lunes, 10 de diciembre de 2012

En un país de impunidad la lucha por alcanzar justicia se mantiene incólume


Don Wilfredo señala el lugar donde fue encontrado muerto su hijo




La familia del adolescente Ebed Jassiel Yánez Cáceres persevera en su lucha porque el crimen de su hijo que cayó abatido por una patrulla militar la madrugada del 27 de mayo de 20012, no aparezca en la larga lista de casos que permanecen en la impunidad.

Desde el momento cuando se dio cuenta que su hijo fue perseguido desde un retén por una patrulla militar integrada por 7 efectivos encapuchados y armados de fusiles y munición letales, Wilfredo Yánez, padre de la víctima inició un largo camino junto al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh) para llevar a los tribunales a los militares responsables de matar al joven, así como a los altos mandos militares que han obstruido el proceso de aplicación de la ley.

Con la denuncia que trascendió a nivel nacional e internacional, el 14 de junio la Fiscalía de Derechos Humanos presentó requerimiento fiscal ante el Juzgado Penal de Tegucigalpa en contra del sargento Eleázar Abimael Rodríguez Martínez, el cabo Felipe de Jesús Rodríguez Hernández y el subteniente Josué Antonio Sierra por suponerlos responsables de la muerte violenta de Ebed Haziel Yánez Cáceres.

Cuando se abrió la audiencia de imputado se conoció que la Fiscalía acusó de homicidio al sargento Eléazar Abimael Rodríguez Martínez y por los delitos de encubrimiento y falta a los deberes de los funcionarios a los otros dos militares. A Rodríguez Martínez se le dicto auto de prisión y se encuentra en l cárcel de Támara, Francisco Morazán, mientras que a Rodríguez Hernández y a Sierra se les dictaron medidas sustitutivas a la prisión. Estos últimos se encuentran bajo la responsabilidad del Comandante del Primer Batallón de Infantería, no pueden salir del país, deben presentarse a firmar un libro de registro a los Juzgados todos los viernes y no pueden acercarse a las víctimas ni a los testigos del caso.

El Cofadeh en su condición de acusador privado, presentó un recurso de ampliación del delito de homicidio para el cabo Felipe de Jesús Rodríguez y el subteniente Josué Antonio Sierra quien estuvo a cargo de la patrulla de 7 efectivos militares que persiguió la madrugada del 27 de mayo en un carro Ford 350 a Ebed Jassiel cuando éste omitió detenerse en un retén ubicado de la colonia Villa Vieja, mientras se conducía en una motocicleta.

La solicitud del Cofadeh fue denegada por el Juzgado de Alzada y se espera continuar con el juicio oral y público en los próximos meses. El Ministerio Público realizó indagaciones a 29 militares que prestaron servicio como parte de la "Operación Relámpago", en el retén de la colonia Villa Vieja, al oriente de la capital de Honduras en la fecha del crimen. Al parecer los militares involucrados en el homicidio pertenecen al Batallón de Fuerzas Especiales localizado en la Venta, Francisco Morazán.

El 29 de junio de 2012, Wilfredo Yánez interpuso con el acompañamiento del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), un recurso de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Justicia contra el decreto que otorga facultades exclusivas de la policía a las Fuerzas Armadas.

En aquella ocasión la Coordinadora General del Cofadeh en conferencia de prensa dijo que “esa persona de menor rango dentro del operativo en el cual se eliminó al niño estaba obedeciendo órdenes, porque nadie, ningún militar dispara sin recibir una orden y ahí estaba plenamente identificado el militar que estaba a cargo y que además participa del operativo; a eso se llama impunidad”.

Por su parte Wilfredo Yánez sostuvo que “a eso se llama impunidad absoluta, dar permiso y otorgar leyes para seguir matando a este pueblo, por eso es que tomamos esa acción ante la Corte Suprema de Justicia”.

Recientemente Wilfredo Yánez dijo a defensoresenlinea.com que “de Cofadeh estoy muy satisfecho, muy agradecido por todo el soporte que ellas han brindado, en la medida de lo que urge, están trabajando al día y están interesadas en cómo van las investigaciones”.

Yánez explicó que la Fiscalía está actuando por partes, primero lo que más les interesaba era llevar a la cárcel a las personas responsables de la muerte de mi hijo, luego aquellos que han encubierto que recibieron la información unos minutos después de la muerte, que en vez de proceder a presentar al Ministerio Público a los responsables, se llamaron al silencio y más bien les han estado ayudando, encubriéndoles de tal manera que ya les tenían preparado para decir lo que han dicho; en el caso de los imputados cuando afirmaron que nunca vinieron a Villa Vieja, que nunca estuvieron acá.

“Han mentido, hay declaraciones que dicen todo lo contrario, que sí ellos persiguieron a mi hijo y cuando él estaba por evadirlos lo atacaron por la espalda a punta de fusil y lo derribaron de la motocicleta”, sostuvo Yánez.

Según el expediente 1311-12 existen 3 testigos protegidos en este caso, en donde se habla del papel de varios oficiales de alto rango como el Teniente Coronel Juan Girón (oficial encargado del operativo de seguridad la noche del crimen), asignado al Segundo Batallón Táctico de Infantería localizado en Támara, Francisco Morazán quien les dijo a los miembros de la patrulla (7 en total incluyendo al motorista) que guardaran silencio.

Oficiales de alto rango manipularon evidencias
El escrito señala que otro oficial, el Coronel de apellido Castro también les dijo a los miembros de la patrulla que guardaran silencio, “éstos dos últimos se encontraban en el Instituto Hondureño de Mercadeo Agrícola (IHMA) ubicado en la colonia Kennedy, según el testigo protegido. Tanto el coronel Juan Girón como Castro ya habían reportado al alto mando el domingo 27 por la tarde sobre el suceso y que fue el mismo día de los hechos”.

En otra parte del expediente se cita que el coronel Fúnes, comandante de los miembros de la patrulla militar que se apostó con un operativo en el Desvío a la colonia Los Pinos, cambió las armas a los miembros de la patrulla militar, la noche del día 28 de mayo a las 7:30 pm que fue día lunes, y el mismo coronel Fúnes, asignado al primer Batallón de las Fuerzas Especiales de la Venta, Talanga, Francisco Morazán, igualmente fue quien les ordenó que todos dijeran lo mismo:…”que nunca fuimos a Villa Vieja que solo estuvimos en las colonias Ulloa y en la Honduras”.

Y ese mismo coronel Fúnes (oficial que supuestamente ordenó a los soldados manipular las evidencias al cambiarles sus armas a los militares, cuando éstas fueron requeridas por la Fiscalía, debió haber recibido reporte de la muerte del muchacho de parte del coronel Girón…”. A éste oficial ya se le interrogó y ellos afirmaron no saber nada, añade el expediente.

El portavoz de las Fuerzas Armadas, coronel Jeremías Arévalo reaccionó en torno al caso y expresó que no hubo ningún comportamiento indebido de parte de las Fuerzas Armadas. El oficial aseguró que “todo eso de las mentiras y el cambio de armas es una novela, nosotros le hemos dado a la fiscalía todo lo que nos ha pedido desde el primer día”.

Por otro lado en el documento consta que “el clase I, Isabel Maradiaga Muñóz, autoridad de servicio en la Posta policial salida a Danlí, sostuvo que a la 1:20 de la madrugada del domingo 27 de mayo de 2012 sólo llamó a la policía y que ellos no fueron a inspeccionar la escena del crimen, por lo que solo los militares estuvieron en el lugar de los hechos, dejaron abandonado el cuerpo sin vida de Ebed Jasssiel y según testigos, regresaron al lugar para manipular la escena del homicidio.

La Fiscalía tiene en su poder casquillos de los proyectiles disparados que corresponden a fusil M-16 de calibre 5.56/2.23. De acuerdo con expertos en balística del Ministerio Público este tipo de proyectil posee la particularidad que una vez que da en el blanco se fragmenta y los daños que provoca son irreparables, en otras palabras, la munición que utilizó la patrulla militar es letal.

Durante una exposición sobre la trayectoria de los proyectiles disparados, se constató que uno de ellos rozó la cadera de la víctima y daño la vía derecha de la motocicleta, otro ingresó por la parte superior derecha de la espalda, penetró el cuello y se fragmentó en la mandíbula, dañando la lengua, laringe y la parte baja del cerebro. Otro proyectil impactó la parte baja del asiento de la moto y fragmentos salieron por en medio de dicha parte.

Se cree que los militares comenzaron a disparar desde que Ebed Jassiel evadió el retén policial, sin embargo negocios próximos al lugar donde se instaló el retén militar que poseen cámaras de video, no proporcionaron el material visual a la Fiscalía, pese a que ésta lo solicitó.

Un equipo del Cofadeh realizó el pasado 1 de diciembre una reconstrucción de los hechos junto al padre de la víctima Wilfredo Yánez. La Fiscalía cuenta con un informe del personal de inspecciones oculares y otro de la reconstrucción, pero a estas alturas del caso considera realizar una nueva reconstrucción y otro peritaje para la moto marca Yamaha que conducía el adolescente.

Dada la trascendencia de este caso que involucra a efectivos militares actuando en acciones policiales, que son exclusivas de la policía, representantes del Observatorio para el Cierre de la Escuela de las Américas (SOA-WATCH) visitaron a la familia Yánez Cáceres para expresarle su solidaridad y respaldo en las acciones emprendidas en su búsqueda de justicia.

En entrevista con defensoresenlinea.com, el padre de Ebed Jassiel, Wilfredo Yánez visiblemente afectado por recordar la madrugada fatídica del 27 de mayo, expresó que el proyectil que mató a su hijo entró a la altura de la espalda, por el hombro derecho y cruzó hasta detenerse en la mandíbula que la fractura, la onda expansiva que provocó ese proyectil dentro de su cuerpo llegó hasta el tallo cerebral y eso fue lo que le provocó la muerte.

Yánez dijo que ya se presentó un informe forense pero que no tiene cambios en relación a la autopsia preliminar. El entrevistado sostuvo que la Fiscalía también realizó una reconstrucción de los hechos, sin embargo en nuevas diligencias practicadas por procuradoras de derechos humanos del Cofadeh, no se descarta que se repitan para establecer con precisión la trayectoria de los disparos en la escena del crimen y otro aspecto importante será la revisión de las placas radiológicas que indicarán con claridad los fragmentos del proyectil que mató al adolescente.

Estados Unidos retiene millonarios fondos a FFAA
El caso de Ebed Jassiel trajo consecuencias a nivel internacional, en noviembre de este año un cable internacional reproducido por varios medios de comunicación en Honduras reveló que Las autoridades estadounidenses exigieron respuestas al gobierno tras revelarse que soldados formados y equipados por los Estados Unidos asesinaron a un adolescente en Honduras.

El cable apunta Honduras es un país azotado por la delincuencia al que Estados Unidos ya le está reteniendo decenas de millones de dólares en ayuda militar y policial debido a su preocupación respecto a posibles violaciones de los derechos humanos.

Estados Unidos no han especificado cuánto dinero está siendo retenido, pero una revisión de los presupuestos señala que podría alcanzar los 50 millones de dólares, incluidos 8,3 millones en lucha contra el narcotráfico, algunos programas paralelos y otros 38 millones en el marco de la Iniciativa de Seguridad Regional para América Central, que asciende en total a alrededor de 135 millones de dólares.

El pasado 27 de mayo Ebed Haziel Yánez Cáceres de 15 años, tomó sin permiso la motocicleta de su padre Wilfredo Yánez en horas de la noche y al parecer recorrió las calles de la colonia Villa Vieja. En horas de la madrugada Ebed Haziel se encontró con un retén militar al que no prestó atención y fue perseguido varias cuadras cuesta arriba por varios efectivos militares que le dispararon hasta matarlo. El caso será presentado ante organismos internacionales de derechos humanos para que sea la justicia internacional la que acabe con la impunidad en Honduras.

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