viernes, 31 de agosto de 2018

Presentan Decreto de Amnistía para liberar presos políticos encarcelados por protestar contra el fraude electoral



La bancada del partido Libertad y Refundación (LibRe) presentó un proyecto de decreto para otorgar amnistía a las personas detenidas y procesadas por protestar contra el fraude electoral  de noviembre pasado y contra el régimen de Juan Orlando Hernández.

Después del 27 de noviembre de 2017 miles de ciudadanos en todo el territorio nacional se movilizaron pacíficamente en protesta por el fraude electoral  denunciado ante las autoridades competentes y reconocidas por varias organizaciones a nivel nacional e internacionales.

Durante las acciones de protestas decenas de ciudadanos fueron detenidos o retenidas por la fuerza de seguridad del estado, principalmente por la Policía Militar y del Orden Público (PMOP) y llevados a centros de detención y posteriormente puesta a las órdenes de los juzgados competente.

Las acciones de protesta fueron producto de las múltiples irregularidades, inconsistencias y fallas sistémicas ocurridas antes, durante y después del proceso electoral, detonando así una crisis política-electoral.

En Honduras 22 personas fueron privadas de libertad por participar en las protestas post electoral del pasado 26 de noviembre, las cuales fueron recluidas en cuatro cárceles del país, dos de máxima seguridad como son La Tolva, en Morocelí, El Paraíso, y El Pozo en Ilama, Santa Bárbara. Así como en el centro penal de Tela y en el de El Progreso.

Además un compatriota tuvo que abandonar el país por la persecución penal en su contra, teniendo que exiliarse en Costa Rica, después de permanecer cerca de un mes privado de libertad.

De acuerdo a la documentación el compatriota Eduardo Urbina abandonó el país el 10 de diciembre, luego que el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh) realizara las gestiones para que se pudiera marchar porque su vida estaba en peligro, pero el Gobierno, pese a tener toda la información de su salida, lo acusa de haber incendiado un camión militar el día 15 de diciembre.

De las 22 personas, 17 cobraron su libertad para defenderse en esa condición luego que se realizara audiencia de revisión de medidas, pero cinco aún permanecen privados de libertad. Dos están recluidos en La Tolva; uno en El Pozo y dos en el Centro Penal de El Progreso.

El proyecto de decreto presentado el jueves por el diputado por Francisco Morazán, Juan Barahona, establece que se le “conceda amplia e incondicional amnistía a todas las personas procesadas, con auto de formal procesamiento, en investigación sin judicialización o en cualquier etapa de la misma, en cualquier Juzgado o Tribunal de la Republica, por Delitos Políticos y Comunes”.

Los delitos que señala el proyecto están comprendidos en Título VII, Capítulo I, IV, IX y X; Título X; Título XII, Capítulo I, II, III, V, VI y VII del Código Penal vigente, siempre que sean conexos con Delitos Políticos, cometidos con anterioridad a la vigencia del presente Decreto y cuyas causas se encuentren en cualquiera de las etapas del proceso penal.

Asimismo señala el proyecto de decreto en otro de sus artículos que “los Jueces y Tribunales decretaran de oficio o a requerimiento de cualquiera de las partes, la inmediata libertad de todas las personas procesadas por los delitos a que se refieren el artículo precedente y declararan los sobreseimientos definitivos en los casos que procedan, de conformidad con este Decreto”.

Corredor Seco y baratela pública



Por Javier Suazo

“El problema del agro hondureño es que los actores reales se corrompieron, 

y abandonaron la lucha agraria por limosnas y el silencio 

en una alcaldía, diputación o puesto público”.

Marco Virgilio Carias

Se estima que los afectados en el Corredor Seco Centroamericano suman más de 3.5 millones de personas (FAO: 2018), asentadas en países principalmente del Triángulo Norte (Honduras, Guatemala y el Salvador). Es un problema agravado por la falta de lluvias, disponibilidad de alimentos y pobreza estructural que enfrentan las familias rurales, en especial los campesinos sin tierra, minifundistas y los trabajadores (as) estacionales. Un grupo de mayor vulnerabilidad son las mujeres jefas de hogar, con problema de acceso a tierra y demás activos productivos, empleos dignos y protección social para sus hijos.

Aunque las soluciones planificadas ameritan del concurso de todos, incluyendo a organizaciones campesinas y de mujeres, se sigue pensando en la compensación social focalizada-burocrática como la principal estrategia para enfrentar la pobreza extrema e inseguridad alimentaria, sin considerar opciones alternativas como la entrega masiva de tierras productivas no utilizadas a los campesinos de cada país, municipio, región y departamento, la revisión, ajuste o derogación del RD-CAFTA que vuelve a las economías de la región dependientes y mendigas alimentarias y la priorización de programas y proyectos de inversión en sectores dinámicos como el forestal, industrial y agroalimentario, generadores netos de ingresos, empleos y alimentos.

En el caso de Honduras, el gobierno de la República declaró emergencia nacional para enfrentar la sequía que afecta familias localizadas en el llamado “Corredor Seco” del país. Es una intervención recurrente del Ejecutivo frente a los problemas de baja producción, inseguridad alimentaria y pobreza que enfrentan las familias rurales, atribuidos al cambio climático. Antes del Golpe de Estado (junio 2009), los (as) afectados por las sequías se estimaban en 3,800 familias (SAG: 2009), pero hoy se habla de 65,000 familias localizadas en 74 municipios de siete (7) departamentos del país; o sea, el problema es mucho mayor ya que la población a atender se multiplicó por más de 1600%.

Una de las preguntas sin respuesta por las autoridades de gobierno y funcionarios y técnicos de agencias de cooperación internacional, es ¿por qué se llegó a la situación actual, donde miles de familias enfrentan riesgo permanente de inseguridad alimentaria y pobreza?

Una explicación es que la crisis alimentaria se atribuye no solo a la irregularidad (retrasos) en el régimen de lluvias que afecta las fuentes de agua, los cultivos y la producción, sino también por los escasos recursos para inversión productiva, la baja productividad agrícola y la situación de pobreza y riesgo social de las familias localizadas en zonas de menor desarrollo. A ello se suma, la corrupción (véase la “olla de Pandora”, donde más de 200 millones de lempiras destinados al agro fueron desviados a bolsillos de políticos y funcionarios corruptos), y el mal manejo de la ayuda alimentaria.

El gobierno para enfrentar la crisis alimentaria por la baja producción agrícola, recorre a políticas de compensación social (ejemplo: bono solidario productivo) y entrega de raciones alimentarias, acompañado de la construcción de pequeñas obras de riego y almacenamiento de aguas-lluvias, muchas de las cuales, como los reservorios de agua, resultan insuficientes. Estas medidas son paliativos a la crisis, las cuales se descontinúan una vez que el cambio climático es menos severo.

El gobierno y ciertas agencias cooperantes dicen muy poco de los impactos negativos que tiene el RD-CAFTA en la producción agroalimentaria hondureña, donde gran parte de esta producción (granos básicos principalmente) ha sido sustituida por importaciones al bajarse (no pagarse) los aranceles. Esta situación se agravará a futuro, al eliminarse los aranceles a productos como el maíz y arroz, por lo que la producción de bienes salarios (generada por pequeños productores) estará desprotegida totalmente. La crisis alimentaria generada, en parte por la liberalización comercial, curiosamente, es un aliciente para aumentar el monto de las importaciones de granos por la agroindustria, tal como ha sido denunciado por productores de granos básicos de la Costa Norte de Honduras. De acuerdo a cifras que manejan los agroindustriales, Honduras debe importar solo en arroz 3.3 millones quintales para suplir la demanda interna.

El decreto de emergencia aprobado por el gobierno en Consejo de Ministros, vigente hasta el 31 de diciembre de 2018, contempla la asignación de 100 millones de lempiras para atender a las familias afectadas, aumento de raciones alimenticias otorgadas por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la canalización de créditos para las siembras de postrera y la conformación de una Fuerza Tarea multiinstitucional para enfrentar la sequía y crisis alimentaria. Se contempla agilizar la aprobación de 52 millones de dólares para ejecutar y ampliar proyectos de riego, varios de los cuales están fuera del Corredor Seco, con el objeto de aumentar la producción de granos y alimentos en el país.

La otra pregunta sin respuesta aún por el gobierno, es ¿cuándo se aprobará un nuevo decreto de emergencia para atender las familias localizadas en el Corredor Seco? En 2014, según el Comisionado de los Derechos Humanos, se aprobó un decreto igual, por lo cual, deberíamos esperar que en 2022 se apruebe otro decreto parecido, o sea destinado a enfrentar la crisis alimentaria de las familias asentadas en estos municipios con medidas compensatorias, especialmente con fondos de transferencias monetarias condicionadas (TMC) autorizados por el FMI.

El gobierno de la República no cree en la planificación de mediano y largo plazo, incluyendo la planificación sectorial. La lección del FMI es que hay que achicar el Estado ya que el Mercado es sabio. La Secretaria de Agricultura y Ganadería (SAG) todavía no cuenta con un Plan de Desarrollo del Sector Agroalimentario 2018-2022, o 2018-2030, que permita visualizar no solo las orientaciones de política en el sector, sino también aquellas intervenciones diferenciadas (programas, proyectos, incentivos) por regiones, municipios y departamentos. Al parecer, sigue vigente la política del desarrollo del sector formulada por el gobierno del presidente Ricardo Maduro (2002-2005), sin que se haga un intento por evaluarla y actualizarla.

La urgencia de este plan o estrategia de desarrollo agroalimentario se justifica por la vigencia de intervenciones atomizadas ejecutadas por instituciones públicas, cooperantes, gobiernos locales y organizaciones de sociedad civil, donde cada uno dice tener la verdad y la solución del problema creciente de inseguridad alimentaria y pobreza en los municipios del Corredor Seco que, curiosamente, van en aumento, por lo que ya se empieza hablarse de la Honduras Seca.

Esta práctica de “anti desarrollo” desde fuera, ha inmovilizado a organizaciones campesinas y ambientalistas en dichos municipios, donde varios de sus “lideres” se han sumado a las acciones compensatorias que ejecuta el gobierno en conjunto con agencias cooperantes. Se cuentan con los dedos las organizaciones que representan a las familias campesinas afectadas, por lo que desde la base social no existe un interlocutor válido, siendo sustituido por instituciones públicas, alcaldías o agencias cooperantes.

Hay que construir una solución permanente a la crisis alimentaria desde la base social, más allá de la compensación social burocrática y autoritaria que ha resultado insuficiente, cara y corrupta.



¿Enfrentar la guerra de quinta generación con arcos y flechas?


Rebelión

Por Aram Aharonian

Alrededor del mundo, una inmensa gama de organismos gubernamentales y partidos políticos están explotando las plataformas y redes sociales para difundir desinformación y noticias basura, ejercer la censura y el control y socavar la confianza en la ciencia, los medios de comunicación y las instituciones públicas.
El consumo de noticias es cada vez más digital, y la inteligencia artificial, el análisis de la big data (que permite a la información interpretarse a sí misma y adelantarse a nuestras intenciones) y los algoritmos de la "caja negra" son utilizados para poner a prueba la verdad y la confianza, las piedras angulares de la llamada sociedad democrática occidental.

Son muy pocos los dueños de la infraestructura que permite el uso de internet en todo el mundo, y también los servicios que sobre ella se brindan. La propiedad de los cables de fibra subacuáticos, las empresas que se alojan y controlan el NAP de las Américas, los grandes centros de datos como Google, Facebook, Amazon o los llamados “servicios en la nube” como Google Drive, Amazon, Apple Store, OneDrive, veremos que son corporaciones trasnacionales, en su mayoría con capitales estadounidenses.

Hoy, de las seis principales firmas que cotizan en bolsa, cinco de ellas son del rubro de las TIC: Apple, Google, Microsoft, Amazon y Facebook.

Campo popular: aggiornar la lucha

Es que el mundo cambia constantemente, muchas veces al ritmo de la tecnología y pareciera que a la izquierda, a los movimientos y medios populares de comunicación, nos empujan a pelear en campos de batalla equivocados o ya perimidos, enarbolando consignas que no tienen correlato con este mundo nuevo.

Mientras, las corporaciones mediáticas hegemónicas desarrollan sus estrategias, tácticas y ofensivas en nuevos campos de batalla donde se pelea con nuevas armas, donde la realidad no importa, en lo que quizá ya ni se trata de la guerra de cuarta generación, la que ataca a la percepción y sentimientos y no al raciocinio, sino a una guerra de quinta generación, donde los ataques son masivos e inmediatos por parte de megaempresas trasnacionales, que venden sus “productos” (como el espionaje) a los Estados.

Hoy debiéramos estar más atentos a la integración vertical de los proveedores de los servicios de comunicación con compañía que producen contenidos, la llegada de los contenidos directamente a los dispositivos móviles, a la trasnacionalización de la comunicación, convirtiendo a la información en campañas de terrorismo mediático… mientras apenas denunciamos lo fácil que está siendo convertir a la democracia en una dictadura manejada por las grandes corporaciones

Debiéramos estar atentos a los temas de vigilancia, manipulación, transparencia y gobernanza de internet, al video como formato a reinar en los próximos años, estar atentos al hecho de que los mismos televisores se van convirtiendo en una pantalla más a donde llegan los contenidos manipulados por las grandes corporaciones.

Pero desde el campo popular seguimos reclamando la democratización de la comunicación y la información, creyendo que una distribución equitativa de las frecuencias de radio y televisión entre los sectores público, comercial y popular puede significar el fin de la concentración mediática. Estamos peleando guerras que ya no existen, cuando el campo de batalla está en Internet, en el big data, en los algoritmos, en la inteligencia artificial.

Cansa la insistencia discursiva anclada en el pasado y con una agenda diseñada en países centrales, que no incluyen nuestras realidades. Se insiste en una necesaria renovación de la izquierda, en la necesaria búsqueda de nuevos caminos -en las catarsis colectivas de seminarios, foros, reuniones, conciliábulos, escritos-, pero no se buscan soluciones específicas al aislamiento y endogamia de nuestros sitios populares, alternativos a los mensajes hegemónicos, comunitarios, populares.

Estos temas no están en la agenda de los movimientos, de los partidos ni de los gobiernos (incluso los progresistas), más preocupados por seguir con la satanización de las nuevas tecnologías, por la denunciología, que en definir estrategias y líneas de acción. Hoy los gobiernos de la restauración conservadora disparan contra Unasur, que en su momento de auge no pudo concretar un canal propio de fibra óptica, que al menos le hiciera cosquillas al control de las megacorporaciones.

Hoy, el escenario digital puede convertirse en una vía para la reconexión del progresismo con sus bases, y en particular con los jóvenes, que es como decir con el futuro. Pero, no se ha avanzado en una agenda comunicacional común, pero tampoco en temas estratégicos para el futuro de la soberanía tecnológica, como la gobernanza de Internet, el copyright, la innovación, el desarrollo de nuestras industrias culturales.

Se habla de nuevos caminos, pero pocos parecen dispuestos a transitarlos, porque seguramente afectan su identidad, su memoria y su vida. Se insiste en denunciar la desinformación, la información basura, el terrorismo mediático (tenemos doctorados en denunciología y lloriqueo), pero no nos preparamos para aprender a usar las nuevas herramientas, las nuevas armas de una guerra cultural ciberespacial. Quizá el problema no sea formular, sino tener oídos dispuestos a intentar, dice el humanista Javier Tolcachier.

Cada sitio de medios y/u organizaciones sociales dirige sus mensajes a una masa crítica acotada, a los que ya están convencidos de su mensaje, en una gimnasia endogámica, sin definir una agenda propia, latinoamericanista, en defensa de los derechos humanos y de los trabajadores, una línea editorial que los pueda unificar y entonces entrar con fuerza en la guerra cultural, en la batalla de las ideas.

Sus lenguajes –y hablamos sobre la generalidad y por eso es de destacar los esfuerzos del mediactivismo de Fora de Eixo, Facción o Emergentes, por ejemplo- no se adecúan al momento histórico, cultural ni tecnológico. Están anclados en la denunciología, sin visibilizar las luchas, los anhelos, de los pueblos o sociedades que dicen representar.

El informe de Oxford

Un informe de Samantha Bradshaw y Philip Howard, investigadores de la Universidad de Oxford (Challenging Truth and Trust: A Global Inventory of Organized Social Media Manipulation), confirma que la manipulación de la opinión pública sobre las plataformas de medios sociales se ha convertido en una amenaza a la vida pública.

En 2017, el primer inventario de las tropas de ocupación cibernéticas globales realizado por estos investigadores arrojaron luz sobre la organización mundial de la manipulación de los medios de comunicación social por gobiernos y actores de partidos políticos. Este año revela las nuevas tendencias de manipulación organizada de los medios, y sus cada vez más crecientes capacidades, estrategias y recursos en las que se apoya este fenómeno, con evidencias de campañas de la manipulación organizada de los medios en 48 países, 20 más que el año anterior.

En cada país se constató que al menos un partido político o agencia gubernamental usaba los medios de comunicación social para manipular a la opinión pública nacional, en países donde los partidos políticos diseminan desinformación durante las elecciones, o donde la institucionalidad se siente amenazada por noticias basura e injerencia extranjera en los asuntos internos, y desarrollan sus propias campañas de propaganda cibernética.

En una quinta parte de estos 48 países, sobre todo en los del sur global, se hallaron pruebas de campañas de desinformación operando sobre las aplicaciones de chat como WhatsApp, Telegram y WeChat. La manipulación de las redes es un gran negocio, donde gobiernos, fundaciones, ONG y partidos políticos han gastado más de 500 millones de dólares en investigaciones, desarrollo e implementación de operaciones psicológicas y manipulación de la opinión pública a través de internet.

En algunos países esto incluye “esfuerzos para contener al extremismo”, pero en la mayoría de los países esto implica la propagación de noticias basura y desinformación durante las elecciones, las crisis militares y complejos desastres humanitarios.

La guerra de quinta generación

Si la guerra de primera generación se basa en movilizar la mano de obra, la segunda en el poder de fuego y la tercera en la libertad de maniobra, los paradigmas cambian sustancialmente en la de cuarta generación, donde tanto los recursos empleados como los objetivos e intereses a alcanzar engloban tanto al interés público como privado (intereses de corporaciones). La idea principal es que el Estado ha perdido su monopolio de la guerra, y a nivel táctico incluye desde el aspecto armamentista al psicológico,

Dada la enorme superioridad tecnológica alcanzada durante la etapa anterior frente a esta asimetría de fuerzas entre contendientes, solo es concebible el uso de fuerzas irregulares ocultas que ataquen sorpresivamente al enemigo, tratando de provocar su derrota al desestabilizar a su rival, con el uso de tácticas no convencionales de combate.

En la guerra de quinta generación (también denominada guerra sin límites), introducida desde el 2009 como concepto estratégico operacional en las intervenciones EEUU-OTAN, no interesa ganar o perder, sino demoler la fuerza intelectual del enemigo, obligándolo a buscar un compromiso, valiéndose de cualquier medio, incluso sin uso de las armas. Se trata de una manipulación directa del ser humano a través de su parte neurológica (ondas biaurales y componentes de cristales de magnetita del cerebro y los métodos sobre sus posibles manipulaciones).

Y los medios masivos y las redes sociales son parte integral del esquema de esta guerra, para generar desestabilización en la población a través de operaciones de carácter psicológico prolongado; se busca afectar la psiquis colectiva, afectar la racionalidad y la emocionalidad, además de contribuir al desgaste político y a la capacidad de resistencia.

Y se cuenta con mecanismos científicos de control total a través de no solo la manipulación de medio masivos de comunicación e información concentrados, sino también de sistemas financieros como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, miles de fundaciones y organizaciones no gubernamentales,

Zbigniew Brzezinski, exsecretario de Estado estadounidense, afirmaba que la clave estaba en el ataque al recurso emocional de un país por medio de la revolución tecnológica, La táctica para mantener la desintegración política en la sociedad consiste en crear complejos de inferioridad y en convertirse en referencia externa en todos los ámbitos, evitando que los proyectos y modelos colectivos o alternativos se consoliden en su identidad, pues la referencia será algo distinto a sí mismos; el mundo desarrollado y su modelo prevaleciente.
Los medios de difusión masiva se encargan de condicionar las mentes en las naciones subdesarrolladas, puesto que “el Tercer Mundo enfrenta, ahora, el espectro de las aspiraciones insaciables”, según escribía Brzezinski hace ya 44 años.

Redes sociales, aislacionistas

Las redes sociales son un conjunto de plataformas digitales de esparcimiento e interacción social entre sus diversos usuarios, ya sean personas, grupos sociales o empresas, que permiten el envío de mensajes, la comunicación en tiempo real y la difusión de contenido de distintos modos, entre los usuarios que se encuentren conectados entre sí, es decir, que sean “amigos” o “seguidores” .

La aparición masiva de las redes sociales, dice la experta británico-ecuatoriana Sally Burch, han revolucionado nuestras sociedades, pero también han causado preocupación porque al no estar reguladas son aprovechadas para la desinformación, la imposición de imaginarios colectivos con la difusión de información falsa, creando realidades virtuales lejanas a las realidades reales, la apropiación de datos personales para fines comerciales y/o de manipulación política e, incluso, para conculcar la intimidad de los ciudadanos, invadiendo sus espacios de trabajo, educación, ocio e incluso de socialización.

Las redes sociales tienen acceso y manipulan los datos de sus usuarios (direcciones de correos, números telefónicos, aficiones, gustos, amigos), gentilmente proporcionados por ellos mismos a través de la construcción de sus propios perfiles. Su atractivo principal es la masividad: el mismo mensaje, información –o la misma publicidad tácita o encubierta- puede ser enviado a millones de personas a la vez, a través de las distintas plataformas (computadoras, tablets, celulares).

Operan en base a algoritmos que organizan la información para mostrarnos más de aquello que nos guste y menos de lo que no. Cuando validamos un comentario, una publicidad o una noticia, retroalimentamos el sistema para que se adapte aún más a nuestros gustos puntuales. Ya que los algoritmos privilegian el contenido semejante al que hemos elegido (con un “me gusta”), restringiendo las oportunidades de recibir información real, no filtrada, donde el usuario solo accede a opiniones semejantes a las suyas (un efecto antidemocrático, sin duda), agrega Burch.

Por ejemplo, un algoritmo usado por Facebook se basa en la afinidad (cantidad de veces que unos se conecta con otro, publicando en sus muros, validando –me gusta- sus contenidos. Su peso es la cantidad de interacciones que tiene una publicación y el tiempo hace que la información decaiga en interés y baje en la cola de la información.

Las desventajas de las redes sociales apuntan a la ruptura con la presencia de los otros, instándonos a dejar de socializar en persona, en la construcción de sociedades ciberdependientes, nichos donde no tiene cabida el pensamiento contrario, la otredad.

¿El fin de la transparencia?

La consultora británica Cambridge Analytica (CA), la que protagonizó el escándalo por el uso de 87 millones de datos de usuarios de Facebook, si bien anunció el cese de todas sus operaciones, simplemente cambió de piel y seguirá sus manipulaciones, amenazando la transparencia de las elecciones en varios países, entre ellos Argentina, Colombia y México.

La compañía británica culpó de su quiebra a las denuncias de manipulación política que inundaron los medios internacionales en los últimos, pero lo cierto (y que no dice) es que sus principales activos ya trabajan en una empresa con fines similares llamada Emerdata Limited, en cuyo consejo de administración aparecen una serie de nombres directamente vinculados con CA, según destapó en marzo Business Insider.

Alexander Taylor fue nombrado director de Emerdata el 28 de marzo en sustitución del dimitido Alexander Nix, quien reconoció que trabajó en elecciones en países de todos los continentes, incluyendo Estados Unidos, Reino Unido, Argentina, Nigeria, Kenia y República Checa, y debió alejarse a raíz de un vídeo grabado por la televisión británica con cámara oculta donde hizo toda clase de comentarios inapropiados como ofrecer grandes cantidades de dinero a un candidato y amenazarle con publicarlo, para intentar extorsionarlo.

Según Business Insider, entre los responsables de Emerdata aparece Johnson Chun Shun Ko, un ejecutivo chino de Frontier Services Group, la firma militar presidida por el prominente partidario de Trump, Erik Prince, fundador de la contratista militar estadounidense Blackwater y “casualmente” hermano de la secretaria de Educación de Estados Unidos, Betsy DeVos, pilar de la internacional capitalista Red Atlas.

El Observatorio en Comunicación y Democracia señala que recién cuando el escándalo tomó dimensión global, Facebook -.el principal agente empresarial involucrado en los cambios de tendencia en las urnas británicas (referendo por el Brexit) y estadounidenses (elección de Donald Trump) en 2016- reconoció que la consultora británica había accedido (¿o comprado?) a la información personal de al menos 87 millones de usuarios y la había utilizado para crear perfiles de votantes.

Facebook gestiona más de 300 millones de gigabytes en información personal de sus usuarios, un arsenal de perfiles que le permite disponer de una de las plataformas on line más importante del mundo, indispensable para beneficiarse de modelos de negocio que amplían consumidores y diversifican mercados al calor del incremento productivo de los robots y la automatización industrial.

Colofón

Todo esto acontece apenas dos decenios después de que Sergey Brin y Larry Page registraran el dominio google.com y once de que Steve Jobs presentara en sociedad, en San Francisco, el primer iPhone. Mientras, Facebook sigue creando perfiles de usuarios y los algoritmos que usara Cambridge Analytica siguen a disposición de quien los quiera (o pueda) pagar.

Difícil que un país sólo tenga capacidad de desarrollar los niveles necesarios de respuesta para mantener y/o recuperar la soberanía en algunas áreas, y por eso es imprescindible la suma de voluntades –gobiernos, academia, movimientos sociales- para sumar fuerza de negociación en temas básicos como inteligencia artificial y el big data. No hay otra salida: debemos apropiarnos del big data para poder pensar en herramientas liberadoras.

La única forma de luchar en esta guerra de quinta generación es poniéndose al día en lo que respecta a la inteligencia artificial, es en la posibilidad de montar nuevas plataformas que evadan los filtros de las grandes corporaciones, es en la necesidad de adueñarse de las armas, las herramientas para poder pelear en esta guerra cultural, de generar agendas propias de acuerdo a los intereses de nuestros pueblos.

Aram Aharonian: Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la )

Frantz Fanon: De la descolonización al pensamiento crítico



Por Raúl Zibechi

"Uno debe ponerse del lado de los oprimidos en cualquier circunstancia, 

incluso cuando están equivocados, sin perder de vista, no obstante, 

que están hechos del mismo barro que sus opresores."

Emil Cioran

Frantz Fanon fue un ser extraordinario. Vivió su breve vida entre cuatro países: en su Martinica natal, en Francia y en Argelia-Túnez, donde se comprometió con la lucha por la independencia integrándose como militante al Frente de Liberación Nacional (FLN). La coherencia entre su vida y su obra es un faro que nos debe guiar en estos momentos de incertidumbre, cuando afloran riesgos notables que ponen en peligro la existencia misma de la humanidad de abajo.

Intervino en una de las guerras más crueles de la historia moderna. El fln estimó que fueron asesinados un millón 500 mil de argelinos entre el comienzo de la guerra en 1954 y la proclamación de la independencia en 1962, lo que representa el quince por ciento de una población que no llegaba a los 10 millones. Historiadores franceses reducen esa cifra a un tercio, lo que sigue siendo un porcentaje asombroso. Una cantidad similar de argelinos fueron torturados.

Como médico-jefe del hospital psiquiátrico de Blida (nombrado en 1953), Fanon tuvo una experiencia fenomenal: recibió y atendió tanto a franceses torturadores como a argelinos torturados, lo que le permitió acceder a los recovecos más recónditos de la opresión y la humillación coloniales. Uno de los aspectos menos conocidos de su maravillosa vida fue haber convertido el hospicio-prisión en “una nueva comunidad que introdujo el deporte, la música, el trabajo, y donde se tiraba un periódico escrito por enfermos”.

Su profesión como psiquiatra le permitió comprender actitudes de los seres humanos que nunca fueron explicadas adecuadamente por el pensamiento crítico. En esos años se había consolidado el giro hacia el economicismo y el materialismo vulgar, que todo lo apostaban al desarrollo de las fuerzas productivas, camino en el cual las ideas emancipatorias tendieron a mimetizarse con los postulados capitalistas.

La interiorización de la opresión

La generación militante de las décadas de 1960 y 1970 conocimos a Fanon a través de Los condenados de la tierra , su obra póstuma publicada en 1961. Es el libro/manifiesto de un combatiente que afirma la necesidad de la violencia para enfrentar y superar la colonización, porque sabe que “el colonialismo no cede sino con el cuchillo al cuello”.

Los condenados… es un texto luminoso, plagado de ideas que marchan a contrapelo del sentido común revolucionario de la época, como su defensa del campesinado y del lumpen-proletariado como sujetos políticos, ya que observa que en las colonias los proletarios son el sector más “mimado por el régimen colonial”. Critica también la cultura política de las izquierdas, que se dedican a captar a las personas más “avanzadas” –“las élites más conscientes del proletariado de las ciudades”, constata Fanon- sin comprender que en el mundo del colonizado el lugar central, y liberador, lo juegan la comunidad y la familia, no el partido o el sindicato.

Su apasionada defensa de la violencia del oprimido debe ser tamizada. Siempre es necesario recordar, como enfatiza Immanuel Wallerstein, que “sin violencia no podemos lograr nada”. No es un tema menor, porque el grueso de los partidos y movimientos antisistémicos parecen haberlo olvidado en su apuesta por incrustarse en las instituciones estatales.

Pero también es cierto, como reconoce el sociólogo, que la violencia por sí misma no resuelve nada. Fanon va más lejos cuando afirma que “la violencia desintoxica”, porque “libra al colonizado de su complejo de inferioridad”. En esa línea de argumentación, en Los condenados de la tierra concluye: “La violencia eleva al pueblo a la altura del dirigente.” Sabemos que las cosas son más complejas, como lo enseña medio siglo de lucha armada en América Latina.

Pese a la importancia que tuvo en nuestra generación el último libro de Fanon, considero que el primero, Piel negra, máscaras blancas, de 1952, es el que nos brinda mejores pistas sobre un siglo de fracasos de las revoluciones triunfantes. Aporta una mirada desde la subjetividad del oprimido, algo que los marxistas nunca habíamos conseguido desentrañar de forma tan cristalina. Nos dice que el complejo de inferioridad del colonizado tiene dos raíces: la económica y la interiorización o “epidermización” de la inferioridad. El varón negro desea blanquearse la piel y tener novia rubia. La mujer negra se plancha el pelo y sueña con un varón blanco. Deben abordarse ambos aspectos o la liberación será incompleta.

Fanon pone el dedo en la llaga cuando afirma que “el colonizado es un perseguido que sueña permanentemente en convertirse en perseguidor” (Los condenados de la tierra). En consecuencia, el colonizado no sólo quiere recuperar la hacienda del colono, sino que también desea su lugar, porque ese mundo le suscita envidia. Mira de frente el núcleo duro de los problemas legados por las revoluciones y que no podemos seguir eludiendo, en vista de dramas como los que atraviesa Nicaragua. ¿Por qué los revolucionarios se colocan en el lugar, material y simbólico, de los opresores y los capitalistas, y en ocasiones de los tiranos contra los que lucharon? Nos deja con la pregunta, ofreciendo apenas pistas sobre los caminos posibles para salir de este terrible círculo vicioso que reproduce la opresión y el colonialismo interno en nombre de la revolución. Fanon recorre los vericuetos de la psiquis del oprimido, con el mismo rigor y valor con que cuestiona a los revolucionarios que, cegados por la rabia, cometen abusos en el cuerpo de los colonizadores.

Las similitudes entre oprimidos y opresores sólo pueden desbordarse desde una lógica distinta a la del poder, y sólo pueden desarmarse si somos capaces de reconocerlas. Los dirigentes sandinistas comenzaron ocupando las residencias de Somoza y usando sus coches por razones de “seguridad”, hasta que el clan gobernante terminó actuando como el dictador.

La zona del no-ser

Fanon comprendió en carne propia que existe una zona de nuestras sociedades donde la humanidad es vulnerada sistemáticamente por la violencia del opresor. Se trata de un lugar estructural, que no depende de las cualidades de las personas. Estima que es justamente en esa zona, que denomina “zona del no-ser”, donde puede nacer la revolución por la que está dando su vida, y advierte que el mundo colonial tiene compartimentos cuyas fronteras están señalizadas por cuarteles y estaciones de policía. Esos dos mundos tienen vida propia, reglas particulares y se relacionan jerárquicamente. Sostengo que el período actual de acumulación por despojo/cuarta guerra mundial, implica la actualización de las relaciones coloniales. Es probable que la potente actualidad de Fanon venga de la mano de la creciente polarización entre el uno por ciento más rico y la mitad más pobre y humillada de la humanidad, rasgos propios del período colonial.

En todo su trabajo, el autor se empeñó en mostrar que lo que vale para una zona, no necesariamente puede trasladarse a la otra. Que los modos de hacer política en la metrópoli no pueden ser los mismos que en la colonia. Que las formas de organización legales y abiertas de las zonas donde rigen los derechos humanos de los ciudadanos, no pueden ser copiadas por quienes viven en territorios arrasados como las favelas, los palenques, las comunidades de los pueblos originarios y las barriadas de las periferias urbanas.

Para Fanon, los pueblos oprimidos no deben caminar detrás de los partidos europeos de izquierda, cuestión que en el mismo período denunció su maestro Aimé Césaire en la Carta a Maurice Thorez, donde enuncia el “paternalismo colonialista” del Partido Comunista Francés, que consideraba la lucha de los pueblos contra el racismo como “una parte de un conjunto más importante”, cuyo “todo” es la lucha obrera contra el capitalismo.

*

En América Latina existen varios movimientos que muestran cómo los oprimidos y las oprimidas van resolviendo a su manera los dos asuntos que he abordado. Los textos “Economía Política i y ii ” del subcomandante insurgente Moisés del ezln , las memorias del dirigente nasa-misak del Cauca colombiano, Lorenzo Muelas, así como las reflexiones y análisis de autoridades mapuche, entre muchas otras que no puedo citar, son buenos ejemplos de pensamiento critico en la zona del no-ser.

En el mismo sentido, las voces de las mujeres de abajo pueblan el grueso volumen recopilado por Francesca Gargallo, Feminismos desde Abya Yala. Ideas y proposiciones de las mujeres de 607 pueblos en nuestra América. A esa multiplicidad de voces habría que sumar otras formas no occidentales de expresar cosmovisiones, desde el tejido y la danza hasta el cuidado de los animales, las plantas y la salud.

En segundo lugar, descubren que para despojarse de la imagen del opresor no alcanza con recuperar los medios de producción. Es un paso necesario sobre el que debe crearse algo nuevo, pero sobre todo diferente al mundo viejo, tejido de relaciones sociales no jerárquicas ni opresivas. La historia de las revoluciones nos enseña que este es el aspecto más complejo y la piedra con la que hemos tropezado una y otra vez.

Fanon advirtió los riesgos de que la acción rebelde termine reproduciendo la lógica colonial, en una luminosa y premonitoria referencia a Nietzsche: al final de Piel negra, máscaras blancas advierte que siempre hay resentimiento en la reacción. Sólo la creación de lo nuevo nos permite superar las opresiones, ya que la inercia reactiva tiende a invertirlas.

Medio siglo después podemos celebrar que muchos movimientos están empeñados, aquí y ahora, en vivir con dignidad en la zona del no-ser, esquivando las jerarquías estadocéntricas y patriarcales. Imaginemos que en esas creaciones late el corazón generoso de Fanon, desbordante de compromiso y creatividad.

jueves, 30 de agosto de 2018

Expertos denuncian irregularidades en el proceso por el asesinato de Berta Cáceres



Trece organizaciones internacionales y nacionales, expertas en la defensa del estado de derecho, el debido proceso y los derechos humanos, enviaron una carta a Oscar Chinchilla, Fiscal General y Jefe del Ministerio Público de Honduras, denunciando las numerosas irregularidades en el proceso por el asesinato de Berta Cáceres el 2 de marzo de 2016.
Desde las primeras capturas de cuatro hombres el 2 de mayo de 2016 en relación con los ataques contra la Sra. Cáceres y el Sr. Castro, el Ministerio Público hondureño ha tenido pruebas incautadas en los registros de los domicilios de los acusados y las oficinas de la empresa DESA. Aunque han habido cuatro órdenes judiciales y más de 35 ocasiones en las que se le ha pedido la información y la evidencia, esta se le ha negado a la familia de la Sra. Cáceres por parte de los fiscales del caso. Además, el 16 de agosto, la familia de la Sra. Cáceres fue informada de que las pruebas en poder del Ministerio Público no han sido debidamente analizadas y valoradas, a pesar de que la audiencia de proposición de prueba comenzará hoy.
“Esta situación genera una desigualdad para la familia de Berta Cáceres que buscan justicia, y prepara el escenario para la impunidad, ya que las irregularidades que se han presentado pueden ser motivo de desestimación del proceso judicial debido al incumplimiento a la justicia por errores procesales,” afirman las organizaciones firmantes en la carta adjunto.
Cáceres fue una lideresa indígena Lenca reconocida mundialmente. Como cofundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), feminista, líder social y activista ambiental, ella trabajó para defender los derechos de los Pueblos Indígenas. El 2 de marzo de 2016, hombres armados ingresaron a la casa de la Sra. Cáceres y la asesinaron a tiros. Dejaron a su colega y amigo, el activista ambientalista mexicano Gustavo Castro, herido en el mismo ataque.

Comisión de la Verdad, Justicia y Paz publica análisis comparativo de listas de fallecidos



Por Giorgio Trucchi/Wendy Morales

La Comisión de la Verdad, Justicia y Paz (CVJP) hizo un análisis comparativo entre su informe preliminar (18/4 - 15/8), donde se señala un total de 269 fallecidos como consecuencia de la crisis, y los informes presentados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), donde se incluyeron personas sin nombres, nombres duplicados y fallecidos fuera del contexto de las protestas.
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Cairo Amador, miembro de la CVJP, explicó que el comparativo se hizo tomando en cuenta la iniciativa del Cardenal Leopoldo Brenes, de solicitar que delegados del gobierno, de la Comisión de la Verdad y de organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales se reunieran para cotejar los datos, y buscar un consenso alrededor de la cantidad de personas fallecidas en el marco de la crisis socio-política.
El comisionado Jaime López Lowery dio a conocer que existen datos que son coincidentes, sin embargo, explicó que existe información que todavía puede ser mejorada.
"La verdad es difícil buscarla, porque cuando sale a luz pública no le gusta a mucha gente" , dijo Adolfo Jarquín, integrante de la CVJP.
"Tarde o temprano debemos todos llegar a la realidad. Decía Mark Twain que hay tres tipos de mentiras: mentiras, grandes mentiras y estadísticas. La única forma de que esto exprese una situación real es confrontando la metodología y los criterios usados por las diferentes organizaciones", agregó Amador. 
Datos inflados
El informe de la CIDH registra (19/4 - 19/6) 212 fallecidos, 155 de los cuales coinciden con la lista de la CVJP, mientras que 34 habrían fallecido fuera del contexto del conflicto: 9 víctimas de robo con intimidación seguido de homicidio, 6 por enfrentamientos entre pandillas, 5 víctimas de homicidio por riñas personales, 5 muertes accidentales, 3 en accidentes de tránsito, 2 por problemas de propiedad, 1 debido a discriminación por orientación sexual, 1 que fue lesionado y no falleció, 1 por causa natural y 1 suicidio. 
13 personas no aparecen en los registros de medicina legal y otras 10 son nombres de víctimas duplicados. 
Esto significa que el 27% de las muertes reportadas en el informe de la Cidh no tendría nada que ver con el contexto de crisis y los enfrentamientos.
El informe de la ANPDH reporta (19/4 - 25/7) 448 fallecidos, 233 de los cuales coinciden con la lista de la CVJP, mientras que 105 habrían fallecido fuera del contexto del conflicto: 34 víctimas de robo con intimidación seguido de homicidio, 33 víctimas de homicidio por riñas personales, 10 debido a problemas de propiead, 7 por enfrentamientos entre pandillas, 6 muertes accidentales, 6 en accidentes de tránsito, 3 por causa natural, 2 autores de robo con intimidación, 1 víctima de incendio, 1 debido a discriminación por orientación sexual, 1 víctima de violación y abuso sexual y 1 lesionada por arma de fuego.
57 personas no aparecen en los registros de medicina legal, 49 tienen identidad desconocida y 4 son nombres de víctimas duplicados. 
En este caso, casi el 48% de las muertes registradas por la Anpdh no tendría nada que ver con la crisis y los enfrentamientos.
En el caso del CENIDH, la Comisión de la Verdad dijo que su último reporte fue en los primeros días del mes de mayo. Además, no se ha podido establecer comunicación debido a su negativa y falta de cooperación.

Empresas extractivistas no respetan ni la vida ni la muerte en Honduras



Por Riccy Ponce

El abuso de las empresas extractivitas en Honduras está dejando graves daños y consecuencias en el país, y un claro ejemplo es lo que está pasando en Azacualpa, La Unión, Copan, donde no respetan ni la vida ni la muerte.
La compañía Aura Minerals INC, de Canadá y Minerales de Occidente MINOSA, siguen exhumando los cadáveres que por tanto tiempo albergaron  el cementerio de ese lugar.

Héctor Antonio Triguero, habitante de la comunidad de Azacualpa, expresó que la situación que se vive en la zona es crítica.

“En este momento estamos en una situación muy crítica porque los habitantes de nuestra comunidad estamos reclamando nuestros derechos, los derechos que han sido violados de parte de la empresa minera y también de las autoridades gubernamentales, que al parecer no están del todo defendiendo nuestros derechos que han sido violados por una transnacional, en este caso es una empresa minera”.

Según Trigueros la empresa minera ha exhumado de 120 a 125 cadáveres, los que han sido trasladados al cementerio de San Andrés y a otro que están en la parte de abajo de Azacualpa.

Indicó que una parte de la población está de acuerdo, pero hay otra que no y debido a su oposición están siendo amenazados para que acepten el traslado de los difuntos a otro cementerio.

“Hay una parte que si está de acuerdo, pero hay otra parte que no y por esa oposición ha sido   presionada psicológica y verbalmente; por esa misma presión les ha tocado sacar sus familiares, aunque en el fondo de su corazón ellos no quieren”, sostuvo adefensoresenlinea.com el dirigente comunal.

Los que no estamos de acuerdo nos hemos opuesto a que exhumen nuestros familiares, desgraciadamente la empresa minera a utilizado a las autoridades gubernamentales para hacer  este tipo  presión,  psicológica  o amenazas verbal para lograr su objetivo.

La situación en la que ha colocado la empresa minera a la comunidad es crítica, ya que ha puesto a familias enteras a pelear entre ellos, “han presionado y han logrado dividir a las familias porque ya hay mucha división en algunas”.

Por su parte la coordinadora del Comité De Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Berta Oliva, expresó que no hay respeto ni por la vida ni por la muerte, porque lo que sucede en Azacualpa es un claro ejemplo donde nos coloca en posiciones realmente lamentables y condenables, pero a la vez coloca al pueblo hondureño en un pueblo que ya perdió todo, que ya perdió su soberanía entregada a empresas transnacionales.

Tenemos que luchar para rescatarlo, porque no puede ser que se entregue el territorio con todo, con restos y cementerios a los explotadores de la riqueza.

“Todo el respeto de la cultura ancestral que hemos tenido se ha perdido. Quieren que los familiares de las victimas comercialicen sus restos, bajo el pretexto que les van a apagar, pero  la humillación jamás se la van a cuantificar, el dolor jamás se lo van a poder pagar”.

Ahora quizá la gente va a pensar que en vez de enterar en un cementerio a su familia, mejor lo va a cremar, para andar con sus restos donde sea o sencillamente lanza sus restos al mar, cuando esa no es nuestra cultura.

“Me parece que estamos en una realidad grotesca que nos desculturiza, nos coloca como en absoluta indefensión, perdemos nuestra seguridad”, añadió Oliva.

Indicó que los empresarios no tienen ninguna consideración y no tienen ningún escrúpulo, creo que las riquezas de Honduras no deben de ser vendidas al mejor postor como se están haciendo hasta ahora, las riquezas del país deberían beneficiar directo a las comunidades y su gente.

La defensora de derechos humanos dijo a defensoresenlinea.com que se  desprotege a toda una comunidad  que tenía su lugar donde  ir a  coronar, para estar  un momento o el tiempo que pudieran  con su familiar,  ese es un despojo  y  ahora que es lo que queda, no solo  es condenar el  hecho, si no ver cómo  nos articulamos para hacer esfuerzo comunes para contribuir a la defensa de territorios  y a la defensa  del país.

El sacerdote Jobel Carranza de la parroquia de Cucuyagua, Copan, se desplazó hasta el cementerio donde ofició una misa. En su homilía señaló  que “vengo en el nombre del señor para orar con ustedes, en este lugar está el señor, él está con ustedes”.

Al acto acudieron habitantes de la zona para orar por el descanso eterno y en paz de sus seres queridos.

La  lucha por que se deje descansar a los muertos en paz en el cerro donde está ubicado el cementerio, continúa, alrededor de 60 familias están dispuestas  seguir en pie de lucha hasta que  logren sacar a la empresa extractivista de la zona.

América Latina y el nuevo oleaje intervencionista

Alainet

Por Loreta Telleria Escobar

La post Guerra Fría ha marcado un nuevo tipo de intervencionismo en América Latina por parte de los gobiernos de Estados Unidos. Aquel que se caracterizaba por la ocupación armada de nuestros países, la contratación de mercenarios para desestabilizar gobiernos nacionalistas o simplemente el sustento de regímenes dictatoriales, ha dado paso a nuevas formas de injerencia o manipulación política, económica y social, caracterizadas por el objetivo permanente de consolidar su poderío imperial, a través de un contundente mecanismo de destrucción de Estados y naciones.
A partir de 1991, el nuevo orden mundial se transformaba en una panacea de intereses económicos capitalistas, la distribución geográfica del poder se concentraba en el mundo occidental, y la división social mundial del trabajo daba lugar a un nuevo ciclo intensivo de pauperización y disgregación social.

En este nuevo escenario de transformación geopolítica, América Latina continuó alineada al poder hegemónico de Estados Unidos. Con la excepción de Cuba, todos los países del continente respondieron a los principios ideológicos del neoliberalismo y como efecto de esto, tal como sucedió en el pasado, problemas de deuda externa, déficit fiscal, desempleo y pobreza se expandieron en la región. Al parecer, el “unipolarismo” no venía a salvar al mundo de la desigualdad.

Pero tampoco la post Guerra Fría significó paz; el mundo se vio envuelto en un ciclo de nuevas violencias. A partir del año 2000, el espacio post soviético, con las llamadas “Revoluciones de colores”, revelaron la priorización de una nueva forma de intervención. Los golpes suaves o lo que también se llama “subversión política-ideológica”[i], mostraron que la guerra de posiciones de carácter imperial estaba vigente y era efectiva. Frente a la posible influencia de Rusia y China, Estados Unidos garantizó su control en Serbia-Yugoslavia (2000), Georgia (2003), Ucrania (2004), Kirguistán (2005) y Líbano (2005).

Paralelamente, luego del acto terrorista de 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, este gobierno junto con sus aliados europeos a través de la OTAN, decidieron invadir y ocupar Afganistán (2001) e Irak (2003), con saldos humanos aún desconocidos –entre muertos, heridos y torturados–, pero con un amplio espectro de ganancias económicas distribuidas entre los contratistas privados en materia de reconstrucción, guerra, venta de armas y acceso directo a territorios estratégicos y recursos petroleros. A esto se debe sumar las acciones en Libia y Siria el año 2011, ambas con una conjugación inteligente de estrategias: primero la subversión política-ideológica y luego la invasión. El común denominador de todos estos acontecimientos fue la participación activa del gobierno de Estados Unidos y sus agencias de “cooperación”. Su acción conspirativa y desestabilizadora no sólo fue capaz de propiciar la intervención, peor aún, de destruir los Estados intervenidos…

Un impacto movilizador  

Por su parte, en América Latina, donde el balance geopolítico siempre favoreció al imperio, en el mismo periodo en el que se realizaban las revoluciones de colores y las invasiones en Medio Oriente, Asia central y África, ocurría un proceso inédito: varios países se alineaban en contra del imperialismo y el dominio despótico del capitalismo. Los años comprendidos entre el triunfo de Hugo Chávez en Venezuela en 1999 y la conformación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en 2010, marca en la región la Década de la resistencia y la unidad. Nunca antes se había visto un avance tan certero de lo que en su tiempo soñaron Martí y Bolívar.

Venezuela con Chávez, Brasil con Lula (2003), Argentina con Néstor Kirchner (2003) y Cristina Fernández (2007), Uruguay con Tabaré Vásquez (2005) y José Mujica (2010), Honduras con Manuel Zelaya (2006), Bolivia con Evo Morales (2006), Nicaragua con Daniel Ortega (2007), Ecuador con Rafael Correa (2007) y Paraguay con Fernando Lugo (2008), marcaron un ciclo histórico que se vio reflejado, en cada uno de sus países, en la aplicación de políticas de carácter social y económico con resultados satisfactorios en los sectores más vulnerables de la sociedad.

A nivel regional el impacto fue movilizador. La creación de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA) en 2004, la derrota del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) un año después, junto con la constitución de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) en 2008 y la CELAC en 2010, mostraron al mundo la construcción de un bloque unido, capaz de tener voz propia y de afrontar todo aquello que iba en contra de sus intereses estatales y regionales. Sin duda, la historia marcará este periodo como aquel en el cual América Latina estuvo muy cerca de lograr su independencia.

Pero cual tentáculos que luchan en varios frentes, el gobierno de Estados Unidos y sus respectivos mecanismos de injerencia, llámese Embajadas, Comando Sur, CIA, USAID, DEA, NED, IRI, NDI [ii], etc., trabajaron arduamente para revertir este alineamiento regional autónomo. Los procesos contra hegemónicos se vieron atacados por el montaje de golpes de estado, golpes suaves, uso de la diplomacia de la intervención [iii], y todo aquel mecanismo que desestabilice y acabe con los gobiernos de corte progresista.

Nada más se debe recordar los golpes de Estado frustrados contra Hugo Chávez (2002), Evo Morales (2008) y Rafael Correa (2010), los golpes exitosos contra Manuel Zelaya (2009) y Fernando Lugo (2012), el despliegue de seguridad norteamericano con la reactivación de la IV Flota del Comando Sur (2008), la instalación de nuevas bases militares de avanzada (FOL) en varios países de la región y la implementación de estrategias más flexibles y ágiles del Departamento de Defensa, en cuanto a despliegue de personal de inteligencia y entrenamiento de Fuerzas Especiales.

En este mismo periodo, financiados por el gobierno norteamericano, Colombia y México implementaron planes contra el narcotráfico y el terrorismo, tal es el caso del Plan Colombia (2000) y el Plan Mérida (2008), que más allá de sus catastróficos resultados internos, cumplían la función de militarizar la región; que junto con los diversos acuerdos de libre comercio firmados por Estados Unidos y algunos países latinoamericanos [iv], tenían el objetivo de hacer un contrapeso al poder emergente de los gobiernos de izquierda.

La vuelta al pasado

Lamentablemente, en los últimos años el alineamiento contra hegemónico ha sido debilitado por aquellos dos actores que históricamente han usurpado la independencia política y económica de nuestros países: el gobierno de Estados Unidos y las élites antinacionales latinoamericanas. Un nuevo oleaje intervencionista ataca la región. La unidad latinoamericana lograda en la década irredenta, cada día se debilita más. El ALBA, UNASUR y la propia CELAC están siendo desestructurados por parte de sus propios creadores.

Los otrora grandes países con tendencia progresista como Brasil y Argentina, hoy están en manos de la derecha entreguista. El golpe parlamentario a Dilma (2016) y el encarcelamiento de Lula (2018), no hace más que mostrarnos que están dispuestos a todo para liquidar cualquier vestigio del pasado inmediato. Quizás esto nos enseñe a entender que el poder es un medio eficaz, no sólo para redistribuir la riqueza, sino para acabar con aquellos que nos la arrebataron. Por su parte, Argentina está de nuevo en el “Fondo” con Macri, como una fatídica señal de que la historia se repite.

Estados Unidos está retomando sus dominios. Con la Organización de Estados Americanos (OEA) bajo sus designios, el apoyo siempre subordinado de países como Perú, Chile y Colombia [v], entre otros, y la recuperación de su influencia imperial en Argentina, Brasil y Ecuador, siente que es capaz de volver al pasado y con ello, tener en sus manos el control de una región estratégica en el mundo, capaz de proporcionarle una ventaja importante en el actual tablero geopolítico mundial, en el cual Rusia y China adquieren protagonismo.

Mientras tanto, la arremetida contra Venezuela, Nicaragua y Bolivia, únicos países que mantienen la línea esperanzadora del cambio, se presenta cada vez más implacable. El despliegue de los mecanismos intervencionistas no cesa y estos países deben luchar no solo contra la subversión política-ideológica interna, sino contra el entramado mediático orquestado en su contra. Los tres países, junto con la soberana Cuba, y el esperanzador triunfo de López Obrador en México, nos muestran un camino de resistencia y rebelión que debe continuar, porque aún, no todo está ganado.

Notas:

[i] Una modalidad de la actividad del enemigo dirigida a actuar sobre la conciencia de personas, grupos, sectores de la sociedad o la población, con el propósito de inducirlos a adoptar conductas o realizar acciones que apunten en la dirección de revertir el régimen socialista, creando un resentimiento opositor con base social necesaria destinada para socavar desde dentro nuestra sociedad y tomar el poder político con el objeto de transformar el sistema socio político y económico vigente. En: García, Iturbe Néstor y Osvaldo Sotolongo (2012), Subversión Política Ideológica, Ciencias Sociales: La Habana
[ii] CIA (Agencia Central de Inteligencia), creada en 1947. USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), creada en 1961. DEA (Administración para el Control de Drogas), creada en 1973. NED (Fundación Nacional para la Democracia), IRI (Instituto Republicano Internacional), NDI (Instituto Nacional de Democracia), creadas en 1983.

[iii] Radica en la aplicación, en el ámbito de las relaciones internacionales, de determinados métodos de relacionamiento, que se caracterizan por el uso de mecanismos de presión o coacción, con el fin de cumplir objetivos exclusivos del país que los aplica, en detrimento de la soberanía del país receptor.

[iv] Se tiene Acuerdos de Libre Comercio de Estados Unidos con Colombia, Panamá, Chile, Perú, República Dominicana y todos los países de Centroamérica. Con México tiene el TLCAN que incluye a Canadá.

[v] No es casual que Colombia haya sido el único país en la región en apoyar el ataque a Irak el año 2003 y en haber asumido en mayo de 2018 el rol de “socio global” de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). 

Loreta Telleria Escobar es politóloga y economista boliviana. Magíster en Estudios Sociales y Políticos Latinoamericanos, Investigadora en temas de seguridad, defensa y relaciones Estados Unidos-Bolivia. loretatelleria@yahoo.es

Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento de ALAI, No 534, julio 2018: Integración en tiempos de incertidumbre


Gobiernos progresistas en Latinoamérica

Rebelión

Por Marcelo Colussi

Durante la primera mitad del siglo XX las luchas obreras y campesinas fueron creciendo. Así surgieron la Revolución rusa, la china, la cubana, la nicaragüense. Pero en estas últimas décadas, el sistema capitalista reaccionó sangrientamente y el campo popular fue brutalmente castigado. La represión alcanzó niveles inconcebibles. De hecho, Guatemala fue el lugar con más víctimas en toda Latinoamérica: 200,000 muertos, 45,000 desaparecidos, un millón de desplazados internos, más de 600 masacres de aldeas campesinas mayas. Sus consecuencias: miedo, desmovilización, despolitización.
Con características peculiares en cada caso, siguiendo un patrón común, en toda Latinoamérica la represión funcionó de esa manera. A partir de ella se instalaron luego los planes neoliberales.

Con esas políticas se perdieron conquistas laborales y sociales históricas. La avanzada del capitalismo fue terrible. A ello contribuyó la desintegración / reversión de las primeras experiencias socialistas (Unión Soviética y China). El capitalismo gritó triunfal: “La historia terminó”.

Pero, por supuesto, ¡no terminó! Las luchas de clase siguen vigentes como siempre. La clase dirigente, a nivel global y también en Guatemala, respiró aliviada con estos planes neoliberales, recuperando la iniciativa en la lucha política. La izquierda quedó sin propuestas claras.

Entonces, por varios años hablar de izquierda, de socialismo, revolución, clase trabajadora, poder popular o imperialismo, pasó a ser casi aborrecido, un anacronismo. Por algún momento, el panorama se vio desolador para todo el campo popular. En medio de ese desconcierto, empezaron a aparecer tímidamente algunos procesos que cuestionaban al neoliberalismo.

Primeramente fue Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana en Venezuela, continuando esa obra en este momento Nicolás Maduro. Luego siguió una larga serie de gobiernos progresistas, surgidos de las urnas en todos los casos dentro de los marcos de la precaria democracia formal. Así aparecieron Michelle Bachelet en Chile, el Partido de los Trabajadores en Brasil, primero con Lula y luego con Dilma Roussef. Surgieron también Evo Morales en Bolivia, los Kirchner (Néstor y Cristina) en Argentina, Rafael Correa en Ecuador, Pepe Mujica en Uruguay, Fernando Lugo en Paraguay, el FMLN como partido político en El Salvador, Daniel Ortega retornando a la presidencia en Nicaragua, Manuel Zelaya en Honduras. En esa perspectiva, ahora Andrés López Obrador en México.

¿Son reales procesos de cambio estos gobiernos? En sentido estricto: no. Nunca una revolución, una auténtica transformación estructural, puede hacerse en el marco de las democracias formales del sistema capitalista. Se vio con la trágica experiencia del Partido Socialista en Chile, con Salvador Allende en los 70 del pasado siglo. Las revoluciones las hacen los trabajadores con su movilización, los obreros y campesinos, el “pobrerío” en general. Guste o no, los cambios se dan siempre a partir de una violencia política donde las clases explotadas levantan la voz y cambian el curso de la historia. Eso nunca es pacífico, porque la clase dominante no cede alegremente poder ni privilegios. Al contrario, se defiende a muerte.

No puede haber cambios sustanciales, un verdadero proyecto socialista con elecciones formales. Puede haber, eso sí, importantes avances populares. Todos estos gobiernos progresistas lograron mejoras en las condiciones de vida de las poblaciones de sus países. Pero no tocaron las relaciones de propiedad; los medios de producción (tierra, fábricas, bancos) siguieron en manos de las oligarquías, y la clase trabajadora no participó efectivamente en el cambio social. La masa popular apoya a esos gobiernos, pero eso no termina de ser socialismo.

La revolución socialista implica 1) expropiación de los medios de producción de la burguesía y 2) real y efectivo poder popular desde abajo. Si no se da eso, son procesos capitalistas “socialdemócratas”, capitalismos con rostro humano, redistributivos. Importantes, seguramente; pero no representan un cambio histórico todavía, pueden revertirse fácilmente (la prueba está en lo que está sucediendo en Latinoamérica).

¿Apoyar o no estos procesos? Seguramente sí, pero sabiendo que las transformaciones profundas no se deciden en las urnas. Las elecciones dentro del marco del sistema capitalista, esta “democracia” a la que nos tienen acostumbrados los medios de comunicación, no son sino el cambio de gerente de turno (¿capataz?) cada cierto tiempo. La democracia real no se construye en el cuarto oscuro.

miércoles, 29 de agosto de 2018

Agosto sombrío para víctimas de desaparición forzada



Por Sandra Rodríguez

El 30 de Agosto es el Día Nacional e Internacional del Detenido Desaparecido, considerando que en este mes, es cuándo se registra más casos de esa figura de lesa humanidad ejecutada por agentes de los Estados latinoamericanos. Así lo comprobó en 1984 la Federación de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Latinoamérica (FEDEFAM).
En Honduras, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras (COFADEH), registró 184 casos de desapariciones forzadas durante la década de 1980, con la implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional, impulsada por el gobierno de los Estados Unidos, pero esta causante de dolor e incertidumbre que se creía en el pasado, resurgió durante el golpe de Estado del 2009, y después del fraude electoral de noviembre del 2017, como es el caso del joven Manuel de Jesús Bautista Salvador, el 03 de diciembre en Naco, Cortés.

El COFADEH documentó y acompaña a familiares de víctimas de desaparición forzada cuyos hechos fueron entre 2009 y 2011. 

Y agosto sumó más víctimas, específicamente durante la dictadura del liberal Roberto Micheletti (2009-2010) y el nacionalista Porfirio Lobo Sosa (2010-2014), sucesores del golpe de Estado que sacó del poder a José Manuel Zelaya Rosales, ahora diputado por el partido Libertad y Refundación (LIBRE).

Justo cuando Lobo Sosa era presidente del Congreso Nacional firmó el Documento número 284-2002 que establece en su artículo 1- “Declarar el día 30 de agosto como el Día Nacional del Detenido Desaparecido”, el 28 de agosto del 2002, y que lo avala el actual presidente del régimen, Juan Orlando Hernández.  Éste entró en vigencia el 02 de Septiembre del 2002, siendo presidente de Honduras, Ricardo Maduro, del Partido Nacional.

Dos hermanas y el silencio del MP

En el 2015, siendo ya presidente Juan Orlando Hernández, el COFADEH recibió una denuncia de la desaparición de dos jóvenes, caso de años anteriores en el que se vincula el poder religioso con el Ministerio Público.
El COFADEH realizó un foro en la ciudad de Santa Rosa de Copán, al occidente de Honduras, entre las asistentes estaba doña Mélida Urrea, quién denunció  entre lágrimas e impotencia la desaparición de sus hijas Xenia Rosibel (15) y Yolanda Elizabeth Ramos Urrea (28), a quienes vio por última vez en agosto del 2009, cuando salieron de su aldea en Florida, Copán, para encontrarse -supuestamente- en la ciudad de La Entrada, con el entonces seminarista católico Francisco Abilio Rivas Cruz, de origen salvadoreño, quien habría abusado sexualmente y embarazado a “Rossy” cuando aún tenía 14 años.

En su momento la familia Urrea Ramos, interpuso la denuncia ante las autoridades competentes de La Entrada, al occidente de Honduras; 18 días después de la desaparición de las muchachas, se informó sobre unas osamentas en la comunidad de Las Varas, Santa Bárbara, y que había un zapato quemado que pertenecía a una de las jóvenes.
“Era como que si las hubieran incinerado, pero los de la morgue nos dijeron que los huesos no estaban quemados, otras pertenencias las recogió personal del Ministerio Público” y nunca se las mostraron a la familia, dijo la madre.

El Ministerio Público, que por años había olvidado el caso y hasta desaparecido el expediente, según denunció doña Mélida, en el 2015 llamó a la familia de Rossy y Yolanda, quienes cumplirán el próximo 27, nueve años de desaparecidas, y les dijo que se presentaran con dos ataúdes en Medicina Forense de San Pedro Sula -norte del país- porque según investigaciones y análisis, las osamentas coinciden con las de las jóvenes copanecas.

La salud de la madre es inestable, pasan los años y no comprende lo que sucede, por qué no existe la certeza de que esas hosamentas hayan sido los cuerpos de sus muchachas.
En noviembre del 2015, la denuncia se hizo pública a través de medios de comunicación en Tegucigalpa, y el 3 de diciembre de ese mismo año, el principal sospechoso del crimen, Francisco Abilio Rivas, nombrado en una parroquia de San Juan de Intibucá -occidente- y en cargos administrativos de la Diócesis de Santa Rosa de Copán, -supuestamente- falleció en un accidente de tránsito camino a San Pedro Sula.

Mientras se denunció la violación especial y desaparición de las hermanas Urrea, a través de medios de comunicación se supo de actos similares de parte de Rivas, contra una menor de edad. Ese era el temor de la familia, que siguiera libre y continuara abusando de otras menores de edad, pues si hubo más víctimas, no denunciaron por miedo.

Se lo llevaron mientras reparaba su taxi

Se registró el caso de Mauricio Joel Urbina Castro, un hombre de 34 años de edad, desaparecido el  02 de agosto de 2011, en La Ceiba, Atlántida, mientras estaba en un taller de servicio eléctrico en el barrio San José, reparando su vehículo de trabajo.
Allí se introdujeron al mismo tiempo  cuatro hombres que cubrían sus rostros con pasamontañas, eran de contextura física  musculosa, portando armas de cañones largos y cortos, se identificaron como policías; inmediatamente le ordenaron a todas las personas que estaban en el interior del negocio a tirarse al piso “somos de la policía  tírense al suelo” mientras le pegaban una patada al propietario del taller. 

Luego golpearon a  Mauricio Joel Urbina Castro, le colocaron las manos hacia atrás y lo sacaron violentamente del taller obligándole a subir a un carro  de color gris, doble cabina, sin placas y vidrios polarizados que los esperaba en la calle. Desde ese momento no se le volvió a ver y su teléfono celular ya no era respondido.

Preguntaban por otra persona

Otro caso registrado en este mes, es el de Óscar  Elías López Muñoz (49), desaparecido el 21 de agosto de 2011, en San Pedro Sula, Cortés, quien fue sacado de su casa de habitación en horas de la noche y frente a su hija menor de edad. De este hecho que ha provocado la desintegración familiar, no se ha sabido nada, las autoridades encargadas de dar respuesta, no han dado algún indicio para encontrarlo, manifiestan sus familiares.

Familiares de Óscar Elías López Muñoz, detenido y desaparecido en la colonia Suyapa, de Chamelecón, informaron sobre el caso al entonces presidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa, pero las respuestas, siete años después aún no llegan y en el MP tampoco muestran avances de la investigación.

López Muñoz, fue sacado de su casa por seis hombres con porte militar, vestidos de negro y chaleco antibalas, tenían armas de cañón largo (con un foco o mira en la parte superior), quienes cubrían su rostro con pasamontañas; allanaron ilegalmente la vivienda de Óscar, presentándose como agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), se transportaban en tres vehículos, entre estos un pick up, doble cabina, color gris; y un HILUX, color morado, vidrios polarizados, explicaron en la misiva enviada a Lobo Sosa.

Además que en la detención, la víctima de desaparición forzada, fue golpeado reiteradamente porque sus captores no aceptaban su identidad como Óscar Elías López Muñoz, insistían en que ese no era su nombre. Ante los gritos y golpes, su pequeña hija gritó que su papá se llamaba Oscar López, por lo que un supuesto agente se le acercó para consolarla y decirle que se calmara que no les iba a pasar nada.

En el Día Nacional del Detenido Desaparecido

El caso que sucedió el mismo día en que se conmemora al Detenido Desaparecido, es el del líder comunal de la Colonia Planeta de San Pedro Sula, José Reynaldo Cruz Palma, desaparecido el 30 de agosto de 2011.

Pronto cumplirá siete años de engrosar la lista de cientos de miles de detenidos desaparecidos en Latinoamérica, y que como en la mayoría de los casos, las autoridades no han dado respuesta de su paradero, y su familia debió huir por vBulletin temor a correr la misma suerte.

Los familiares de Cruz Palma responsabilizan a la Policía de su desaparición, pues argumentan que el 30 de agosto (2011), cuando fue bajado del bus en que iba, había una patrulla e individuos con uniformes policiales, que lo bajaron y se lo llevaron en un carro particular. “Él era quien hacía el trabajo social en la comunidad. Mi hermano no tenía ni una hoja delictiva”, ha  reiterado Isaura Cruz Palma.
“Rey” cómo lo llama a familia, días antes de la desaparición, hizo algunas demandas para su colonia, a través de un medio de comunicación, en el barrio siguen preguntando por él. 

¿Por qué agosto?

Por su parte la coordinadora general del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, Bertha Oliva, ha expresado que “a mí me gustaría sentar a unos de los planificadores del mal para que me explicara qué fue lo que motivó para que el mes de agosto se registrará en todo el continente, como el mes más violento, o sea  el mes donde más desapariciones forzadas de personas por motivaciones políticas se registrara”.

El 30 de agosto se conmemora el Día Internacional del Detenido Desaparecido, idea que surgió de la FEDEFAM en 1984 en Venezuela, la doctrina de desaparición forzada fue ejecutada en obediencia a un plan macabro impulsado por Estados Unidos contra líderes, dirigentes y defensores de derechos humanos de los movimientos sociales del continente.

Y en ese congreso, declaramos que íbamos a trabajar con el Día Internacional del Detenido Desaparecido y que las organizaciones íbamos a luchar para que en cada país se pudiera lograr el Día Nacional del Detenido Desaparecido. En 1984 proponernos ese objetivo era muy difícil; porque estábamos en plena implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional, detalló la defensora y sobreviviente de la Doctrina de Seguridad Nacional, Berta Oliva.

“Pero lo hicimos y en Honduras logramos que se conmemore el 30 de Agosto Día Nacional del Detenido Desaparecido”, para el COFADEH es un día ya marcado en el calendario y parte de su labor de reconstrucción de  Memoria Histórica, por lo que el próximo jueves, los detenidos desaparecidos saldrán a las calles en la Movilización Nacional convocada por la Convergencia Contra El Continuismo, que iniciará a las 10:00 a.m. frente a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

El artículo 1 de la Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas, dice que: Nadie será sometido a una desaparición forzada. Y (2) En ningún caso podrán invocarse circunstancias excepcionales tales como estado de guerra o amenaza de guerra, inestabilidad política interna o cualquier otra emergencia pública como justificación de la desaparición forzada.

Una grave violación de los derechos humanos

Al habérselas separado del ámbito protector de la ley y al haber “desaparecido” de la sociedad, se encuentran, de hecho, privadas de todos sus derechos y a merced de sus aprehensores. Algunos de los derechos humanos que las desapariciones forzadas violan con regularidad son:

El derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica;
El derecho a la libertad y seguridad de la persona;
El derecho a no ser sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes;
El derecho a la vida, en caso de muerte de la persona desaparecida;
El derecho a una identidad;
El derecho a un juicio imparcial y a las debidas garantías judiciales;
El derecho a un recurso efectivo, con reparación e indemnización;
El derecho a conocer la verdad sobre las circunstancias de la desaparición

Las desapariciones también suponen en general una violación de diversos derechos de carácter económico, social y cultural, tanto para las víctimas, así como sus familias:
El derecho a la protección y a la asistencia a la familia;
El derecho a un nivel de vida adecuado;
El derecho a la salud;
El derecho a la educación.