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Por Giorgio Trucchi
El Cofadeh (Comité de familiares de detenidos desaparecidos en Honduras) presentó en conferencia de prensa cuatro casos emblemáticos de violación a los derechos humanos, que en las próximas horas serán sometidos al conocimiento de la justicia internacional, “en los que concurren elementos graves de impunidad y factores hegemónicos de seguridad hemisférica de Estados Unidos”, se lee en un comunicado de dicha organización.
De acuerdo con el análisis del Cofadeh, el proceso de progresiva remilitarización de la región centroamericana, impulsado por Estados Unidos en aras del ‘combate al narcotráfico y al crimen organizado’, Honduras ha devuelto a las Fuerzas Armadas “instrumentos legales y facultades discrecionales” que en sólo tres meses de 2012 ha provocado esos cuatro casos emblemáticos, “envueltos por mecanismos institucionales y presiones externas en la absoluta impunidad”.
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En noviembre de 2011, el Congreso Nacional aprobó el Decreto Nº. 223-2011, mediante el cual se hizo una interpretación de la Constitución para que las Fuerzas Armadas pudiesen “realizar funciones específicas de la Policía”, en el marco de un estado de emergencia de seguridad pública. Sin embargo, ese “estado” ha sido renovado cuatro veces mediante decretos presidenciales.
Según Bertha Oliva, coordinadora general del Cofadeh, en todos estos casos existen patrones comunes, como por ejemplo la presencia de cuerpos especiales de las Fuerzas Armadas hondureña, la impunidad, el involucramiento de Medicina Forense para que ningún alto mando del Ejército quede involucrado, así como “los intereses hegemónicos de Estados Unidos a través del Departamento de Estado y el Pentágono, con el silencio y complicidad de los actores oficiales hondureños”, aclara el comunicado del Cofadeh..
“En ninguno de estos casos el Estado ha mostrado interés en tratar de resolverlos para que no queden en la impunidad. Antes bien, el Ministerio Publico se ha transformado en la ‘lavandería’ del Estado, y los familiares de las tantas víctimas continúan sumisos en el olvido”, aseveró la coordinadora del Cofadeh.
Entre los casos presentados por esta organización de derechos humanos destacan el de Planes (Bajo Aguán), donde el campesino organizado, Neptalí Esquivel, fue atacado por militares durante una protesta pacífica y herido de gravedad, quedando lisiado de una pierna, y el caso de Ahuas, donde un operativo conjunto de la DEA (Agencia Antidroga de Estados Unidos) y de las fuerzas especiales del ejército hondureño dejó un saldo de cuatro civiles asesinados y varios heridos.
También se presentaron los casos del joven Ebed Jaasiel Yanes Cáceres, quien fue perseguido y asesinado a sangre fría por miembros del I Batallón de las Fuerzas Armadas, por no haberse detenido a un retén en la aldea de Villa Vieja, Danlí, y del soldado Alex Banoff, quien murió en circunstancias violentas en las instalaciones del XV Batallón de Fuerzas Espaciales en Río Claro, Colón.
Durante la actividad, los familiares de las víctimas tuvieron la oportunidad de explicar lo que les ha tocado vivir durante los últimos meses, señalando el total abandono en que se encuentran y denunciando amenazas y persecución por estar reiteradamente exigiendo justicia.
“Hay una intencionalidad explicita de fortalecer la impunidad y manipular la verdad, negándoles, como en el caso de Ahuas, la posibilidad a los representantes de las víctimas de acceder a los expedientes. Eso significa dejarlos en total indefensión.
¿Dónde está ese interés de proteger y respetar los derechos humanos, cuando lo que tenemos son militares en todo el país, reprimiendo a la sociedad como que estuviéramos en guerra?”, se preguntó Oliva.
Finalizando la actividad, la coordinadora del Cofadeh dijo que todavía están viendo donde compete presentar estos casos a nivel internacional, así como “si pueden servir para sustanciar el expediente abierto sobre Honduras ante la Corte penal internacional”, concluyó.
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