lunes, 31 de octubre de 2016

”Quieren sembrar el terror en las comunidades que luchan por la defensa del territorio”


Por Alex Anfruns *

En Honduras, a siete meses de la muerte de la lider ecologista Berta Cáceres, reconocida mundialmente por su tenacidad en la lucha a favor de los derechos de la naturaleza y las comunidades indigenas, acaba de repetirse otra tentativa de asesinato contra Tomás Membreño, el nuevo dirigente del Consejo de Organizaciones Populares Indigenas de Honduras (COPINH).

Hablamos con Bertha Zúñiga, la hija de Berta Cáceres, para averiguar las causas de esta violencia generalizada, que se ensaña contra quienes denuncian la politica del gobierno hondureño junto al poder empresarial y mediático. A pesar de una serie de investigaciones judiciales en curso, nada parece presagiar la esperanza a corto plazo…

Sólo un mes después del asesinato de Berta Cáceres, el presidente del Banco Mundial Jim Yon Kim justificaba en estos términos la construcción de la central hidroeléctrica Agua Zarca por la empresa DESA: “dado que la gente necesita energía de fuentes renovables, los proyectos hidroeléctricos en países como Honduras se llevarán a cabo de todos modos”. (1)

Así, la defensa del territorio por el pueblo Lenca y la muerte de Berta Cáceres fueron minimizados por una institución que pretende trabajar por “un mundo libre de pobreza” : “no se puede hacer el tipo de trabajo que estamos tratando de hacer y no tener algunos de estos incidentes”. No contaba con que 313 organizaciones de todo el mundo le dirigieran una carta en la que rechazaban sus palabras y le recordaban que “segun la politica interna del Banco Mundial, éste y otras instituciones financieras deben asegurar el respeto de los derechos humanos en los proyectos que financian”.

El sicariato sigue maniobrando en total impunidad

Todo indica que no se trata de unos incidentes aislados, sino de una represión cuidadosamente planificada. A finales de junio, un soldado del ejército hondureño sacó a la luz una lista de militantes “a eliminar”. El 10 de julio fue asesinada Lesbia Yaneth, madre de tres hijos y también miembro del COPINH. En el transcurso de una década, son ya 114 los militantes ecologistas que han sufrido el mismo trágico destino en ese pequeño pais. Antes del asesinato de Cáceres, se enumeraron hasta 33 amenazas de muerte dirigidas a militantes opuestos al proyecto de Agua Zarca en el Rio Gualcarque. Desde entonces, son cinco los asesinatos de opositores politicos a ese proyecto.

El pasado 9 de octubre, un grupo de desconocidos abrieron fuego en incidentes separados contra dos lideres de COPINH, entre ellos el actual dirigente de la COPINH, Tomás Membreño. Bertha Zúñiga nos explica cómo se encuentra actualmente su compañero y nos transmite un mensaje de inquietud ante este grave suceso:

“Esta tentativa contra Tomás tenía el objetivo de seguir sembrando el terror entre la gente que lucha fuertemente por la defensa del territorio. Queda claro que mientras prevalezca este clima de impunidad que ha permitido el asesinato de muchos de nuestros companeros/as, y el nivel de hostigamiento por parte de empresas como DESA, tarde o temprano acciones de este tipo van a cobrar otras vidas. El compañero Tomás se encuentra siempre firme en la lucha y tomando algunas medidas de seguridad para evitar exponerse, pero hay una preocupación generalizada por parte de quienes pertenecemos a COPINH.” (2)

Desde hace varios meses, el proyecto de dos presas en el Rio Negro y el Rio Gualcarque han suscitado la movilización social de las comunidades. La COPINH intenta detener esos proyectos bajo amenazas e intimidaciones. Zúñiga señala indicios sobre quién pueda estar detras de esas agresiones repetidas: “Lo que está detrás es el interés económico de los grupos de poder que son los que pierden inversión ante la lucha beligerante de COPINH y sus comunidades, saben que derrotar a Agua Zarca significaría marcar un precedente victorioso en la lucha territorial. El miedo es parte de su estrategia para permitir la instalación en contra de la voluntad de las comunidades.”

Sacrificar a unos peones para salvar a la “Reina”

Bertha Zúñiga expresa serias dudas acerca del papel que puedan ejercer las autoridades del gobierno para detener la violencia contra las comunidades indigenas: “Las autoridades siguen repitiendo la actuación negligente e inepta que experimentó nuestra compañera Berta Cáceres. Siguen sin dar muestras de voluntad política en la protección de los defensores. Al día de hoy, siguen sin hacer efectivas las medidas cautelares otorgadas por la CIDH luego del asesinato de la coordinadora general de nuestra organización”.

A principios de mayo, fueron detenidos cuatro sospechosos del asesinato de Berta Cáceres, entre ellos tres empleados de la empresa DESA. Mientras que uno de ellos era un capitán del ejército retirado, el cuarto resultó ser un oficial activo con el grado de mayor de Infantería. En aquel momento, los familiares de Cáceres enfatizaron la importancia de los vínculos entre los detenidos y la empresa, considerándolos una “razón suficiente para suspender el proyecto hidroeléctrico…de manera inmediata y definitiva”. (3)

Hoy en día, con la perspectiva de varios meses transcurridos, Bertha Zúñiga reflexiona sobre el alcance de esas conexiones: “los grupos oligárquicos tienen grandes influencias movilizando al ejército para reprimir poblaciones. Hay que decir que desde el Golpe de Estado de 2009 muchos militares se han convertido en accionistas de proyectos extractivos (hidroeléctricos y mineros, entre otros). Pero las mafias de corrupción también permiten el accionar de grupos criminales que trabajan en coordinación con empresas, como es el caso de DESA-Agua Zarca”.

El pasado 14 de octubre, el ex viceministro de la Secretaria de Recursos Naturales y Ambiente, Dario Cardona Valle fue detenido por irregularidades en la licencia ambiental concedida en 2013 al proyecto hidroeléctrico de Agua Zarca. Pero Zúñiga cuestiona la trascendencia de las investigaciones en curso : “Las detenciones que hasta ahora se han dado son una cortina de humo para crear un sentimiento de justicia, pero siguen sin tomar medidas sustanciales contra la empresa DESA directamente vinculada en el asesinato de Berta Cáceres. Si en un caso tan emblemático a nivel nacional pasa esto, ¿Qué podemos esperar de los demás casos que hace años está presentando COPINH contra otros de sus miembros? Más bien lo contrario, puesto que son los agentes del estado quienes participan hostigando, reprimiendo e incluso asesinándonos.”

Que su testimonio y alerta sirvan para crear un amplio movimiento de solidaridad internacional hacia las comunidades indigenas y el pueblo hondureño en Resistencia.

Notas:

The Principle of Mercy: World Bank President Jim Yong Kim speech at the Union Theological Seminary, New York City, 6th april 2016.
Entrevista con el autor, 15 octubre 2016.
“Los hallazgos del Ministerio Público sobre el asesinato de Berta Cáceres son insuficientes”, Centro por la Justicia y el derecho internacional, 11 mayo 2016.
* Alex Anfruns es educador, periodista y jefe de redacción del medio independiente Investig’Action en Bruselas. En 2007 participó en la realización del documental “Palestina, la verdad asediada. Voces por la paz” (disponible en subtitulos español, catalán, inglés y árabe). Entre 2009 y 2014 realizó varios viajes de estudio a Egipto y los territorios ocupados palestinos. Desde 2015 dirige el mensual Journal de Notre Amérique.

Del asesinato de los dirigentes del MUCA a la represión de la marcha indígena


Rebelión

El pasado martes 18 de octubre, a pocas horas que nuestra compañera y coordinadora general Miriam Miranda recibió el reconocimiento Carlos Escaleras -dedicado a los defensores de los derechos a la tierra y bienes comunes- fueron asesinados dos dirigentes del Muca, los señores José Angel Flores y Silmer George.
La guerra de no tan baja intensidad que se libra en el Valle del Aguan, con el propósito de preservar los privilegios de grandes latifundistas en detrimento del campesinado desposeídos, ha tenido como resultado más de un centenar de defensores de los derechos territoriales asesinados, al mismo tiempo que se ha militarizado el valle del Aguán.
La muerte de los compañeros del MUCA resalta la ausencia de protección para aquellos que poseen medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos humanos (CIDH), y de como las buenas intensiones de las campañas a favor de los defensores territoriales se esfuman ante la agresividad de una élite de poder que recurre al asesinato, como la vía más expedita de resolver los reclamos territoriales y ambientales.
La ausencia de un estado de ley en Honduras, país que a partir del golpe de estado del 2009 entró en una de imparable violencia, ha dado lugar a una dictadura civil de mano dura que no repara en la destrucción del tejido social, amparándose en una militarización vertiginosa del país.
El crimen como un recurso de la élite de poder para lograr sus despojos, se demuestra con el caso de Berta Cáceres, la que fue asesinada el tres de marzo del presente año, sin que los autores intelectuales del delito se les haya formulado cargo alguno. La combinación de ejecutivos de la empresa DESA -propiedad del clan Faraj Atala- asociados con militares, entre ellos un mayor del ejercito, instructor de la tenebrosa Policial Militar; es un indicador de la complicidad del estado con los asesinos.
Como muestra de la política de terrorismo de estado, la represión policial cundió en la marcha pacífica que se dio el día de ayer en Tegucigalpa, frente el Ministerio Público, en la cual la OFRANEH acompañaba al COPINH, en su reclamo alrededor de las enormes inconsistencias y dilación en el caso del asesinato de Berta Cáceres.
En el momento que se iniciaba una ceremonia de invocación a nuestros ancestros, una lluvia de bombas lacrimógenas lanzadas por elementos de la Policía nacional, creó una estampida entre los manifestantes, en su mayoría mujeres y algunos menores de edad, que se habían movilizado desde sus comunidades en los territorios Lenca y Garifuna.
¨Defender sin Miedo¨ es el nombre de la campaña promovida por la Unión Europea, la que impulsó con algunas Oneges el premio Carlos Escaleras, el que puede quedar no más que en palabras huecas si la U.E. y los países cooperantes no hacen presión a la administración de Juan Hernandez, la cual fue aplaudida por los embajadores cuando se efectuaron las truculentas elecciones del 2013.
Honduras una vez más viola el derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas para el pleno goce de los derechos civiles y políticos y de los derechos económicos, sociales y culturales. No es la primera vez que las fuerzas del Ministerio de Seguridad reprimen al pueblo y utilizan el gas pimienta como una ofensiva, mas que disuasión al disparar las bombas a quemarropa dirigida a los cuerpos de las personas que ejercen su derecho a manifestarse.
No es posible que se nos reciba a los pueblos indígenas -que habitamos Honduras, antes de la instauración de la República- con balas, gases lacrimógenas, chorros de agua, y una violencia desmedida, la cual culminó en una enorme cacería; cuando nos movilizamos hacia a la ciudad capital para exigir nuestros derechos.
Es hora que el Estado abandone su necropolítica y respete los derechos humanos. los que ha venido degradando de forma sistemática en los últimos años.
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH
Plataforma del Movimiento Social y Popular de Honduras, PMSPH

Sicarios asesinan a dos líderes campesinos del MUCA


Rebelión

Sicarios fuertemente a bordo de motocicletas asesinaron esta tarde al presidente del Movimiento unificado Campesino del Aguán (MUCA), José Ángel Flores (35), quien fungía en el cargo desde enero 2015 hasta la fecha, en el hecho también resulto herido Silmer Dionisio George (36) de una empresa del asentamiento La Confianza, ubicada en el municipio de Tocoa, Departamento de Colón. 
El líder campesino Silmer Dionisio George fue trasladado a un con signos vitales al hospital San Isidro de Tocoa, pero falleció minutos mas tarde. 
El hecho ocurrió a las 6:10 de la tarde frente a la tienda de consumo de la Asentamiento campesino, luego que ambos líderes campesinos salieran de una reunión de juntas directas de las Empresas Asociativas del Asentamiento la Confianza, donde participaban alrededor de 40 campesinos. 
Yoni Rivas vocero de la Plataforma Agraria Regional del Aguán manifestó” los sicarios solo esperaron que finalizará la reunión para atacarlos, mientras ellos se despedían fueron sorprendidos con una ráfaga de disparos, muriendo en el instante el compañero Flores y minutos después Silmer George. 
Ambos líderes campesinos gozaban de medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de derechos Humanos (CIDH), desde mayo del 2014, pero en un país como Honduras. 
El Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA), nació desde el año 2006 y se ha mantenido en la lucha por recuperar la tierra que ha sido destinada para procesos de reforma Agraria en el país, específicamente en el Valle del Aguán. 
Con estos dos asesinatos ya suman la muerte de las 150 campesinos y campesinas solo en el Valle del Aguán desde el 2009 hasta la fecha.

WikiLeaks: Kerry pidió a Ecuador que Assange no publicara información clasificada sobre Clinton



El encuentro privado de John Kerry con las autoridades de Ecuador tuvo lugar durante las negociaciones de paz con las FARC que tuvieron lugar el 26 de septiembre en Colombia. 

El secretario de Estado John Kerry pidió a las autoridades de Ecuador durante las negociaciones de paz con las FARC que impidieran que Julian Assange publicara documentos clasificados de Hillary Clinton, informa WikiLeaks citando sus fuentes estadounidenses.

El encuentro privado de John Kerry con las autoridades de Ecuador tuvo lugar durante las negociaciones de paz con las FARC que tuvieron lugar el 26 de septiembre en Colombia.

Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., John Kirby, negó categóricamente dicha información, subrayando que "cualquier sugerencia de que el secretario de Estado John Kerry o el Departamento de Estado estuvieran involucrados en desconectar WikiLeaks es falsa. Las informaciones de que el secretario Kerry había mantenido conversaciones con funcionarios ecuatorianos sobre esto son simplemente falsas".

Ecuador corta la conexión de Internet de Assange
El pasado sábado Ecuador cortó la conexión de Internet de Assange, que se encuentra refugiado en la Embajada en Londres de este país latinoamericano desde 2012 ante la persecución internacional de la que es objeto. Sin embargo, WikiLeaks no precisó las razones por las que la Embajada ecuatoriana en Londres restringió su acceso a la Red tras la publicación de una nueva tanda de correos electrónicos del Partido Demócrata de Estados Unidos.

Internet es una de las pocas vías, si no la única, de las que dispone Julian Assange para mantener el contacto con el mundo.

WikiLeaks publica tandas de correos electrónicos de Podesta
El portal de filtraciones WikiLeaks ha publicado un total de 15.200 correos electrónicos de un total de 50.000 correos extraídos de la cuenta de John Podesta, el actual jefe de campaña de la candidata demócrata a la Presidencia de EE.UU., Hillary Clinton.

Los correos electrónicos de podesta revelan un gran número de confidencialidades de la cúpula del Partido Demócrata y de Clinton, entre ellas las estrategias de campaña, transcripciones completas de los discursos y los rifirrafes internos dentro del partido político.

Desde que se publicó la primera filtración de mensajería electrónica del jefe de campaña demócrata el pasado 7 de octubre, se han revelado varios casos de corrupción, como cuando la Fundación Clinton se vio favorecida con importantes contratos para la reconstrucción de Haití tras el terremoto que sufrió en 2011, los discursos pagados por bancos o el secretismo existente en torno a los comprometedores correos electrónicos de la candidata demócrata y las relaciones extramaritales de Bill Clinton.

Hillary, Trump y la escasez de palomas


CELAG

Por Silvina M. Romano

A la luz de las diferencias que busca denodadamente marcar la prensa hegemónica a favor de que Hillary Clinton sea la próxima presidenta de Estados Unidos, vale la pena refrescar los posicionamientos que tanto ella como Trump sostienen respecto a temas importantes para la región.
Uno de los temas candentes es la migración. Trump selló su candidatura con la propuesta de hacer un muro en la frontera sur de EEUU para evitar la llegada de más migrantes, además de prometer campañas de deportación masiva a indocumentados. Del lado contrario, Hillary propone seguir adelante con el impulso de una ley comprensiva para los migrantes y mantener decretos como el Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA) de la gestión Obama. Lo que no especifica es si también seguirá con las deportaciones de centroamericanos que viene llevando a cabo el gobierno demócrata[1], o cómo hará para convencer a la Cámara de Representantes de aprobar una ley que promueva la legalización de migrantes, en el caso (muy probable) de que la mayoría sea republicana [2].
En lo relativo a las políticas de mercado, Hillary, siguiendo no solo la trayectoria de Obama sino los pasos dados por Bill (Clinton), promete reforzar el libre mercado, aunque en medio de su campaña aseguró que no apoyará el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, actitud que es poco factible que se materialice en los hechos, considerando que Clinton ha apoyado este proyecto a lo largo de varios años, desde los diferentes cargos que ha ocupado en el Estado. Trump, por su parte, promete implementar medidas que obliguen a las transnacionales a generar trabajo en EEUU en lugar de migrar hacia espacios donde la fuerza de trabajo es más barata (lógica que forma parte de la esencia de cualquier empresa transnacional, incluido el holding del magante republicano). Interesante que esta postura poco verosímil se conciba como la latinoamericanización de la economía estadounidense [3], argumento que forma parte de la artillería de la campaña a favor de Hillary. En síntesis, lo esperable es que ambos candidatos, en caso de llegar a la presidencia, mantengan y apoyen los TLCs, incluyendo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la Alianza del Pacífico.
En cuanto a las relaciones hemisféricas, es claro que para ambos Latinoamérica “no es prioritaria” según sus agendas oficiales (lo cual no implica de ningún modo que se vaya a “descuidar” el patio trasero). Coinciden en su aversión a Venezuela aunque con matices: Hillary insiste en buscar la imposición de la “democracia” y Trump asegura que Obama ha permitido que se convierta en un narco-Estado y asilo de terroristas [4]. Clinton promete profundizar la normalización de las relaciones con Cuba e incluso levantar el embargo; Trump dijo en un primer momento que le “parecía bien” el acercamiento a Cuba [5], pero en septiembre aclaró que mantendrá la política de acercamiento hacia la isla sólo si “se respeta la libertad política y religiosa”. Esta contradicción tal vez sea resuelta por el pragmatismo del magnate (en caso de llegar a presidente), considerando que en otra oportunidad afirmó que él mismo estaría dispuesto en abrir un hotel en Cuba [6].
Hillary Clinton es bien conocida en la región por su aprobación del Golpe de Estado al presidente Zelaya en Honduras y por la información filtrada en WikiLeaks donde queda expuesta la postura del Departamento de Estado (cuando ella era Secretaria) de llevar a cabo múltiples acciones de injerencia para desestabilizar y eventualmente derrocar gobiernos no alineados a la política de seguridad y económica estadounidense [7]. En caso de llegar a la presidencia, es probable que agudice esta tendencia, más aun considerando su temor por la presencia de Rusia y China en la región. Lo mismo con respecto a la guerra contra las drogas: el Plan Colombia, por cierto, inaugurado por su marido Bill hacia finales de los ’90, es considerado un “modelo” de lucha contra el narcotráfico y por eso ha sido exportado a México y Centroamérica por el gobierno demócrata. No hay indicios de autocrítica con respecto a la militarización y la espiral de violencia asociados a esta estrategia.
Trump es impredecible y su discurso es contradictorio. Asegura que el gobierno de Obama “ha abandonado a los amigos de EEUU” en la región, de lo que podría deducirse que su política sería igual de injerencista que la de los demócratas en caso de que estén bajo amenaza intereses estadounidenses. También podría decirse que simplemente “abandonará” a la región, pero eso es poco probable considerando los múltiples negocios que ya tiene en América Latina (que, por cierto, serían perjudicados en caso de que aplique las medidas proteccionistas a las que promete recurrir).
Vale destacar que un conocedor de la política exterior (encubierta) de Estados Unidos, Julian Assange (fundador de WikiLeaks), declaró que Hillary “en la política es un halcón” y que “Trump es impredecible, pero, lamentablemente, Hillary Clinton es predecible y sabemos exactamente qué va a hacer” [8].
Para aquellos que consideren que el comentario anterior puede ser “sesgado” retomamos entonces lo afirmado recientemente por un académico alemán (“serio” alejado de toda tentación conspiracionista), quien asegura que es claro que “ninguno de los dos candidatos es como para que América Latina celebre” [9].
Se dice que Trump es un candidato “atípico” del republicanismo (y de hecho, buena parte de los integrantes legendarios de su partido lo rechaza). En cambio, Hillary se ajusta con creces a la trayectoria de los demócratas: palo y zanahoria, o zanahoria y palo según la circunstancia. Los halcones han devorado a las palomas que, tal vez alguna vez sobrevolaron la Casa Blanca.



sábado, 29 de octubre de 2016

Hillary Clinton y JOH: ¿Dos campañas que se cruzan?



Honduras ha entrado en la campaña electoral del Partido Demócrata en momentos en que avanza el proyecto reeleccionista de Juan Orlando Hernández. La campaña en Estados Unidos de la fórmula presidencial Hillary Clinton – Tim Kaine tiene vasos comunicantes directos con la reelección de Juan Orlando Hernández. Porque Kaine tiene “un amor” en Honduras y porque JOH cuenta con el apoyo de Estados Unidos para seguir gobernando.

Pero sobre todo porque la inestabilidad, violencia y corrupción han carcomido a la institucionalidad hondureña que al gobierno de los Estados Unidos no le va quedando otro camino que tomar en “adopción” una democracia que luego de carca de cuatro décadas de procesos electorales continuos ya no solo dejó de crecer, sino que se quedó raquítica que ya no puede sobrevivir sin la inyección externa que le suministra el gobierno de los Estados Unidos.

El hombre que durante seis meses de 2015 fue masivamente rechazado por decenas de miles de personas con la consigna ¡Fuera JOH! tiene ya todo atado y bien atado para reelegirse como Presidente de la República en las elecciones de 2017. Mientras su poder se consolida y la campaña electoral que se avecina anuncia violencia, Honduras, un país insignificante en la política internacional, entró de lleno en la campaña del Partido Demócrata, que aspira dentro de pocas semanas a llevar a Hillary Clinton a la Casa Blanca.

Cuando la candidata Hillary Clinton anunció el 22 de julio a Tim Kaine como su compañero de fórmula para la Vicepresidencia, el nombre de Honduras ocupó espacios en las primeras planas de medios nacionales e internacionales. Justo cuando el país se hunde en el mayor de sus deterioros, y cuando todas las decisiones fundamentales se vinculan con hilos extraños a la identidad e intereses de la sociedad hondureña, más cerca se encuentra Honduras de los Estados Unidos. Cuando se avizora la campaña electoral más polarizada y destructiva en Honduras, más hilos la vinculan a la política de los Estados Unidos.  

Kaine, senador por Virginia y uno de los responsables de política internacional en el Senado estadounidense, declaró que su compromiso político sería impensable sin su experiencia de trabajo con sectores pobres a comienzos de los años 80 en este remoto y macóndico rincón de la costa norte hondureña que es El Progreso. “Esa experiencia me marcó -dijo Kaine en varias entrevistas-. Hay dos amores que dan fuerza a mi vida: el amor de mi familia y el amor a El Progreso, donde trabajé con los pobres y con los jesuitas”. Periodistas nacionales e internacionales se aparecieron inmediatamente por esta caliente y polvorienta ciudad de El Progreso buscando declaraciones de los jesuitas. 

Días después de su selección para la Vicepresidencia, el 13 de agosto, “The New York Times” publicó un reportaje realizado por la periodista Sonia Nazario, Premio Pulitzer, en el que quiere asentar la idea de que Honduras dejó de ser el país más peligroso del mundo para ser el más seguro gracias a la política desarrollada aquí por el gobierno de Estados Unidos. La crónica de la periodista se enfoca en la “Rivera Hernández”, una zona al noreste de San Pedro Sula, el sector más violento de la ciudad más violenta del país y del mundo. 

Nazario, quien un par de años atrás escribió un libro sobre el drama de los migrantes de Centroamérica en ruta hacia el Norte, destaca en su texto los magníficos resultados que han tenido las políticas estadounidenses para reducir la violencia en la turbulenta zona de la “Rivera Hernández”. “Hace tres años -así comienza su escrito- Honduras tenía la tasa de homicidios más alta del mundo, San Pedro Sula tenía la más alta del país y el vecindario “Rivera Hernández”, donde 194 personas fueron asesinadas o apuñaladas hasta la muerte en 2013, tenía la tasa de homicidios más alta de la ciudad. Decenas de miles de jóvenes hondureños viajaron a Estados Unidos para pedir asilo y alejarse así de la violencia de las pandillas y de los narcotraficantes”.

“Este verano -continúa- regresé a la “Rivera Hernández” para encontrarme con una reducción significativa de la violencia, en gran parte gracias a los programas desarrollados por Estados Unidos, que han ayudado a que los líderes de las comunidades combatan el crimen. Al tratar la violencia como una enfermedad contagiosa y transformar el ambiente donde se propaga, Estados Unidos no sólo ha ayudado a hacer que estos lugares sean más seguros, también ha reducido los problemas que padecían”.

Este reportaje en un diario de tanta influencia en Estados Unidos tiene la clara intención de abonar a la campaña de Hillary Clinton, destacando los éxitos de la política de seguridad de Estados Unidos en nuestro país. Y de paso, apoya también la campaña de Juan Orlando Hernández, pues la periodista no deja de referirse a la estrecha alianza de Washington con el gobierno hondureño, dedicado hoy a asentar su reelección en el imaginario nacional como el mejor camino para proseguir con la “Vida Mejor”, uno de los ejes de su propaganda. 

Es así como la campaña demócrata Clinton-Kaine y la campaña reeleccionista de JOH aparecen vinculadas, usando ambas a los más pobres, particularmente a los jóvenes y niños víctimas de la violencia o en situación de riesgo social.  Mientras JOH usa a la gente miserable como fuerza proselitista a través de decenas de programas asistencialistas, políticos de Estados Unidos usan al país más miserable y violento del continente para probar que pueden gobernar “pacificando” a los violentos.

“Vamos por más cambios” dice uno de los eslóganes de Juan Orlando Hernández, copiándose del “Vamos por más victorias” uno de los de Daniel Ortega y su esposa en la vecina Nicaragua, de donde la pareja presidencial hondureña copia el ejemplo para avanzar hacia la concentración de poderes y decisiones personalistas. 

“Honduras ya dejó de ser el país más violento del mundo. Ya no es ni el primero ni el segundo ni el tercero ni el quinto. Hay países vecinos que nos han quitado el puesto”, suele decir el Presidente, refiriéndose a la violencia que se ha apoderado de El Salvador con la intensificación del conflicto entre maras. Y ese logro -así lo cuenta a sus lectores Nazario-, es fruto del apoyo de las políticas de seguridad que Estados Unidos desarrolla en nuestro país. 

En el marco de esas políticas uno de los programas es el de “Prevención de Violencia”, que se viene impulsando a lo largo y ancho de todo el territorio nacional. Entre sus componentes están los llamados “barrios modelo” y “colonias modelo”, lugares conflictivos en donde elementos del gobierno de Estados Unidos establecen alianzas con gobiernos locales y con instancias del Ministerio de Seguridad y de otros ministerios con el propósito de intervenir en esos espacios construyendo parques y lugares de recreación, mejorando la infraestructura pública y las instalaciones de salud y educación e instalando postas policiales con sus respectivas unidades motorizadas de patrullaje. 

Las alianzas no las hacen sólo con los gobiernos locales, también con otros sectores de la sociedad civil, con patronatos e iglesias. A nivel nacional el programa ha establecido una buena relación de cooperación con la Alianza por una Sociedad más Justa (ASJ), instancia desde la que Estados Unidos impulsa otros programas relacionados con investigaciones, derechos humanos, incidencia y fomento de la democracia. 

El programa “Prevención de Violencia” parece tener una línea específica vinculada a algunas iglesias evangélicas para diseminar mensajes religiosos que incidan en la población. Quien recorra Honduras con ojos avispados observará que son muchos los muros y paredes de todas las ciudades del país que tienen escritos mensajes religiosos. Algunos son citas textuales de la Biblia, otros son citas que se atribuyen a textos bíblicos, pero que han sido glosados con redacciones más atractivas. Son centenares, quizás miles, los mensajes pintados por doquier. 

Tienen un mismo formato, un mismo estilo, un mismo tamaño de letra, los mismos colores y todos llevan los créditos de la iglesia evangélica “Iglesia Renacer”, lo que indicaría que esa iglesia tiene una notable capacidad para desarrollar una publicidad masiva… o tal vez se trata de una “iglesia de maletín” que está dando cobertura a la estrategia de la política de seguridad del gobierno de los Estados Unidos bajo el programa “Prevención de violencia”. 

La periodista Nazario conoce perfectamente que Estados Unidos está metido hasta el tuétano en la política hondureña y que es el principal respaldo con el que cuenta el gobierno de Juan Orlando Hernández. Sabe también que Washington dejó de confiar en sus aliados tradicionales en Honduras, lo que incluye al gobierno de Hernández, al que trata con desconfianza, pero al que sigue apoyando al no tener otros sectores a quienes respaldar. 

Honduras se ha convertido hoy para Estados Unidos en un territorio en emergencia por razones de seguridad. El masivo fenómeno de niños migrantes no acompañados ejerció una gran presión en Estados Unidos para que la política de seguridad que ya se venía desarrollando con fuerza en nuestro territorio adquiriera tintes de emergencia. 

La avalancha humana rumbo al Norte se considera una “crisis humanitaria” y eso requiere de políticas de seguridad, que se están implementando actualmente, tanto en Honduras como en la ruta que recorren los migrantes. Crear barreras de contención políticas, legales, sociales, policiales, militares y sicológicas para detener el masivo éxodo de hondureños y de centroamericanos hacia Estados Unidos es uno de los objetivos de Washington, que ha sumado a la contención otras estrategias, entre ellas la captura y extradición de capos hondureños del crimen organizado y del narcotráfico, la prevención de violencia en barrios y colonias del país y el apoyo a nuevas generaciones de políticos que releven a los viejos aliados tradicionales, tan salpicados de corrupción y de vínculos con la delincuencia. 

¿Es tan cierta la “pacificación” de la “Rivera Hernández” en San Pedro Sula de la que habla Nazario? Sus habitantes lo dudan. Siguen caminando por esas calles, trabajando en ese lugar y durmiendo en sus mismas casas con un miedo idéntico al que tenían hace tres años. Conocen los mismos datos de muertes macabras que hace tres años. Y sienten las mismas amenazas de las bandas juveniles y de la policía que sentían hace tres años. 

Al menos en una de las fotografías que ilustra el texto de Nazario aparecen niños de padres asesinados en ese vecindario, de cuyas muertes el gobierno no ha dado ninguna cuenta, manteniéndolos en la más absoluta impunidad porque existe la fundada sospecha de que esos crímenes los cometieron personas o grupos directamente vinculados a autoridades policiales. Mostrar las fotos de esos niños, hijos de esos padres, como prueba de la “pacificación” es una grave falta de ética. 

El texto de Nazario es propaganda electoral para Hillary Clinton, quien en 2009, cuando era Secretaria de Estado, no condenó el golpe contra el Presidente Manuel Zelaya, sino que dio a los golpistas ventajas sobre la delegación que representaba al gobierno defenestrado en las rondas de diálogo que se desarrollaron en aquella dramática coyuntura. 

El carácter apologético de ese texto coincide también con el proceso de implementación de la Alianza para la Prosperidad aprobada por el gobierno de Estados Unidos para Honduras, El Salvador y Guatemala, un proyecto que ha despertado críticas y cuestionamientos, tanto en Centroamérica como en Estados Unidos. En la coyuntura electoral estadounidense el Plan encaja con el interés del Partido Demócrata de mostrar su compromiso con una política pro-migrantes, para distanciarse de la xenofobia del candidato republicano Donald Trump. 

Pero, ¿es la Alianza para la Prosperidad un proyecto pro-migrantes? El discurso que acompaña esa Alianza insiste en que para detener la migración es necesario impulsar procesos de transformación en los países de origen, reduciendo la violencia con programas de educación y creación de empleos, calculando que eso no sólo detendrá la migración, sino que llevará a las sociedades centroamericanas del Triángulo Norte a respaldar la presencia interventora de Estados Unidos en la región. 

750 millones de dólares son los recursos que destina la Alianza para los tres países centroamericanos, cantidad ridícula cuando se compara con las remesas que los migrantes hondureños enviaron a Honduras en 2015: casi 3 mil millones de dólares. Contrastar ambas cifras deja al descubierto la falacia de un proyecto que se publicita como un enorme apoyo para el desarrollo de Honduras, cuando sabemos que el trabajo de los más pobres es en verdad la “alianza para la prosperidad” de las familias más pobres de Honduras. Lo que necesita nuestro país, entre otros, son programas que promuevan que los fondos millonarios de las remesas no acaben engrosando las cuentas de la reducida élite empresarial del país.

Otra información que no encontramos en el texto de Nazario es que la educación en los centros escolares de la “Rivera Hernández”, de acuerdo a las informaciones recabadas en esa misma zona periférica sampedrana, la están impartiendo policías identificados por muchas personas de ese lugar como responsables de asesinatos y desapariciones de jóvenes. Es mucha la gente de ese lugar y de otros muchos lugares de Honduras que conoce de los vínculos de la institución policial con redes criminales. ¿Cómo hablar de “pacificación” si se entrega la educación a quienes son responsables de la “limpieza social” que tanto horror ha causado en ese barrio?

En Honduras persisten las señales de que la “limpieza social” -asesinatos que quedan impunes de jóvenes a los que, sin ninguna prueba, se les supone delincuentes-sigue vigente en barrios y colonias populares de las principales ciudades del país. Sabemos también que el 58% de los fondos destinados a Honduras en la Alianza para la Prosperidad serán destinados a programas de seguridad, entre ellos “pacificar” por vías militares y policiales y adoctrinar a niños y jóvenes. Será, pues, una “pacificación” sostenida en la fuerza y el miedo. 

Hablemos un poco más de Tim Kaine, el candidato demócrata a la Vicepresidencia de Estados Unidos. Es, efectivamente, amigo de los jesuitas, y cuando habla de su experiencia en Honduras en 1980 y 1981, cuando colaboró con las obras sociales de los jesuitas de El Progreso, trasluce franqueza y honestidad. 

En febrero de 2015 Kaine visitó de nuevo El Progreso. Actuó con mucha espontaneidad al encontrarse con los jesuitas y expresó su convicción de que la inversión en la educación de la juventud pobre y sin oportunidades es condición indispensable para el desarrollo integral de toda sociedad. En esta visita de Kaine se evidenció nuevamente como una persona buena y moralmente responsable. Pero en el engranaje institucional al que pertenece, el que sostiene el poderío de ese imperio que es Estados Unidos, se diluye su bondad personal. 

Lo comprobamos cuando nos visitó en 2015. La visita fue concertada en noviembre de 2014 entre el senador y un sacerdote jesuita que lo visitó en su oficina en Washington. Unas semanas antes, su oficina envió la agenda que seguiría el senador, en la que destacaba un encuentro con los jesuitas y con sus obras sociales, por expreso deseo de Kaine. Sin embargo, sólo unos días después la agenda fue redefinida por otra oficina, vinculada al Departamento de Estado y a la embajada de Estados Unidos en Honduras. En esta nueva agenda las prioridades eran encuentros formales con las autoridades, imponiéndose así los intereses del gobierno más poderoso del planeta sobre los planes y deseos personales de Tim Kaine.

Por eso, aunque Tim Kaine conoce muy bien que el Presidente Juan Orlando Hernández usó fondos del Seguro Social para financiar su campaña política, un auténtico crimen en un país con un sistema de salud tan precario, y sabe también de los vínculos con el crimen organizado de oficiales de la Policía, del Ejército y de funcionarios muy cercanos al Presidente de la República, no pudo dejar de saludar amablemente al mandatario hondureño en Tegucigalpa y de recibirlo cordialmente en Washington.

Como senador, Tim Kaine ha realizado muchas obras buenas en su país y ha vivido su carrera política con probada honradez. Y cuando hace referencia a los años que vivió en Honduras siendo muy joven, siempre hace referencia a las lecciones de humanismo que recibió aquí de la gente más pobre. 

Quisiéramos haberlo escuchado en alguna ocasión referirse al negativo papel que jugó en nuestro país el gobierno de Estados Unidos en los oscuros años 80, cuando Washington, bajo el gobierno de Reagan y en nombre de la doctrina de la seguridad nacional, convirtió nuestro territorio en plataforma desde la que hacer la guerra contra la revolución nicaragüense y las guerrillas de El Salvador y Guatemala. 

Ni siquiera le hemos escuchado referirse a la desaparición en septiembre de 1983 de su compatriota, el sacerdote estadounidense Guadalupe Carney, víctima de un operativo combinado entre militares hondureños y estadounidenses. No ha acompañado tampoco a los familiares de Carney, también compatriotas suyos, que durante muchos años han realizado infructuosamente esfuerzos para conseguir del gobierno de Estados Unidos alguna información sobre el lugar donde quedaron sus restos. 

¿Cuál será el comportamiento de Tim Kaine si llega a ser Vicepresidente de Estados Unidos? Con lo que ya sabemos del senador y del país que representa podemos especular que buscará hacer cosas buenas en beneficio de la población más pobre de Honduras, de Centroamérica y en general de los países empobrecidos del planeta. Por eso, probablemente influirá para que aumente el presupuesto de organismos como la AID, enfocados en programas de asistencia en educación, ayuda humanitaria, desarrollo local y beneficios a pequeños y microproductores y empresarios. 

Seguramente, Kaine apoyará iniciativas orientadas a beneficiar a miles de migrantes latinos que ya estén en territorio estadounidense y propondrá leyes que dignifiquen a esa población, tan discriminada por su origen y por su estatus de “ilegales”. Velará también por la ampliación de las libertades públicas y los derechos sociales de todos quienes integran la sociedad de Estados Unidos.

A la vez, Kaine guardará prudencial silencio ante las políticas militares de la Casa Blanca y mantendrá una estrecha relación con el Comando Sur, especialmente en sus proyectos para México y Centroamérica, aunque cuidando que se respeten los derechos humanos. Mantendrá buenas relaciones con los gobiernos de América Latina, especialmente con los centroamericanos, respaldando políticas de ayuda bilateral que fomenten el desarrollo social y económico y fomenten a las medianas, pequeñas y microempresas, enfatizando que la ayuda de Estados Unidos incorpore mecanismos de fiscalización y transparencia en el uso de los recursos. Seguramente será firme en combatir la corrupción y en fortalecer las instituciones de justicia para erradicar la impunidad y tendrá como prioridades el respeto a los derechos humanos, el Estado de Derecho y la celebración de procesos electorales legitimados por la transparencia y la observación internacional. 

Y, aunque se interesará porque surjan nuevas generaciones de políticos que sean auténticos servidores públicos, trasparentes en el uso de los recursos públicos, seguirá manteniendo las mejores relaciones con las élites empresariales y políticas de la región latinoamericana, particularmente con las de Centroamérica y México. Honduras no será la excepción en ese mundo de “las mejores relaciones”, aunque Kaine se esmere en beneficiar a los sectores hondureños empobrecidos con los que han trabajado los jesuitas y que tanto contribuyeron a moldear su compromiso social. 

¿Será así, se comportará así Tim Kaine? Sea lo que fuere, no hay duda de que Honduras, un país empobrecido por políticas definidas siempre afuera, sin contar con la inmensa mayoría y, con frecuencia, en contra de esa inmensa mayoría, ha entrado en la agenda electoral del Partido Demócrata en el momento en que se fortalece la reelección de Juan Orlando Hernández. 

En marzo de 2017 se elegirán los candidatos de los partidos políticos que competirán en las elecciones generales de noviembre de 2017 y los “éxitos” de la “pacificación” que lleva a cabo el gobierno de Estados Unidos son uno de los activos de la campaña reeleccionista de Juan Orlando Hernández. Él lo sabe y por eso hace jugadas tan contradictorias como eficaces. Se compromete en Ginebra a retirar al Ejército de las calles, a donde lo envió a garantizar la seguridad ciudadana. Agudiza el cuestionamiento a los altos jefes policiales para dejar puertas abiertas para que la Comisión de Depuración creada al calor de sus intereses vaya debilitando la institucionalidad policial y envíe al desempleo a centenares de policías. Pero en los últimos días de agosto crea dos nuevos batallones de la Policía Militar del Orden Público, mejor conocida como la Policía Militar a la Orden del Presidente. 

Todos estos movimientos los realiza Juan Orlando Hernández mientras va recubriendo de legalidad su reelección. En la tarea de controlar todas las instituciones nacionales y en la de retorcer leyes para darle legitimidad, lo alienta la experticia de Daniel Ortega, que ha hecho igual en Nicaragua. En él ve Hernández que, cuando se logra tener en las manos todos los hilos de un país, se logra no sólo, reelección tras reelección, sino también un régimen familiar. 

El equipo de Juan Orlando Hernández boicoteó la iniciativa de la sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que indicó que debía realizarse un plebiscito para que la población decidiera si quería o no la reelección. Y en agosto, con artimañas, el Presidente logró que la Corte pusiera fin al debate con esta formulación “El asunto de la reelección es cosa juzgada”.

La reelección del Presidente se ha convertido en motivo de inestabilidad y de confrontación. En las campañas que se avecinan confluirán las polarizaciones, amenazas, violencias y agresividades acumuladas en la sociedad hondureña en las últimas décadas. Se prevé una campaña violenta y peligrosa, en la que la reelección será detonante de muchos conflictos. 

Las redes sociales ya lo anticipan. En los últimos días de agosto, a raíz del lanzamiento de Xiomara Castro, esposa de Mel Zelaya, como pre-candidata por el partido LIBRE, las amenazas de muerte contra dirigentes de ese partido proliferan en Twitter y Facebook, donde aparecen rostros de personas reales esgrimiendo armas pesadas también reales. Se amenaza también a través de mensajes y llamadas telefónicas. ¿Qué pasará cuando inicien las campañas?

Las vísperas, ya violentas, están indicando que la fiesta electoral será una guerra entre el sector de la extrema derecha hondureña, liderado por el Presidente y una oposición sin más vertebración que la frágil coincidencia en el rechazo de su reelección. Con un proyecto tan extremista como el del sector reeleccionista podría esperarse que los diversos sectores sociales opositores estarían firmemente unidos en un proyecto común. Pero no es así. Ni siquiera dentro del partido LIBRE existen líneas articuladoras sólidas. Tampoco las hay entre LIBRE y los otros partidos de oposición. 

Es de esperar que ante la ausencia de una oposición política partidaria vertebrada, crezca la conciencia organizativa y movilizadora de los diversos sectores no partidarios que, desde las luchas territoriales y por temáticas específicas, articulen un esfuerzo nacional en contra del proyecto autoritario de Juan Orlando Hernández, ya que un esfuerzo centrado únicamente en el tradicional proselitismo electoral redundará inevitablemente en dar legitimidad a la reelección presidencial. 

Articular los esfuerzos contra el extremismo neoliberal, expresado en el extractivismo, la privatización de los bienes comunes y los bienes públicos y las alianzas público-privadas que imponen las corporaciones transnacionales, es lo único que podrá enfrentar en mejores condiciones esta nueva coyuntura electoral, conduciendo a visiones de mediano plazo y a los cambios profundos que Honduras necesita.

Modelo extractivista, el despojo de territorios y la criminalización de la protesta en Centroamérica



Por Giorgio Trucchi

Hace siete meses, en marzo de 2016, la noticia se regó como relámpago y el mundo se estremeció. Balas asesinas habían acabado con la vida de la dirigente indígena Lenca y defensora de derechos humanos Berta Cáceres, recién galardonada con el prestigioso Premio Ambiental Goldman 2015. Junto al Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), del cual era coordinadora, la activista llevaba adelante una incansable lucha contra la implementación y profundización del modelo extractivista en Honduras, en particular contra la proliferación de proyectos hidroeléctricos y mineros, y la expansión de monocultivos de agroexportación. 

En una entrevista que realicé para una revista alemana unos siete meses antes de su asesinato, Cáceres advertía que, tanto en Honduras como en todo Centroamérica, los pueblos originarios se estaban enfrentando a un “proyecto hegemónico impulsado por el gran capital nacional y transnacional”, que tiene sus intereses puestos en el sector energético, en la minería y la agroindustria. “Los impulsores de esta estrategia han impuesto un modelo profundamente neoliberal basado en la invasión y la militarización de territorios, y en el saqueo y la privatización de recursos. Avanzan con la transnacionalización de nuestras tierras, en el marco de un proyecto más amplio de dominación regional”, advertía Cáceres (1). 

Datos en la mano, la lideresa indígena hondureña mostraba como, tras el golpe de Estado de 2009, se habían aprobado unos 300 proyectos hidroeléctricos y no menos de 870 proyectos mineros, al tiempo que se despejaba el camino para la implementación de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) o “ciudades modelo” (2), se entregaba a la British Gas Group miles de kilómetros cuadrados de plataforma continental para la exploración petrolera. También se impulsaron megaproyectos turísticos y se fomentó la expansión descontrolada de monocultivos a gran escala, en particular de caña de azúcar y palma africana. Hoy en día, organizaciones sociales y populares hondureñas aseguran que el 35% del territorio nacional ya está concesionado a empresas nacionales y transnacionales, y denuncian que en ningún momento se ha respetado el derecho de los pueblos al Consentimiento previo, libre e informado, como dispone el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Pueblos Indígenas y Tribales. 

“Honduras es un país totalmente militarizado y hundido por la corrupción institucionalizada. Lo que queda de sus instituciones sirve solamente a garantizar los intereses de los grupos oligárquicos nacionales y los grandes grupos transnacionales, es decir aquellos sectores que orquestaron el golpe en 2009”, señalaba Cáceres durante la entrevista. Estados cómplices que no solamente implementan y profundizan el modelo neoliberal poniendo a la venta bosques, ríos, valles y territorios, sino que se encargan de criminalizar, perseguir y hasta asesinar a quienes se oponen a ese proyecto explotador. La aprobación de leyes en casi todas las naciones centroamericanas que limitan el derecho de reunión y movilización y que endurecen las políticas de control social es prueba de ello. 

“No me cabe la menor duda que se trata de una política de Estado que criminaliza y reprime aquellas personas que están comprometidas con esta lucha y con la vida. Los pueblos indígenas, negros, campesinos que vivimos en carne propia la represión, sabemos que hay toda una estructura organizada, planificada y financiada para perseguir, reprimir y asesinar a luchadores y luchadoras ambientales“, denunciaba Cáceres pocos meses antes de su asesinato. 

La denuncia constante y la lucha determinada contra el modelo extractivista y contra el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, promovido por la empresa de capital nacional Desarrollos Energéticos S.A. (DESA) con fondos de bancos europeos y organismos multilaterales, le costó la vida a ella y a cuatro miembros más del Copinh. En julio pasado, la activista defensora de los bienes comunes de la naturaleza Lesbia Yaneth Urquía, cercana al Copinh, también fue brutalmente asesinada. 

Una estela de sangre y muerte que se extiende por toda la región centroamericana. 

Centroamérica en la mira

Un estudio reciente del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) señalaba que en Guatemala había 107 concesiones mineras metálicas ya otorgadas y 359 nuevas solicitudes (3). Si a esos datos sumamos los proyectos no metálicos, tales como la extracción de cuarzo, marmol, arenas y gravas, yeso, entre otros, el total llega a la cantidad abrumadora de 973 proyectos. Los movimientos sociales y populares guatemaltecos alertaban que, en 2014, el área total concesionada a empresas mineras superaba los 32 mil km², es decir casi el 30% del territorio guatemalteco. A eso habría que agregar la enorme cantidad de territorio concesionado por otro tipo de megaproyectos y por la expansión de los monocultivos de agroexportación. 

Similar es la situación de Nicaragua. En el informe “Estado actual del sector minero y sus impactos socio-ambientales en Nicaragua 2012-2013” (4), la organización ambientalista Centro Humboldt revelaba que la superficie total concesionada era de casi 18 mil km², es decir el 13,5% del territorio nacional, con un total de 446 proyectos mineros. El posible desarrollo del Gran Canal Interoceánico en Nicaragua, de 278 kilómetros de longitud -105 de los cuales bajo las aguas del Lago Cocibolca-, un ancho de entre 230 y 520 metros y 30 metros de profundidad, es decir tres veces más grande que el canal de Panamá, y de otros proyectos hidroeléctricos y mineros, así como la expansión de los monocultivos de caña de azúcar y palma africana en el occidente y el sur-oriente del país, han venido incrementando ese porcentaje. 

Si bien fuera y dentro de sus fronteras a Costa Rica se le conoce como “el país más verde y feliz del mundo”, los conflictos ambientales y por la tierra han dejado un saldo de terror y muerte. En su artículo “De Jairo Mora y el terrorismo en Costa Rica”, Mauricio Álvarez, presidente de la Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente (Fecon) señala que son varios los defensores y defensoras del ambiente asesinados en las últimas décadas (5). “En este pequeño país, el Estado ha cometido terrorismo una y otra vez. Sembrar el miedo y usar la represión por medio de la fuerza ha terminado en el asesinato de personas. Esta realidad clara y concreta no tiene nada que ver con la imagen idílica de postales turísticas. Decirlo no es cómodo, es incluso peligroso”, advierte. 

En su otro artículo “Berta Cáceres y 50 asesinatos más”, el catedrático y ecologista costarricense se pregunta si acaso puede ser “limpia” una energía como la hidroeléctrica, cuya generación tiene como “daño colateral” la criminalización, persecución y hasta la muerte de activistas y defensores medioambientales y la represión contra pueblos originarios y comunidades campesinas en todo Centroamérica (6). De acuerdo con su investigación, 17 activistas guatemaltecos y 15 hondureños habrían sido asesinados en los últimos años, todos comprometidos con la lucha contra la explotación hidroeléctrica y la privatización de la energía. Otros asesinatos se dieron en El Salvador y Panamá por la explotación minera e hidroeléctrica. 

“No es coincidencia que los actores sociales más afectados por estas formas de terrorismo sean ecologistas, campesinos e indígenas. El problema es estructural. Conflictos por tierras, por tenerlas o defenderlas, y conflictos ambientales, han sido parte de un círculo de violencia que nos aleja de cualquier mito de paz y respeto a los derechos humanos”, profundiza en su análisis Álvarez. 

Uno de los casos más emblemáticos de represión contra aquellos sectores que se organizan para contrarrestar el avance del modelo extractivista y agroindustrial es el del Valle del Aguán, al noreste de Honduras. Según las organizaciones nacionales e internacionales que, entre 2010 y 2013, realizaron un minucioso monitoreo sobre la situación de los derechos humanos en esta zona, no menos de 60 campesinos habrían sido asesinados por el conflicto agrario generado por la expansión del monocultivo de la palma africana y la falta de acceso a la tierra para miles de familias campesinas (7). 

“Estas muertes son sólo la ‘punta del iceberg’ de una dinámica de impunidad y terror que envuelve a cada una de las comunidades detrás de estos nombres que viven en violenta represión. Se han instaurado las prácticas de estigmatización, judicialización, acoso, torturas, desapariciones y otros instrumentos para evitar que las comunidades hagan valer sus derechos de acceso y decisión sobre los recursos naturales y sobre todo, de llevar adelante su resistencia y oposición”, señala con fuerza Álvarez. “Estos son los costos reales de la imposición de lógicas brutales de muerte bajo la consigna del ‘desarrollo’, sobre los pueblos indígenas y campesinos de la región. ¿Puede ser limpia la energía de estos proyectos con tanta sangre derramada?”, es la pregunta retórica que el presidente de la Fecon dirige al lector. 

Un drama de resistencia e indignación regional

Un modelo, entonces, que saquea la naturaleza, arrincona y expulsa a poblaciones y pueblos enteros de sus tierras, que criminaliza y reprime la protesta, que asesina gozando de total impunidad. 

El informe “¿Cuántos más?" de la organización Global Witness, documenta que en 2014 fueron asesinados por el mundo 116 defensores y defensoras ambientales y de la tierra, un promedio de dos a la semana (8). Tres cuartas partes de estos asesinatos tuvieron lugar en Centroamérica y Sudamérica. Honduras resultó ser el país más peligroso per cápita para los activistas ambientales y de la tierra con 101 asesinatos entre 2010 y 2014. Un 40% de estas víctimas era indígena y las principales causas de su muerte fueron la industria hidroeléctrica, la minería y la agroindustria. “Las disputas por la propiedad, el control y el uso de la tierra fueron el trasfondo de casi todas estos asesinatos... Los verdaderos artífices de estos crímenes generalmente se libran de las investigaciones, pero la información de la que se dispone indica que, detrás de la violencia, generalmente se esconden grandes propietarios de tierras, intereses comerciales, actores políticos y agentes del crimen organizado”, señala Global Witness. 

En 2015 fue peor. El nuevo informe “En terreno peligroso” señala que el total de defensoras y defensores del ambiente y la tierra asesinados fueron 185, el 66% de los cuales en América Latina (9). Más de tres personas a la semana murieron asesinadas por defender su tierra, sus bosques y sus ríos frente a industrias destructivas. Se trata de la cifra más alta registrada hasta el momento, con un aumento de casi el 60% respecto a 2014. 

Global Witness advierte que debido al acaparamiento de tierras, los pueblos originarios y comunidades campesinas son desplazados, y esto provoca graves enfrentamientos. “El medio ambiente empieza a convertirse en un nuevo campo de batalla para los derechos humanos. Con la continua demanda de productos como madera, minerales y aceite de palma, gobiernos, empresas y bandas de delincuentes explotan la tierra desdeñando a la gente que en ella vive”, advierte el último informe. 

Pese a la represión, la resistencia crece y clama al mundo solidaridad. “La conflictividad social y política y la indignación están creciendo, producto también de una renovada capacidad de diálogo y articulación entre sectores de la sociedad hondureña y centroamericana. Lo que se está generando es una bomba de tiempo. Es importante que, desde Europa y otras regiones del mundo, las organizaciones solidarias se articulen con esta lucha, la respalden y presionen a su gobierno y empresas involucradas en estos procesos explotadores”, concluía Berta Cáceres. 

Notas 

(1) Revista Presente, Iniciativa Cristiana Romero, páginas 10-11,ero.de/de/presente_3_2015/

(2) Un mecanismo con el cual se cede parte del territorio nacional a inversionistas extranjeros, que implantan actividades productivas en zonas que gozan de un elevado nivel de autonomía política, económica, administrativa, judicial y de seguridad.







Del asesinato de los dirigentes del MUCA a la represión de la marcha indígena


OFRANEH *

José Ángel Flores, dirigente campesino asesinado

El pasado martes 18 de octubre, a pocas horas que nuestra compañera y coordinadora general Miriam Miranda recibió el reconocimiento Carlos Escaleras -dedicado a los defensores de los derechos a la tierra y bienes comunes- fueron asesinados dos dirigentes del Muca, los señores José Angel Flores y Silmer George.

La guerra de no tan baja intensidad que se libra en el Valle del Aguan, con el propósito de preservar los privilegios de grandes latifundistas en detrimento del campesinado desposeídos, ha tenido como resultado más de un centenar de defensores de los derechos territoriales asesinados, al mismo tiempo que se ha militarizado el valle del Aguán.

La muerte de los compañeros del MUCA resalta la ausencia de protección para aquellos que poseen medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos humanos (CIDH) y de cómo las buenas intenciones de las campañas a favor de los defensores territoriales se esfuman ante la agresividad de una élite de poder que recurre al asesinato, como la vía más expedita de resolver los reclamos territoriales y ambientales.

La ausencia de un estado de ley en Honduras, país que a partir del golpe de estado del 2009 entró en una de imparable violencia, ha dado lugar a una dictadura civil de mano dura que no repara en la destrucción del tejido social, amparándose en una militarización vertiginosa del país.

El crimen como un recurso de la élite de poder para lograr sus despojos, se demuestra con el caso de Berta Cáceres, la que fue asesinada el tres de marzo del presente año, sin que los autores intelectuales del delito se les haya formulado cargo alguno. La combinación de ejecutivos de la empresa DESA -propiedad del clan Faraj Atala- asociados con militares, entre ellos un mayor del ejército, instructor de la tenebrosa Policial Militar; es un indicador de la complicidad del estado con los asesinos.

Como muestra de la política de terrorismo de Estado, la represión policial cundió en la marcha pacífica que se dio el día de ayer en Tegucigalpa, frente el Ministerio Público, en la cual la OFRANEH acompañaba al COPINH, en su reclamo alrededor de las enormes inconsistencias y dilación en el caso del asesinato de Berta Cáceres.

En el momento que se iniciaba una ceremonia de invocación a nuestros ancestros, una lluvia de bombas lacrimógenas lanzadas por elementos de la Policía nacional, creó una estampida entre los manifestantes, en su mayoría mujeres y algunos menores de edad, que se habían movilizado desde sus comunidades en los territorios Lenca y Garífuna.

¨Defender sin Miedo¨ es el nombre de la campaña promovida por la Unión Europea, la que impulsó con algunas Oenegés el premio Carlos Escaleras, el que puede quedar no más que en palabras huecas si la U.E. y los países cooperantes no hacen presión a la administración de Juan Hernández, la cual fue aplaudida por algunos embajadores cuando se efectuaron las truculentas elecciones del 2013.

Honduras una vez más viola el derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas para el pleno goce de los derechos civiles y políticos y de los derechos económicos, sociales y culturales. No es la primera vez que las fuerzas del Ministerio de Seguridad reprimen al pueblo y utilizan el gas pimienta como una ofensiva, más que disuasión al disparar las bombas a quemarropa dirigida a los cuerpos de las personas que ejercen su derecho a manifestarse.

No es posible que se nos reciba a los pueblos indígenas -que habitamos Honduras, antes de la instauración de la República- con balas, gases lacrimógenas, chorros de agua, y una violencia desmedida, la cual culminó en una enorme cacería; cuando nos movilizamos hacia a la ciudad capital para exigir nuestros derechos. 

Es hora que el Estado abandone su necropolítica y respete los derechos humanos, los que ha venido degradando de forma sistemática en los últimos años.

* Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH

Plataforma del Movimiento Social y Popular de Honduras, PMSPH

Un grito desgarrador en miles de gargantas



Por Mariana Carbajal

Con una convocatoria que crece momento a momento y a la que se sumaron los dos sindicatos CTA y la CGT, mañana se realizará por primera vez en la historia argentina, un paro nacional de mujeres contra los femicidios y en demanda de políticas públicas integrales que contemplen la prevención, sanción y lucha contra la violencia de género, y que garanticen la autonomía económica de las mujeres, sin la cual, muchas víctimas quedan entrampadas en relaciones de pareja atravesadas por maltrato y golpes. 

“No es testimonial. Como no fueron testimoniales los paros de la clase obrera por la jornada máxima de trabajo, cuando no la conseguía. No es un ademán de moda ni se trata de vestirse de un color determinado. No es un acto de buena conciencia. Es un grito desgarrador y a la vez un acto de lucha, que encadenamos con muchos otros”, explicó la socióloga e investigadora de la UBA, María Pía López, integrante del Colectivo #NiUnaMenos, que lanzó el llamado a la huelga junto a otros espacios y sindicatos, a partir de la conmoción social que generó el brutal femicidio de Lucía Pérez, de 16 años, en Mar del Plata, drogada, violada y empalada y por cuyo crimen hay tres detenidos. 

El paro tendrá eco en las principales ciudades del país, donde están previstas movilizaciones y también en otros países latinoamericanos, como Uruguay, México y Chile, donde se replicará la medida. El cese de actividades se cumplirá entre las 13 y las 14, con la consigna de salir a las calles para hacer ruido, con vestimenta negra. Entre otros gremios, adhirió la Ctera. En los jardines de infantes y escuelas de educación especial que no pueden parar una hora –porque niños y niñas ya están en clases– se va a aprovechar esa hora para dar educación sexual integral y llamarán a las familias a participar. En la ciudad de Buenos Aires, está prevista una concentración a partir de las 17 en el Obelisco para marchar luego a la Plaza de Mayo. “Paramos porque ganamos menos, porque somos más desocupadas –varones 8,5 por ciento, mujeres 10,5 por ciento–, más precarizadas, más pobres. Porque no damos más, porque nos matan. Porque no queremos entregar más víctimas al altar de los verdugos. Porque no queremos el hambre ni la desesperación”, señaló la periodista Marta Dillon, también parte del Colectivo #NiUnaMenos. 

“Es muy potente la idea de pluralizar la imagen del paro: pueden sumarse desocupadas y empleadas, podemos parar todas. Es para mostrar cómo las mujeres somos las principales sostenendoras de la economía, las que aguantan las primeras consecuencias del ajuste. El 76 por ciento de las tareas de cuidados recae sobre las mujeres, y ganamos menos a igual tarea. Es importante destacar la velocidad de reacción y la transversalidad, con la viralización de consignas #NiUnaMenos y #VivasNosQueremos, lo que muestra una capacidad de organización del movimiento de mujeres impactante”, analizó en diálogo con este diario la investigadora del Conicet y docente de la Unsam, Verónica Gago. Dillon y otras miembros de NUM se reunieron ayer con Hugo Yasky y otros líderes sindicales por la mañana. Y por la tarde, con la secretaria de Igualdad de Oportunidades y Género de la CGT unificada, Noemí Ruiz (modelos), quien se comprometió a apoyar la movida desde la central obrera, aunque lo harán como “jornada de reflexión y lucha”, –y no como huelga nacional–, pero apoyarán a las “compañeras” que quieran visibilizar en sus lugares de trabajo los reclamos de la convocatoria y participar de la marcha. En cambio, las dos CTA expresaron su adhesión al paro. Durante el corte en la 9 de Julio, se darán clases públicas de ESI. 

“Esto es fundamental porque cruza todas las demandas de Ni Una Menos: prevención, defensa de nuestros derechos, búsquedas no punitivistas para enfrentar la violencia machista. También va a haber partido de fútbol, en contra de los estereotipos de género y a favor del juego en equipo entre mujeres, es una manera de pensarnos no siempre como víctimas y de saber que hay un enorme potencial para defendernos de la violencia en los lazos que generamos con otras”, destacó Dillon, editora del suplemento Las 12. La idea de la convocatoria salió de las redes sociales para convertirse el jueves en una asamblea en la Confederación de Trabajadores de la Economía Social, luego de conocerse el femicidio de Lucía Pérez. Con el correr de los días, y la sucesión de femicidios (ver aparte), el llamado a una huelga nacional de mujeres se consolidó con nuevas adhesiones. En algunos espacios de trabajo, tomará otra modalidad como una radio abierta: así se sumará la Universidad Nacional de General Sarmiento, porque en el horario de 13 a 14 no hay clases. Desde el Observatorio de Violencia de Género de la Defensoría del Pueblo bonaerense, que adhirió a la medida de fuerza, Laurana Malacalza apuntó a los responsables de las áreas gubernamentales para reclamarles “la obligación de definir políticas públicas integrales que aborden las desigualdades sociales, económicas y políticas de las mujeres que promueven cada nuevo hecho de violencia”. 

La huelga tendrá visibilidad en las plazas de distintas ciudades del país. En San Nicolás provincia de Buenos Aires, en la Plaza Mitre: “Paramos porque estamos hartas de asistir todos los días a femicidios cada vez más crueles y que nada parezca poder pararlos. Porque no queremos vivir con miedo de salir a la calle, ni temiendo por nuestras hijas, sus amigas, las nuestras, por todas y cada una de las mujeres. Exigimos gozar del derecho a vivir una vida libre de violencia. Exigimos libertad”, dijo a Página/12 Marité Gutiérrez, del Centro de Estudios e Investigación de la Mujer “Elvira Rawson” (CEIM), de San Nicolás. “Marcho por políticas públicas integrales, inexistentes hoy, para erradicar la violencia contra las mujeres. Por las miles y miles de niñas y mujeres golpeadas, abusadas, desaparecidas, víctimas de trata, femicidio, travesticidios, y por las que mueren por abortos clandestinos. Marcho porque estoy segura de que el machismo mata y la desidia del Estado, también”, indicó a este diario, Marta César, presidenta de la Multisectorial de Mujeres de Salta e integrante de Periodistas de Argentina en Red por una Comunicación No Sexista (PAR). En Ushuaia, “paramos pidiendo justicia por Lucía, y también por Nilda Mabel Núñez, embarazada de cinco meses, víctima de femicidio en Tolhuin en julio”, indicó a este diario Ayelén Martínez, de La Hoguera. 

Desde Corrientes, la activista Caro González, contó: “Voy a hacer uso de esta herramienta de reclamo para decir basta. Basta con bronca, basta con dolor, harta de que nuestra vida no valga nada para la sociedad machista: tengo una hija de 16 años y no quiero que se eduque con miedo,quiero que sea libre pero yo tengo miedo. Ayer (por el domingo) murió en Corrientes una mujer que fue quemada por su pareja, otra joven está internada luego de que su pareja policía le pegara un tiro en la cara y se suicidara. ¿Cómo llamamos la atención si no conmueven nuestras muertes? Si no conmueve una marcha de 100 mil mujeres como en el Encuentro Nacional Rosario? Paramos afectando la economía de la cual somos un motor importante e invisibilizado”, agregó. En esa ciudad se concentrarán junto a otras organizaciones sociales y feministas de 9 a 11 en la plaza 25 de Mayo, frente a Casa de Gobierno provincial vestidas de negro en señal de duelo. También en Mendoza, Rosario, Lomas de Zamora, Morón, Córdoba, Mar del Plata, entre tantas otras ciudades, se replicará el histórico reclamo.

El "Eje del mal" de Hillary Clinton


Counterpunch.org

Por Pepe Escobar *

Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García

Anticipando un resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos como una repetición del triunfo arrollador de Nixon en 1972, también Hillary puso en circulación –al mejor estilo George W. Bush– una nueva versión del eje del mal: Rusia, Irán y “el régimen de Al-Assad”.

Esto es sin siquiera incluir a China que, con sus “agresiones” en el Mar Meridional de China, se ha ganado la condición de enemigo certificado de la Madre Fundadora del giro hacia Asia.

Y si todo esto no fuera bastante preocupante, Turquía parece estar transitando el camino para unirse al eje. Los presidentes Putin y Erdogan se han encontrado en Estambul. Moscú declara estar preparado para desarrollar con Ankara una cooperación militar y técnica a gran escala. En la que están incluidos, por supuesto, la planta nuclear de cuatro reactores situada en Akkuyu, que ha sido construida por Rosatom a un costo de 20.000 millones de dólares. Y el impulso para “acelerar los trabajos” en la planta de gas natural Turkish Stream, con lo que de hecho se reforzará más todavía la posición rusa en el mercado europeo del gas, evitando a Ucrania para siempre, al mismo tiempo que se blinda a Ankara como la encrucijada energética clave entre Oriente y Occidente. Además, tanto Moscú como Ankara respaldan la postura de Staffan de Mistura, enviado especial de Naciones Unidas para Siria, quien sostiene que los “rebeldes moderados” (según la terminología de los políticos de Washington) que mantienen rehenes en el este de Aleppo deben ser erradicados.

La jugada por el cambio geopolítico es obvia. Por mucho que Erdogan pueda estar girando y girando como un derviche de la política, es imposible entenderle y creerle, y que Putin sea un maestro en el juego de largo plazo, los intereses de Moscú y Ankara tienden a converger en el Nuevo Gran Juego; esto explica una integración más estrecha en el amanecer del "Siglo Eurasiano".

Todo un vaso de cicuta para Hillary Clinton, que ya ha comparado a Putin con Hitler. ¿Cambio de régimen o guerra abierta?

En el terrible espectáculo en que se ha convertido la segunda vuelta de la interminable pelea entre Trump y Clinton, una vez más Donald Trump se anotó un punto racional cuando expresó su deseo de normalizar las relaciones con Rusia. Pero esto es un absoluto anatema para el Partido de la Guerra, lo mismo que para la nebulosa neocon*/neoliberalcón del eje Washington-Wall Street.

Clinton, la máquina de hacer dinero controlada por los demócratas, condenó otra vez a Trump por ser funcional a Putin mientras muchos desconcertados republicanos castigaron a Trump por ir por libre e ignorar a “la corriente dominante del pensamiento republicano”.

He aquí lo que respondió Trump: “Al-Assad no me gusta en absoluto, pero él está matando al Daesh. Rusia está matando al Daesh e Irán está matando el Daesh”.

El punto de vista que tiene Trump sobre Oriente Medio es destruir el EI/ISIS/ISIL/Daesh. Eso es lo que el asesor y ex director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA, por sus siglas en inglés), teniente general retirado Michael Flynn, ha infiltrado en el espacio notablemente limitado de la atención de Trump.

Flynn habría admitido oficialmente que el desarrollo del Daesh había sido una decisión deliberada de la administración Obama. Aun así en su deshilvanado libro Field of Fight (Campo de batalla), Flynn insiste en que “los rusos no han sido muy eficaces en su lucha contra el yihadismo en su propio territorio”, están “conchabados con los iraníes” y “la mayor parte de sus acciones apuntan hacia los oponentes del régimen de Al-Assad”. Este es un mantra neocon; no es sorprendente que el coautor del libro mencionado sea el neocon Michael Leden.

Tanto algunos poco fiables “expertos” de salón del Instituto Americano de Empresa (AEI, por sus siglas en inglés) y del Instituto de Política para Oriente Cercano de Washington (WINEP, por sus siglas en inglés) como algunos ex consejeros del departamento de Estado, están de acuerdo en que el ridículo punto de vista del remozado eje del mal –hoy en día totalmente adoptado por Hillary– no tiene utilidad contra los yihadistas; los buenos muchachos que están haciendo el trabajo difícil son los de la “coalición liderada por Estados Unidos”. Y la maldición caiga sobre quienes se atrevan a criticar a los “relativamente moderados” respaldados por la CIA.

Lo que dijo Trump es anatema no solo para los republicanos del establishment que desprecian a Obama por no oponerse al renovado eje del mal adoptado por Hillary. El verdadero pecado mortal es que “ignora” los supuestos sostenidos por los dos partidos que están en la esencia de la política exterior de Estados Unidos y que son tenidos por tan sagrados como la Biblia.

Así debe leerse el éxito del sabotaje del neocon Ash Carter contra el cese del fuego Kerry-Lavrov llevado adelante por el Pentágono, que habría implicado bombardeos aéreos coordinados tanto contra el Daesh como contra el Frente para la Conquista de Siria, antes conocido como Jabhat al-Nusra, esto es, al-Qaeda de Siria.

Los neocons y los republicanos de la corriente dominante culpan al equipo del ‘pato cojo’ Obama por la “nefasta dependencia” respecto de Rusia e Irán. Y en lo más alto del altar de la corrección reina la histeria, con el neocon que preside la NED*" haciendo un llamamiento al gobierno de Estados Unidos para pedirle que promueva un cambio de régimen en Rusia.

¿Preparados para la guerra nuclear? Hillary Clinton no se cansa de decir que Estados Unidos no está en guerra contra el islam. De hecho, Estados Unidos está en guerra en Afganistán, Irak, Siria, Yemen, Somalia, y zonas tribales de Pakistán; involucrado en una guerra encubierta en Irán; y ha destruido totalmente Libia. No es difícil hacer las cuentas.

Además, la frustrada conversación sobre que ahora Washington avanzaría un Plan C para Siria es algo absurdo. Nunca ha habido un Plan B; solo un Plan A, que pretendía meter a Rusia en otro Afganistán. No funcionó debido a la demolición controlada de Ucrania. Y no funcionará en Siria, mientras Moscú tenga la voluntad de proporcionar mucho apoyo aéreo y misilístico pero no de involucrar fuerzas importantes de infantería. Ese es un trabajo para el ejército árabe sirio (SAA, por sus siglas en inglés), Irán y sus milicias chiíes, y Hezbollah.

Ash Carter ha amenazado a Rusia con “consecuencias”. Después de hacer saltar por los aires el alto al fuego, el Pentágono –apoyado por la Jefatura de Estado Mayor Conjunta– está dando pábulo a la idea de “posibles ataques” contra la fuerza aérea siria para “castigar al régimen” por lo que en realidad hizo el Pentágono: torpedear el cese del fuego. Es imposible maquillar esto. Rápidamente, el general Igor Konashenkov, portavoz del ministerio de Defensa ruso, envió un mensaje a “nuestros colegas de Washington”: “si creéis que podéis conseguir algo lanzando una guerra abierta ‘en la sombra’ contra Rusia más vale que os lo penséis dos veces. Rusia tendrá en la mira a cualquier avión furtivo o no identificado que intente atacar blancos del gobierno sirio y lo derribará. Entonces, la única cuestión es si acaso un Pentágono fuera de control –mediante ataques con bandera falsa u otros– obligaría a que la fuerza aérea de Rusia derribara aviones de combate estadounidenses y si Moscú tiene el poder de fuego para realizar estas acciones”.

Por lo tanto en este lapso de tres meses de “agonía” de la era Obama, antes de la probable entronización de la Reina de la Guerra, la cuestión es si el Pentágono se arriesgará a lanzar la Tercera Guerra Mundial debido a que “la caída de Aleppo”.

En última instancia, las cosas están encaminadas a ir cada vez peor. El gobierno de Estados Unidos mantiene abierta la opción de ser el primero en atacar con armas nucleares contra Rusia. Hillary apoya con firmeza esta posibilidad, mientras que Trump ha dejado claro que él “no sería el primero en atacar”.

La posibilidad de que la profesional del ‘eje del mal’ Hillary Clinton tenga el dedo sobre el botón nuclear debe ser considerada como la cuestión primordial de vida o muerte en este circo global en el que vivimos.

*Neocon: Es la forma abreviada de neoconservador: la ideología política de personas que fueron liberales, del partido Demócrata o de sectores izquierdistas y que adoptaron posiciones conservadoras. En EE.UU. el movimiento neoconservador se consolidó en los 60; y el término neocon se popularizó en los 70. (N. de la E.).

** NED son las siglas de National Endowment for Democracy, una “fundación sin ánimo de lucro que se dedica al crecimiento y fortalecimiento de las instituciones democráticas en todo el mundo”, según declara en su propia página web: http://www.ned.org/. (N. del T.)

* Pepe Escobar es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007), Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge and Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009). Su libro más reciente es Empire of Chaos. El lector puede contactar con él escribiendo a [email protected]

(Artículo revisado por Silvia Arana)