Votar por Villeda es votar por Micheletti
Ha trascendido que el dictador Roberto Micheletti fue el benefactor de la campaña del candidato ultraderechista del Partido Liberal Mauricio Villeda Bermúdez. La información la proporcionó el director de Radio Globo, David Romero, quien reveló que el tirano invirtió multimillonarias cantidades de dinero para que Villeda emprendiera su aspiración a convertirse en candidato para las elecciones generales del próximo año.
Romero detalló que la erogación de plata fue a cambio de controlar la vetusta institución política y que el expresidente Carlos Flores fuera apartado de las decisiones del partido.
También se acordó “neutralizar” la influencia que ha venido ejerciendo Flores en los miembros del liberalismo.
Apuntó que el exgobernante ha intentado comunicarse con Villeda, pero éste no le ha contestado las llamadas.
Esta revelación surge a pocos días que Flores publicara una misiva a través de diario La Tribuna –de su propiedad– donde divulgó que su hija Elizabeth “Lizzy” Flores Flake fue víctima de “un complot” para que no saliera electa como candidata a diputada por Francisco Morazán.
El exinquilino de Casa Presidencial lamentó la trama montada contra la hija y manifestó que dejaba las “puertas abiertas” si el Partido Liberal requería de sus servicios.
Cabe recordar que Mauricio Villeda Bermúdez fue miembro de la comisión negociadora del dictador Micheletti en el denominado “Plan Arias”, junto al actual canciller Arturo Corrales y la expresidenta del Poder Judicial, Vilma Morales; se opusieron a que el exmandatario Manuel Zelaya fuera restituido en el cargo tras haber sido defenestrado por las armas el 28 de junio de 2009.
En declaraciones a periodistas, el también miembro del grupo ultrarreaccionario Opus Dei, dijo que “yo no he golpeado a nadie”, semanas antes de las elecciones internas, reconoció de forma implícita que fue partícipe del golpe de Estado y que “lo volvería a hacer”.
A Micheletti se le acusa de haber sustraído miles de millones de lempiras mientras jefeó el régimen despótico.
El gremio magisterial lo señala de robarse millones de lempiras del Instituto Nacional de Previsión del Magisterio (Inprema) para comprar equipo policial y militar para reprimir y asesinar a “La Resistencia”.
Analistas económicos aseguran que el costo del golpe de Estado fue superior a los cinco mil millones de dólares (más de 100 mil millones de lempiras).
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