por su parte Ehud Barak advertía hace ya más de 10 años a la población israelí de que «Los palestinos son como los cocodrilos, cuanta más carne les dan, más quieren» (Jerusalem Post, 30 de agosto de 2000) (6). 
El gran rabino Yossef Obandia añadió su exhortación (12 de abril de 2001), «Quiera el Divino Nombre derramar el castigo sobre las cabezas árabes, que se pierda su simiente y sean aniquilados ¡Se prohibe tener piedad de ellos! Debemos lanzarles misiles con alegría y exterminarlos. ¡Son malos y están malditos!» 
Otro rabino, Yitzhak Ginsburg, afirma que «La sangre judía y la sangre de los goys (no judíos) no es la misma», y que «matar no es un crimen si las víctimas no son judías» (7). 
Sin olvidar a Avigdor Lieberman (8), el ministro de Asuntos Exteriores que en 2009 proponía aplicar en Gaza «Lo que hizo EE.UU. en Japón al final de la Segunda Guerra Mundial», dicho de otra forma, lanzar una bomba atómica. En cuanto a Eli Yishai, el ministro del Interior actual que lleva adelante una auténtica cacería de inmigrantes africanos, declaró en junio de 2012: «¡Utilizaré todos los medios para expulsar a los extranjeros porque el dueño de Israel es el hombre blanco!» (9). ¿No os recuerda nada ese discurso sobre la pureza de la raza? 
Sería ilusorio creer que esa xenofobia se limita a ciertos líderes políticos o fanáticos religiosos. 
Como revela una encuesta publicada en octubre de 2012 por el diario israelí Haaretz, el mal está instalado en todos los niveles del Estado (10). 

Camiseta de la unidad de los francotiradores del batallón Shaked de la Brigada Golani

El 42% rechaza vivir en el mismo edificio que los árabes israelíes y no quiere que sus hijos vayan a la misma escuela que los chicos de origen árabe. 
El 33% quiere que el Estado prohiba por ley a los ciudadanos árabes votar en las elecciones legislativas. 
El 69% se opone al derecho de voto de los palestinos si Israel se anexa la Cisjordania. 
El 74% prefiere carreteras separadas para israelíes y palestinos en Cisjordania. 
El 58% es consciente del régimen de apartheid con respecto a los árabes pero lo aprueba (11). 
Nada sorprendente si sabemos que desde el jardín de infancia el sistema educativo israelí favorece la segregación e intenta convencer a los ciudadanos de que pertenecen a un «pueblo elegido» víctima constante del antisemitismo pero protegido por el «ejército más ético del mundo» (12). 
 
La militarización de la educación 
«Los manuales escolares israelíes se corresponden con todas las categorías del discurso racista tanto verbal como visual», ¿una acusación antisemita? ¡No!, es la opinión de Nurit Peled-Elhanan, profesora israelí especializada pedagogía de la Universidad hebraica de Jerusalén (13). 
En su último libro, Palestina en los manuales escolares israelíes: Ideología y Propaganda en la educación (14), precisa que casi todos los temas contenidos en los programas de enseñanza israelíes se hallan impregnados de un nacionalismo exacerbado. 

Dibujo utilizado en el jardín de infancia para aprender a contar (15)

Ejemplos de la reglamentación a observar en una nueva guía para la preparación de exámenes de educación cívica en las universidades israelíes: «las chicas israelíes deben mantenerse lejos de los palestinos, porque los jóvenes árabes constituyen una amenaza para ellas» y «la relación entre jóvenes árabes y chicas judías constituye una amenaza para la mayoría judía del país». 
Un nuevo programa «Derekh Erekh» (Camino de Valores) se va a poner en marcha en 2012 con objeto de inculcar a los estudiantes el sentido del deber y la fidelidad al Estado. Prioritariamente tiende a fortalecer los vínculos entre las escuelas israelíes y el ejército. 
«Los maestros están comprometidos a lo largo de toda su vida», ha declarado el ministro de Educación, Gideon Saar al presentar dicho programa.


Formación militar de los chicos en una colonia

Para suavizar la mala imagen que da esta política pedagógica, las oficinas de propaganda occidental publican diariamente artículos en los que se muestran escandalizados por la militarización de los jóvenes palestinos. 
 
¿Cuál es la realidad? 
Por falta de dinero la UNRWA (ONU) ha renunciado a organizar en 2012 colonias de vacaciones para los jóvenes de Gaza. Hamás ha tratado de subsanar esta deficiencia y ha organizado campamentos que ofrecen ocupación a una minoría de jóvenes y adolescentes. 
Estos campamentos ciertamente tienen algunos aspectos militaristas (especialmente ejercicios tipo comando) y de formación política de resistencia a Israel y está presente a través de eslóganes como «Una mano en la lapicera y la otra en el fusil» o «Una mano estudia y la otra lucha contra Israel» (16). 
Aunque se halla limitada a algunos sitios de Gaza, esta iniciativa sin duda es lamentable… pero no tiene ninguna envergadura en comparación con la magnitud de la política militarista del Estado de Israel, más general y mucho más peligrosa; en la formación de los niños israelíes las armas no son de plástico… y las balas son auténticas. 
 
…y la enseñanza del odio 
El estudio de Nurit Peled-Elhanan muestra el verdadero lavado de cerebro que se practica en las escuelas israelíes (17). 
Nunca se presenta a los palestinos como seres humanos… sino como un «problema», no se usa jamás la palabra «palestinos» y les presentan como seres primitivos con prácticas tribales y arcaicas, siempre «hostiles, agresores o terroristas». 
La glorificación del régimen es permanente: «Nadie puede comprender nuestra situación mejor que nosotros mismos» es el principal argumento que explica a los alumnos por qué el derecho internacional no puede aplicarse al Estado de Israel. 
¿Cómo es posible asombrarse de que con semejante pedagogía los jóvenes soldados israelíes se comporten como domadores de bestias en los check point o de que los jóvenes colonos «cacen árabes» sin inmutarse y disparen contra los palestinos como en los alegres tiempos del Far West ? 
El texto siguiente basta para tocar directamente esta realidad que estremece a todo humanista. 
Zvi Ba rel, veterano periodista del diario Haaretz lo describió tras el linchamiento de Jamal Julani en Jerusalén por una banda de adolescentes israelíes, uno de los cuales declaro «podía morir, me daba lo mismo puesto que era un árabe», mientras decenas de mirones y policías contemplaban la escena sin reaccionar (18). 
La literatura israelí que incita a odiar a los árabes es bastante anterior a la ocupación. 
La serie de libros infantiles Danidin, de Shraga Gafni, se halla plagada de ilustraciones y expresiones que marcan el camino al desarrollo del odio a los árabes. La colección Mikraot Yisrael (Lectores israelíes), que se ha utilizado en la enseñanza de miles de chicos israelíes, se halla igualmente plagada de términos que incitan al odio.
Tenemos personas que pasan su buen tiempo supervisando el contenido de las obras escolares publicadas por la Autoridad Palestina. Pero no sentimos la necesidad de listar todas las recetas destinadas a desarrollar el odio contra los árabes con el que nos han alimentado y ha recorrido en nosotros su propio camino. 
De modo que entonces uno siente la tentación de defender a esos criminales de Jerusalén cuyo «único crimen», pensándolo bien, ha sido poner en práctica la pedagogía israelí y su ethos de «muerte a los árabes» que les han enseñado. 
Esta mentalidad seguiría formando parte integral de la identidad nacional judía-israelí aunque la ocupación acabase mañana mismo. 
Y eso es porque nuestro eslogan «Muerte a los árabes» no es el clásico cara a cara frente a alguien que es diferente, tampoco se trata del infame lema de la banda de lo que ellos llaman «represalias». Y tampoco es lo mismo que la xenofobia o el temor a los musulmanes que se encuentra en el racismo europeo. 
En nuestro país el odio al árabe forma parte de las manifestaciones de lealtad a su identidad que un ciudadano debe al Estado. Un Israelí leal es el que dejaría morir a un árabe «porque es árabe», y si alguno no actúa así seguro que es «porque se acuesta con los árabes». 
 
¿Qué se puede responder a ese viejo patriota periodista? 
Cuando un sistema educativo conduce a los ciudadanos a linchar a otros ciudadanos porque son físicamente diferentes sin suscitar ni protestas ni condenas unánimes, es necesario reconocer que nos enfrentamos a un sistema fascista. 
Es inútil tratar de ponerse una venda en los ojos, lo que sucede en Israel no es un racismo circunstancial o limitado a una minoría, como puede suceder en la mayoría de los países occidentales. Es el resultado de la aplicación metódica de una ideología difundida por los líderes sionistas y es consustancial a todo el sistema político y educativo (19). 
Como testimonian las observaciones de la socióloga Eva Illouz, profesora de sociología de la Universidad hebraica de Jerusalén, ni siquiera las instituciones judiciales escapan a esta xenofobia, «los árabes de Israel (un 20%) son ciertamente ciudadanos, pero su ciudadanía es un simple trámite administrativo, no una forma de participación activa en la cultura, la política y la economía de Israel» (20). 
¡Los sionistas rabínicos deberían gritar como locos (21) constatando que la sociedad israelí se halla actualmente gangrenada por« la bestia»! 
 
Una democracia… muy peculiar 
Como sabemos, la Ley Fundamental –Israel no tiene una Constitución que establezca límites- proclama que se trata de un Estado judío. 
La nueva ley que Netanyahu y Lieberman quieren establecer obligará a que todos los ciudadanos, laicos, cristianos o musulmanes, juren lealtad a la identidad judía del Estado… ¡Bajo pena de expulsión! ¡Teocracia casada con democracia! Unión del gato con el ratón, ¿no? 
Por fortuna se han levantado muchas voces contra ese proyecto que «definiéndose sobre bases étnicas o religiosas establece la discriminación institucional entre los ciudadanos fundada en el origen o la religión (…) El reconocimiento de Israel en tanto “Estado Judío” tendería a fortalecer la pretensión de que Israel representase también a los ciudadanos judíos de otros Estados y a convalidar por largo tiempo diferentes tipos de discriminación para con ciudadanos israelíes no reconocidos como “judíos”». 
Se puede temer también que el reconocimiento de Israel como Estado judío otorgue bases internacionales legales de un régimen de apartheid, en el caso en que Israel continúe su política de colonización de toda la Cisjordania , negando sus derechos nacionales al pueblo palestino (22). 
 
Algunas particularidades de este régimen pretendidamente democrático. 
- El documento de identidad israelí incluye datos diferentes según se sea árabe o judío. 
- Solo el casamiento religioso judío tiene valor de Estado Civil (el que se celebra según otra religión solo se «reconoce»). 
- La población de los territorios «anexados» en 1967 no tiene nacionalidad y los civiles no judíos pueden ser «juzgados» por tribunales militares. 
- La discriminación étnica en la contratación laboral es general para los 1,2 millones de palestinos de nacionalidad israelí. 
- Justicia discriminatoria, Un israelí-palestino se hallará sistemáticamente condenado a una sentencia más grave que un ciudadano catalogado como judío (23). 
- Las tierras ancestrales de los beduinos del Negev les han sido confiscadas. Israel los ha establecido en una pequeña región, el triángulo de Siyag (Beersheva, Dimona, Arad) y los ha confinado en aldeas (24). 
- Solamente un 2% de las tierras pueden ser compradas por israelíes-palestinos, ya que una ley autoriza a la agencia judía a oponerse a la venta a los no judíos, etc. (25). 
 
¿Apartheid? ¿Pero de qué hablan? 
Todas estas prácticas discriminatorias y de servidumbre más bien pertenecen a un régimen autoritario que a lo que entendemos por democracia, ¿no? ¿Cómo se puede tolerar a este Estado lo que condenamos en otros y hallaríamos inaceptable en nuestro propios país? 
Como escribe el israelí Amnon Be’eri-Sulitzeanu, director adjunto de «Abraham Fund Initiatives»: «En 2010 la segregación de los judíos y los árabes en Israel es casi absoluta. Para quienes vivimos aquí, es algo normal (26). 
El «Tribunal Russell para Palestina» (Ciudad del Cabo, noviembre de 2011), que reunió a renombrados juristas internacionales para juzgar si existe o no un régimen de apartheid en Israel y en los territorios palestinos ocupados, llegó a la conclusión de que «Israel somete al pueblo palestino a un régimen institucionalizado de dominación considerado apartheid por el derecho internacional». Este régimen discriminatorio se manifiesta bajo intensidades y formas variables en relación con las distintas categorías de palestinos según sus lugares de residencia. 
Los ciudadanos palestinos de Israel aunque tienen derecho a voto no forman parte de la nación judía según el derecho israelí, están privados de las ventajas que derivan de la nacionalidad judía y se hallan sometidos a una sistemática discriminación en cuanto a una vasta gama de los reconocidos derechos del hombre, etc. (27). 
Si todavía dudásemos de la existencia del apartheid no hay más que escuchar a Bentzi Gopstein, presidente de la asociación Lehava, que ha lanzado una campaña de shock para sensibilizar a los padres israelíes sobre los peligros de los matrimonios mixtos: «Hay que poner en guardia a los padres sobre los peligros de enviar a sus hijas al servicio militar con los árabes o dejarlas trabajar junto a ellos (…) Trabajar con los árabes genera un verdadero riesgo de asimilación y por eso alentamos el trabajo judío. Continuamos la tradición de Ben Gurion y estamos decididos a dar apoyo a los que solo contratan a los judíos» (28). 
…un tal André Breivik mató a 77 jóvenes noruegos que según él habían cometido el error de preconizar la asimilación. 
Como estigmatizaba una vez más el informe de «Human Rights Watch» de diciembre de 2010: «Los palestinos son víctimas de discriminaciones sistemáticas debido a su raza y origen étnico y nacional, a consecuencia de lo cual se les priva de electricidad, agua, escuelas o carreteras mientras los colonos judíos a su alrededor disfrutan de todos los servicios públicos. 
 
Aún otras discriminaciones 
- Encarcelamiento, ilegal según el Derecho Internacional y la ley israelí, de chicos de 14 años acusados de arrojar piedras (29). 

Chicos presos (30)

- Ley de ausencia” que permite apropiarse de la casa de un no judío al que se ha obligado a huir. 
- Privación de agua en territorios palestinos (70 litros diarios frente a 300 para los israelíes). 
- Carreteras prohibidas a los no judíos. 
- El ejemplo más conocido es el de la carretera 60 que corta Cisjordania en dos de norte a sur. 
- Restricciones de la circulación mediante humillantes controles (ya en 2008 según un informe israelí de B’Tselem, se habían censado 459 barreras y 66 check points en Cisjordania). 
- «Filtrado» por la Seguridad Israelí (Shabak) de estudiantes árabes-israelíes para excluirlos de las universidades. 
- Ley antiboycot de 2011 que prohibió toda libertad de expresión, aún no violenta contra la política israelí (31). 
 
Y colaboraciones muy especiales 
- Aún antes de la creación de Israel, los líderes sionistas colaboraron con el régimen nazi (32). 
- Luego el Estado de Israel no ha dejado de mantener apoyo activo a varios regímenes conocidos por su autoritarismo y ha actuado en algunas operaciones poco gloriosas para los Estados que las han perpetrado. 
 
Otros ejemplos para recordar 
- Colaboración militar con el régimen racista de Suráfrica, especialmente en el desarrollo de armas nucleares. Al recibir a John Worster (33), primer ministro en el año 75, Yitzakh Rabin (34) brindaba «por los ideales comunes de Israel y de Suráfrica, dos países que enfrentan una brutalidad y una inestabilidad impulsadas desde el exterior». 
- Colaboración del Mossad (35) en el asesinato de Ben Barka bajo la dictadura de Hassan (36). 
- La visita de Shimon Peres (37) a Hassan luego del asesinato de Ben Barka. 
- Asesoramiento de la fundación de la Savak (policía política del Sha de Irán) y apoyo técnico del Mossad a la formación de «interrogadores». 
- Colaboración con varias dictaduras latinoamericanas (Pinochet en Chile, Stroessner en Paraguay…) 
Estas corrupciones y colaboraciones con poderes autoritarios se hallan clasificadas en los archivos. No se han interrumpido jamás y se siguen produciendo como lo testimonian, entre otros, Richard Wagman, presidente honorario de la UJFP (Unión Judía Francesa por la Paz (38). 
 
¿No es un régimen fascista? 
Sin embargo es así como calificaron al sionismo unos treinta intelectuales judíos, entre ellos Hanna Arendt y Albert Einstein, ciudadanos de los EE.UU. en un célebre artículo del New York Times en 1948 (39). 
Las tres principales características del fascismo, nacionalismo, autoritarismo y etnocentrismo, son característicos del actual régimen israelí que preconiza un Estado «étnicamente puro». 
La declaración de Lieberman «vamos a hacer de Israel un Estado étnicamente homogéneo» (40) no deja lugar a dudas sobre sus intenciones. Reivindica implícitamente su derecho a oprimir a los árabes israelíes y a los habitantes de los territorios ocupados, a practicar el apartheid y a afirmar su elitismo de «pueblo elegido». Con esta perspectiva algunas colonias israelíes organizan actividades que se parecen furiosamente a los métodos de adoctrinamiento de la juventud de Mussolini. Solo les faltan la camisa negra y el pañuelo azul. 
Uno de los más conocidos de esos centros es el Caliber3 (colonia de Gush Etzion en Cisjordania ocupada) dirigido por antiguos militares. Luego de varios años ofrece una «experiencia turística única y excitante», aprender a disparar como verdaderos soldados, conocer las técnicas terroristas y aprender a enfrentarlas (41). 

El campo de tiro de Gush Etzion

Según el diario Yediot Ahranot, centenares de turistas la mayor parte procedentes de los EE.UU., llegan todos los años a Gusk Etzion para seguir cursos de matar palestinos en cartones. 
Como declara uno de los dirigentes de Caliber3, «combinamos así los valores del sionismo con la excitación y el disfrute del tiro, que vuelve más significativa a esa actividad» (42). 
 
Testimonios de Nurit Peled-Elhanan (43) 
(Extractos de un discurso del 9 de junio de 2012) (45) 
«25 proyectos de leyes racistas se han presentado este año, se sancionaron 10 leyes racistas y apenas un puñado de judíos ha salido a las calles. Más de 300 personas encarceladas sin un juicio previo iniciaron una huelga de hambre total durante más de dos meses y también en este caso solo un puñado de judíos salió a la calle. Miles de chicos no van a la escuela en Jerusalén Oriental porque la ley de ciudadanía racista los convierte en ciudadanos de ninguna parte y nadie sale a protestar. La separación de las familias, la expulsión de habitantes, la confiscación de tierras, los chicos sacados de la cama y cruelmente interrogados, las familias expulsadas de sus casas y arrojadas a la calle, los granjeros torturados por brutos con kipá que actúan bajo la protección del ejército y a las órdenes del gobierno, y solo unos pocos salen a las calles. 
 
He aquí la culminación del éxito del movimiento sionista. 
El Estado de Israel que ha sido declarado oficialmente como un Estado de apartheid se distingue por lo que siempre ha sido el método más típico y más logrado del racismo: la clasificación de los seres humanos. 
 
Los tres monitos 
Todos los testimonios y los análisis lo demuestran: Israel es un Estado gangrenado por el racismo que practica una política de apartheid contra los ciudadanos de origen palestino. 
Naturalmente los medios sionistas occidentales más derechistas tratan de ocultar esta nauseabunda realidad «solo son una minoría» o «una gran parte de los estadounidenses también lo son, como lo son también todos los pueblos del mundo», o tratan de desviar la crítica hacia otra etnia, «y qué decir de la suerte que los árabes reservan a sus minorías étnicas o religiosas». Otros medios igualmente sionistas acusan a los partidos israelíes de derecha de ser los únicos responsables de esta deriva, siempre minimizándola y excluyendo totalmente denunciar al régimen. 
Por otra parte también se comprueba la apatía de muchas organizaciones occidentales partidarias de la paz. Si éstas se organizaran se producirían muchas manifestaciones voluntarias contra el racismo y el antisemitismo. Pero no se pueden mantener estas iniciativas de acusar claramente al régimen de Israel por propagar doctrinas racistas y prácticas segregacionistas, no está en primera línea de sus actividades. 
Es igualmente desolador ver ofuscarse a ciertos progresistas de la cultura judía cuando se aborda el tema del racismo que impregna el movimiento sionista desde los años 30 hasta la creación del Estado de Israel y la política de limpieza étnica siempre en vigor. 
Es difícil admitir que el racismo está tan profundamente arraigado en la sociedad civil israelí que la convierte en cómplice de las prácticas xenófobas de sus dirigentes. 
 
Notas: 
(1) De origen bielorruso, emigró a Palestina en 1943. En 1946, como jefe del Irgun, coordinó el atentado del hotel King David (29 muertos), primer ministro de Israel de 1977 a 1983. 
(2) Bielorruso, emigró a Inglaterra (súbdito británico hasta 1910). Cabeza de la Organización Sionista Mundial en 1920. Se instaló en Palestina en 1937. 
(3) Citado por Arthur Rupin (The Central Zionist Archives in Jerusalem , Office of Arthur Ruppin (S55), Personal papers (A107). 
(4) Nacido en Bielorrusia (su nombre original era Yezernistky) colaboró con el régimen nazi y fue responsable de la muerte de muchos civiles y de Bernadotte, mediador de la ONU. 
(5) Discurso a los colonos, citado en el New York Times del 1 de abril de 1988. 
(6) General del ejército y primer ministro entre 1991 y 2001, principal responsable del crecimiento de las colonias en Cisjordania. 
(7) Jerusalem Post, 19 de junio de 1989. 
(8) De origen moldavo (Evick Lvovitch Liberman), llegó a Israel en 1978 y fue fundador y dirigente de un partido de extrema derecha 
(9) En una entrevista del diario Maariv del 3 de junio de 2012. 
(10) Resultados de una encuesta para «Yisraela Goldblum Fund» (Gidéon Lévy en Haaretz, 23 de octubre de 2012. 
(11) Los organismos sionistas hicieron todo lo posible para desacreditar a Haaretz (ver JSS News del 31 de octubre de 2012. 
(12) Ver el video israelí Un sábado en el Museo 
(13) Hija de un general y madre de un adolescente de 14 años muerta en un atentado suicida palestino. Premio Sajarov 2001 y una de las promotoras del Tribunal Russell para Palestina 
(14) Palestine in Israeli School Books: Ideology and Propaganda in Education , Library of Modern Middle East Studies, 2012. 
(15) Exposición «New Profile», UPJB 30 de septiembre de 2012. 
(16) «Las lindas colonias de vacaciones de Hamás», en (JForum, 9 de agosto de 2012. 
(17) Por el contrario nada de racismo en los manuales escolares financiados por la Unión Europea para los chicos palestinos.
(18) http://www.haaretz.com/opinion/a-good-jew-hates-arabs-1.459832?block=true, «Israel sacudido por un linchamiento», Helene Sallon, Le Monde, 31 de agosto de 2012. 
(19) Palestine in Israeli School Books, Nurit Peled-Elhanan, profesora de la Universidad hebraica de Jerusalén. 
(20) «Israel: justicia o tribalismo», Le Monde, 4 de noviembre de 2012. 
(21) «El mundo acusa a Israel y a los israelíes de no regirse por normas morales universales», www.europe-israel.org" ; 
(22) Pascal Lederer «Otra voz judía, http://uavj.free.fr/UAVJtxt47.htm 
(23) Ver el caso, Haaretz 12 de julio de 2007, del asesinato de Hussam Rawidi cuyo asesino ha recibido un liviano castigo «Si el asesino hubiera sido árabe y la víctima judía, habría sido condenado a prisión perpetua. Solo en los tribunales israelíes la vida de un árabe no vale más de 5.000 shekels, Yariv Oppenheimer, Peace Now. 
(24) El Plan «Prawer» (del nombre Ehud Prawer, director de la División de Políticas de Planificación de Benjamin Netanyahu) que prevé el desplazamiento forzoso de 70.000 ciudadanos beduinos de su tierra ancestral y la destrucción de 35 aldeas que Israel ha decidido declarar «ilegales». 
(25) The Inequality Report, Katie Hesketh, Adalah, marzo 2011. 
(26) Haaretz, 20 de octubre de 2010. 
(27) Los textos completos y la documentación pueden encontrarse en varios sitios de la web del Tribunal Russell para Palestina, http://www.france-palestine.org/ 
(28) Entrevista en Israel Magazine, 22 de julio de 2012. 
(29) Informe de B’tselem de julio 2011 
(30) Informe «Children in military custody», junio 2012, Foreign & Commonwealth Office, Gran Bretaña. 
(31) «Mañana se prohibirán los llamados a terminar con la ocupación o en favor de la fraternidad entre judíos y árabes», Gideon Levy, Haaretz. 
(32) Leer «Memento; El genocidio nazi no es mi problema». 
(33) Jefe local de una organización africana pro nazi. Fue hecho prisionero por los británicos durante la guerra del 40/45. 
(34) General y primer ministro asesinado en 1973 por un extremista sionista. Responsable de la masacre de 250 civiles y la expulsión de 19.000 habitantes de Lida en 1948 «Palestine 1948», Yoav Gelber. Conjuntamente con Shimon Peres y Yasser Arafat… Premios Nobel de la Paz 1994. 
(35) Agencia de informaciones de la CIA de los EE.UU. directamente dependiente del Ministro. Responsable de gran cantidad de asesinatos y de actos terroristas. 


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