miércoles, 28 de noviembre de 2012

Caudillos departamentales sustrajeron 2000 actas



Los caudillos departamentales sustrajeron alrededor de 2000 actas de cierre, correspondientes a igual número de urnas, con un estimado de 400.000 votos, agudizando más la transparencia de los resultados de las elecciones primarias del pasado domingo 18 de noviembre.

En las instalaciones del Infop, en Tegucigalpa, se están escrutando las actas de cierre que presentan inconsistencias.

Lo anterior fue denunciado por el secretario del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Alejandro Martínez, durante una comparecencia a la radio HRN y horas después de que la firma auditora internacional contratada por el organismo colegiado confirmara que existen 1200 actas más que presentan inconsistencias.
El funcionario electoral explicó que esa irregularidad se presenta en los tres partidos que participaron en la contienda electoral, es decir el Nacional, Liberal y Libertad y Refundación (LibRe), al tiempo de exhortar a sus dirigentes a devolver cuanto antes esos documentos vitales para hacer el escrutinio general.

Provocar confusión 
Martínez no dijo quiénes sustrajeron las actas, pero fuentes allegadas al organismo colegiado confiaron a La Tribuna que son caudillos departamentales y locales que valiéndose de su influencia local instruyeron a los delegados de las mesas a no meter las actas originales de cierre a la maleta electoral junto al resto de los insumos.
Según la misma fuente, esos caudillos pueden ser los mismos aspirantes a diputados y alcaldes, quienes tienen la costumbre de sustraer en cada proceso electoral esos documentos para evitar que se conozcan los resultados que les son adversos y provocar la confusión entre el electorado.
Las maletas son transportadas por las Fuerzas Armadas (FF AA), pero una vez que los delegados de las mesas concluyen los escrutinios y las sellan con toda la documentación pertinente. El organismo colegiado estima que entre esas urnas sin actas, más las otras que presentan inconsistencias, se hallan alrededor de 400.000 votos, que podrían cambiar las tendencias.

Proceso empañado 

Observadores internacionales y de la Misión de la OEA, también se mostraron interesados en conocer el proceso de conteo de los datos de las actas de cierre.

En las elecciones generales del 2009 y en las del 2005 se extraviaron una cantidad de actas de la misma manera y nunca aparecieron, según los registros del TSE, con la salvedad de que en ambos casos los políticos de turno que disputaban los cargos de elección popular, pasaron por alto el reclamo.
En esta ocasión y ante la incertidumbre que priva entre aspirantes del nivel presidencial, particularmente entre liberales y nacionalistas, que todavía no aceptan haber sido derrotados, el pleno del TSE se declaró ayer en sesión permanente para evaluar las últimas incidencias.
En un primer término, el organismo colegiado le está pidiendo a la dirigencia de los tres partidos en contienda que devuelvan las actas cuanto antes, para poder concluir el escrutinio en el tiempo programado, en 30 días a partir de la fecha de las elecciones.
En caso que no haya devolución, el TSE procederá a contar voto por voto de cada una de las 2000 urnas afectadas, de la misma manera que está haciendo con las 1200 actas detectadas con inconsistencias.
Como tercera medida, el organismo colegiado ha comenzado a documentar cada uno de los casos de retraso y sustracción de actas para presentar la denuncia por delito electoral ante el Ministerio Público (MP), en contra de quienes hayan participado en la comisión del ilícito.
Como el TSE no puede precisar la cantidad de votos legales que podría arrojar el nuevo conteo, tampoco puede anticipar los resultados finales del recuento de actas por actas que lleva a cabo a petición de los movimientos liberales y nacionalistas que no aceptan la derrota.

Voto por voto 

Seguidores del aspirante nacionalista, Ricardo Álvarez, durante una manifestación para exigir el recuento voto por voto.

El pasado domingo por la noche, casi una hora después de cerradas las urnas, el TSE proyectó una tendencia a favor del precandidato nacionalista de Azules Unidos, Juan Orlando Hernández, sobre su más fuerte contendor de Salvemos Honduras, Ricardo Álvarez y el liberal, Mauricio Villeda, frente a Yani Rosenthal, basado en una muestra del 70 por ciento de las urnas a nivel nacional, bajo el mecanismo denominado Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP).
Hernández y Villeda se proclamaron ganadores, pero Álvarez y Rosenthal exigieron un recuento de votos ante la estrechez de la proyección del TSE
-menos de cuatro puntos para el primero y cinco para el segundo- y sobre todo porque el TREP sufrió una falla inmediatamente a la proyección, evitando que el TSE pudiera ampliar contundentemente la tendencia de los resultados esa misma noche, como sucedió en procesos electorales anteriores.
Desde entonces, Álvarez y Rosenthal mantienen la consigna del conteo voto por voto, pero en su lugar y arguyendo que no lo permite la ley, el TSE comenzó un recuento de las actas de cierre, que a la fecha es arriba del 50 por ciento y que confirma la proyección inicial a favor de Hernández y Villeda, con una diferencia de nueve por ciento para el primero y tres para el segundo.
En respuesta a los reclamos de esos presidenciables y otros políticos de los demás cargos de elección popular, que critican las fallas del TREP y la lentitud del escrutinio, el TSE ha salido en su defensa, responsabilizando a los mismos partidos, ya que fueron ellos los que escogieron a los delegados de las mesas, encargados de transmitir los resultados y el llenado de las actas.

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