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Al menos 149 personas fallecieron a manos de “policías-criminales” en los últimos 23 meses en Honduras denunció este lunes la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, durante la exposición de un informe realizado en colaboración por el Observatorio Nacional de la Violencia y la Alianza por la Paz y la Justicia.
Cuatro jóvenes fueron encontrados muertos en Comayagüela la semana anterior, luego de haber sido raptados por sujetos con uniforme policial.
Según el informe, la Policía Nacional Preventiva es la que más cifras negativas presenta, con 71 denuncias en su contra de las 149 recibidas, siendo que Tegucigalpa y San Pedro Sula las ciudades “más corruptas” para la policía.
Explicó que la presentación de informe surge luego de iniciado “el debate nacional en que se está ligando a la inconstitucionalidad de las pruebas de confianza, que son un mecanismo que se usa en muchos países para garantizar que la Policía Nacional sea efectiva”.
“Que nos digan cómo se va a proteger la ciudadanía de una institución criminal, cómo nos dejan a expensas de una institución que ha sido incapaz de mantener sus propios controles internos y que por lo tanto hacemos un llamado a quienes toman decisiones que si el país va a continuar en esta vorágine, desde la policía o si se le pone un alto”, expresó.
Un asunto de Estado
“Como Universidad y para la Alianza esto es un asunto de Estado, que tiene magnitud y relevancia, y pedimos a los que toman decisiones en este país, como los Poderes del Estado como la Corte Suprema de Justicia y el Congreso Nacional que se detengan a ver estas cifras con detenimiento para que vean la urgencia y necesidad de que la policía sea depurada”, expresó.
De acuerdo con los datos en las pruebas llevadas a cabo por la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP), a la fecha 131 personas miembros de la Policía han arrojado resultados de decepción en el tema de depuración policial, incluidas todas las categorías desde comisionados hasta alférez siendo la Policía Preventiva la que tiene mayores casos.
A su criterio, estos resultados develan una urgente necesidad de que se continúen con otras pruebas y se incluyan pruebas de patrimonio que los policías han acumulado en estos años.
Policía Nacional Preventiva peor evaluada
“La Policía Nacional Preventiva es la que más datos negativos ha arrojado, tenemos 70 policías de los 131, pero también la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI) y la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNCIC)”, destacó.
Se calcula que seis personas mueren al mes a manos de policías.
Según Castellanos, “el sistema de educación policial preocupa fundamentalmente porque 14 policías que aún no han culminado sus estudios ya han arrojado pruebas de confianza de decepción, lo que implica que estos se gradúan y ya salen contaminados”.
Igualmente se informó que en las otras unidades policiales no se están enviando las suficientes pruebas que en todas las direcciones deben aplicarse.
Las víctimas
De acuerdo al documento, la mortalidad violenta a manos de la policía deja 149 personas asesinadas por policías, de las cuales 92 ocurrieron en el 2011, en el que se incluye el caso del hijo de la rectora, Rafael Alejandro Vargas Castellanos (22) y su amigo Carlos David Pineda, en el mes de octubre. Igualmente en el año 2012, se contabilizan 57 muertes violentas por parte de la Policía Nacional.
Para Castellanos “la disminución significativa para el 2012 obedecer a la presión de la ciudadanía y a algunos controles que se han dado este año”.
No obstante, reconoció que es una cifra “alarmante” pues la policía misma es la que está matando personas en este país”.
La mayor cantidad de las víctimas son los jóvenes, entre 24 y 34 años, lo que representa el 60.4% de los casos que en Honduras han sido víctimas de la policía.
De acuerdo con esas cifras en 78 eventos de los asesinatos corresponden a hechos en los que falleció una persona, en 14 las víctimas fueron dos personas y en 10 eventos las víctimas fueron tres y más personas, tipificadas como masacres.
Entre esas masacres algunas fueron cometidas este año luego de iniciado el proceso de depuración, entre ellos cuatro jóvenes en La Ceiba, quienes fueron masacrados por policías y arrojados a un riachuelo y otra víctima que se dio en la propia posta policial de esa ciudad, cuando otro policía asesinó a cuatro de sus compañeros.
Lugares y fechas más violentas
A diferencia de la generalidad de las muertes violentas que ocurren los días sábados, la criminalidad policial se está dando en el mayor número de casos los días miércoles y jueves, sin embargo todos los días de la semana se presentan entre 19 y 20 muertes de personas en manos de la Policía.
Entre los municipios más violentos en Honduras se encuentran Choloma, San Pedro Sula y Tegucigalpa (más de cinco homicidios) donde “están concentrados del mayor número de policías-criminales, por lo que se requiere que haya una mayor intervención y vigilancia”.
Fotografías de Jaasiel Yañez muerto en un operativo en el que participaron miembros del ejército y la Policía Nacional.
Los policías hondureños también se ven involucrados en abusos de autoridad, robos, privación ilícita de libertad, lesiones, torturas, evasión culposa entre otros delitos como el extravío de armas especialmente fusiles y municiones.
Llamado
“Queremos hacer un llamado a la conciencia de quienes toman dediciones, a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), y los mismos diputados para que se sensibilicen sobre la necesidad de atacar el problema”, reiteró.
Conforme a la investigación, las armas de fuego, que se compran con el impuesto de los hondureños, se convierten en “el presupuesto que sirven para victimizar a la gente de este país”, agregó.
“No podemos seguir aceptando esa descoordinación entre los poderes del Estado, aspiramos como ciudadanos que los poderes estén coordinados en una política pública en el país”, comentó.
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