viernes, 28 de diciembre de 2012

“Cinismo mágico”



Por Eduardo Enrique Reina García

 “¿Quién es un cínico?

Un hombre que conoce el precio de todo y el valor de nada."

Oscar Wilde

Los acontecimientos de las últimas semanas en Honduras, nos revelan una tragicomedia de lo que solo se podría denominar como el “cinismo mágico”. Nuestra triste realidad supera al gran género literario del “realismo mágico”, el que a mediados del siglo XX buscaba mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común, al final es una actitud frente a la realidad, y en el cual su gran exponente Gabriel García Márquez ha deleitado las lecturas del mundo entero. En nuestro Macondo, lo que no dejan de llover son problemas y crisis, y esos solo pueden llegar a entenderse por el colapso, no solo del sistema legal, político, social y cultural, sino que principalmente de valores de algunos supuestos intelectuales, conductores y líderes de la catastrófica realidad actual. El “cinismo mágico” se apodera de los que conociendo el desastre que significó el golpe de Estado del 28 de junio de 2009, todavía piensan que la gente tiene amnesia política y que sus farsas y manipulaciones pueden engañar a alguien, ya no quedan incautos. El sistema político surgido del golpe, no se recompuso como debería ser lógico y jurídico con una Asamblea Nacional Constituyente, y el estado resquebrajado en su institucionalidad, sigue en una vertiginosa caída al vacío.
Solo basta ver a los partidos tradicionales, que de forma flagrante, burda y torpe, utilizaron las viejas prácticas de manipulación e inflación electoral, lo que deja en evidencia las fallas del sistema, desprestigiado aún más a las vetustas instituciones. No se enteran que eso ya no pega. Adicionalmente, las elecciones han servido para demostrar la recomposición de fuerzas de los grupos de poder y sus serias contradicciones internas, ante un pueblo cuyos problemas son cada vez mayores y no se solucionan, se sufren crisis en seguridad, salud, educación, pobreza, recursos naturales, economía, fiscal y tantos que la lista es enorme.
Por otra parte, y en el cinismo mágico en su versión más cómica, los mismos que dieron el golpe del 28/junio, con la tal “sustitución” o la “crisis de poderes” como les encanta llamarla, términos que la Comisión de la Verdad que crearon vía decreto dice claro que fue golpe, ahora tratan de aplicar visiones jurídicas y políticas, y se desgarran las vestiduras por lo que ahora sí denominan golpe con la remoción de magistrados de la Sala Constitucional de la CSJ. Todos los que fueron actores en el golpe de Estado, ahora se dividieron, una bancada que votó a favor de la defenestración ilegal e ilegítima de un presidente electo, ahora votan para sacar “legalmente” a unos magistrados y los otros dicen que fue golpe, porque el CN no puede destituir a otro poder. Que la sesión tiene inconsistencias, que es una conspiración, que es ilegal, que no se respetó el debido proceso, que se dio una danza de millones, y ahora se preparan a “resistir” en las calles lo mismo que antes defendían.
Más pronto que tarde les regresó un boomerang de piedra. En todo esto se aplica la doctrina del Estoppel del Derecho Internacional o conocida en el derecho, como la doctrina de los actos propios: “venire contra factum proprium non valet”, proclama el principio general del derecho, que norma la inadmisibilidad de actuar contra los propios actos, no podemos alegar en contra, lo que ya alegamos a favor, en hechos prácticamente iguales, si lo de hoy es golpe, lo del 28/junio también y viceversa.
Ahora los que representaron al régimen de facto en las negociaciones en Costa Rica aparecen atacando lo que antes defendían, los medios que antes decían que había una “sustitución” legal dicen que ahora es golpe. Que falta de coherencia, de ética y de principios. El cinismo mágico está incontrolable, hasta los que comandaron el golpe en el PL ahora son demócratas, y todos los que conspiraron se asustan de este “golpe”, y la CSJ y el MP que actuaron a la velocidad del rayo, con hechos no consumados y violando el debido proceso y los derechos humanos, ahora analizarán con “prudencia” los hechos.
Lo que queda claro a toda luz, es que la justicia no es, ni ha sido independiente, que la CSJ y los operadores de justicia y políticos responden siempre a algún interés, para bien o para mal y si no se alinean, se van. El único interés que debería primar es el bien de Honduras, los operadores no basan sus decisiones en el derecho, la equidad y la justicia. Eso provoca la impunidad, la falta de Estado de Derecho y de seguridad jurídica. El país no puede seguir en esta erosión institucional constante. Todavía algunos se preguntan: ¿Qué es lo que anda mal?, y dicen que son las maras, el narcotráfico, la inseguridad, el crimen organizado, la globalización, el neoliberalismo, y hasta el fin del mundo. El problema es estructural de la institucionalidad, el sistema actual, este ya no da para más.
Todo lo que ocurre solo demuestra que Honduras debe ser refundada sobre nuevas bases y con la participación de todos, sin exclusiones, sin manipulaciones de grupos de poder o sin sectores privilegiados. O recomponemos todos al país o el cinismo mágico nos terminará consumiendo. Hay que liberar el pensamiento y la acción.

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