sábado, 29 de junio de 2019

10 años de golpes y neoliberalismo


Rebelión

Por Katu Arkonada

Las movilizaciones populares se suceden en Honduras. En estos días, son 60.000 médicos y maestros en pie de guerra contra un sistema político que busca, por imposición del Fondo Monetario Internacional, la privatización de la salud y la educación. Las movilizaciones cuentan con tal grado de apoyo popular, que hasta la Policia Nacional se ha sumado al paro, forzando al gobierno de Juan Orlando Hernández (JOH) a desplegar a las Fuerzas Armadas en tareas de represión de las protestas populares.
Pero esta historia comienza hace 10 años, un 28 de junio de 2018, cuando 200 militares encapuchados entran con nocturnidad y alevosía en la residencia presidencial de Tegucigalpa y sacan en pijama al Presidente Mel Zelaya para, tras un breve paso por una base militar, deportarlo a Costa Rica, a pesar de que el artículo 102 de la Constitución prohíbe expresamente que ningún hondureño puede ser expatriado ni entregado a un Estado extranjero.

El argumento para el golpe de Estado era la intención de Mel Zelaya de colocar una urna en la siguiente elección, promoviendo un referéndum que diese paso a reformas constitucionales. Pero eso era la forma. El fondo era que Zelaya, un terrateniente que había ganado las elecciones con el apoyo del Partido Liberal, había dado un giro a la izquierda tras conocer las penurias del pueblo hondureño, sumido en la pobreza y violencia, e incluso, con la autorización del Parlamento, había incorporado Honduras primero a Petrocaribe, y luego al ALBA.

Ese fue el primer golpe exitoso contra los gobiernos del ciclo progresista, y lo fue contra su eslabón más débil, inaugurando un periodo de restauración conservadora a lo largo y ancho de América Latina, al que le sucedieron los golpes parlamentarios en Paraguay contra Fernando Lugo, o en Brasil contra Dilma Rousseff, al mismo tiempo que se desataba el lawfare, la guerra judicial contra líderes progresistas como Lula da Silva, Cristina Fernández de Kirchner, o Rafael Correa.

Pero Honduras vivió dos golpes más, en este caso electorales.

En 2013, y ya con Mel Zelaya de regreso en el país pero imposibilitado para presentarse, Xiomara Castro fue candidata presidencial del Partido Libertad y Refundación (LibRe). La inxperiencia de Libre y su desigual implementación territorial llevó a que las elecciones fueran manipuladas en beneficio de Juan Orlando Hernández. Un solo dato: a la misma hora en que se producía el recuento, los magistrados del Tribunal Supremo Electoral estaban reunidos con la Embajadora de Estados Unidos en Honduras.

Pero fue en 2017 cuando el tercer golpe, segundo electoral, este ya no como tragedia, sino como farsa, consuma lo iniciado en 2009. En unas elecciones en las que LibRe y el PAC de Salvador Nasralla enfrentaban la reelección de JOH, el comunicado de la nada sospechosa Secretaría General de la OEA sobre el resultado de las elecciones, arroja más claridad que cualquier análisis político que podamos escribir: Intrusiones humanas deliberadas en el sistema informático, eliminación intencional de rastros digitales, imposibilidad de conocer el número de oportunidades en que el sistema fue vulnerado, valijas de votos abiertas o sin actas, improbabilidad estadística extrema respecto a los niveles de participación dentro del mismo departamento, papeletas de voto en estado de reciente impresión e irregularidades adicionales, sumadas a la estrecha diferencia de votos entre los dos candidatos más votados, hacen imposible determinar con la necesaria certeza al ganador.

3 golpes de Estado en 10 años, uno militar y 2 electorales, es el balance de uno de los países más pobres y desiguales de América Latina, y todo con un objetivo muy claro, la imposición del modelo neoliberal mediante la violencia en un país clave, siempre fue su retaguardia estratégica, para las operaciones de Estados Unidos en Centroamérica. La impunidad con la que se asesinó a la defensora ambiental Berta Cáceres en un país que tiene al hermano del Presidente JOH acusado de gestionar las rutas y tráfico de cocaína hacia Estados Unidos, es problemente la mejor, y a la vez más terrible metáfora de como se ha instrumentalizado la doctrina del shock para disciplinar a la población civil.

Una doctrina del shock cuya consecuencia más dramática son las caravanas de miles de personas que son desalojadas de sus vidas fruto del despojo social neoliberal y dejan atrás familia y pertenencias para tratar de alcanzar el american way of life, aun a costa de arriesgarse a ser extorsionados, secuestrados o asesinados en el camino.

Es por ello que los hermanos migrantes centroamericanos en general, y los hondureños en particular, deben ser tratados como refugiados políticos de una dictadura, la del modelo neoliberal, y cuando los medios de comunicación masivos nos quieran hablar de Derechos Humanos o del drama migratorio en otras partes más lejanas, exijamos que vayan a Honduras y nos cuenten no solo lo que les sirve como reality show para ganar más audiencia, sino las causas reales de esta migración masiva.

Y para empezar a solucionar este drama, hagamos nuestro el comunicado de Libre del 20 de junio, firmado por Mel Zelaya el mismo día que las fuerzas armadas asesinaban al taxista Erick Peralta en El Pedregal, y por el que se declaran en lucha permanente contra la dictadura dirigida por Estados Unidos desde 2009, dejando muy claro: JOH debe irse YA.

Los hondureños exigen en las calles la salida del usurpador presidente Hernández



Por Sixto Martínez *

El pueblo en las calles de los principales puntos de Honduras busca poner fin al régimen de Juan Orlando Hernández, que ha mostrado nuevamente su rostro corrupto y violento, con apoyo de los medios de comunicación hegemónicos nacionales e internacionales que intentan invisibilizar la insurrección popular en defensa de sus más elementales derechos, que ya cobró tres vidas y decenas de heridos.
Las muertes se registraron durante la actuación de policías y militares para reprimir los incidentes en los que miles de personas bloquearon calles de Tegucigalpa, la capital.

Tomas de calles y carreteras y algunos conatos de quemas de negocios, es el escenario que se vice. El clima de insurrección resurgió en los hondureños la tarde del miércoles para exigir la salida de Hernández. La lucha social estaba enfocada por la defensa de la Salud y Educación pública. Luego que las Fuerzas Especiales de la Policía declararan que no reprimirían a la población, denunciando violaciones a sus derechos y abusos por parte de sus autoridades, el pueblo hondureño decidió salir a tomar las calles.

Tras una larga reunión en la que mediaba el titular del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) Roberto Herrera Cáceres, los policías llegaron a un acuerdo con la Secretaría de Seguridad y se comprometieron a suspender el paro que mantenían desde el martes pasado. El defensor de los derechos humanos recordó que en el conflicto de diciembre de 2017 él desempeñó el papel de garante y el acuerdo no se cumplió: el alto mando policial no atendió en su totalidad las demandas de la tropa, y éstos incumplieron su promesa de no reprimir al pueblo.

Manuel Zelaya, el expresidente derrocado en el golpe de Estado de 2009, dijo que Honduras está atravesando “brotes de insurrección popular en todo el país” y señaló que hoy la salida de las elecciones “no representa nada para nosotros. La única opción que tenemos es la rebelión, amparada en la Constitución”. El candidato presidencial de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura, Salvador Nasralla, se dijo listo para tomar lo que considera que por derecho ganó en las elecciones de 2017.

Hay movilizaciones en los 18 departamentos del país el pueblo está en insurreción popular. En Tegucigalpa y San Pedro Sula hay bloqueos de carreteras, quemas de peajes, para derrocar a Juan Orlando Hernández, quien accedió a la presidencia gracia sal fraude en las últimas elecciones.

La crisis centroamericana se ha profundizado, los éxodos de inmigrantes fueron las señales de la sublevación que llegó. Las fuerzas populares se encuentran movilizadas reivindican su derecho a la justicia, reclaman el fin de la opresión simulada como desarrollo. En la propia Policía, los miembros de escala básica y el cuerpo especializado Cobras, se han declaro en paro indefinido y ha dicho no participar más en la represión.

El Comando especializado Cobras se declaró en huelga de fusiles caídos, la noche del martes 18 de junio, sublevándose contra la jerarquía policial de turno. Los sublevados respondieron con gas lacrimógeno y disparos de fusil a la visita del Director General de la Policía. Así mismo se sumaron otras unidades policiales desde sus estaciones ubicadas en distintos puntos de la ciudad capital.

La polarización o división del pueblo hondureño es histórica, y hoy un pueblo sin acceso al trabajo, a la salud, a la educación y ni siquiera al transporte público está en las calles. La crisis no es nueva y ha obligando a decenas de miles de hondureños a migrar hacia el norte en busca de su supervivencia.

El aún presidente Hernández, luego de sostener una reunión con los miembros del Consejo de Defensa y Seguridad y haciendo oído sordos a los reclamos populares, dio a conocer las resoluciones del “alto mando”: respaldo total al proceso de transformación policial y su consolidación (respaldado por EEUU), e instruir el despliegue nacional de FFAA, Policía, Inteligencia y otros órganos “para garantizar la protección de propiedad privada/pública y desde luego la protección de integridad de la población”, añadió.

Se vive una real crisis de legitimidad en medio de dos diálogos: uno de Hernández con mandos militars y sectores afines y otro liderado por la Plataforma por la Defensa de la Salud y la Educación, integrado por los docentes, médicos y personal de la salud, con el respaldo de la mayoría de los hondureños, que exige un sistema sanitario y educativo gratuito y de calidad. La exigencia comenzó para hacerle frente a un proceso privatizador de la salud y la educación, iniciado en los últimos nueve años.

El analista Cristóbal León Campos señaló que en Honduras se extiende el deseo de transformar la realidad, a los maestros y médicos que “desde meses atrás vienen conformando la vanguardia, se le fuman ahora otros grupos de trabajadores como los transportistas y sectores populares para exigir la salida del presidente, Juan Orlando Hernández, acusado de reelegirse mediante un fraude en el 2017 y de ser un claro lacayo del imperialismo estadounidense”.

Es en este contexto que la figura de Zelaya, derrocado por un golpe parlamentario orquestado por los Estados Unidos en el 2009 (hace casi diez años), ha reaparecido como una de la voces de protesta. Ese golpe de Estado ha sido interpretado como el principal factor para la crisis que ahora se vive, generando violencia, miseria, éxodos de inmigrantes y violaciones sistemáticas a los derechos humanos.

Juan Hernández ha sido salpicado por la corrupción. En junio de 2015, cuando se descubrió el descomunal saqueo en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), confesó que su campaña política de 2013 recibió al menos 150 mil dólares de empresas que participaron en el desfalco. Hernández y su entorno familiar habrían drenado al menos 4.500 millones de lempiras (moneda local) de instituciones del Estado mediante la utilización de organizaciones no gubernamentales.

Mientras la crisis se acentúa con el paso de las horas, el gobierno de Hernández no ha reaccionado al respecto. Lo único que se ha observado es el gran despliegue de militares en la Casa Presidencial.

* Sixto Martínez. Periodista hondureño, colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

Un diálogo alternativo desde el pueblo


Rel-UITA

Por Giorgio Trucchi

Mientras en Honduras se radicaliza y se extiende la protesta exigiendo la salida inmediata del presidente Hernández, la Plataforma por la defensa de la salud y la educación instala un diálogo alternativo amplio e incluyente y sigue movilizándose a nivel nacional.
Ligia Ramos, fiscal del Colegio Médico de Honduras y miembro de la Plataforma, conversó en exclusiva con La Rel. 
-¿Por qué la Plataforma decidió instalar un diálogo alternativo al que propuso el gobierno? 
-En 2015 iniciamos una fuerte lucha contra la aprobación de leyes que pretendían privatizar tanto la salud como la educación pública. El gobierno decidió, entonces, emitir decretos ejecutivos (PCM) que declaraban estado emergencia e instalaban comisiones especiales para la restructuración de ambos sectores.
A raíz de esta nueva ofensiva decidimos crear la Plataforma por la defensa de la salud y la educación e intensificar las movilizaciones. Más sectores de la sociedad se fueron sumando a la lucha y logramos que se derogaran los decretos.
Nosotros estábamos listos para dialogar, pero el gobierno prefirió excluir a la Plataforma y reunirse con personas afines a ellos, que han sido desautorizadas por las bases y que no representan sus intereses.
Además comenzaron las campañas de desprestigio, las amenazas y la represión. Ya hay 4 muertos, decenas de heridos y personas detenidas.
Ante este escenario planteamos al gobierno condicionamientos mínimos para establecer el diálogo[1] para el fortalecimiento de los dos sectores. Estuvimos esperando cinco días pero ni siquiera nos contestaron.
Finalmente decidimos instalar un diálogo alternativo ciudadano que cuenta con el apoyo de personalidades nacionales, importantes sectores de la sociedad hondureña y de instancias internacionales.
-¿Cómo se va a desarrollar? 
-Prácticamente tenemos estructurado la que debería ser técnicamente una salud y educación pública con calidad y calidez, sin embargo queremos dialogar y construir todo esto con la población, de abajo para arriba, recogiendo ideas e inquietudes en cada rincón de Honduras.
El problema de este diálogo alternativo es que no es vinculante en cuanto no es llevado por el gobierno. Necesitamos que se deroguen las dos leyes que privatizan los dos sectores.
Por eso no vamos a dejar de movilizarnos a nivel nacional. Debemos obligar al gobierno a derogar estas leyes y darle pie al nuevo modelo que estamos creando junto a la población. La población se autoconvoca 
-Uno de los elementos más interesantes ha sido el respaldo de varios sectores de la sociedad a la Plataforma. 
-Tenemos un gobierno ilegal que es el resultado de un fraude electoral. Vivimos en una dictadura que controla todos los poderes del estado, reprime la protesta, impone un modelo neoliberal que privatiza los servicios públicos.
Casi un 69 por ciento de la población vive en pobreza y el 20 por ciento es indigente. Vivimos en un estado de indefensión y la gente no aguanta más.
Hay amplios sectores de la población que se autoconvocan y que le exigen a Juan Orlando Hernández que se vaya
Como Plataforma tenemos demandas gremiales y sociales, sin embargo a causa de esta situación ha habido un efecto dominó y varios sectores se han sumado y han respaldado nuestra lucha.
Han aprovechado este espacio para plantear su propia agenda reivindicativa que compartimos con ellos.
Por esto entre los nueve puntos que planteamos al gobierno para sentarnos a dialogar está la desmilitarización de comunidades y territorios, así como la investigación y castigo para los responsables de las muertes y la violación de derechos humanos que hubo durante la represión. 
-Cuál es el ánimo de las bases después de más de dos meses de lucha permanente? 
-El gobierno apuesta al desgaste, sin embargo hay firmeza en la lucha. Seguimos movilizándonos y llevamos adelante la agenda del diálogo alternativo.
Por supuesto que hay cansancio, pero existe un relevo natural que es el mismo pueblo autoconvocado. 
-La Rel UITA se ha solidarizado con la lucha de la Plataforma… 
-Estamos muy agradecidos, la solidaridad es muy importante. 
Nota:


Centroamérica queda desamparada frente a crisis migratoria



Por Ulises Noyola Rodríguez *

El gobierno de López Obrador continuará desafortunadamente la política migratoria enfocada en la deportación masiva de migrantes de los países del Triángulo del Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras). La posibilidad de aplicar una estrategia diferente, que estuviera apoyada en el desarrollo económico, quedó enterrada frente al desinterés del gobierno de Estados Unidos. Por lo tanto, la administración ofrecerá un apoyo solidario en la medida de sus posibilidades, además de reformar a los cuerpos policiales para que no cometan violaciones de derechos humanos en contra de los migrantes.
Ahora la migración ha adquirido una magnitud desproporcionada desde el endurecimiento de la política migratoria de Estados Unidos durante la última década. La cantidad de migrantes mexicanos se ha reducido sustantivamente por lo que la población centroamericana ya tiene el rol preponderante en los flujos migratorios que van de forma ilegal hacia Estados Unidos. Además, las caravanas migrantes reciben financiamiento de organizaciones no gubernamentales; se organizan con varios grupos de personas para protegerse de los traficantes de personas; y cubren mejor sus gastos a lo largo del trayecto de forma colectiva.

El despliegue de agentes de la Guardia Nacional y la Policía Federal reforzará la presencia militar en la frontera sur, acción que tiene como objetivo detener de forma significativa el paso de migrantes ilegales de Centroamérica. El compromiso del gobierno mexicano de desplegar 6,000 agentes en la frontera sur corre el riesgo de incrementar las violaciones de derechos humanos de los migrantes centroamericanos; que exacerbaría la violencia y aumentaría el riesgo de que los migrantes tomen rutas más riesgosas poniéndose en una situación vulnerable frente a los traficantes de personas y los grupos de narcotráfico.

En el año en curso, la Guardia Nacional se comenzó a formar con nuevos elementos de la población civil además de miembros de la Policía Militar y Naval, quienes están apenas recibiendo capacitación en derechos humanos, primeros auxilios, protección civil, entre otras cuestiones. Sin embargo, la remodelación de las fuerzas militares tomará un tiempo considerable considerando que han incurrido en graves fallas con respecto al respeto de los derechos humanos, la corrupción y la profesionalización. Estos cuerpos armados no están preparados para abordar la crisis migratoria de una forma que garantice el respeto de los derechos humanos de los migrantes centroamericanos en la frontera sur.

Antes de desplegar significativamente elementos armados, las fuerzas militares deben recibir una capacitación especializada con el fin de cumplir con protocoles internacionales como las políticasrecomendadas por la Organización de Naciones Unidas, que respeten los derechos humanos de los migrantes. Entre algunos puntos podemos incluir el uso exclusivo de la fuerza en condiciones inevitables para evitar ataques violentos en contra de grupos pacíficos; la supervisión sobre los grupos armados por organizaciones independientes dedicadas a la defensa de los derechos humanos que reporten los abusos por parte de la policía; y el establecimiento de albergues en condiciones adecuadas para que los migrantes puedan quedarse en lugares seguros y evitar el riesgo de caer en manos del narcotráfico y la trata de personas.

Con la falta de profesionalización, los elementos armados podrían efectuar violaciones de derechos humanos en contra de los migrantes. Por añadidura, los grupos del narcotráfico y los tratantes de personas tienen secuestradas a las instituciones de justicia, que amenazan constantemente a los migrantes de deportarlos de forma inmediata en caso de presentar una denuncia en contra de sus agresores. Así los migrantes han sufrido graves delitos como tráfico de órganos efectuado por traficantes de personas, extorsiones para emplearse en trabajos ilegales como la prostitución, y desapariciones perpetradas por los grupos del narcotráfico.

Por si fuera poco, los funcionarios del Instituto Nacional de Migración, que se encargan de llevar los trámites administrativos para permitir la permanencia legal de los migrantes, están también involucrados en numerosos casos de corrupción. Los migrantes son extorsionados por el personal administrativo quienes consiguen quitarles dinero y pertenencias para dejarlos pasar hacia Estados Unidos. De esta manera, las autoridades recibirán a los migrantes en un entorno de corrupción en todos los niveles del gobierno, de suerte que nuevas instituciones deben ser creadas para erradicar estas prácticas

En este sentido, la Fiscalía General fue creada para reemplazar a la Procuraduría General de la República que ha sido incapaz de resolver las demandas de la población. Entre las oportunidades de la fiscalía incluimos la contratación de nuevo personal que sustituirá a los antiguos funcionarios; la formación de un Consejo Ciudadano que publicará recomendaciones para el correcto funcionamiento de la institución; la constitución de una Fiscalía de Asuntos Internos que atenderá las demandas de los ciudadanos en contra del personal de la fiscalía y con ello prevendrá la continuidad de la corrupción dentro de la fiscalía. Sin embargo, la fiscalía está en su proceso de formación; con lo cual, no tiene personal calificado contratado y tampoco presupuesto aprobado para atender las demandas de los migrantes.

El gobierno mexicano recibirá a las personas que hayan solicitado asilo en Estados Unidos hasta que termine su proceso administrativo. Hasta mediados del año en curso, el gobierno estadounidense ha enviado a casi 12,000 centroamericanos a México. Tras ingresar al territorio mexicano, los migrantes tendrán acceso a oportunidades de empleo, salud y educación de acuerdo a la declaración conjunta de ambos gobiernos. Para ello, el programa Sembrando Vida creará empleos para los migrantes centroamericanos como jornaleros en el sector agrícola. Por su reducida remuneración, los centroamericanos continuarían optando por intentar cruzar la frontera hacia Estados Unidos.

El Plan de Desarrollo Integral no recibirá mucho apoyo económico de Estados Unidos, por lo que será financiado principalmente por el gobierno mexicano a través del Fondo Yucatán con un presupuesto de 2,000 millones de pesos. Entre las iniciativas destacó el establecimiento del Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América (SIEPAC), que apoyaría la transmisión de energía eléctrica entre México y Centroamérica. Además, la construcción de una red de gasoductos tenía como propósito apoyar la transmisión de gas natural; con lo cual la generación de energía aumentaría en los países centroamericanos con la distribución de este combustible proveniente de Estados Unidos y México. Finalmente, la edificación de líneas ferroviarias fue planteada con el fin de apuntalar el transporte de mercancías.

El gobierno planeó incluir a la población centroamericana en los proyectos de los estados sureños (la refinería Dos Bocas, el Tren Maya y el Tren Transístmico), que conllevarán la emisión de visas de trabajo para los migrantes. No obstante, el avance de estos proyectos será lento ya que pasarán por varias licitaciones, entrevistas para contratar personal, entre otros procesos. Estas condiciones de los proyectos de infraestructura reducirá la emisión de visas de trabajo para los centroamericanos; situación que imposibilitará la regularización de su status migratorio.

Ante este contexto, Francisco Garduño, el titular del Instituto Nacional de Migración, anunció que esperan deportar a 2,500 migrantes diariamente; que implicaría la deportación de aproximadamente 70,000 personas cada mes. Estamos hablando de tres veces la cantidad de migrantes deportados en abril de este año. El gobierno podría conseguir reducir la cantidad de migrantes que llegan a Estados Unidos evitando la imposición de aranceles por parte del presidente Donald Trump. Sin embargo, la crisis migratoria no será abordada con una estrategia de largo plazo, de suerte la crisis migratoria será perpetuada en Centroamérica.

* Ulises Noyola Rodríguez es colaborador del Centro de Investigación sobre la Globalización.

Tiananmen y Chernobyl, del silencio comunista al espectáculo capitalista


Por Pascual Serrano

Se me ocurren muchas movilizaciones y protestas en el mundo donde las fuerzas del orden no respetaron a un manifestante similar y no han pasado a la historia por sangrientas represiones como sucede con la plaza china La frivolidad y el espectáculo imperante en occidente ha supuesto que un producto de ficción televisivo quiera darnos lecciones de historia y veracidad científica.
Estos días hemos asistido al remember de dos acontecimientos históricos sucedidos en el mundo comunista del siglo XX: las protestas de Tiananmen y el accidente de Chernobyl. No es objeto de mi reflexión discutir sobre la información que disponemos de aquellos acontecimientos, y la precisión o no de nuestro conocimiento. Lo que creo que sí vale la pena es observar la capacidad que tiene el mundo occidental y su maquinaria de información/entretenimiento/ideológica de convertir en actualidad acontecimientos pasados cuando le interesan, presentar el formato más atractivo de la historia y lograr que su versión desplace a cualquier discusión, debate o investigación sobre los hechos.

En el asunto Tiananmen, lo más destacable es cómo para el ciudadano occidental el nombre de una plaza va unido inevitablemente a unos acontecimientos de protesta contra el gobierno comunista chino. Directamente los medios hablan de 30 años de Tiananmen, el tiempo que ha pasado desde la protesta, a pesar de que la plaza tiene cuarenta años más. Nadie piensa en la masacre de 300 estudiantes en Tlatelolco cuando los medios citan ese complejo de la ciudad de México. De modo que Tiananmen es la plaza de una masacre pero la plaza de las Tres Culturas, donde se desarrolló la masacre mexicana, es un complejo arquitectónico.

Una de las paradojas de las protestas de Tiananmen es que la foto más emblemática de la represión es precisamente un tanque que se detiene para no aplastar a un manifestante. Se me ocurren muchas movilizaciones y protestas en el mundo donde las fuerzas del orden no respetaron a un manifestante similar y no han pasado a la historia por sangrientas represiones como sucede con la plaza china. Desde el caracazo venezolano a la masacre de El Mozote en El Salvador. Y, por supuesto, creo que hay muchos países donde no hay que desplazarse 30 años atrás para encontrar represión y masacres de sus ejércitos.

El otro tema traído a la actualidad ha sido el accidente de Chernobyl gracias a una serie de HBO, del mismo título. Al igual que los acontecimientos de Tiananmen, Chernobyl ha sufrido por parte de las autoridades comunistas un gran secretismo, lo que ha permitido a occidente hacer sus propias interpretaciones y manejar los datos que ha considerado oportunos. Para empezar, en lo referente al número de víctimas que, en ambos casos, se mueve en una horquilla amplísima. En el caso del accidente nuclear porque el cálculo supone no solo las muertes en el accidente, apenas unas decenas, sino los fallecidos como consecuencia de las radiaciones recibidas.

Lo que es evidente es que las lagunas respecto a lo sucedido, el secretismo que rodeó la tragedia, característico de una guerra fría que todavía coleaba, y la estigmatización del gobierno comunista de entonces eran ingredientes estupendos para un producto audiovisual con el formato de ficción en lugar del documental. No es mi intención justificar ni blanquear las responsabilidades de aquellos gobiernos, me limitaré a sospechar la oportunidad de tanta insistencia y en la forma en que se hace. Que una serie de ficción, con escenas dramatizadas, con algunos personajes creados especialmente para la serie (la física bielorrusa Ulana Khomyuk), sin ofrecer fuentes rigurosas, ni tampoco documentos sea la vía principal de conocimiento del accidente de Chernobyl para la población occidental de hoy no supone ningún avance de acercamiento a la verdad. No se puede comprender que la única persona que se molestase en investigar el motivo del desastre fuese una física de la república vecina de Bielorrusia que fuese a Chernobyl por su cuenta a entrevistar a los técnicos moribundos en el hospital. Y que, encima, terminase detenida por el KGB. Lo lógico es que el propio estado soviético, aunque no tuviese ninguna intención de transparencia, intentase saber lo ocurrido. Se me podría argumentar que solo es una serie, no pretenden presentarse como los investigadores y reveladores de una verdad, pero eso es irrelevante, la realidad es que la "documentación" que los ciudadanos tendrán de aquellos acontecimientos será la historia que han visto en HBO.

Uno de los principios éticos del periodismo televisivo es renunciar a la dramatización de las noticias, es decir, no contar una violación o un atraco a un banco mediante una teatralización de actores por lo que eso supone de manipulación de la emoción de las audiencias. Imaginen la reacción de unos espectadores ante un acusado de violación y asesinato si, en la información sobre el juicio, se exhibe la dramatización de ese crimen con todo tipo de detalles, sangre, terror en la víctima y maldad en los gestos del asesino. Pues eso es la serie de Chernobyl. En ella, la intencionalidad está cuidada al milímetro sin importar el rigor. Hasta la responsable de vestuario Odile Dicks-Mireaux reconoció que el director, Johan Renck, "dio la directriz de que quería un vestuario feo". Y reconoce tranquilamente que en la serie "han añadido algo de decadencia" y "la ropa es más de la URSS que la de entonces de Pripyat, donde se veían vaqueros, zapatos de colores y ropa que estaba llegando del extranjero". Si había que proyectar una imagen decrépita del comunismo pues se hacía. Pocos se dieron cuenta, y muchos menos recuerdan, que en la película La vida de los otros, el color se vuelve alegre y brillante o sórdido y apagado según las imágenes correspondan a los disidentes o a las autoridades, según se esté en la Alemania Occidental o en la Oriental.

En cualquiera de las películas norteamericanas a las que estamos acostumbrados, los que sacrifican su vida o la ponen en peligro por los demás se presentan como héroes, en cambio esos mismos en la serie de HBO los vemos llevados al matadero por la dirección soviética. Militares, policías, bomberos y médicos mueren todos los años en muchos países del mundo cumpliendo con su trabajo y por las órdenes de sus superiores y, en última instancia, sus gobiernos. Sin embargo, en Chernobyl son presentados engañados y empujados por el gobierno comunista. Muchos de ellos eran profesionales que conocían bien el riesgo, difícilmente pudieron ser engañados, sin duda fue su sentido de la solidaridad lo que les motivó, como se aprecia en algunos momentos de la serie. A pesar de ello, esas decisiones heroicas y voluntarias nos las escenifican precedidas de miserables intentos de engaño por el gobierno.

Si la alternativa al ocultismo soviético es el espectáculo occidental de una serie de ficción, lo único que se ha demostrado es una mayor inteligencia para pastorear a los ciudadanos de unos que de otros. Resulta paradójico que quienes en su desenlace final en el último capítulo de la serie, hacen del rigor científico y de la verdad un baluarte, son sencillamente los creadores de una serie de ficción audiovisual sin aval científico ni documental. La frivolidad y el espectáculo imperante en occidente ha supuesto que un producto de ficción televisivo quiera darnos lecciones de historia y veracidad científica. Si lo del gobierno soviético fue un burdo comportamiento de quienes creían que con el silencio y la mentira podían engañar a un pueblo, lo de occidente es una brillante actuación de espectacularidad que pretende sustituir aquel silencio y mentira por exhibición y entretenimiento recurriendo a todos los recursos narrativos necesarios y audiovisuales con tal de que el resultado sea atractivo para los espectadores. Y lo que es peor, sentando cátedra sobre el valor del rigor y verdad.

Por supuesto, una buena narrativa requiere eliminar las partes que no interesan. La URSS no dejó nunca de homenajear a los liquidadores, todas las personas que se expusieron para paliar los efectos del desastre. Los diferentes monumentos en pie muestran que no hubo intención en olvidar lo sucedido. Y tampoco se quedó en meros homenajes, hace unos años un bombero ucraniano denunciaba que "cuando existía la Unión Soviética, nos cuidaban, nos curaban, se ocupaban de nosotros. Ahora los gobiernos nos han olvidado". Hubiera sido un buen final de la serie, buscar cómo les va hoy a esos héroes, ya "liberados del yugo soviético".

También podrían haber investigado dónde fueron atendidos y asistidos durante años los afectados por la radiación y contar que, tras la caída de la URSS, 26.000 personas fueron a Cuba, un gobierno que seguía siendo comunista, a recibir tratamiento médico gratuito.

Pero contar todo eso hubiera supuesto visitar ahora los lugares, recoger testimonios y declaraciones y el resultado sería un riguroso documental en lugar de una atractiva serie de televisión con efectos especiales y dramas ficcionados. Demasiado aburrido para nuestra sociedad del espectáculo.

Aniversario de Prensa Latina



Por Manuel Cabieses Donoso

Para el periodismo antimperialista de América Latina es una fecha histórica: nuestra primera agencia de noticias.

Hace sesenta años la Revolución Cubana creaba este instrumento para enfrentar la mentira y las calumnias que difundían las agencias UPI y AP.

La Revolución Cubana enfrentó desde el primer día la agresividad de los medios de comunicación del imperio. Aún no se declaraba el carácter socialista de la revolución pero sin embargo Washington desconfiaban de un proceso que no acataba sus “consejos” y recomendaciones. Esto llevó a Fidel Castro a convocar en La Habana una amplia reunión de periodistas de todo el mundo para dar a conocer la realidad de la revolución que comenzaba en la isla. Pero eso no fue suficiente. Se requería un instrumento permanente de trabajo al servicio de la verdad. El Comandante Ernesto Che Guevara y el periodista Jorge Ricardo Masetti estuvieron al frente del proyecto que cuajó en junio de 1959 en la agencia Prensa Latina. Periodistas de varios países (Argentina, Brasil, Colombia, etc.) se incorporaron a la batalla que se entabló a través de los teletipos.

Hoy la lucha continúa a través de medios digitales y audiovisuales que los periodistas de Prensa Latina utilizan con eficiencia.

El periodismo de la agencia se bas​a en el respeto a la verdad para construir un relato donde los hechos indican por si mismos hacia dónde se encamina la humanidad, y que no es, desde luego, el triste destino que le depara el capitalismo.

Prensa Latina hace periodismo de calidad ciñéndose a normas éticas de información y opinión que hacen de nuestro oficio un eficaz instrumento en la batalla de ideas.

Prensa Latina no está sola. Fue también en La Habana, en los años 90, en un congreso de la Federación Latinoamericana de Periodistas, donde Fidel lanzó el desafío: ¿y por qué no un canal latinoamericano de televisión? Hugo Chávez, otro grande de nuestra historia, recogió el guante y así nació Telesur.

El periodismo independiente de la esclavitud publicitaria y su banalidad informativa, cuenta con dos formidables instrumentos: Prensa Latina y Telesur. Su producción escrita y audiovisual alimenta centenares de medios populares que desafían al pensamiento único de la oligarquía de la información.

Prensa Latina ha ganado sólido prestigio gracias a la calidad de su trabajo. Su tarea es un orgullo para el periodismo latinoamericano. Felicidades en su cumpleaños.

viernes, 28 de junio de 2019

Decimoctava conjetura de nuevo orden


Rebelión

Por Cristóbal León Campos *

La lucha de los pueblos por establecer un orden justo y democrático es continua y se renueva conforme se aglutinan la conciencia y las necesidades, la opresión es siempre un garante de que vendrá en algún momento el grito libertario que pondera para los olvidados la implantación y restitución de todo aquello que ha sido despojado, Nuestra América entra en un etapa de reconfiguración de las fuerzas, nuevamente opresores contra oprimidos, la avanzada ultraconservadora comienza a ser confrontada por la voluntad popular de poner fin a las laceraciones, el neoliberalismo alcanza sus límites convirtiéndose en la trampa antagónica del capitalismo, la organización y los reclamos crecen al tiempo en que los oligarcas reprimen las expresiones de inconformidad tratando de mantener sus poderes intactos, la voz inquebrantable de la dignidad retumba en el seno mismo que la provoca, los pueblos se unen para resistir.
En Honduras se extiende el deseo de transformar la realidad, a los maestros y médicos que desde meses atrás vienen conformando la vanguardia, se le fuman ahora otros grupos de trabajadores como los transportistas y sectores populares para exigir la salida del presidente, Juan Orlando Hernández, acusado de reelegirse mediante un fraude en el 2017 y de ser un claro lacayo del imperialismo estadounidense. La crisis centroamericana se ha profundizado, los éxodos de inmigrantes fueron las señales de lo venidero, el hartazgo social tiene siempre formas expresivas que revelan las formas de su conformación, ahora las fuerzas populares se encuentran movilizadas con un solo sentir, reivindican su derecho a la justicia, reclaman el fin de la opresión simulada como desarrollo, en la propia Policía Nacional sus miembros de escala básica y el cuerpo especializado cobras, se han declaro en paro indefinido y ha dicho no participar más en la represión orquestada por los poderosos contra las masas rebeladas, el grado alcanza enfrentamientos internos al querer ser disuadidos por el director de la Policía Nacional a quien recibieron con bombas lacrimógenas y disparos a tierra. Esta crisis sistémica se agudiza con el desabastecimiento de combustibles generado por el paro de los transportistas de carga. En Tegucigalpa se registran al menos tres enfrentamientos entre los opresores leales al régimen antidemocrático de Juan Orlando Hernández y los policías sublevados, el pueblo en las calles de los principales puntos del país centroamericano busca poner fin al gobierno injusto.

La subversión de un sector de la policía no significa para nada el fin de todo el aparato represivo dirigido desde el poder central, de las últimas jornadas de protesta se registran por lo menos dos muertos y decenas de heridos, el régimen hondureño ha mostrado desde antes su rostro violento y su cerrazón, todo ello, acompañado de la ya común campaña mediática de las corporaciones capitalista que por un lado distorsionan la noticia negando la inconformidad popular y, por otro lado, la silencian según sea la conveniencia del momento o de la estrategia política, lo cierto es, que el reclamo social es verdadero y se va profundizando por la respuesta del poder empecinado en mantenerse, el pueblo hondureño libra jornadas de insurrección por la defensa de sus más elementales derechos.

En este contexto, la figura del ex presidente, Manuel Zelaya, derrocado por un golpe parlamentario orquestado por los Estados Unidos en el 2009, a reaparecido como una de la voces de protesta. Manuel Zelaya ha dicho ante el panorama complejo que las elecciones “no representa nada para nosotros. La única opción que tenemos es la rebelión, amparada en la Constitución”. El expresidente lanzó un llamado al pueblo para mantenerse “en vanguardia y alerta popular sin distintivos políticos”. Es importante recordar que en tan solo unos días se cumplirán diez años del golpe de Estado que derrocara a Zelaya, un acontecimiento que juega un papel fundamental en la subjetividad de la población, pudiendo ser catapulta para la conciencia. Además, el golpe de Estado ha sido interpretado como el principal factor para la crisis que ahora se vive, generando violencia, miseria, éxodos de inmigrantes y violaciones sistemáticas a los derechos humanos.

Honduras está en las calles, su lucha debe ser respaldada desde la movilización, la denuncia y la difusión, por todos quienes asumimos como urgente el fin de la opresión y la liberación de nuestros pueblos, Nuestra América unida debe alzar su voz.

* Cristóbal León Campos es integrante del Colectivo Disyuntivas

OMCT y la FIDH solicita intervención urgente por amenazas contra defensor de derechos humanos



HND 003 / 0619 / OBS 053
Criminalización
Honduras
21 de junio de 2019

El Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos, programa conjunto de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y de la FIDH, solicita su intervención urgente ante la siguiente situación en Honduras.

Descripción de la situación

El Observatorio ha recibido información del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) sobre la criminalización y amenaza contra la libertad del abogado defensor de derechos humanos Sr. Mario Amílcar Portillo Contreras en la ciudad de la Esperanza, departamento de Intibucá en Honduras.

Según la información recibida, el 20 de junio de 2019, el Sr. Mario Portillo, en ejercicio de su profesión, actuó en la defensa de un menor de edad y otras tres personas que habían sido detenidas en el desarrollo de una protesta social en la ciudad de la Esperanza y quienes fueron objeto de tratos inhumanos y degradantes. Unas horas más tarde las tres personas fueron liberadas y el Sr. Mario Portillo firmó ante la Policía un documento en calidad de representante.

No obstante, la detención de estas cuatro personas produjo el rechazo de los manifestantes, quienes llegaron hasta la delegación policial a reclamar su liberación. Esta protesta fue dispersada por la Policía a la fuerza, mediante el uso de gases lacrimógenos y se produjeron serios disturbios. En ese contexto tres personas más fueron detenidas.

Durante los disturbios la Policía solicitó al defensor Mario Portillo su mediación para calmar los ánimos de los manifestantes a lo que él accedió. La situación retornó a la normalidad y, posteriormente, las otras tres personas detenidas fueron liberadas y entregadas a una comisión que había sido nombrada por parte de la comunidad para recibirlos.

Según las mismas informaciones, las autoridades departamentales de Intibucá, civiles, policiales y militares habrían decidido presentar cargos contra el abogado defensor responsabilizándolo de ser el coordinador de las protestas y de los daños ocasionados durante los disturbios ocurridos. Su captura podría producirse en las próximas horas.

El Observatorio manifiesta su preocupación ante la amenaza que pesa contra la libertad del defensor de derechos humanos Sr. Mario Portillo y que esta corresponda a una retaliación por el ejercicio de la defensa de los derechos humanos en Honduras. Según la información recibida por el Observatorio el Sr. Portillo ya habría sido criminalizado en el pasado por su defensa del campesinado en el Bajo Aguán.

Por todo lo anterior, el Observatorio insta al Estado de Honduras a abstenerse de todo acto de persecución y criminalización contra el Sr. Mario Portillo y reitera su exigencia para que se adopten medidas eficaces y urgentes para garantizar el ejercicio del derecho a defender derechos humanos en Honduras.

Acción solicitada:

Por favor, escriban a las autoridades de Honduras urgiéndolas a:

i.    Poner fin a todo acto de hostigamiento, uso indebido del derecho penal y criminalización en contra de personas y comunidades que defienden los derechos humanos en Honduras, incluidos los que puedan cursar contra el Sr. Mario Portillo;
ii.    Adoptar las medidas más apropiadas para garantizar la seguridad e integridad física y psicológica del Sr. Mario Portillo y de todas las personas defensoras de derechos humanos en Honduras;
iii.    Implementar políticas de reconocimiento, incluyendo el reconocimiento público por parte del Presidente de la República y otros altos funcionarios, de la importancia de la legítima labor llevada a cabo por los defensores y defensoras de derechos humanos;
iv.    Asegurar la aplicación de lo dispuesto por la Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 9 de diciembre de 1998, en particular en lo referente al artículo 1, 5.a y 12.2;
v.    De manera general, garantizar el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en todo el país, de conformidad con las normas internacionales de derechos humanos ratificadas por Honduras.

Direcciones:

•    Sr. Juan Orlando Hernández, Presidente de la República. E-mail: diseloalpresidente@presidencia.gob.hn, info@presidencia.gob.hn
•    Héctor Leonel Ayala, Secretario de Estado de los Despachos de Justicia, Derechos Humanos, Gobernación y Descentralización. E-mail: observatorio@sdhjgd.gob.hn
•    Sr. Oscar Chinchilla, Fiscal General de la República. E-mail: suazog@mp.hn;
•    Sra. Nora Urbina, Directora General del Sistema de Protección a defensores de derechos humanos, periodistas, comunicadores sociales y operadores de justicia. E-mail: proteccion.ddhh.hn@gmail.com
•    Sr. Roberto Herrera Cáceres, Comisionado Nacional de los Derechos Humanos. E-mail: consultorinternacionalhn1@gmail.com; central@conadeh.hn
•    Sr. Jorge Alberto Rivera Avilés, Presidente de la Corte Suprema de Justicia. E-mail: cedij@poderjudicial.gob.hn; justiciaenaccion@poderjudicial.gob.hn
•    Sr. Embajador Giampaolo Carmelo Rizzo Alvarado, Misión Permanente de Honduras ante las Naciones Unidas en Ginebra. E-mail: mission@hondurasginebra.ch
•    Sr. Embajador Roberto Ochoa Madrid, Embajada de Honduras en Bruselas. E-mail: ambassade.honduras@chello.be
•    Sr. Embajador Leónidas Rosa Bautista, Embajada de Honduras en OEA. E-mail: honduras@oas.org

Por favor, escriban también a las Representaciones Diplomáticas de Honduras en sus respectivos países.

***

Ginebra-Paris, 21 de junio de 2019

Agradecemos que nos informen sobre cualquier acción emprendida, citando el código de este llamado en su respuesta.

El Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos (el Observatorio) es un programa creado en 1997 por la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y la FIDH y tiene por objetivo intervenir para prevenir o remediar situaciones concretas de represión contra los defensores y defensoras de los derechos humanos. OMCT y FIDH son ambos miembros de ProtectDefenders.eu, el Mecanismo de la Unión Europea para Defensores de Derechos Humanos implementado por sociedad civil internacional.

Para contactar al Observatorio, comuníquese con la Línea de Urgencia:
•    E-mail: Appeals@fidh-omct.org
•    Tel. y fax: OMCT : + 41 22 809 49 39 / + 41 22 809 49 29
•    Tel. y fax: FIDH : + 33 1 43 55 25 18 / + 33 1 43 55 18 80

Los protagonistas



Por J. Donadín Álvarez

Honduras arde. La linealidad de los siglos de opresión, pobreza extrema, abandono de los gobiernos, entre otros tantos males que han encadenado a la nación, parece llegar a su fin. Las nuevas circunstancias actuales han habilitado la oportunidad de reescribir la historia nacional.

En este escenario, propiciado por la dictadura cachureca, hay básicamente cinco protagonistas y dependiendo del papel que asuma cada de ellos se irá configurando la nueva historia hondureña.

El primer protagonista es el gobierno dictatorial, fraudulento, cínico, mañoso, neoliberal y narco que encabeza Juan Orlando Hernández. Su accionar ha estado marcado por la violencia en todos los niveles, la exclusión social, la corrupción y la manipulación de la voluntad colectiva. Ante tal proceder, el descontento general se ha desbordado y la gobernabilidad de la nación ha sido perdida. Todo parece indicar que el fin del régimen está cercano puesto que sus mismos hechos lo están arremolinado dentro su propia vorágine.

El segundo protagonista lo constituye la Plataforma de Salud y Educación en Honduras que con su organización, coherencia discursiva y presión popular ha demostrado su capacidad de realizar una propuesta seria, creíble y realizable, al mismo tiempo que ha evidenciado la intransigencia del régimen de Juan Orlando Hernández. Cabe señalar que sería interesante que esta plataforma se ampliara y fuera integrada por otros sectores organizados. De todos es sabido que, aunque la lucha de la plataforma comenzó siendo gremial, en su seno hay una presión hacia la dictadura que implícitamente conlleva el deseo de la desaparición de esta última.

El tercer protagonista lo compone la oposición política liderada por el Partido Libertad y Refundación (LibRe). El papel desempeñado por los diputados de este instituto político en el Congreso Nacional ha sido interesante. Mientras la directiva cachureca utiliza los medios afines a la dictadura para achacarle irreverencia al falso protocolo parlamentario, estos diputados han demostrado el modus operandi de los nacionalistas para aprobar leyes, en cuyo proceso de aprobación ni se socializan previamente, ni se leen en el pleno legislativo ni tampoco se consideran los votos de los parlamentarios; sencillamente un cachureco afirma: “aprobado”. Gracias a la insurrección legislativa se ha frenado momentáneamente la estocada nacionalista.

El cuarto protagonista es la embajada norteamericana cuyo respaldo al dictador –porque le es instrumento útil al capital transnacional– solo demuestra la suciedad de la política exterior gringa, que a sabiendas de sus narcoandanzas lo sigue apoyando, aunque ya condicionadamente.

Finalmente, el quinto protagonista y, sin duda, el más importante es el pueblo hondureño.  Su conciencia política ha sido sacudida de golpe y de todos los protagonistas es el que tiene la última palabra, es el que puede determinar el rumbo de la historia hondureña. Por ser quien sufre, está indignado al haber comprendido la dinámica de la política vernácula y ahora está en las calles exigiendo a todo pulmón la salida del tirano. El pueblo sabe que la lucha gremial de la Plataforma de Salud y Educación en Honduras ha adquirido nuevos matices tras la negativa del gobierno a dialogar, entiende que sus derechos a la salud y a la educación están siendo cercenados para cumplir los acuerdos gubernamentales con el Fondo Monetario Internacional (FMI), intuye que con un dictador no es posible dialogar. No es para menos. Se sabe que la aparente inocencia con que mediáticamente el dictador ha invitado a la Plataforma es una maniobra impúdica y aceptarla sería un suicidio. Con su falso diálogo, el régimen pretende desvirtuar la lucha y desmovilizar a la ciudadanía.

Sin embargo, nada ni nadie detiene al pueblo enardecido. Hoy más que nunca comienza a cobrar fuerza el estribillo “y va a caer y va a caer, ese hijueputa va a caer”.

Chernobyl, la advertencia incomprendida



Por Rafael Poch de Feliu

La serie Chernobyl del americano Craig Mazin y los canales HBO y Sky ha fascinado a mucha gente. Aquel terrible accidente y la URSS quedan lo suficientemente lejos como para resultar desconocidos a toda una generación. Los escenarios están muy bien recreados, las sicologías no tanto. Algunas escenas y detalles son vulgares concesiones a la denigración del enemigo histórico. Los personajes centrales, el académico Valeri Legásov o el vicepresidente Boris Sherbina, han sido caricaturizados para que encajen en la habitual estructura maniquea de la industria del entretenimiento gringa, alérgica por definición a las realidades de tonos grises, precisamente las que dominaban en la URSS y en la humanidad en general. Pero todo eso son detalles sin importancia, al lado de su peor defecto: la serie ignora por completo el carácter universal de aquel accidente.
Chernobyl no es un caso aislado. Tampoco la estupidez del sistema soviético, ni la mentira, ni el secretismo, ni la irresponsabilidad técnica. Al dar la vuelta al mundo, las nubes radiactivas de la central ucraniana fueron una advertencia para toda una civilización. El peor defecto de la serie es, precisamente, su ignorancia de todo eso.

Desbarajuste

Viví aquel accidente en la redacción de la agencia alemana de prensa en Hamburgo, la DPA, seguramente la peor agencia de prensa del mundo occidental. Cuando acababa mi turno de guardia llegó un teletipo extraño fechado en Estocolmo en el que se daba cuenta de una anormal radiación junto a una central nuclear sueca, en la que, extrañamente, no se encontraba fuga alguna. Cuando volví al trabajo al día siguiente ya se había declarado el incendio informativo. La agencia Tass no emitió su primera nota hasta dos días después y el gobierno soviético no divulgó su primera información oficial hasta pasados cuatro días. En occidente se interpretó como ocultación de datos y mala fe, lo que en gran parte era pura desorganización y chapuza. Al secretismo y la irresponsabilidad se sumaba la incerteza al más alto nivel.

“No sabíamos qué demonios estaba pasando allí. Aquella misma mañana decidimos en el Politburó concentrar directamente toda la información disponible, nuestra máxima preocupación era que reventara el reactor y que su contenido llegara a los ríos Prypiat y Dnieper poniendo en peligro la vida de millones de personas, sobre todo en Kiev”, me dijo años después Mijail Gorbachov recordando aquellos días.

Pero el peligro no estaba en el sur, donde se encontraba Kiev con sus tres millones y medio de habitantes, sino que venía determinado por la dirección del viento que empujó la nube radiactiva, primero hacia el oeste y luego hacia el norte, en dirección a las ciudades de Gomel y Mogiliov, en Bielorrusia.

Aquel abril en Alemania el desbarajuste era total. Cada región improvisaba sus medidas preventivas, cuyo catálogo era más abultado allí donde había gobiernos de coalición verdes-socialdemócratas, con lo que la peligrosidad o no de la radiación dependía de quien gobernara la región. El resultado era que los camiones que venían del este eran rociados con agua en algunos puntos y en otros no. En Hamburgo, de repente, la lluvia se convirtió en algo peligroso. Se procuraba no salir de casa, se lavaban impermeables, y letreros colocados en los parques infantiles desaconsejaban que los niños jugaran con la arena. En otras ciudades y “länder” todo eso se ignoraba. En Francia, el país más nuclearizado del continente, las consecuencias de Chernobyl no eran noticia y las autoridades no tomaban ninguna medida ante los mismos parámetros de radiación que en Alemania provocaban pánico.

Al este del edén

En todo el bloque del este el accidente se vivió, sobre todo, como una calamidad más provocada por el “hermano mayor”, dominante pero política y tecnológicamente retrasado. Esa común sensación no impedía una gran diversidad de percepciones y actitudes. Si en la politizada Polonia había restricciones de lácteos y manifestaciones antisoviéticas, en Hungría, Chernobyl no parecía quitar el sueño a la opinión pública.

Aquel julio de 1986 atravesé en bicicleta la Rumania de Ceaucescu para hacer un reportaje. En una aldea sajona de Transilvania, la minoría alemana procuraba alimentar a algunas de sus vacas con forraje del año pasado y sólo consumía leche de ellas. La producción del ganado alimentado con el forraje del año corriente, “contaminado” por Chernobyl según la opinión general, se vendía a lo rumanos, me explicó un pastor protestante de Brasov, que hablaba en voz baja de política en su propia casa y se refería a Ceaucescu como “él”. En las oficinas de turismo de Cluj, grandes carteles informaban que la costa del Mar Negro reunía óptimas condiciones sanitarias para pasar las vacaciones. Se intentaba desmentir el pánico soterrado sin ni siquiera mencionar el accidente.

Justo un año después, en 1987, estuve en Bielorrusia estudiando ruso. Minsk, la capital, se parecía a la actual Pyongyang. Los domingos se cortaba el tráfico en la principal avenida de la ciudad, la Avenida Lenin, y la gente paseaba por ella en silencio mientras por megafonía retransmitía la radio local. Mi petición de entrevistarme con un académico para hablar de ecología provocó un pequeño seísmo en la universidad. Todas las relaciones de los estudiantes extranjeros, incluidas las sexuales, estaban organizadas por el KGB a través de las juventudes comunistas. Unos jóvenes me contaron que el 26 de abril del año anterior habían estado todo el día en el parque tomando el sol y que luego tuvieron problemas de impotencia con sus parejas a causa de la radiación recibida. Si en Rumanía casi todas las fuentes disidentes de mi reportaje resultaron ser confidentes de la Securitate (de eso me enteré luego, cuando mi nombre apareció en los archivos policiales abiertos por el poscomunismo rumano), el de la impotencia de los jóvenes de Minsk fue el máximo secreto que logré desvelar aquel verano bielorruso.

Los accidentes soviéticos

La URSS disponía de una dramática experiencia en materia de accidentes y desastres nucleares. Antes de Chernobyl cerca de un millón de soviéticos habían sido afectados por radiación en diversos accidentes, pruebas y trabajos, vinculados al estatus de superpotencia nuclear. Sólo en la flota submarina nuclear se habían producido quinientos casos de “enfermedades por radiación aguda”, 433 de ellos mortales, pero los tres grandes accidentes anteriores a Chernobyl habían tenido por protagonista a la gran fábrica secreta de reprocesamiento “Mayak” en la región de los Urales. El primero de ellos consistió en el vertido continuado de sustancias radiactivas, entre 1949 y 1952, a los ríos Techa e Iset, contaminando a un colectivo de 124.000 personas. El segundo, el llamado “accidente de Kyshtum” en 1957, fue la explosión termal de uno de los contenedores en la misma factoría. Su resultado fue la contaminación de una superficie de 23 kilómetros cuadrados poblada por 270.000 personas. El tercero se registró en 1967 cuando el viento dispersó el polvo radiactivo deficientemente almacenado, a 75 kilómetros de distancia, en el lago Karachai, un área poblada por 40.000 personas.

Esta experiencia dio lugar a estudios y conclusiones médico-biológicos, pero era desconocida por la mayoría de los científicos que trabajaron en el accidente de Chernobyl, en parte a causa del secretismo que rodeaba a todo lo nuclear, y en parte también por la estupidez administrativa característica del régimen soviético, algo enraizado en los mismos fundamentos del sistema desde antaño. En las situaciones de emergencia como la de Chernobyl, la improvisación, el voluntarismo y el sacrificio personal compensaban aquella realidad.

Aunque la propaganda de la guerra fría se encargó de ventilarla con particular ahínco la serie nuclear soviética tenía claros paralelismos con la pruebas nucleares americanas en Nevada o las islas Marshall, o en las francesas en África porque el problema no es el régimen político sino la tecnología nuclear.

70 años de radiación sin fronteras

En 1998 un estudio encargado por el Congreso de Estados Unidos (accesible aquí), reveló el precio humano que los propios americanos han tenido que pagar por las pruebas nucleares. Se trata de 33.000 casos de cáncer, 11.000 de ellos mortales, que, según el Center for Disease Control and Prevencion (CDC), se produjeron en Estados Unidos como consecuencia de once años de pruebas nucleares, entre 1951 y 1962. Según Robert Álvarez, un funcionario del departamento de energía de la administración Clinton, 19 pruebas nucleares americanas lanzaron cada una de ellas a la atmósfera niveles de radiación de una escala comparable al accidente registrado en abril de 1986 en Chernobyl. El estudio del CDC no es completo -las pruebas continuaron hasta mucho mas allá de 1962- pero demuestra que los efectos de la lluvia nuclear y los casos de cáncer se registraron por toda la geografía de Estados Unidos.

“Desde 1951, cualquier persona que vivió en Estados Unidos estuvo expuesta a lluvia radiactiva y todos sus órganos recibieron alguna exposición a la radiación”, señala el informe oficial. El estudio no contabiliza las pruebas atmosféricas chinas realizadas en Lob Nohr (provincia de Xinjiang) desde 1964 hasta 1980, ni las francesas, de 1963 a 1974, ni las explosiones anteriores a 1951 (americanas en las Islas Marshall, y soviéticas en Kazajstán), ni las tres explosiones pioneras de 1945 en Nuevo Méjico, Hiroshima y Nagasaki, ni la contaminación de Hawai por las pruebas americanas del Pacífico, ni la de Alaska por las soviéticas en Nóvaya Zemlya. La radiación no conoce fronteras y si un país realiza pruebas nucleares o registra un accidente en una central nuclear, toda la humanidad paga por ello.

En 2011 poco después del accidente de Fukushima, entrevisté en Viena a Yuli Andreyev, el ex vicedirector del Spetsatom, el organismo soviético de lucha contra accidentes nucleares. Andreyev fue asesor del ministerio de medio ambiente austriaco y de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), un organismo del sistema de la ONU que es la principal agencia de cooperación internacional en materia de energía nuclear. Me dijo que Chernobyl continuaba rodeado de mentiras, que el accidente no fue responsabilidad de los operadores de la central, como se dijo, sino de un claro defecto de diseño de los reactores RMBK resultado de la economía de costes. Un diseño apropiado de aquellos reactores soviéticos exigía una gran cantidad de circonio, un metal raro, así como todo un laberinto de tubos, técnicas especiales para la soldadura de circonio. Acero inoxidable y enormes cantidades de hormigón. Era un dineral, así que se decidió economizar, explicaba Andreyev, que me puso a caldo al académico Legásov, el héroe de la serie de marras. “Responsabilizó a los operadores de la central, que fueron encarcelados, mientras él continuó libre y aún pretendía que le condecoraran”.

Sin control independiente

El problema de la industria nuclear y de las centrales nucleares no es el régimen político en el que están insertas sino la propia tecnología. En el mundo hay unos 570 reactores -sin contar los construidos por los chinos en los últimos años- de los que cinco (Harrisburg, Chernobyl y los tres de Fukushima) se fundieron accidentalmente. Eso arroja una probabilidad de accidente nuclear grave del 1%. Además está el problema de los residuos y muchos imponderables sanitarios.

Sin KGB y siendo una superpotencia tecnológica, Japón se comportó de forma semejante a los soviéticos con Chernobyl o a los americanos con sus pruebas. Cinco años antes de Chernobyl, entre el 10 de enero y el 8 de marzo de 1981, hubo un grave accidente en la central nipona de Tsuruga. Se vertieron 40.000 litros de material radiactivo desde los depósitos de residuos de la central en las cloacas de la ciudad de Tsuruga, donde vivían 100.000 personas. La empresa silenció lo ocurrido y el público no se enteró hasta el 20 de abril.

La mítica “seguridad” se sacrifica a cuestiones egoístas, decía Andreyev. “En la URSS por razones de prestigio y por el coste del enriquecimiento del uranio, en Japón pura y simplemente por dinero. La localización de las centrales de Japón junto al mar es la más barata. Los generadores de emergencia no los enterraron en Fukushima y, claro, se inundaron enseguida. Detrás de todo esto hay corrupción: ¿cómo puede diseñarse una central nuclear en una zona de alto riesgo sísmico, al lado del Océano, con los generadores de emergencia en superficie? Llegó la ola y todo quedó fuera de servicio. Fukushima no fue un error, fue un delito”.

En la URSS el abaratamiento de costes y el diseño de los reactores RMBK incrementaron los riesgos. “Todo eso era contrario a las normas de seguridad, pero la supervisión nuclear en la URSS formaba parte del Ministerio de Energía Atómica. Algo parecido ocurre hoy con la AIEA, decía Andreyev, pues la agencia de la ONU depende de la industria nuclear. La ausencia de instancias de control independientes es un problema añadido a una tecnología peligrosa e inhumana por su escala.

“La misión de la AIEA es contribuir a la extensión de la energía nuclear y todo lo que vaya en contra de ella no lo va a divulgar”, explicó Andreyev. “No es una conjura, sino la conducta estándar que cabe esperar cuando se pone a la cabra de hortelano”.

La historia sugiere que la humanidad solo aprende a fuerza de batacazos. El problema de la energía nuclear, y de la tecnologías y armas de destrucción masiva, es que su escala temporal y destructiva es definitiva. Apenas hay margen para un batacazo didáctico-instructivo. Por eso Einstein ya dijo en los años cincuenta que lo nuclear lo había cambiado todo, “menos la mentalidad del hombre”. En ese retraso temporal entre la mentalidad y la tecnología reside el peligro. Con su fundamental defecto de ignorar la perspectiva universal del asunto, la serie Chernobyl, tan bien realizada, confirma modestamente el problema.


EE.UU. exige los perfiles en redes sociales a quienes piden visa



Por Mirko C. Trudeau *

Quienes soliciten un visado a Estados Unidos, independientemente del motivo del viaje y la duración, ahora deben informar previamente sobre qué redes sociales han utilizado durante los últimos cinco años, e incluso los números telefónicos con los que se comunicaron en ese lapso, lo que, obviamente atenta contra la libertad de expresión y de asociación y el derecho a la privacidad,
La nueva disposición es parte de una orden ejecutiva emitida por el presidente Donald Trump titulada "Proteger a la nación de la entrada de terroristas extranjeros en EE.UU.", o se parte de la base de que todos quienes quieren viajar a EEUU son potencialmente terroristas. La acción compromete la privacidad y la libertad de expresión de los millones de personas que viajan cada año a EE.UU., piensa, asimismo La Internet Association que representa a megaempresas como Facebook, Google y Twitter.

Curioso: en la base de la Estatua de la Libertad, a la entrada de Nueva York, hay un poema de Ema Lazarus que dice: “Dame tus cansadas, tus pobres, tus hacinadas multitudes anhelantes de respirar en libertad”. Su significado quedó hecho añicos a lo largo de varias presidencias, pero Donald Trump lo terminó de hacer polvo, señala Gustavo Veiga.

La ACLU señaló que entre 2008 y 2010 se examinaron los dispositivos electrónicos de 6.671 viajeros, de los cuales casi 3.000 eran nacionales estadounidenses. La iniciativa de pedir las cuentas de redes se anunció el año pasado y desde entonces ha sido objeto de críticas. Unos 80 millones de personas viajan anualmente a EEUU.

No sería la primera vez que se niega a alguien la entrada en el país por un tuit sacado de contexto. Un joven irlandés y su amiga británica fueron arrestados en 2012 en aduanas y devueltos a Europa por un tuit en el que él decía que viajaba a Estados Unidos para "destruir América". Se refería a salir de fiesta, romper la noche. En este caso, el tuitero fue objeto de una denuncia anónima, según Forbes pero ahora mismo ni siquiera haría falta una denuncia. Bastará con curiosear un poco.

Hasta ahora, para otorgar una visa de entrada, EEUU exigía información de contacto, historial de viaje, información de miembros de la familia y direcciones anteriores a todos los solicitantes de visados. También debían jurar que nunca pertenecieron a algún partido Comunista.

Toda la “ciencia ficción” del siglo 20 sobre el control orwelliano de los ciudadanos, quedó hecha añicos: ahora los filtros serán mayores para cruzar fronteras, tras las amenazas trumpianas de sanciones arancelarias a México e incluyen una zona de exclusión a los estadounidenses que pensaban visitar Cuba. Desde el 5 de junio, Washington le dio vigencia al Título III de la Ley Helms-Burton con el fin de asfixiar todavía más a la isla, desandando los avances que se habían logrado durante las presidencias de Barack Obama y Raúl Castro.

El bloqueo económico impuesto desde los años 1960 a Cuba, que significaron pérdidas de 134 mil millones de dólares hasta 2018, no logró aislar a la isla, no logró aislar a Cuba y esa es la causa de los nuevas medidas que para el gobierno cubano “buscan impedir que el pueblo de EEUU conozca la realidad cubana y derrote así el efecto de la propaganda calumniosa que a diario se fabrica contra nuestro país”.

En pocas horas más de la mitad del mercado de viajes de EEUU a Cuba se evaporó y posiblemente aumenten las consecuencias a medida que la turbulencia provocada por Trump se extiende a través de la industria de viajes, afectando a los proveedores de tours educativos, aerolíneas comerciales y otras compañías relacionadas con el turismo, por no mencionar a toda la economía cubana, señaló el diario The Nation.

“La recopilación de la información adicional sobre el historial en las redes sociales fortalecerá nuestro proceso para examinar a los solicitantes y confirmar su identidad", señaló el Departamento de Estado en su sitio web. “Trabajamos constantemente para encontrar mecanismos que mejoren nuestros procesos de selección para proteger a los ciudadanos estadounidenses, mientras apoyamos los viajes legítimos a EEUU”, añadió.
Ahora, los formularios que deben rellenar los solicitantes cuentan con un listado de una veintena de redes sociales que incluye YouTube, Facebook y Twitter. En el caso de que el extranjero tenga un perfil en una plataforma que no figura en el enumerado, hay una casilla en blanco para que voluntariamente informe de ella. Los extranjeros tendrán la opción de decir que no usan redes sociales, pero si mienten sobre su uso de redes, podrían enfrentar “graves consecuencias de inmigración”.
Obviamente, las contraseñas (passwords) no las piden porque como la mayoría de esas empresas son estadounidenses no las necesitan, tienen las puertas traseras de sus servidores. Los algoritmos se encargan automática y rápidamente de buscarlas.

El Departamento de Estado estimó que las nuevas reglas del juego afectarán a 710.000 solicitantes de visado de inmigrante y 15 millones de solicitantes de visado no inmigrante. Los diplomáticos son los únicos que están –por ahora- exentos de compartir sus perfiles. Además del historial de navegación en redes sociales, los viajeros deberán incluir en las planillas estatus de viajes internacionales y deportación y aclarar si algún familiar alguna vez ha sido implicado en actividades terroristas.

Ya durante el gobierno del demócrata Barack Obama, el Departamento de Estado - después del tiroteo efectuado en 2015 por los yihadistas Syed Farook y su esposa, Tashfeen Malik, que dejó 14 muertos en San Bernardino, California- comenzó a pedir a los solicitantes de visados que enviaran voluntariamente su información de los perfiles que tenían en las redes sociales

Malik, la mujer pakistaní, había apoyado al Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) en las redes sociales antes de cometer la masacre y la Administración Obama recibió fuertes críticas por no haber detectado su historial radical.

“La seguridad nacional es nuestra principal prioridad a la hora de adjudicar solicitudes de visa, y cada posible viajero e inmigrante que quiere entrar a Estados Unidos se debe someter a una exhaustiva evaluación de seguridad”, señaló ahora el Departamento de Estado.

Para la organización de derechos civiles American Civil Liberties Union (ACLU) la nueva medida tendrá un efecto "escalofriante" en la libertad de expresión y asociación. "La gente ahora tendrá que preguntarse si lo que dicen en línea será malinterpretado o mal entendido por un funcionario del gobierno estadounidense", advirtió Hina Shamsi, directora del Proyecto de Seguridad Nacional de ACLU.

El delito de ser extranjero

El periodista de la BBC Ali Hamedani denunció que fue interrogado durante más de dos horas en el aeropuerto O’Hare de Chicago. Aunque tiene pasaporte británico, Hamedani nació en Irán. “Me quitaron mi teléfono para averiguar mis ideas políticas. También me preguntaron si había recibido entrenamiento militar en Irán”. Cuando el agente de aduanas le quitó el teléfono, “tardé unos minutos en darme cuenta de que estaba en EE.UU. y que nadie puede preguntarme por mis opiniones. Él estaba leyendo mis tuits”.

Desde diciembre del año pasado, el formulario ESTA, que hay que rellenar para que ciudadanos de 38 países (entre ellos 23 europeos y sólo Chile entre los sudamericanos,) puedan entrar en EEUU sin necesidad de visado, incluye una pregunta opcional sobre las redes que utiliza, los nombres de usuario en plataformas como Twitter, Facebook e Instagram, además de YouTube, Tumblr, Flickr e incluso Google. Por ahora no piden la contraseña.

El formulario permite permanecer hasta 90 días en el país sin necesidad de solicitar un visado de turismo. Está abierto a los residentes de 38 países, entre ellos Alemania, Andorra, Australia, Austria, Bélgica, Brunéi, Chile, Corea del Sur, Dinamarca, Eslovenia, Eslovaquia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Islandia, Irlanda, Italia, Japón, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Mónaco, Noruega, Nueva Zelanda, Portugal, Reino Unido, República Checa, Taiwán, San Marino, Singapur, Suecia, Suiza.

Según la embajada de Estados Unidos en España, esta pregunta es opcional, tal y como figura en la propia web de la ESTA. Si uno opta por no responder, puede entregar el formulario “sin que eso conlleve una interpretación o inferencia negativa". Y se añade: "Ninguna ESTA tiene garantizada la aprobación y puede ser denegada por distintas razones”.

“La información procedente de las redes sociales puede utilizarse para revisar solicitudes del programa ESTA, para validar los viajes legítimos e identificar amenazas potenciales”, explicaron desde la embajada. “Esta información también puede ayudar a facilitar viajes legítimos proporcionando un medio adicional para resolver preguntas relevantes sobre identidad, ocupación, viajes previos y otros factores”.

En la ESTA solo se pregunta por los nombres de usuario de las cuentas, pero a Hamedani le pidieron también la contraseña de su móvil y le miraron todos sus mensajes que él creía que eran personales.

* Mirko C.Trudeau: Economista-jefe del Observatorio de Estudios Macroeconómicos (Nueva York), Analista de temas de EE.UU. y Europa, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)