Juan Orlando Hernández no ha logrado sacar de inmediato la Corte Suprema de Justicia que más le interesa. La llamada oposición política le ha puesto zancadillas. Sin embargo, ¿habrá algo nuevo con la elección individual de los quince magistrados? Es cierto que los nacionalistas están muy molestos porque la elección no ha salido como la esperaban. Pero, ¿hemos de esperar de la elección individual una Corte realmente distinta a la que hubiese salido si los cachurecos hubiesen alcanzado la mayoría calificada?
Como práctica y experiencia política, es muy enriquecedor lo que está ocurriendo entre la llamada oposición y los partidos tradicionales. El esquema clásico de la plancha bipartidista y el reparto de cargos se ha roto. Es un avance. Sin embargo, ¿saldrá una nueva Corte Suprema de Justicia?
Es cierto que la conformación del mapa político no ha permitido que Juan Orlando Hernández salga de una vez con sus propósitos. Sin embargo, de entre las 45 personas que están en la lista, ¿saldrá una Corte con la soberana decisión de parar a Juan Orlando Hernández en su proyecto autoritario y personalista? De entre esas 45 personas que están en la lista, ¿saldrá una Corte que paladinamente derogue el decreto de la reelección, el decreto de las ZEDEs o Ciudades Modelo, el decreto que concede derechos a empresas millonarias a privatizar las vías de comunicación?
¿Quién nos asegura que los magistrados que salen electos con voto individual se plantarán con firmeza para romper con la sólida impunidad de la que gozan los altos jefes del bipartidismo y de la alta empresa privada? ¿Quién nos asegura que la Corte Suprema de Justicia que salga electa se plantará con firmeza ante el intervencionismo de la Embajada del gobierno de los Estados Unidos?
A propósito, mientras ocurría el ejercicio político en el Congreso Nacional con la merienda de 45 profesionales del derecho del más puro bipartidismo, aumentaron el precio a los peajes y con la mayor celeridad, el gobierno y la alta empresa privada siguen levantando peajes para seguir esquilmando a la gente. Y todo en el país en donde todo va mejorando, como dice el presidente con su sonrisa al viento.
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