miércoles, 31 de marzo de 2021

Reprograman juicio contra ex primera dama, Rosa Elena de Lobo


Radio Progreso

A petición de la defensa, el Tribunal de Sentencia de Tegucigalpa decidió reprogramar el juicio oral y público contra la ex primera dama, Rosa Elena Bonilla, acusada de apropiación indebida y fraude.

En la misma causa también está procesado Saúl Escobar, exsecretario privado de Rosa Elena de Lobo, acusado de fraude.

El juicio reprogramado se va a celebrar del 15 al 30 de junio y del 20 de julio al 6 de agosto, informó el portavoz del Poder Judicial, Carlos Silva.


CNE concluye procesamiento de actas en el nivel presidencial


Radio Progreso

Por medio de un comunicado, el Consejo Nacional Electoral, CNE, informó a la población hondureña que concluyo con el proceso del 100% de las actas en el nivel presidencial sobre los resultados de las elecciones primarias e internas celebradas el domingo 14 de marzo.

“El Consejo Nacional Electoral a través de la Dirección Electoral y de Sistemas, ha concluido el proceso de apertura de maletas y escaneo del 100% de las actas recibidas de los centros de votación de todo el país”, anunció el CNE.

En su comunicado, informó que, hasta hoy miércoles, el 17.8% del total de las actas recibidas y escaneadas de los tres partidos políticos, presentan diversas inconsistencias y errores en el llenado, provenientes desde las mesas electorales, razón por la cual hasta la fecha lo divulgado alcanza aproximadamente el 82.2% de las actas escaneadas y transcritas. Las actas con inconsistencias serán sometidas al análisis y verificación previo a la suma y divulgación, manteniéndose los resultados en los porcentajes ya públicamente conocidos, especialmente en el nivel presidencial.

“El Sistema seguirá siendo alimentado por cada acta y sus resultados que vayan siendo liberadas conforme el proceso de análisis, verificación y suma en el que se encuentran, así como por cada acta que resulte de la verificación por conteo público que se efectuará tanto de oficio como por resolución de las impugnaciones presentadas por todos los candidatos que se consideran perjudicados”, señala el CNE.

Anunciaron que a partir de mañana jueves, a las 9:00 am, en las instalaciones anexas del INFOP, se va a iniciar con el proceso de verificación por reconteo público de todas las urnas, votos y actas que sea necesario para resolver las inconsistencias, errores y, en su caso, resultados inflados que así se determine.

“Recordamos que el plazo para las impugnaciones vence el viernes 26 de marzo a las 12 de la noche, y que el Consejo ya ha recibido más de 40 escritos de impugnación y atenderá con diligencia la verificación acta por acta y voto por voto en todas las urnas que sean impugnadas”, advirtió el ente electoral.

Insistió en que el informe de resultados y la declaratoria final, estará lista dentro del plazo que manda la ley, el día 13 de abril de 2021.




91 años de Nora Cortiñas, baluarte en la búsqueda de los Detenidos Desaparecidos


Defensores en Línea

El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), a través de su coordinadora general Berta Oliva envía un fraterno saludo con el recuerdo que mantenemos de nuestra querida Norita Cortiñas al celebrar un año más de vida.

Siempre recordamos su visita, que en medio de una apretada agenda viajó 25 kilómetros desde Tegucigalpa, para estar con nosotras en el Hogar Contra el Olvido, en el municipio de Santa Ana, en el año 2016. Con su presencia y suave voz, permaneció en este templo de memoria, y escribir un día más lucha en su casi medio siglo para saber la vedad de los detenidos desaparecidos en Argentina y el mundo.

El pañuelo blanco sobre su cabeza solo lleva el nombre de su hijo Gustavo Cortiñas (detenido-desaparecido el 15 de abril de 1977, durante la dictadura militar Jorge Videla), pero en su corazón que late desde hace 91 años, grabó la memoria de 30 mil víctimas de lesa humanidad.

Nora Morales de Cortiñas, nació en Buenos Aires, el 22 de marzo de 1930, es una baluarte en la defensa de los derechos humanos, conocida a nivel mundial por ser cofundadora de la organización Madres de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.

Cerca de conmemorar los 45 años del último golpe militar argentino y los 44 años de fundación de Madres de la Plaza, celebramos el 91 cumpleaños de Norita desde nuestra lucha en rescate de la Memoria Histórica. Desde este rincón que retiene su presencia y su mirada al horizonte viendo el atardecer con la ilusión de un mañana mejor. Desde la academia ha formado conciencia social mediante su profesión de psicóloga social y profesora en la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, siendo Titular de la cátedra de “Poder Económico y Derechos Humanos”.

Honduras no le es ajena, nos acompañó días después del golpe de Estado de 2009, sufrió unto a nosotras la brutal represión militar-policial y fue parte de la Comisión de Verdad, que para 2013, presentó el informe “La voz más autorizada es la voz de las víctimas” documentado 1996 testimonios de más de 5 mil víctimas.

“Cada vez que el pueblo se levanta a avanzar, a progresar, en esa lucha que es terrible contra el neoliberalismo, que lo único que hace es producir pocos ricos y muchos, muchos pobres, y de lo cual cuesta salir y reponerse; y las pérdidas de vidas son lo más terrible de esos golpes de estado”, Nora Cortiñas.

La defensora de derechos humanos señaló que antes los militares eran el brazo armado que las oligarquías utilizaban para dar golpes de estado, y no se hacían ricos, pero después comenzaron a compartir y ser socios y a participar también en el robo de las riquezas del pueblo.

Le deseamos que se vengan más años, con el mismo ímpetu para que sigamos denunciando las atrocidades que nos imponen los regímenes políticos, militares, cívicos, empresariales y religiosos, que por décadas han pretendido silenciar nuestras voces, detener nuestros pasos y sumergirnos en el olvido para que no reclamemos castigo contra los ejecutores de “los crímenes de los crímenes” las desapariciones forzadas.

Norita, desde el COFADEH, enviamos nuestro abrazo de hermanas para festejar este nuevo tiempo con la ternura, fuerza y esperanza de la Madres de los “Pañuelos Blancos”


La pobreza experimenta un aumento sin precedentes


IPS

Los pobres latinoamericanos y caribeños son ahora 209 millones, 22 millones más que antes de la pandemia covid-19, mientras empeoran los índices de desigualdad y desempleo, señaló la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) al presentar este jueves 4 el panorama social de la región.

La pandemia “ha evidenciado y exacerbado las grandes brechas estructurales de la región, y en la actualidad se vive un momento de elevada incertidumbre, en el que aún no están delineadas ni la forma ni la velocidad de la salida de la crisis”, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, desde la sede del organismo en Santiago.

La pobreza y la pobreza extrema alcanzaron en 2020 en América Latina niveles que no se habían observado en los últimos 12 y 20 años, respectivamente, así como un empeoramiento de los índices de desigualdad y en las tasas de ocupación y participación laboral, sobre todo en las mujeres.

El informe “Panorama Social de América Latina 2020” destaca la irrupción de la covid “en un escenario económico, social y político complejo: bajo crecimiento, aumento de la pobreza y crecientes tensiones sociales” y desnuda “desigualdades estructurales que caracterizan las sociedades latinoamericanas”, según la Cepal.

Como consecuencia de la fuerte recesión económica en la región, que registra una caída del producto bruto de -7,7 por ciento, se estima que en 2020 la tasa de pobreza extrema alcanzó 12,5 por ciento y la pobreza general 33,7 por ciento de la población.

Esos porcentajes traducen que uno de cada tres latinoamericanos o caribeños es pobre, y que, de los 209 millones en la pobreza, 78 millones son pobres extremos, ocho millones más que al cierre de 2019.

El documento indica que persisten las brechas entre grupos de población: la pobreza es mayor en áreas rurales; entre niñas, niños y adolescentes; indígenas y afrodescendientes; y en la población con menores niveles educativos.

Agrega que el aumento de los niveles de pobreza y pobreza extrema sería todavía mayor sin las medidas implementadas por los gobiernos para transferir ingresos de emergencia a los hogares.

Los gobiernos de la región implementaron 263 medidas de protección social de emergencia, que alcanzaron a 49,4 por ciento de la población, unos 84 millones de hogares con 326 millones de personas.

Sin esas medidas, la incidencia de la pobreza extrema habría alcanzado 15,8 y la pobreza general a 37,2 por ciento de la población.

El reporte advierte también los fuertes impactos de la crisis de la covid sobre el mercado laboral, pues la tasa de desocupación regional se ubicó en 10,7 por ciento al cierre de 2020, un incremento de 2,6 puntos porcentuales respecto del 8,1 por ciento registrado en 2019.

Hasta 2020 unos 491 millones de latinoamericanos y caribeños vivían con ingresos hasta tres veces la línea de pobreza, pero alrededor de 59 millones de personas que en 2019 pertenecían a los estratos medios experimentaron un proceso de movilidad económica descendente durante el año de pandemia.

La caída generalizada del empleo y la salida de la fuerza de trabajo ha afectado más a mujeres, trabajadoras y trabajadores informales, jóvenes y migrantes.

Los altos niveles de informalidad y desprotección social, así como la injusta división sexual del trabajo y organización social del cuidado, atentan contra el pleno ejercicio de los derechos y la autonomía de las mujeres, ha sostenido la Cepal.

Para garantizar la protección social universal como pilar central del Estado de bienestar, la Cepal recomienda, en el corto plazo, sostener para los pobres un ingreso básico de emergencia y avanzar hacia un ingreso básico universal, priorizando a las familias con niñas, niños y adolescentes.

El informe presenta un capítulo especial sobre la economía del cuidado como sector estratégico para una recuperación con igualdad. Destaca que la pandemia ha revelado el enorme costo que significa para los países de la región no tener un sistema integrado de cuidados de amplia cobertura, desfeminizado y de calidad.

Por ello, advierte que “es urgente invertir en este sector para enfrentar la crisis, garantizar el derecho a cuidar y a recibir cuidados, así como reactivar la economía desde una perspectiva de igualdad y desarrollo sostenible”.

“El llamado de la Cepal a un nuevo pacto social está más vigente que nunca: la pandemia es una coyuntura crítica que redefine lo que es posible, y abre una ventana de oportunidad para dejar atrás la cultura del privilegio”, concluyó Bárcena.


Latinoamérica desde un momento cero


Le Monde Diplomatique

Por Rony Núñez Mesquida *

«No hay un modelo… Cada país va a encontrar una salida del neoliberalismo adecuada a sus circunstancias, a las características fundamentales de su economía, al grado de organización de las fuerzas de campo popular, a las posibilidades que abre una determinada correlación de fuerzas entre la derecha y la izquierda, a la intensidad de la presión del imperialismo y las grandes empresas, a su propia historia», afirma el sociólogo Atilio A. Boron.

El destacado sociólogo y académico chileno Alberto Mayol, al referirse conceptualmente al “momento cero” como fenómeno disruptivo en términos políticos asevera: “El concepto de “momento cero” es un derivado de un término que el lingüista Roland Barthes denomina “grado cero”. Esto es un momento en el cual los elementos que configuran el escenario están comenzando su proceso de construcción” (1).

Tomando este parámetro de análisis, al confrontarlo con la realidad política latinoamericana actual, cabe apreciar que, tras el término de un ciclo de gobiernos progresistas en nuestro continente, el cual fue reemplazado por gobiernos de derecha, tanto por métodos democráticos como no democráticos (Bolivia y Brasil son dos buenos ejemplos recientes de este último caso), pareciera que, los efectos nocivos derivados por esta “ola neoconservadora”, y el fracaso de sus políticas neoliberales en nuestro países, estuvieran dando una segunda oportunidad a coaliciones progresistas y de izquierda. Los que se encuentran ante el enorme desafío, no sólo hacer frente a una de las peores pandemias que el mundo tenga memoria en la historia reciente, sino a procesos de revuelta o estallidos sociales que, desde el año 2019, han colocado a la impugnación del modelo de desarrollo neoliberal y las profundas desigualdades que éste ha propiciado, sumados a escándalos de corrupción y una fuerte represión por parte de agentes del estado, han provocado en casos como el de Chile, Ecuador y Perú, un triste resultado en materia de graves y masivas violaciones a los DDHH de población indefensa.

Es, por tanto, en este contexto convulsionado que la reconstrucción del tejido progresista y de izquierda ha permitido la elección de López Obrador en México, Alberto Fernández en Argentina, Luis Arce en Bolivia, a los que pudiera sumarse Andrés Arauz triunfador en la primera vuelta en Ecuador, al que se adiciona un inédito proceso constituyente en el caso de Chile gracias a los movimientos sociales, los que podrían vislumbrar la construcción de un nuevo escenario, el cual el tiempo dirá si es o no un cambio de ciclo con capacidad transformadora o incluso refundacional, un “momento cero” en definitiva, o bien un fenómeno pasajero. Precisamente para conversar de estos derroteros, es que uno de los más importantes intelectuales latinoamericanos de la actualidad, el sociólogo, politólogo académico y escritor argentino, Atilio Borón, accede a esta entrevista a fin de conocer su parecer y agudo análisis al respecto.

1.- ¿Cuál es su opinión sobre la crisis del sistema neoliberal que ha explosionado en Latinoamérica agudizado por la pandemia? El sistema neoliberal venía en crisis desde hace tiempo, no es que haya empezado ahora. Yo te diría, para fijar una fecha, que el sistema entra en una crisis de larga duración el año 2008. Su manifestación es la crisis de las “hipotecas subprime” que explota en Estados Unidos. Pero subrayo esto de la manifestación porque el fenómeno latente es mucho más profundo que lo aparente y desata lo que los economistas norteamericanos han dado en llamar “la larga recesión”. Esto quiere decir que, a partir de aquel momento, las economías del mundo comenzaron a crecer muy lentamente y en algunos casos inclusive a decrecer. Estoy hablando del mundo del capitalismo desarrollado (con la obvia excepción de China) que al cabo de esos 12 largos años hasta inicios del 2020, cuando en marzo estalla la pandemia, no había todavía encontrado una salida estable de crecimiento y recuperación económica.

Esta crisis tiene evidentemente múltiples facetas, pero una de las más significativas es el fracaso del neoliberalismo en su aplicación tanto en Estados Unidos, en Europa como en Chile, Perú, Colombia, México o Argentina. ¿Por qué? Porque es un modelo que concentra de modo incontrolable la riqueza y las rentas y que, por lo tanto, crea una tendencia irrefrenable al estancamiento a causa de la caída del nivel de consumo de grandes masas de la población. Esto se puede de atenuar, más no eliminar, como se ha hecho en Chile y en los países más desarrollados por la vía de la enorme expansión del crédito; pero claro, el reverso del crédito ha sido un fenomenal endeudamiento de hogares, empresas y gobiernos. Nótese que Chile es el país que tiene uno de los índices endeudamiento de los hogares más elevados a nivel mundial. Por lo tanto cuando aparece el Covid-19 la crisis estaba lejos de haber sido resuelta. ¿Qué hizo la Pandemia? Bueno, la pandemia hizo dos cosas: profundizó la crisis y aceleró su desarrollo, o sea que la agravó. Piensa que en Estados Unidos llegaron a tener una cifra cercana a 40 millones de desocupados en ciertos momentos del 2020 y luego de eso, si bien se produjo un descenso, igual el número de desocupados que tiene Estados unidos y los que hay en Europa están muy por encima de los peores años desde la posguerra. Pero sobre todo la pandemia aceleró los ritmos de la crisis; la declinación del modelo llegó a punto tal que en la reciente reunión cumbre (virtual) de los capitalistas de todo el mundo en Davos se llegó a la conclusión de que era necesario “recargar al capitalismo”, o como otros dijeron, actuar al igual que cuando se congela un ordenador y es preciso darle “un gran reinicio” para que se vuelva a poner en marcha. Pues bien, la elite empresaria mundial tiene hoy esa aspiración: el relanzamiento de un capitalismo recargado cuya fisonomía poco tiene que ver con el modelo neoliberal. Proponen un modelo fuertemente estatista, estadocéntrico y en donde el papel de los mercados pasa a ocupar un segundo plano por la constatación, admitida por ellos mismos, de su fracaso para garantizar una respuesta efectiva a la crisis sanitaria del Covid-19, por los alcances de la degradación medio ambiental, y por el deterioro de la legitimidad del capitalismo entre las jóvenes generaciones debido a lo anterior y a la concentración de la riqueza en el uno por ciento más rico de los países. Por lo tanto, no serán los mercados quienes puedan solucionar la crisis y estabilizar al capitalismo en el corto y mediano plazo. La confianza está puesta ahora en un rol ampliado del estado, que no quiere decir más democrático, por supuesto.

2.- ¿Qué elementos ve en común en los recientes procesos de revuelta popular acaecidos en países como Chile, Perú o Ecuador? Muchos. Estás hablando de países como Chile y Perú que han sido sometidos a un predominio neoliberal tremendo y durante largas décadas. En Chile desde el advenimiento de la dictadura en el 73, Perú comenzó después, en 1990 con la presidencia de Alberto Fujimori. En síntesis: el Perú sobrelleva 30 años de neoliberalismo puro y duro y Chile casi medio siglo. El caso de Ecuador es diferente, porque a la dictadura neoliberal de los banqueros y los grandes capitales le puso coto el interludio del correísmo. Pero la traición de Lenin Moreno que subió al gobierno con un programa y ejecutó exactamente el que estaba en las antípodas culminó con una violenta restauración del orden neoliberal. Se advierten por lo tanto elementos comunes tales como la gran insatisfacción de los sectores populares que comprueban que las esperanzas propaladas por los publicistas e ideólogos neoliberales eran engaños e ilusiones; que les robaron el futuro; que se encuentran profundamente endeudadas, con empleos cada vez más precarizados y cuyos sueldos están por debajo de la línea de la pobreza, sin acceso a servicios sociales básicos como salud, educación y seguridad social y con un progresivo debilitamiento de las organizaciones sindicales que antaño defendían a los trabajadores. Esto en Perú es dramático, no tanto así el caso de Chile porque, si bien debilitado, sobrevive todavía una cierta fuerza sindical. Pero en Perú y Ecuador esta tradición es muy débil, siempre fue débil y ahora está prácticamente desaparecida. Claro que esa vacancia está siendo llenada por nuevas formas de asociacionismo popular, que tendrán un creciente protagonismo en los años que se vienen.

Otras similitudes son la concentración de la riqueza, decadencia en los servicios básicos en materia de salud, de educación, sistema de pensiones; o sea, viejos derechos convertidos en mercancías y sobre todo el anquilosamiento de una dirigencia política completamente apartada del sentir común de la gente. Notamos que en el caso de Chile al referirse a esos sectores dirigentes se utiliza la expresión “casta política” porque así se caracteriza a un conjunto de actores que desde el inicio de la era pinochetista han manejado los hilos del estado y sobre todo los sistemas representativos. Hay casos escandalosos como por ejemplo el de Andrés Zaldívar, que llevó la voz cantante en la campaña de terrorismo mediático entre 1969 y 1970 (lo digo porque yo vivía en Chile en esos años y lo recuerdo muy bien) que pronosticaba un escenario catastrófico y horrible en caso de que Salvador Allende llegara a La Moneda. Este siniestro personaje no dejó de medrar en las alturas del aparato del estado o del parlamento desde esas épocas. Tengo entendido que sigue ocupando un cargo administrativo de mucha importancia en el congreso chileno, creo que en el Senado. Ejemplos como el de él hay muchos, lo que habla de una asfixiante falta de renovación de la dirigencia política que así se exhibe ante la sociedad con cuadros profundamente desprestigiados y fundadamente sospechados de corrupción, si bien es preciso aclarar que, afortunadamente, hay algunas excepciones, pero son minoritarias y se dan en el campo de la izquierda.

En el caso de Perú la corrupción instaurada en los años del fujimorismo se extendió hasta el día de hoy, recordemos que hubo dos presidentes en Perú que hace pocos meses fueron eyectados de sus cargos producto de intensas movilizaciones populares. Y fueron éstas las que finalmente contribuyeron a instalar un tercero, Francisco Sagasti, cuyo mérito principal se define por la negativa: no es un político corrupto. Pero aparte de eso es un hombre de ideas “inmoderadamente moderadas”, valga el retruécano, una buena persona pero que no tiene ninguna propuesta que parezca conducente para resolver los gravísimos problemas que afectan al Perú. A diferencia de la estabilidad institucional chilena, de raíz fuertemente portaliana y conservadora, el vértigo político peruano puede se expresa en el hecho de que de los últimos ocho presidentes del Perú desde 1990 tres terminaron en la cárcel por delitos de corrupción, uno está fugado y protegido por las autoridades en Estados Unidos, otro se suicidó antes de enfrentar cargos similares, dos fueron recientemente destituidos por grandes movimientos de protesta contra la corrupción oficial y sólo el actual, Sagasti, parece encaminarse a una salida digna de su cargo.

3.- ¿Ve Usted un retorno a un ciclo de gobiernos progresistas o de izquierda en Latinoamérica donde países como Argentina, México o Bolivia al que puede sumarse Ecuador próximamente, han rechazado los efectos de gobiernos neoliberales o golpes de estado? Citaría a Galileo, la política latinoamericana “eppur si muove”, sin embargo se mueve.

El rebote comenzó en México, tardíamente incorporado al ciclo progresista después de 36 años (1982-2018) de denigrante co-gobierno entre el Fondo Monetario Internacional y el gobierno nacional de México. El país azteca se incorpora el ciclo progresista con López Obrador en el 2018, 20 años después del triunfo de la elección de Hugo Chávez en Venezuela. El hecho de que México sea el país fronterizo que divide el turbulento subdesarrollo latinoamericano con Estados Unidos hace que todo lo que se intente hacer allá, cualquier reforma, sea muchísimo más difícil de ejecutar que lo que podemos nosotros hacer aquí, en el sur del continente. Luego de AMLO vino Argentina con el rotundo triunfo de Alberto Fernández a expensas del macrismo y luego lo de Luis Arce en Bolivia. A esto hay que añadir la existencia de una situación promisoria en Ecuador, con el triunfo de Andrés Arauz en primera vuelta y que el 11 de abril, el mismo día en que Chile realiza su elección para la Convención Constitucional, medirá fuerzas con el candidato de la derecha más rancia y corrupta, el banquero Guillermo Lasso. Deseo fervientemente el triunfo de Arauz porque confirmaría el relanzamiento de una nueva onda progresista en América latina, misma que, sin embargo, no poseerá la radicalidad de la anterior. Debemos fortalecer la unión de los países, empezando por Sudamérica, pero también incorporando al México de AMLO que promueve una iniciativa muy interesante como reflotar a la CELAC. Pero sería un error suponer que esta nueva oleada podría ser una re-edición del proceso anterior. Serán gobiernos progresistas pero más moderados que sus predecesores, en donde aquel ciclo tuvo un apogeo que fue nada menos que la derrota del ALCA, el principal proyecto geopolítico del gobierno de Estados Unidos para todo el siglo veintiuno. Los actuales serán gobiernos –algunos ya son- que van a ir distanciándose cautelosamente del neoliberalismo porque la correlación de fuerzas en todos estos países no les es muy favorable.

Fíjate que los avances en México, en Bolivia y en Argentina se producen con mucha lentitud. Hay varios factores explicativos: uno, las condiciones internacionales son muy diferentes y más desfavorables. Dos, sin subestimar a los nuevos mandatarios hay que reconocer que tampoco se cuenta con los grandes liderazgos de comienzos del siglo XXI. Ya no está Fidel, la fuente de inspiración de tantísimas luchas; tampoco están Chávez y Kirchner; y los otros líderes están o bien retirados, Pepe Mujica, o sometidos a la implacable persecución del “lawfare”: casos de Lula, Cristina Fernández, Evo Morales, Rafael Correa y quien fuera su vice, Jorge Glas, Lugo en Paraguay, Zelaya en Honduras, entre tantos otros Y, tres, los movimientos sociales están en una fase de reconstrucción luego de sufrir una gran derrota. O sea: condiciones internacionales adversas, liderazgos con menor capacidad de convocatoria y bases sociales en reorganización. Pero es indudable que pese a todo ello el subsuelo profundo de Latinoamérica está en movimiento. Lo decisivo para el éxito de este proyecto será, como siempre, la movilización del campo popular, su efectiva organización y concientización. Sin ese impulso “desde abajo” poco podrá lograrse.

4.- ¿Cuál es su mirada del actual proceso constituyente que está viviendo Chile? ¿Cuál es el riesgo, si es que existe, de institucionalizar las demandas de los movimientos sociales? Este nuevo clima epocal está incentivando las protestas populares en Chile y Perú. En el caso de Chile hay un proceso constituyente muy interesante pero también muy preocupante. Lo primero por la gran satisfacción que sentí al conocer el repudio mayoritario, absoluto, a la constitución pinochetista. Lo segundo porque la maligna astucia de la casta política chilena está trabajando para frustrar las expectativas de dar a luz a una constitución que responda a los grandes desafíos del Chile actual. Esa convención constituyente será un gran campo de batalla que se librará no sólo puertas adentro sino con el acompañamiento activo, militante, de las fuerzas sociales para hacer saltar por el aire el cerrojo, o el chantaje de los 2/3 que ha impuesto la casta política. La aceptación de esa cláusula significa esterilizar desde su cuna al nuevo proyecto constitucional que necesita la sociedad chilena. Ese pueblo debe darse por primera vez en su historia republicana una constitución sin las cortapisas, limitaciones y enclaves autoritarios embebidos en los previos textos constitucionales. Lo que se pretende con la antidemocrática cláusula de los 2/3 es introducir un “Caballo de Troya” derechoso dentro de la convención, que va a impedir entre tantas otras cosas desmercantilizar el agua, se encuentra absolutamente privatizada en Chile.

No hay un solo país en el mundo donde el agua sea propiedad privada desde sus fuentes y pasando por su distribución y destinación final. Y eso no va a poder ser discutido porque hay cláusulas que están prohibidas y un robusto cerrojo leguleyo impide el tratamiento de otros temas de igual importancia. Ante este callejón sin salida se requieren dos cosas: primero, que se logre una mayoría abrumadora de representantes de las fuerzas populares y de izquierda y que tengan la valentía, desde el primer día, de declarar que esa Convención se convierte en una Asamblea Constituyente, desconociendo las limitaciones impuestas por la casta política y proclamando su soberanía como expresión de la voluntad popular. Segundo, lo que dije antes: un acompañamiento militante, permanente, una guardia constante en las calles y plazas para asegurar que los convencionales hagan lo correcto. De lo contrario, existe un gran riesgo de que la Convención termine en un fiasco con lo cual se abrirían las puertas de un nuevo ciclo, aún más violento, de insurrección popular como el que estallara en Octubre del 2019. Chile está sobre ascuas, ya hemos visto la reacción que hubo ante el asesinato del malabarista en Panguipulli, así que el 11 de abril yo espero que haya una buena votación de izquierda, que la derecha no logre tener esos votos que necesita para vetar temas clave en la Convención. A partir análisis comparativos estoy convencido de que el activismo de los movimientos sociales será decisivo. Lo que no se podrá resolver apoyado en los impulsos de la movilización popular no lo resolverá el rodaje rutinario institucional de una Convención Constitucional. El sesgo clasista del estado en Chile o en Perú es férreo y de larga data y no va a disiparse mediante diálogos cortesanos a puertas cerradas y sin escuchar la voz del pueblo que está puertas afuera. Al fin y al cabo ese pueblo ha sido, siempre, el gran protagonista de las constituciones que pretendieron fundar un nuevo orden. Resumiendo creo que se abren buenas perspectivas en Chile, cuya gente ha dado extraordinarias muestras de bravura y conciencia política en estos últimos tiempos. Evocaría, por eso, aquellas palabras de don Salvador Allende en su discurso final cuando decía “tengo fe en Chile y su destino.” Coincido con esa apreciación.

5.- ¿Cuáles son los paradigmas en los que debe basarse una izquierda en el continente que sea capaz de superar el modelo neoliberal? No hay un modelo, yo nunca creí en eso de los modelos. Incluso en un escrito de mi autoría que leí en un congreso en Cuba, en presencia de Fidel, teniendo que referirme a este tema de los modelos lo hice parafraseando un texto de Antonio Machado, cantado luego por Joan Manuel Serrat: “militante no hay modelo, ¡se hace el modelo al andar!”. Cada país va a encontrar una salida del neoliberalismo adecuada a sus circunstancias, a las características fundamentales de su economía, al grado de organización de las fuerzas de campo popular, a las posibilidades que abre una determinada correlación de fuerzas entre la derecha y la izquierda, a la intensidad de la presión del imperialismo y las grandes empresas, a su propia historia. Un gran protagonismo seguramente tendrá la oligarquía mediática que sofoca y embota la opinión pública en nuestros países, por ello librar una auténtica “batalla de ideas” será un imperativo impostergable de la hora actual. De ahí que más que hablar de un paradigma yo creo, como decía Raymond Williams, que “hay muchos socialismos” y que no habrá una salida paradigmática sino muchas. Y, además, que no sólo habrá que dejar atrás al neoliberalismo, lo que sería francamente insuficiente, sino encaminarse para avanzar resueltamente por la senda del post capitalismo antes de que sea demasiado tarde. Y estos procesos se construirán de una manera en Chile, de otra en Argentina, en Bolivia, en México. En suma: no hay un modelo para imitar y además conviene no olvidar que si hay algo que caracteriza a las grandes revoluciones -o llamémosle de modo más modesto: a los grandes proyectos de cambio- es el carácter original de esos procesos. José Carlos Mariátegui lo sintetizó muy bien cuando dijo que “las revoluciones -y la construcción del socialismo- no pueden ser calco y copia sino creación heroica de nuestros pueblos”, y cada uno emprenderá ese magnífico acto civilizatorio de creación con los materiales que tenga en sus manos

1) Ver https://www.elciudadano.com/columnas/frente-amplio-en-el-momento-cero-un-libro-de-alberto-mayol-y-andres-cabrera/04/16/

* Rony Núñez Mesquida, escritor y columnista Le Monde Diplomatique Chile.


martes, 30 de marzo de 2021

Elecciones primarias: Lodo y delincuencia política en ascenso


Alainet

Por Javier Suazo

Foto: Canal6.com.hn


 “No sé si son las sombras o las imágenes que nos ocultan la realidad”

Saramago

En Honduras las elecciones internas o primarias son ganadas-generalmente- por los precandidatos que representan al oficialismo del partido, que tienen o no el control de los sellos de cada instituto político, igual cuentan con los recursos del Estado para utilizarlos como mecanismo de control de votos de aquella población en situación de pobreza extrema beneficiada con programas de compensación social apoyados por Organismos Financieros Internacionales (OFIs).

En la práctica los que encabezan la fórmula presidencial, diputados y alcaldes, buscan imponerse a través de “componendas” políticas o por la fuerza, pero más recientemente a través del fraude electoral como práctica electorera, no muy visible para los ciudadanos. En ello, también ha jugado un papel importarte la proliferación de encuestas a boca de urna y resultados rápidos mediante sistemas electrónicos de trasmisión manejados por el Tribunal o Consejo Nacional de Elecciones (CNE) y los partidos políticos. Estas encuestas son pagadas por los propios dirigentes de partidos políticos con recursos financieros para ello, pero que también participan y tienen presencia en los medios de comunicación de masas, responsables de divulgar los resultados y convencer a la población del triunfo electoral.

Para las elecciones primarias del 14 de marzo de 2021 se pensó que ello iba a cambiar, en demanda a las prácticas de fraude visibles en las elecciones generales de 2013 y 2017 ganadas por el Partido de Gobierno; pero la evidencia demuestra lo contrario. En el partido nacional, su candidato, Nasry Asfura, alcalde de la ciudad capital, recibió el apoyo de la cúpula del partido en el poder, encabezada por el presidente de la República, Juan Orlando Hernández (JOH), en detrimento del Dr. Mauricio Oliva, actual presidente del Congreso Nacional.

Una de las preguntas que se hacen analistas políticos es porque Oliva, teniendo a mano suficientes recursos públicos y presencia mediática de más de 10 años en los medios televisivos, se quedó corto y solo, frente al candidato opositor. La respuesta es que, en el fondo, no representaba los intereses del presidente Hernández ni de diputados afines, especialmente frente a la urgencia por no perder el control del partido, y, sobre todo, de los futuros diputados al Congreso de la República; incluso perdiendo la elección general de noviembre 2021 con Asfura a la cabeza, la apuesta de JOH fue la plancha para diputados y mayoría de alcaldes pertenecientes al movimiento de Asfura.

A ello se suma, el posible involucramiento de Mauricio Oliva en actos de corrupción con el manejo de los recursos públicos, cuya investigación del Ministerio Público fue “congelada” por la Corte Suprema de Justicia controlada por JOH.  Prácticamente, el Dr. Oliva perdió la elección mucho antes, ya que el presidente de la República, cuestionado por posibles vínculos con narcotraficantes, no está en condiciones para correr riesgos, caso particular de la desprotección política-institucional en el próximo gobierno.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha escrutado menos del 50% de las actas, donde el Dr. Oliva obtiene el 27% de los votos válidos, frente al 73 % de Asfura. Antes de las elecciones, los dirigentes del movimiento “Junto Podemos” que lidera Oliva, hablaban de una diferencia de 7% a favor de su candidato, pero la cifras muestran una diferencia abismal a favor del candidato de JOH. Hoy, dichos dirigentes reconocen la perdida en el nivel presidencial, pero advierten que defenderán los votos de aspirantes a diputados y alcaldes, donde hay muchas denuncias que las urnas fueron infladas a favor de Asfura. Un caso especial es la Ciudad Capital, donde los 23 candidatos a diputados del movimiento “Unidad y Esperanza” que participaron en las elecciones generales salen electos, incluyendo diputados que aspiran a la reelección.   

A lo mejor, con eso de los acuerdos bajo la mesa y componendas, se apiadan de Oliva, y permiten que aparezca en la casilla última de diputados, el exalcalde capitalino y coordinador del Movimiento, Ricardo Álvarez, que no sale, ya que el “Alero”, candidato de JOH, lo supera en más de 15,000 marcas.

En el Partido Liberal, la disputa por la presidencia y control del Central Ejecutivo es más cerrada.  Las cifras muestran que Yani Rosenthal, acusado de lavado de activos, que estuvo preso en cárceles de USA, obtiene el 51.8% de los votos válidos, contra 32.5% de Luis Zelaya y 15.7% de Darío Banegas. No obstante, aunque Yani Rosenthal se declaró ganador, Luis Zelaya dice que los resultados parciales del CNE corresponden a departamentos donde éste tiene ventaja, no así a los departamentos ganados por su movimiento “Recuperemos Honduras”, caso de Choluteca, Valle, Francisco Morazán y Atlántida.  Hay también denuncias de inflado de urnas por mesa, arriba de la carga electoral permitida, por lo que debe contarse de nuevo acta por acta y voto por voto. El destacado caricaturista Darío Banegas, reconoce el triunfo de Luis Zelaya, y no debe permitirse que alguien que ha tenido vínculos con el narcotráfico y confeso, gobierne Honduras.

Las denuncias incluyen además el hecho que el representante del Partido Liberal en el CNE, abogada Ana Paola Hall, es puesta por el lado “oscuro” del partido que controla el expresidente Carlos Flores Facussé, y al coordinador de bancada en el Congreso Nacional, Mario Segura.  Aunque Luis Zelaya es el presidente del Central Ejecutivo del Partido Liberal, la bancada en el Congreso está dividida, pero además no goza del respaldo de Carlos Flores, y de la llamada prensa tarifada, por lo que los pronósticos son que, al final, Yani Rosenthal se imponga, incluso por la vía judicial.

En el Libertad y Refundación (LIBRE), Xiomara Castro obtiene el 79.3% de los votos válidos, contra el 11.9% de Nelson Ávila; el resto, se lo reparten Carlos Eduardo Reina y Wilfredo Méndez. Hay también denuncias de inflado de urnas y adulteración de actas, al grado que existen dirigentes que han preferido renunciar a este instituto político, ya que en la contienda para diputados han salido afectados por estas prácticas corruptas. El Dr. Nelson Ávila ha interpuesto una demanda ante Organismos Internacionales para que se haga una auditoria forense independiente a todo el proceso, ya que las irregularidades son muchas; para el caso, ha sido afectado en el número de votos y en ciertos cargos de diputados y alcaldes de su Movimiento “5 de Julio”, desplazados por los movimientos que apoyan la candidatura de Xiomara Castro de Zelaya.

A lo anterior se suman las denuncias de la ex/Comisionada de Policía, María Luisa Borjas, acerca que la elección para coordinar LIBRE se la ganó a Manuel Zelaya Rosales, pero todavía no hay evidencia de pruebas contundentes. Aunque todavía Xiomara Castro no se ha pronunciado, lo más seguro es que respete los recuentos de actas y votos solicitados al CNE y reúna con los demás precandidatos, especialmente con Nelson Ávila que ha captado la mayoría del voto joven, incluso de otros partidos políticos.

Se gastaron 1,100 millones de lempiras en estas elecciones primarias, apoyadas por la cooperación internacional, en una coyuntura donde los problemas son múltiples y abundan, y los recursos escasos. Lo menos que pueden hacer las instituciones responsables y agencias de cooperación, es identificar las grandes fallas del proceso, algunas de las cuales son de origen: a) falta de una nueva ley electoral; b) falta de un nuevo censo electoral completo; c) una tarjeta de identidad vulnerable y todavía sin entregar; d) comisionados o consejeros miembros del Registro Nacional de las Personas (RNP), CNE y Tribunal de Justicia Electoral, propuestos por partidos políticos y sin autonomía de “vuelo” para la toma de decisiones; e) falta de un sistema probado de trasmisión de resultados.

Otras incluyen, la alta politización y corrupción que opera en el RNP, donde la mayor parte de los empleados pertenecen al partido nacional y “lado oscuro” del partido liberal, sumado a la ausencia de reglas claras de los partidos políticos para el manejo del proceso y funcionamiento de las mesas electorales.

Estas fallas deben ser corregidas de inmediato, ya que de no hacerse estaríamos en presencia de una nueva crisis política, mucho mayor que la enfrentada en 2017. En tal sentido, la presión de la cooperación internacional no debe esperar, exigiendo que se cumpla con los requisitos mínimos que demanda un proceso electoral de este tipo, especialmente lo relacionado con el marco jurídico y reglas a aplicarse. Ello incluye también a personeros de la Embajada Americana, que supuestamente le apuestan a un proceso limpio y democrática que permita al pueblo hondureño elegir a los mejores.

No obstante, hay que ejercer también un mayor control sobre los recursos públicos destinados al proselitismo político; estos recursos pertenecen al pueblo, no a un partido político y dirigentes. Para el caso, los partidos de oposición deben monitorear el uso de recursos del presupuesto para la compra de conciencia en grupos poblaciones en situación de pobreza extrema; pero también en el pago de servicios de transporte, alimentación y publicidad. La Unidad de Política Limpia (UPL) debe cumplir dicho propósito, pero le es difícil ya que sus miembros son puestos por las cúpulas (dueños) de los partidos políticos. Igual, la cooperación internacional debe fortalecer las organizaciones de sociedad civil en acciones de monitoreo, análisis de coyuntura y estudios puntuales sobre el financiamiento de las campañas políticas en los tres niveles: presidencial, diputaciones y municipal.

En el caso de los recursos del narcotráfico, como diría un dirigente político del Partido Liberal ya fallecido, la fuente de información primaria son los bancos; Instituto de la Propiedad, alcaldías y, sobre todo, la DEA.

Al final se busca quitar el lodo de las elecciones primarias y combatir la delincuencia política de cara a los comicios generales de noviembre próximo, donde Honduras se juega su futuro como nación.


"El candidato de Juan Orlando Hernández siempre fue JOH"


Radio Progreso

Tras conocerse todo lo que se ha vivido y se sigue viviendo como consecuencia de las elecciones primarias e internas celebradas el pasado 14 de marzo, los análisis apuntan a un recrudecimiento de la crisis política electoral donde hay un reducido grupo, con un poder impresionante, que busca garantizar la impunidad para evitar los castigos en casos de corrupción y narcotráfico.

“El candidato de Juan Orlando Hernández siempre fue Juan Orlando Hernández, es decir, él todavía no ha abandonado ese proyecto continuista, él todavía mantiene el control. Con Asfura tiene un problema porque Asfura es un hombre que se hace el muerto con Juan Orlando Hernández, pero, si él gana la elección va a tomar sus decisiones sintonizadas con las políticas que le fije la comunidad palestina en este país, eso delo como un hecho”, señala el analista político y ex diputado del Congreso Nacional Raúl Pineda Alvarado.

En entrevista con Radio Progreso (RP), Raúl Pineda Alvarado (RPA) se refiere a las posibilidades de alianzas políticas, sobre el futuro de Juan Orlando Hernández, las traiciones en el Partido Nacional y por qué hay férrea disputa del control del próximo Congreso Nacional.

RP. ¿Cómo valora el proceso electoral primario e interno?

RPA. Como diferente. Como revelador de situaciones más profundas de lo que pudieran ser la integración de las planillas o el conocimiento de los datos que nos da el Consejo Nacional Electoral. Este es un problema que ha puesto en evidencia el enorme poder de la corrupción y la enorme influencia de la pobreza en la toma de decisiones políticas.

RP. ¿Por qué?

RPA. Porque es una pobreza que ha generado un fenómeno de inevitabilidad que está permeando mucho a los hondureños, esa sensación de que aquí no se puede hacer nada porque todo es inevitable, y el poder de la corrupción, una corrupción que antes circunscribíamos a lo político, pero ahora es una corrupción que ha afectado a todas las instituciones. El proceso electoral interno y primario, como ante sala de un proceso general, se deslegitimó, se desprestigió, perdió toda credibilidad como querían los enemigos del proceso electoral, es decir, los malos triunfaron.

RP. ¿Quiénes son los malos?

RPA. Para usar una frase de la cinematografía infantil propia de esas películas de bajo presupuesto: los malos son los que están en el poder, los que están en el gobierno, porque este proceso tiene una característica muy particular que lo hace diferente a los anteriores. Los otros gobernantes salen del estadio, de entregar la banda presidencial, y se van para su casa, los que están ahora probablemente vayan a enfrentar la justicia norteamericana. Eso hace diferente el proceso y le da una vigencia contundente a aquella frase histórica que se le tomó a Adolfo Hitler y que está plasmada en un libro que se llama “El Joven Hitler” que dice: vamos a hacer lo que es necesario hacer, haremos lo que haya que hacer.

RP. ¿Y eso cómo se traduce en este proceso electoral?

RPA. Para eso hay que clonar maletas electorales, hay que multiplicar los votos, hay que bajar las maletas electorales de los carros del Ejército y pasarlas a carros particulares para sustituirlas en función del interés de que en este país perviva la impunidad, pues hay que hacerlo, si hay que poner mediocres a dirigir el Consejo Electoral pues hay que ponerlos, si hay que comprar votos entre 300 y 500 lempiras, si hay que crear candidaturas hechas exclusivamente para dividir a un partido y neutralizar a un aspirante como era Luís Zelaya, pues lo hacemos, si vamos a poner de candidato a un ex convicto que no puede entrar a Estados Unidos, pues lo hacemos con tal favorezca la impunidad de los que ostentan y los que detentan el poder.

RP. ¿Y allí están unidos los tres partidos?

RPA. Mire, Honduras vive las consecuencias de un proyecto mitad narco y mitad corrupción. Es un proyecto que no tiene partido, es un proyecto que tiene su gente en todos los partidos. Si usted analiza, en las Cortes de Nueva York se ha hablado de que los cuatro últimos presidentes han tenido relaciones con el crimen organizado, y estamos hablando de presidentes que están en Libre, en el Partido Nacional y en el Partido Liberal, es decir, pensar en los partidos, no, los Partidos son instituciones nobles, las cabezas de los partidos son las que se han comprometido con la corrupción y el crimen organizado para mantener un sistema que nada tiene que ver con el encuadramiento ideológico.

RP. ¿Cómo ve el escenario de cara a las generales?

RPA. El gobierno logró su objetivo: dividir a la oposición. Va a ir Nasralla de candidato, va a ir Yani Rosenthal en el Partido Liberal, va a ir doña Xiomara por el Partido LibRe y va a ir un candidato con un Partido Nacional unido, con mucho dinero, y el riesgo de que los malos vuelvan a ganar es un riesgo que está en la vuelta de la esquina.

RP. ¿No hay posibilidades de alianzas políticas?

RPA. Una alianza política se va a dar de manera parcial. Lo más probable es que todavía quede la esperanza que Luís Zelaya se alíe con Salvador Nasralla y que los siga, en esa alianza, Wilfredo Méndez, lo debería seguir el señor Banegas y otros grupos. Pero su campaña tiene que ser quitarles las bases a los líderes que están sintonizados con la política del gobierno.

RP. ¿Yani Rosenthal podrá ser presidente de Honduras?

RPA. No tiene ninguna posibilidad porque factores externos del poder no lo van a dejar llegar. Él tiene dos líneas de investigación, dos juicios más en Estados Unidos y probablemente cuando quiera don Juan Orlando Hernández le mueve la fiscalía y el Código Penal dice que, aunque usted haya cometido un delito en Estados Unidos puede ser juzgado por un delito de lavado en Honduras. También si don Juan Orlando Hernández quiere mover la fiscalía para meterle un auto de prisión o de formal procesamiento a Tito Asfura lo quita, él sigue manteniendo el control.

RP. ¿Se llevará Estados Unidos a Juan Orlando Hernández?

RPA. No es cierto que los norteamericanos de un día para otro se van a llevar a Juan Orlando Hernández, él resuelve su problema simplemente controlando el Congreso y modificando el artículo 102 de la Constitución, prohibiendo la extradición. Él resuelve su problema diciendo al Fiscal General acúseme, si las penas por narcotráfico en Honduras son ridículas, y si se declara confeso le bajan la tercera parte de la pena y si se porta bien en el penal le bajan la mitad de la pena. Usted arregla su problema estando cuatro años preso cómodamente en una prisión hecha a su medida o en una unidad militar.

RP. Pero aquí hablan de un posible caso Noriega en Honduras.

RPA. Eso es imposible. Hasta el General Cisneros (General estadounidense Marc Cisneros) que fue quien condujo la operación dice que fue un error, fue un problema que dejó a una sociedad panameña rabiosamente antinorteamericana, eso no va a pasar en Honduras.

RP. ¿Quién es el candidato de Juan Orlando Hernández?

RPA. Nasry Asfura.

RP. ¿Siempre lo fue?

RPA. El candidato de Juan Orlando Hernández siempre fue Juan Orlando Hernández, es decir, él todavía no ha abandonado ese proyecto continuista de mantener el control. Con Asfura tiene un problema porque Asfura es un hombre que se hace el muerto con Juan Orlando Hernández, pero si él gana la elección va a tomar sus decisiones sintonizadas con las políticas que le fije la comunidad palestina en este país, eso delo como un hecho.

RP. ¿Y qué pasó con Mauricio Oliva?

RPA. Con Oliva, don Juan Orlando Hernández inicialmente le había prometido todo su apoyo, por eso 

JOH se está quedando solo porque ya el Partido Nacional tiene candidato, y cuando usted tiene un candidato el presidente pierde un 40% de su poder. Con Mauricio Oliva va a haber un distanciamiento porque Oliva se siente traicionado, y de hecho fue traicionado. Es increíble que un movimiento que encabece el presidente del Congreso y donde esté la tercera figura del Partido Nacional como es Ricardo Álvarez, no haya podido sacar, hasta el momento, un diputado por el departamento de Francisco Morazán.

RP. ¿Le sorprenden esos resultados?

RPA. No, no me sorprenden, pero si veo que fue inédito que sean tan torpes que no le dejaran ni un tan solo diputado a Mauricio Oliva.

RP. ¿Por qué?

RPA. Porque el proyecto es controlar el Congreso para hacer las reformas constitucionales que le interesan al presidente Hernández una vez que el panorama se le ponga complicado, si así llega a suceder, en los Estados Unidos, y yo creo que para allá vamos.

RP. ¿Quién es el contrincante principal de Juan Orlando Hernández?

RPA. El enemigo de Juan Orlando Hernández no era Salvador Nasralla, era Luís Zelaya, y lo están triturando, le están pasando una motoniveladora electoral para dejarlo fuera del sistema. Ahora, el gran ganador de este evento es Nasralla porque los resentidos se van a ir con él, pero si Nasralla no maneja bien su campaña y no viniera la salvaguarda y los controles necesarios para que haya una elección limpia, pues va a pasar lo que pasó con el PRI en México que estuvo 70 años en el poder, y mucha gente murió y no vio los cambios, de repente eso nos va a pasar a nosotros.


Cinco lecturas de fondo que nos llegan desde Nueva York


Radio Progreso

Por Joaquín Mejía Rivera *

Las declaraciones que se están ventilando en el juicio que se desarrolla en un tribunal del distrito sur de Nueva York en contra del narcotraficante Geovanni Fuentes y que señala directamente al presidente de facto Juan Orlando Hernández como narcotraficante, reflejan cinco cuestiones trágicas sobre la realidad hondureña:

1. Se ratifica que Honduras es un narco Estado y que el golpe de Estado de 2009 no solamente implicó un deterioro y quiebre de toda la institucionalidad democrática, sino que esta se puso al servicio para la facilitación del narcotráfico, la corrupción, la impunidad y las violaciones a los derechos humanos. Con ello se confirma lo señalado por el índice de Estados frágiles del Fund for Peace, en el sentido que Honduras es un país en estado de advertencia de convertirse en un Estado fallido.

2. Se ratifica el fracaso de las instituciones del sector justicia y seguridad porque ni la Policía Nacional ni las Fuerzas Armadas, ni el Ministerio Público ni el Poder Judicial han sido capaces ni han tenido voluntad política para prevenir, investigar y sancionar las actividades del crimen organizado vinculadas con el tráfico de drogas y la corrupción. Indudablemente, por acción y omisión las cúpulas de tales instituciones se han convertido en cómplices de las organizaciones criminales, dado que, como lo plantea Julio Scherer Ibarra en su libro Impunidad. La quiebra de la ley, “dejar pasar el delito es tanto como extenderlo en la práctica”.

3. Se ratifica el fracaso del sistema electoral, pues si la democracia busca lograr el gobierno de los mejores y evitar el gobierno de los peores, es decir, que los enemigos de la democracia no tengan acceso al poder público, las recientes elecciones internas han demostrado que los corruptos, los narcotraficantes, los lavadores de activos, los golpistas y los violadores de la Constitución y los derechos humanos pueden optar a cargos públicos sin que nada se los impida.

4. Se ratifica que los máximos liderazgos del Partido Nacional lo convirtieron en una organización criminal destinada a drenar los fondos del Estado a través de poderosas estructuras de corrupción y a lavar y distribuir, en sobornos y campañas electorales, millones de dólares provenientes del narcotráfico. La actividad criminal permanente de esta institución política debería ser suficiente para justificar su disolución con base en el principio de la protección de la sociedad democrática.

5. Se ratifica la importancia de hacer prevalecer los principios vinculados con la democracia y los derechos humanos para no ignorar intencionalmente o no, que el régimen de Juan Orlando Hernández no era ni es legítimo por la ilegalidad de su reelección y por acceder al poder a través del fraude y la violencia, y, en consecuencia, cualquier acercamiento, contribución, convenio o participación en su régimen, implicaba mancharse con la sangre y el estiércol de sus crímenes que la ciudadanía hondureña ya conocía, pero que ahora se conoce a nivel mundial gracias a los juicios por narcotráfico en Nueva York.

*  Doctor en Derechos Humanos, ERIC sj

 

El sello catracho está presente en el film mexicano "El camino de Xico"


Radio Progreso

Por primera vez, un estudio hondureño participó en la creación de una película animada internacional, un proyecto que motiva a productores nacionales que sueñan en grande.

El estudio CG Artist dirigido por el hondureño Adrian Guerra fue seleccionado para desarrollar una parte de la película donde participó un pequeño grupo de talentosos artistas hondureños para diseñar escenografías y maquinarias 3D para ser integrados en esta historia.

“Amigos ya está en Netflix la película de animación mexicana en la que nuestro estudio estuvo trabajando, aprovecho para invitarlos a que la vean” escribió en sus redes sociales Adrián Guerra.

 

Las mujeres indígenas de chiapas y el narcotráfico


Tribuna Feminista

Por Teresa C. Ulloa Ziáurriz

Ya en el 2014 se había detectado el primer plantío de cocaína en Los Altos de Chiapas, además de extensos cultivos de amapola y mariguana.

En 2016, “los Zetas ya protagonizaban la lucha por plazas estratégicas, multiplicaban la distribución de droga y ampliaban su repertorio delictivo; todo, impunemente. En el norte, Los Altos y la frontera de Chiapas con Guatemala se desató una pelea entre grupos del crimen organizado de la que muy pocos quieren hablar. Se trata de zonas a las cuales ni siquiera el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se mete, pues las bandas criminales se han fortalecido al fundirse con paramilitares e integrantes del Partido Verde Ecologista de México (PVEM),” como lo informó José Gil Olmos. en la Revista PROCESO, el 7 ABRIL, 2016.

Defensoras Populares, A.C., una de nuestras organizaciones afiliadas llegó a trabajar en Chiapas en 2007, porque ya era evidente la penetración del narcotráfico en el Estado de Chiapas e instalamos el Observatorio Social y de Género en esa entidad, el que se ha sostenido hasta la fecha, con fondos federales que pudimos bajar para nuestro trabajo, y también con fondos que por decreto el Gobierno de Chiapas aportaba por acuerdo del Congreso del Estado.

En el 2016, en Somos Abya Yala, Ana Lilia Félix Pichardo, publicó un artículo titulado Desplazamiento forzado en México, el caso de Los Altos de Chiapas, en el que informa que uno de los efectos de la presencia del Narcotráfico ha sido el desplazamiento forzado de miles de indígenas de sus comunidades.

“No hay exactitud en los datos sobre el número real de personas que han sido obligadas a salir de sus hogares y pueblos a causa de la violencia en sus diversas modalidades y matices. Según datos del International Displacement Monitoring Center, hasta el 2018 se registraban 338,000 casos de personas en situación de desplazamiento forzado interno… La presencia de los cárteles del narcotráfico, así como de las fuerzas armadas en diversas zonas del país y la guerra por el control de las vías de transporte de estupefacientes, personas y otros negocios, ha provocado que pueblos enteros sean desaparecidos o, en el mejor de los casos dado el contexto, desplazados a otras zonas y regiones. Sin embargo, también existen otras causas previas a este período que, aunado a las políticas neoliberales del narcoestado, han provocado nuevos desplazamientos de personas en búsqueda de su sobrevivencia personal y colectiva.”

“…la delincuencia organizada y la guerra entre cárteles es la principal causa de desplazamiento en México, seguida por otras causas y conflictos agrarios. Sobre este último caso, a veces las causas no son excluyentes entre sí, sino que un conflicto de carácter agrario-comunitario puede tornarse mucho más violento dada la ruptura de antiguas formas de convivencia, a raíz de que la cultura y negocio del narcotráfico ha incorporado a muchas capas de la sociedad.

El desplazamiento forzado en la región de Los Altos en el estado de Chiapas debe observarse bajo elementos coyunturales e históricos propios de la región y de los municipios que recientemente han protagonizado los éxodos más masivos de personas. Tendríamos que remontarnos a la ofensiva militar y los planes estatales para socavar la rebelión indígena zapatista de 1994. En ese año 30 mil efectivos del ejército mexicano fueron distribuidos en 4 municipios de la región como plan estatal de contención de los rebeldes…

…Diversos grupos paramilitares fueron surgiendo desde 1994, a la par que las bases militares también aumentaban en territorio chiapaneco. La estrategia del plan “Chiapas…” también ha consistido en implementar programas sociales exclusivos para las zonas de influencia zapatista como mecanismo de división y control, pero lo más importante y efectivo para la estrategia de guerra contrainsurgente ha sido la fuerte presencia de grupos armados, algunos de los cuales han adquirido fama por sangrientas masacres como la de Acteal en 1997…

… Los diversos grupos paramilitares han sido armados, financiados y protegidos por los tres niveles de gobierno, cuyos representantes han sido también de diferentes partidos políticos. A nivel municipal, en zonas como la de Los Altos, los presidentes municipales hacen parte de estos grupos y se confrontan entre sí para seguir controlando los recursos de las alcaldías, mantener la impunidad y control de tierras ejidales…”

Y es justo ahí, en los Altos de Chiapas, donde las comunidades indígenas son golpeadas por la extrema pobreza, la exclusión social, la falta de servicios y oportunidades, justo ahí, con la complacencia del Gobernador, Rutilio Escandón, del partido en el poder MORENA, que no ve y no oye los justos reclamos de las comunidades indígenas, sí, es justo en la zona de los Altos de Chiapas, donde se venden niñas entre 8 y 17 años de edad para matrimonios forzados, bajo el argumento de la autonomía constitucional con la que cuentan los pueblos indígenas para mantener sus usos y costumbres, en este caso el uso y la costumbre del “pago de la novia” y que cualquier narcotraficante con dinero puede comprar siempre y cuando se haya ganado el aval de las autoridades tradicionales, lo que se logra pagándole a la familia sus pretensiones e invitando a las autoridades tradicionales uno, dos o tres días a emborracharse para ganarse su confianza y sus favores.

Una entidad que cuenta con Alerta de Género por el número de mujeres y niñas desaparecidas, los altos niveles de trata y explotación sexual de mujeres y niñas indígenas y centroamericanas, cuna de la entonpornografía, feminicidio, acoso y hostigamiento sexual, con zonas donde no entra el EZLN, pero tampoco la autoridad porque están bajo el control del narcotráfico. Si, justo ahí, donde el Gobierno de Rutilio Escandón, utilizando al Congreso del Estado de Chiapas, también controlado por MORENA, se preocupa por desaparecer las expresiones de ejercicio democrático, de colaboración con la sociedad civil y de rendición de cuentas, cuando está claro que no ha podido disminuir los niveles de machismo y violencia social contra las mujeres y las niñas y su gobierno no ha tenido la capacidad, ni el interés, ni el compromiso de desalentar y disuadir estas conductas.

Citando a la Dra. Marcela Lagarde y de los Ríos, en su libro El Feminismo en mi Vida:

…”Pero veamos qué tienen en común los derechos de los pueblos indígenas, los derechos de los niños y las niñas y los derechos de las mujeres. Todos ellos han surgido como reconocimiento de lo que en las teorías filosófica y antropológica llamamos la diferencia. Cada categoría social implica una diferencia particular en su modo de vivir, su problemática, sus expectativas y oportunidades.

Sus diferencias son producto de sus procesos históricos diversos y también son producto y sustento de desigualdades originadas en formas de dominación. La diversidad es negada con hegemonías homogeneizadoras y creadoras de modos de vida e identidades estereotipados y las desigualdades son ocultadas con ideologías que presuponen una igualdad universal natural o creacionista.

Asimismo, las diferencias convertidas en marcas de identidad personal y colectiva son subsumidas en otras identidades y las personas y los grupos deben adaptarse a formas de vida social y cultural impuestas y definidas por otros grupos a través del dominio y la supremacía, del mercado, la violencia, la represión y la guerra. De manera más sutil también a través de procesos de aculturación hegemónica.

Más aún, las diferencias identitarias no son valoradas, respetadas y democráticamente preservadas; por el contrario, son fundamento de discriminación, marginación, explotación y violencia. En cambio, las especificidades de quienes dominan no se consideran diferencias, son convertidas en estereotipos homogeneizadores, en atributos del sujeto y, en consecuencia, en modelos de referencia simbólica universal y base legitimadora de superioridad, hegemonía y dominio. En estos casos se trata de crear una dimensión de los derechos humanos articulada a los derechos humanos individuales al abarcar categorías de sujetos colectivos sociales y culturales. Las mujeres somos partícipes de la reformulación contemporánea de los derechos humanos de los llamados nuevos sujetos o sujetos emergentes.”…

Y este reformulación de la que nos habla la Dra. Lagarde y de Los Ríos invisibiliza la cosmovisión indígena, el pensamiento colectivo y se intenta imponerles el pensamiento individual, sobre todo cuando la diferencia indígena, somete a las mujeres y las niñas a la discriminación en sus familias, en la comunidad y al olvido e invisibilización de sus gobernantes, más aún cuando están llegando niñas indígenas, esposas y madres, a ser explotadas sexualmente en Tijuana, pero también en Campeche, la Ciudad de México, Puebla, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz, Nuevo León, San Luis Potosí, Guerrero, producto del desplazamiento forzado interno, pero también del uso y costumbre del “Pago de la Novia”.

Tal vez, eso es lo que motiva al Gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, a desaparecer el Observatorio de Violencia Social y de Género en el Estado de Chiapas.


Las tres leyes sobre agricultura demuestran que los campesinos necesitan un New Deal


The Print

Por Yogendra Yadav

Un movimiento campesino histórico es un buen momento para desvelar una visión del futuro. No solo de los campesinos o la agricultura, sino de la India rural y, de hecho, del futuro de India.

Este movimiento ya ha hecho historia. Ha hecho volver a entrar con fuerza a los campesinos en el imaginario nacional. Ya no puedes hacer ver que no existen. Ha puesto el miedo al voto, más efectivo que el miedo a Dios, en las mentes de la clase política. No es buena idea meterse con los campesinos [el autor usa la expresión ‘take panga’, palabra entendida como ‘pelea’, ‘conflicto’, tomada del punyabí y que se usa principalmente como ‘Pangaa lena’ [lena = tomar], que significa meterse en un problema de forma activa, y sobre todo cuando podría evitarse. Nota del tr.] Ha hecho callar a los fundamentalistas del mercado que susurran recetas pasándose de listos de reforma agraria a los poderes realmente existentes. No más cháchara corporativa disfrazada de manuales de economía presionando en favor de “reformas sigilosas”. Al menos durante algún tiempo. Ha tenido éxito en traspasar los límites en algo que años de debates académicos y políticos sobre agricultura no habían podido.

Sin embargo, sería una lástima si todo lo que este movimiento consigue se queda en lo imaginario. Sería trágico que el éxito en el paro a la “agro reforma” en curso se convierta en un pretexto para perpetuar el status quo. Sería triste que hacer retroceder al agribusiness corporativo se convierta en un impulso al sindicalismo de los granjeros más pudientes. La imposición de las leyes agrarias del gobierno de Narendra Modi debe servir para llamar la atención sobre las múltiples crisis a las que se enfrentan los campesinos y la agricultura india. Estas leyes no son el punto de inicio de los males del campesinado. Ni es su rechazo la panacea que necesitan los campesinos. Este gran movimiento debe hacer avanzar una idea de India que ponga a los campesinos en el centro de nuestro futuro.

La agricultura india se enfrenta a tres crisis entrelazadas. Mientras el foco actual, de manera correcta, se centra en la crisis económica, no podemos permitirnos olvidar la crisis ecológica que tenemos delante de los ojos. Ambas crisis provocan de manera conjunta lo que los campesinos experimentan como una crisis existencial. Los campesinos indios necesitan como mínimo un New Deal que se enfrente a estas tres crisis simultáneamente. Ideas, políticas y políticos deben ponerse de acuerdo para diseñar este New Deal.

Las tres crisis de la agricultura india

Es fácil describir la crisis económica. Aunque casi la mitad de nuestra población activa (el 58 por ciento de los hogares rurales) se dedica principalmente a la agricultura, esta no es viable económicamente. Las parcelas son demasiado pequeñas: el 86 por ciento de los campesinos poseen menos de 2 acres [0,809371 hectáreas], según el censo agrario de 2015-16. La productividad media es baja y muy inestable. Los precios también son bajos y se mantienen así sistemáticamente. Según mis cálculos, esto proporciona un magro ingreso mensual de menos de 8.000 rupias [90 euros], incluyendo todo tipo de ingresos. El número de jornaleros ha seguido hinchándose, aunque los salarios agrícolas han permanecido estancados. No sorprende, por tanto, que el consumo mensual medio sea más alto que los ingresos. Más de la mitad de las familias campesinas están endeudadas.

Hoy, la fórmula de los economistas vagos es decir que hay que reducir la población dependiente de la agricultura. Excepto que olvidan mencionar el continente al que esta población adicional debería ser transportada. O especificar los sectores de nuestra economía que están esperando para ofrecer millones de puestos de trabajo adicionales, a pesar del estado general de falta de trabajo. El reto es encontrar ingresos decentes para pequeños campesinos que trabajan duro.

Se presta menos atención a la crisis ecológica, aunque sea más apremiante. La revolución verde ha llegado a un callejón sin salida. La creencia supersticiosa en la magia de la agricultura química y la sobreexplotación del agua nos ha dejado expuestos a la degradación de la salud del suelo y al agotamiento de los acuíferos a una escala aterradora. Añadamos a esto la pérdida de biodiversidad, la disminución de la variedad de semillas, el declive de cultivos nutritivos como el mijo, las pérdidas en la economía ganadera y la deforestación, y empezarás a ver por qué la crisis ecológica no es un capricho de algunos ecologistas extremistas.

Y piensa ahora en el reto amenazante del cambio climático. El ascenso desorbitado de las temperaturas y un monzón incierto son una receta para el desastre de la agricultura india, especialmente para los campesinos que dependen de la lluvia. Los ingresos de los campesinos de zonas de secano se prevé que caerán hasta una cuarta parte debido al cambio climático. Una agricultura ecológicamente sostenible es una preocupación material y apremiante a la que deberíamos haber hecho frente ayer.

Finalmente, está la crisis existencial que sienten los campesinos y a la que reaccionan. Las historias tantas veces repetidas de suicidios de campesinos, más de trescientos mil en las últimas dos décadas. A medida que la agricultura disminuye en la economía nacional, los campesinos experimentan una degradación de su estatus y una pérdida de dignidad. De un cultivador con autorrespeto, el campesino pasa a ser un jornalero y, pronto, un trabajador migrante. Los campesinos no quieren que su próxima generación se dedique a la agricultura.

Una nueva arquitectura

El reto y la oportunidad del movimiento campesino hoy no es solo repeler la amenaza inminente de las tres leyes o garantizar algunos beneficios económicos duraderos para los campesinos, sino conseguir avanzar ante las crisis económica, ecológica y existencial a las que se enfrenta la agricultura india.

Esto exige, sobre todo, un salto imaginativo. Los líderes indios, los políticos y los pensadores deben ser capaces de levantarse y decir: India no está condenada a repetir la historia europea. La agricultura india seguirá una vía india. Los campesinos indios no son vestigios del pasado. Están aquí para quedarse. La agricultura puede proporcionar, y lo hará, medios de vida dignos para una parte sustancial de la población, muchas veces más que en Europa o Norteamérica. Los campesinos indios son un repositorio importante de conocimientos y tecnología. La aldea india no está en la papelera de la historia. La India rural es una tierra de oportunidades y clave para nuestro futuro nacional.

Esta determinación, un artículo de fe, si se quiere, puede abrir paso a una nueva arquitectura política. Tendrá que ser dirigida por el gobierno y respaldada por un presupuesto sustancialmente mayor. Parte de este apoyo del estado debe tomar la forma de subsidios mayores y más eficientes para los campesinos, pues nuestra red de subsidios hasta ahora ha sido baja, si no negativa. Algunos de estos recursos deben gastarse en un seguro agrario realmente universal y total así como en el rescate de la deuda y la reconstrucción. Pero buena parte del apoyo del estado debe ir hacia la creación de infraestructuras agrícolas y rurales que faciliten el emprendimiento privado, el procesamiento agrario, cooperativas campesinas, ganadería, explotación forestal y demás. El florecimiento de la iniciativa privada en la agricultura necesita más apoyo e iniciativas del estado, no menos.

El diseño de esta nueva arquitectura girará en torno a una combinación de apoyo a los ingresos con una agricultura ecológicamente apropiada. El foco actual del gobierno en la obtención de trigo y arroz crea incentivos perversos para los campesinos. En lugar de esto, a los campesinos hay que ofrecerles un sostén de los precios para un amplio rango de productos bajo la condición de que adopten cultivos que sean adecuados a las condiciones ecológicas locales. Los préstamos y los seguros de las cosechas habría que añadirlos a este gran plan. Un pequeño componente además de apoyo a los ingresos a los pequeños campesinos, mujeres campesinas y otros campesinos vulnerables se podría incluir en este paquete. Y esto tendría que estar vinculado a un impulso al pastoreo, la industria rural y la artesanía, etc. El futuro de la agricultura debe estar integrado en un gran impulso a la revigorización descentralizada de la economía rural.

¿Costará esto un montón de dinero? Sí, con los precios actuales deberíamos estar pensando en gastar unos 3-4 billones de rupias adicionales, alrededor del 10 por ciento del presupuesto de la Unión, para este New Deal para la India rural.

¿Se lo puede permitir el país? ¿Debería ser este nuestro foco nacional? Bueno, esto es una cuestión de voluntad política. La medida real del éxito del actual movimiento campesino será hasta qué punto consiga crear esta tan necesaria voluntad política.

* Yogendra Yadav es el presidente nacional de Swaraj India. El punto de vista es personal.

Traducción de Carlos Valmaseda https://espai-marx.net/?p=9141


"Tengo miedo porque el pueblo no sale a protestar a la calle"


Público.es

Por Guillermo Martínez

Boaventura de Sousa Santos (Coímbra, 1940) lleva casi un año confinado en su pueblo. Aproximadamente, el mismo tiempo desde que estalló la pandemia en Portugal. Desde allí ha escrito un completo ensayo sobre su visión de lo que ha supuesto hasta ahora y lo de que debería suponer en el futuro el estallido de la crisis sanitaria.

El futuro comienza ahora. De la pandemia a la utopía (Akal, 2021) es el título de la obra en la que este reconocido sociólogo defiende un cambio de era a nivel mundial en el que la naturaleza se encuentra en el centro de todo. Público aprovecha la ocasión para hablar con él sobre por qué tiene miedo a la par que esperanza, pero también en torno al teletrabajo; la respuesta de las organizaciones populares ante la inoperancia de los Estados; la relación entre colonialismo, capitalismo y patriarcado; las noticias falsas; y cómo vivir con incertidumbre científica.

Comenta que «los privilegiados que pudieron seguir trabajando a través del teletrabajo se cerraron en casa, paradójicamente, para sentirse menos encerrados. Y trabajaron aún más intensamente». La casa, el hogar, una vez más como privilegio que no está al alcance de cualquiera.

Sí, pero un privilegio matizado. Por un lado, los que pudieron teletrabajar no perdieron su empleo y en algunos casos han visto cómo la relación con sus familias mejoraba. Sabemos que, por ejemplo, en el norte global los padres jóvenes apenas pasaban más de 20 minutos al día con sus hijos, así que ahora han tenido la oportunidad de estar más tiempo con ellos. Al mismo tiempo, sabemos que en todos los países se incrementó, sin excepción, la violencia machista y el feminicidio, por lo que estar en tu casa puede ser bueno pero también sinónimo de convivir más tiempo con el agresor, en este caso tu compañero.

¿Qué impacto tendrá el teletrabajo a partir de ahora?

Digamos que el capitalismo, la nueva ola que emerge a través de la cuarta revolución industrial de la mano de la inteligencia artificial, ha visto en esta pandemia un experimento global en el que poder cambiar las relaciones laborales. Vamos a un estadio en el que no habrá fábricas, pero tampoco protestas de sindicatos, por ejemplo, ni huelgas, mucho más difíciles de construir si no se trabaja codo con codo ni se conoce a los compañeros. Hay un peligro en este capitalismo electrónico porque, de alguna manera, significa un regreso al periodo inicial del capitalismo donde los artesanos trabajaban en sus casas, lo único que ahora lo haremos sometidos al empresario.

Me inquieta ver cómo los sindicatos y los partidos políticos de izquierdas no están interesados en enfrentar este problema que vendrá tras la pandemia. Hay una estrategia global, y no solo en el terreno laboral, sino también en la educación, donde se eliminarán las asociaciones estudiantiles de los campus universitarios y será mucho más difícil articular las demandas. A mi juicio, el capitalismo no ha pasado por ninguna crisis, sino que se ha fortalecido con la pandemia como ya lo hizo con la crisis financiera de 2008.

Al fin y al cabo, la idea del teletrabajo es importante porque creará nuevas oportunidades, pero los grupos sociales más progresistas y populares tendrán que verlo como tal y no dejar que los intereses del capital mundial, que también ven nuevas oportunidades, prevalezcan.

Escribe entre el miedo y la esperanza, como si el primero fuera impuesto y la segunda lo único que nos queda. ¿De qué tiene miedo? ¿Por qué tiene esperanza?

Tengo miedo porque el pueblo no sale a protestar a la calle. Algunos países, sobre todo gobernados por la derecha, han aprovechado la pandemia para legislar cuestiones que empeoran la situación de las clases populares, como Brasil, Colombia, Reino Unido, Estados Unidos y Hungría. Al contrario, en India salieron a la calle pequeños campesinos y agricultores que vieron recortados sus derechos. Mi miedo es que los Estados, cada vez más sometidos a la lógica capitalista, no reciban desde abajo una presión popular pacífica para mejorar las condiciones sociales que se verán mermadas tras la pandemia. Y también me produce miedo que, si bien no veo lo anterior, sí observo cómo la extrema derecha crece en todo el mundo porque ellos no tienen miedo de protestar.

La esperanza viene del estudio que he hecho de la respuesta que han dado algunas comunidades a los efectos de la crisis sanitaria. Mostraron que existía una alternativa posible en la que se podía defender la vida y la economía. Al contrario, los gobiernos de derechas no han protegido ni la una ni la otra, como ocurrió en los países que he comentado antes. Mi esperanza es matizada. Pienso que deberíamos enfrentarnos a un nuevo modelo civilizatorio, empezar una transición a otra sociedad basada en un consumo y producción anticapitalista, antirracista y antipatriarcal.

Defiende que la aparición del coronavirus supone un cambio de era. A partir de ahora pertenecemos a la naturaleza y no viceversa, aunque todo indica que las clases privilegiadas seguirán enrocadas en su posición de máximo beneficio a costa de la destrucción de la naturaleza. ¿Qué escenario enfrentaremos en esta nueva era?

La barrera que va a separar a la izquierda de la derecha a partir de ahora va a ser en qué posición se ubiquen. Para la derecha la naturaleza nos pertenece, y para la izquierda nosotros pertenecemos a la naturaleza, así que si hay izquierdas que van a asumir la primera postura estarán ocupando el papel de la derecha. Cualquier lucha contra la injusticia y la discriminación tiene que incluir a la madre Tierra, la naturaleza, como uno de los seres no humanos más discriminados, silenciados y humillados.

«Cualquier lucha contra la injusticia y la discriminación tiene que incluir a la madre Tierra»

Las políticas medioambientales que está promoviendo la Unión Europea y que deben cumplir las empresas no dejan de ser una forma continuista del capitalismo. Las empresas se van a otros lugares, como África y América Latina, donde sin conciencia ecológica destruyen todo lo que tienen a su paso, tanto a nivel medioambiental como los pueblos indígenas que aun resisten. Europa no solo puede cuidar de los europeos, sino que debe hacerlo de todo el mundo; y todo el mundo se debe cuidar a sí mismo. El hecho de que no se hayan eliminado las patentes de las vacunas contra el coronavirus es una señal muy preocupante, de lo peor que nos puede pasar. Los grandes retos serán a nivel global, y unos no pueden estar por encima de otros porque si no caeremos todos.

El análisis que plantea pivota en torno a tres ejes que nos han llevado hasta aquí y que intenta deconstruir en el ensayo: capitalismo, colonialismo y patriarcado. En cambio, la mayoría de las personas ni siquiera se reconocen como oprimidas u opresoras cuando lo son. ¿Qué hay que cambiar para tomar conciencia de ello?

Lo fundamental es tener una alternativa. Las injusticias no abren posibilidades de resistencia por ellas mismas. Hay resistencia cuando hay alternativa, por eso defiendo que la pandemia más grave la llevamos sufriendo desde hace 40 años, cuando nos hicieron creer que no hay alternativa posible al neoliberalismo. Esto ha bloqueado la política y por eso tenemos políticos mediocres en la gran mayoría de los países. Se creó la idea de que no hay otras posibilidades y eso hace a la gente entrar en cierto fatalismo, claramente relacionado con el crecimiento del conservadurismo religioso. Como la izquierda ha aceptado que no hay otra solución que el neoliberalismo, la alternativa ahora es la extrema derecha, que dicen que son antisistema.

Cuando vino la pandemia, la gente no pidió ayuda a los mercados, sino al Estado, por lo que hay que fortalecer la parte democrática del mismo y empezar un debate abierto y claramente anticapitalista, en el que se propongan políticas de transición. Las organizaciones sociales, las universidades, los partidos políticos de izquierdas tienen que ver en esto que ha ocurrido una posibilidad de cambio y darse cuenta que vivir en una crisis permanente es una trampa, porque el único fenómeno que nunca está en crisis es ella misma.

En la primera parte de su libro trata la devastación provocada por la pandemia, y en uno de los capítulos indaga en cómo el capitalismo hizo de la pandemia lo que ha hecho a la vida humana y la naturaleza: convertirla en un negocio, en sus propios términos. ¿Quiénes son los vencedores y los vencidos?

Los vencedores han sido los capitalistas, quienes tenían las tecnologías. Es el capital tecnológico el que ganó, empresas como Google, Amazon y Apple, pero también lo será el financiero si logra que no haya cambios importantes en torno a la condonación de deuda de algunos países. Respecto a los vencidos, las clases más bajas que ya venían sobreviviendo como podían.

También reflexiona sobre la respuesta que los diferentes Estados han dado a la crisis sanitaria. A pesar de que sin salud no hay economía posible, el cortoplacismo ha hecho que la recuperación sea aún más lenta y, en muchos casos, dolorosa. En este sentido, ¿qué se ha hecho bien y qué mal?

En Europa prevaleció la idea de defender la vida, excepto en Suecia, lo que tuvo un resultado catastrófico. Los países que salen peor en términos de economía y protección de la vida fueron aquellos que minimizaron los efectos de la crisis desde el principio, muchas veces negacionistas y gobernados por la derecha, como Reino Unido, Estados Unidos y Brasil.

Ante la inoperancia de los Estados, en multitud de regiones se han creado decenas de redes de solidaridad y apoyo mutuo entre la ciudadanía. ¿Podría ser este el germen de la utopía?

Yo defiendo la idea de la utopía a partir de la autodeterminación de los pueblos y las comunidades, de lo que ellos mismos piensan que es mejor para ellos. No defiendo una solución tipo Rojava o Zapatista por todo el mundo, porque las condiciones son distintas en cada país, pero en muchos lugares se han protegido de la pandemia con sus propias reglas, como los pueblos indígenas de América Latina. Todo esto, pienso, son experimentos de alternativas anticapitalistas, antirracistas y antipatriarcales. Quizá puedan ser el inicio de la utopía, pero sin lugar a duda no habrá utopía si las mujeres no son consideradas como un sujeto político decisivo. La utopía vendrá con la autodeterminación y los cuidados, lo que incluye a la naturaleza.

En la segunda parte del ensayo entra de lleno en la idea de que el siglo XXI puede ser el comienzo de una nueva era. Se decanta, según describe, por el que apunta a un nuevo modelo civilizatorio basado en la primacía de la vida digna y en una relación con la naturaleza radicalmente distinta a la que mantuvimos en la era moderna y nos llevó al borde de la catástrofe ecológica y a un mundo distópico viral. ¿Acaso tenemos otra opción para sobrevivir?

No. De hecho, ahora sí que no hay alternativa. O defendemos la naturaleza o será un suicidio. La vida humana constituye el 0,01% de la vida total del planeta, y a pesar de ser tan poco nos arrogamos el derecho de destruirla por completo. Nada, la alternativa es el suicidio.

Argumenta que «en tiempos de pandemia, las noticias falsas se traducen directamente en muertes y, por tanto, constituyen acciones delictivas que los países no están preparados para castigar ejemplarmente, así como tampoco están preparados para frenar eficazmente la difusión de noticias falsas». Quienes difunden estas informaciones falsas ¿pueden estar matando a gente?

«La difusión de noticias falsas puede constituir crímenes de lesa humanidad»

Sí, sí pueden. La difusión de noticias falsas, de aquí en adelante, puede constituir crímenes de lesa humanidad. Lo muestro en el libro: una publicación en una web decía que tomando grandes cantidades de alcohol puro o de alta gradación matabas al virus, así que el resultado fue la muerte de 800 personas y casi 30.000 hospitalizaciones por este motivo en 80 países diferentes, además de que mucha gente se quedó ciega por esto.

‘Vivir con incertidumbres científicas’ es el título de un subcapítulo en su monografía. Si la ciencia es la mejor forma que tenemos de entender la realidad, ¿cómo es posible vivir en el desconocimiento?

Tenemos que vivir la incertidumbre con gran humildad. Además, es necesario un cambio epistemológico en el conocimiento. Yo lo llamo epistemologías del sur, pues hay que democratizarlo y darnos cuenta de que no solo existe el tipo de conocimiento científico al que estamos acostumbrados. Por ejemplo, los saberes indígenas no pueden ser despreciados por la ciencia. Al igual que debemos luchar contra las noticias falsas, también tenemos que aprender a valorar esto otro y huir de las certezas absolutas.

Si existen los dioses, quizá ellos tengan alguna certeza, pero nosotros no, somos humanos y tenemos que vivir con la incertidumbre.

El propósito del libro es ayudar a «quienes durante la pandemia asumieron la defensa de la vida digna e imaginaron políticas y modos de vida que en el futuro puedan defendernos mejor de las pandemias». Una vez superado el coronavirus, ¿a qué otras pandemias nos tendremos que enfrentar?

La peor pandemia vendrá si no superamos esta crisis y seguimos con la idea de que no existe alternativa al capitalismo neoliberal. Habrá otras pandemias muy difíciles también, como la de no tener acceso a la sanidad pública y la reconversión de esta en un negocio en lugar de un bien social; la pandemia del hambre; la pandemia de la brutalidad policial; la pandemia de la violencia machista; la pandemia de la falta de vivienda; y, sobre todo, la pandemia que tendremos que afrontar si no mantenemos el agua como un bien público y de acceso universal. Las estimaciones marcan que para 2050 la mitad de la población no va a tener agua potable al mismo tiempo que el agua ya cotiza en el mercado de futuros. El capitalismo hará lo que sea para adelantarse a cualquier situación de la que se pueda beneficiar.