Derroche y fraude
"Los movimientos minoritarios terminan cediendo sus credenciales al mejor postor, perjudicando la democracia y la voluntad popular.”
Los movimientos minoritarios del Partido Nacional que participaron en las elecciones primarias quedaron en deuda con el pueblo que invirtió alrededor de 32 millones de lempiras en cada uno de ellos, de acuerdo a los resultados proyectados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE)
Tan evidente es la baja participación electoral de estas corrientes que, de acuerdo a estas mismas estimaciones, ninguno de ellos, alcanzará a sacar en votos el equivalente a los 15 mil delegados que les exigía la Ley Electoral y con mucho esfuerzo lograron superar los casi tres mil cargos de elección popular en disputa.
Más decepcionante es saber que ninguno de estos movimientos, con excepción del que encabezaba Fernando Anduray, que sacó más de 15 mil sufragios, superaron en votos la cantidad de mesas instaladas, más de siete mil, por cada uno de los tres partidos que participaron en las elecciones, Liberal, Nacional y Libertad y Refundación (LibRe).
Los tres movimientos grandes eran Azules Unidos de Juan Orlando Hernández, Salvemos Honduras de Ricardo Álvarez, y Por Mi País de Miguel Pastor.
Las corrientes minoritarias eran: Corazón Azul, que encabezaba Eva Fernández, Por Una Nueva Honduras (PUNH) de Loreley Fernández, y Acción Barnica de Víctor Hugo Barnica.
A esto se agrega que ninguna de estas corrientes ganó un cargo de elección popular.
Para consuelo de estas corrientes, el flamante movimiento Por mi país, que encabezó Miguel Pastor, tampoco cumplió las expectativas puesto que la cantidad de votos obtenidos no cubriría a sus delegados en mesas, urnas, aspirantes a cargos de elección popular y autoridades partidarias.
Pero la corona del desorden se la llevó sin duda alguna la exaspirante Eva Fernández, quien ni siquiera pudo ejercer el sufragio a su favor pues no estaba registrada en el padrón electoral porque no hizo el cambio de domicilio desde los Estados Unidos, donde ha residido los últimos años.
El Estado invirtió más de 800 millones de lempiras en las pasadas elecciones primarias y 32 millones en cada una de estas dos corrientes a lo largo del proceso que incluyó los trámites de inscripción.
Además de las corrientes nacionalistas, participaron tres del Partido Liberal y cuatro de LibRe, las que no se pueden medir porque solo escogieron diputados y alcaldes.
Entre los liberales el menor fue la de Esteban Handal con 21 mil votos, en tanto que Mauricio Villeda y Yani Rosenthal, sacarán más de 300 mil cada uno.
“Evidentemente estos resultados ameritan una revisión exhaustiva de los requisitos de inscripción de las corrientes internas porque no se puede estar desperdiciando dinero del pueblo”, opinó el dirigente de la sociedad civil León Aguilar.
En los mismos términos se refirió el analista Julio Navarro, quien además consideró que “no cabe la menor duda que los movimientos minoritarios terminan cediendo sus credenciales al mejor postor, perjudicando la democracia y la voluntad popular”.
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