lunes, 3 de diciembre de 2012

A la opinión pública sobre las manoseadas elecciones primarias




La comunidad nacional e internacional conoce muy bien que en Honduras existe una profunda crisis, que abarca desde la economía hasta las relaciones ciudadanas y la institucionalidad. Tal situación se manifestó con claridad a partir del golpe de Estado militar planificado y ejecutado por grupos económicos, religiosos y políticos de una elite que se esfuerza por concentrar beneficios, sin importarle el desamparo y pobreza que agobia a grandes sectores de la población nacional. 
Con ocasión del golpe, amplios sectores democráticos expresaron su rechazo frente a las viejas injusticias y desigualdades padecidas bajo la democracia largamente impostada. La represión y los asesinatos provocados por las fuerzas golpistas de seguridad no derrotaron la lucha popular; más bien precipitaron mayores grados de conciencia democrática y mejor organización para enfrentar la reacción golpista, hasta provocar un quiebre en la historia política del país, y una movilización que se condensó en la constitución del Frente Nacional de Resistencia Popular y luego del Partido Libertad y Refundación LibRe, como las entidades en donde se aglutinan las fuerzas diversas pero realmente progresistas y democráticas de Honduras.
Esta situación y la presión del rechazo internacional obligaron a los grupos que detentan el poder político y económico a ceder posiciones y aceptar la participación del partido LibRe en las elecciones primarias realizadas el 18 de noviembre de 2012. A pesar de la compra de votos por sectores pudientes y corruptos, a pesar del cerco mediático con que se quiso aislar al nuevo partido, los resultados de estas elecciones han sorprendido a los representantes de la tradición política. Los han inducido a poner en marcha una compleja maquinaria para desvirtuar las cifras finales a través de viejas prácticas fraudulentas que van, desde la falsificación de firmas, el doble voto, el manoseo de los materiales electorales, la adulteración de las actas, el sabotaje electrónico y el ocultamiento y postergación de los datos del partido Libertad y Refundación. Han intentado hacer creer que todos los partícipes son igualmente culpables y que el Tribunal Supremo Electoral se ha limitado a administrar el proceso, y aunque ellos aceptan y quieren la despartidización, olvidando lo que todos recordamos, que ese Tribunal representa a los partidos Liberal y Nacional.
Los grupos de poder que quieren preservar por la fuerza el sistema social injusto y excluyente y que han pretendido negar u ocultar nuestra resistencia se enfrentan al hecho de que, con todo, en estas elecciones primarias, el Partido LibRe ha cosechado a favor de su candidata presidencial Xiomara Castro de Zelaya más votos que todos los demás precandidatos de los partidos tradicionales, aunque entre ellos se acusan de habérselos “inflado”. Y saben  que esos votos de LibRe son un rechazo del pueblo contra las prácticas fraudulentas en los procesos eleccionarios, expresan también el rechazo frontal a este sistema social que los ha excluido con antiguas promesas de bienestar siempre postergadas y auguran un próximo triunfo. El partido LibRe se ha convertido, gracias al pueblo que se manifiesta en él,  en una fuerza incontrastable que propone trasformar el sistema y las instituciones para forjar otra Honduras, más respetada, en donde se garanticen oportunidades y se dignifique a la persona, sin exclusiones y en condiciones de mayor equidad. Nada ni nadie lo detendrá.
Para llegar pacíficamente al poder, sin embargo el Partido tiene que abogar por y conseguir una despartidización y un mayor control ciudadano independiente del proceso electoral en las elecciones generales próximas, para lo cual estamos seguros que contará con el apoyo casi unánime de la ciudadanía y de la comunidad internacional. Conminamos a nuestra dirigencia a tomar esta oportunidad para salvaguardar la expresión mayoritaria contra las trampas evidenciadas.

Emilio Guerrero, empresario y artista
Gustavo Zelaya, historiador
Rodolfo Pastor Fasquelle, historiador
Aníbal Delgado Fiallos, economista e historiador
Geraldina Tercero, antropóloga
Sergio Rodríguez, músico
Víctor Ney,  fotógrafo
Carlos Arturo Bueso, médico
Arturo Rendón, empresario y ex designado presidencial
Héctor Martinez, profesor de negocios Internacionales
Daniel Cruz Velásquez, empresario
Germán Espinal Z,  diplomático y catedratico
Julio Escoto, novelista y empresario editor
Carlos R. Zelaya, periodista
Hermes A Zelaya, teatrista
Rosa María Messen, docente universitaria/sindicalista
Natalie Roque, historiadora y gestora cultural
Darío Euraque, historiador
Sonia M. Gómez, comunicadora social
Guillermo Mejía, periodista y catedrático de periodismo
Ana Flores, publicista
Mario Ardón, antropólogo y agroecólogo
Helen Umaña, escritora
Armando Garcia, escritor
Rebeca Becerra, escritora
Mario Gallardo, escritor y profesor universitario
Ana Franzen, defensora de Derechos Humanos
Rodolfo Pastor de Maria y Campos, politólogo y diplomático
Camila Pastor, antropóloga/docente universitaria

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