jueves, 18 de febrero de 2016

Víctima de brutal represión militar lucha por volver a caminar



Por Marvin Palacios

“La fe que yo tengo es que ojalá esta vez, yo quede mejor de la operación”, expresó el dirigente campesino Neptaly Esquivel quien fue víctima de un disparo que le propinó un efectivo militar en su pierna izquierda que lo dejó lisiado.

El ataque se produjo el 30 de marzo de 2011, en medio de un brutal desalojo que ejecutaron militares del XV Batallón de Fuerzas Especiales  y policías de Tocoa y Sonaguera contra una manifestación pacífica de organizaciones campesinas aglutinadas en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) realizada en la comunidad de Planes, municipio de Sonaguera, departamento de Colón.
La manifestación se produjo en apoyo a un Paro Nacional decretado por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) contra el régimen opresor de Porfirio Lobo Sosa que gobernó de 2010 a 2014.
En el  violento desalojo policías y militares utilizaron bombas lacrimógenas y “bala viva” contra centenares de campesinos y campesinas que se manifestaban en el tramo carretero del Aguán que se ubica en Planes.
“Aquel día hubo una gran represión contra la gente que se manifestaba, contra maestros y campesinos. Policías de Tocoa y Sonaguera y militares del XV batallón comenzaron a tirar bombas lacrimógenas, y ya cuando no tenían bombas nos comenzaron a disparar bala viva”, narró Neptaly Esquivel.
Esquivel trató de escapar del efecto de los gases de las bombas lacrimógenas pero encontró un cerco como obstáculo que no pudo saltar, en ese momento fue rodeado por varios militares, uno de ellos le disparó a quemarropa y luego los demás  lo patearon  hasta que quedó desmayado.
“Yo llegué al cerco, intenté pasar al otro lado, pero cuando me agarré del poste, llegó un militar y me dijo: ¡párate ahí!, cuando él me dijo eso, directamente me disparó y estaba como a un metro de distancia, sentí el golpe en mi pierna, me sostuve del poste y cuando vieron que yo no caí del balazo, entonces me bajaron a golpes y me tiraron a unas aguas sucias que estaban ahí y luego perdí el conocimiento”, detalló el campesino.
Durante las semanas que permaneció internado en el hospital Regional de Atlántida, su vida corrió peligro ya que elementos del ejército, vestidos de moteado, llegaron al Hospital hasta el cubículo en donde estaba ingresado, haciéndose pasar por sus familiares. Sin embargo no lo pudieron identificar porque el personal de enfermería se equivocó y lo ingresó con otro nombre.

Después de permanecer varias semanas en el centro asistencial fue dado de alta y permaneció en tratamiento, sin lograr una operación quirúrgica para tratar de rehabilitar el hueso de la pierna dañada. 
Fue hasta el jueves 4 de febrero de 2016, cuando Neptaly Esquivel junto a su suegra doña Petrona López viajó desde el Aguán a la capital para someterse a una intervención quirúrgica con la esperanza de volver a caminar, porque como afirma: “Siempre se me ha quebrado la platina y el hueso no se pudo reconstruir y eso es lo que me ha afectado a mí para poder caminar”.
Neptay Esquivel de 36 años fue presidente de la Empresa Asociativa Nuevo San Esteban, más tarde se unió al Asentamiento Campesino Marañones en el valle del Aguán y actualmente es Secretario del Asentamiento Campesino La Confianza. Ahí la comunidad siembra plátano, yuca, granos básicos y caña de azúcar.
Esquivel está casado y tiene seis hijos, la subsistencia de su familia ha radicado en la solidaridad de sus compañeros y compañeras de La Confianza y del Comité de Damiliares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).
“Dos años después de lo sucedido, me eligieron como fiscal de la empresa asociativa, y luego me nombraron como secretario de la Junta de vigilancia ante la Junta Central de los seis grupos campesinos y luego me sentí mal, se me quebró la platina de la pierna, me quedé sin fuerza en el hueso”, comentó el dirigente campesino.
En el año 2014, debido a que tenía dificultades para caminar, sus compañeros y compañeras campesinas lo delegaron como encargado de una tienda de consumo de su comunidad. “Comencé a trabajar en el negocio vendiendo y haciendo compras para el negocio”.
Para el mes de octubre de 2015, Esquivel reportó a sus compañeros que se sentía cansado y decidió renunciar, más tarde en enero de 2016, la asamblea de la comunidad, lo eligió nuevamente como Secretario General de la Empresa Asociativa La Confianza.
Así han transcurrido casi 5 años después de que un militar del XV Batallón de Infantería con sede en Río Claro, Trujillo, disparara su arma de reglamento y sin ningún escrúpulo  atentara contra la  humanidad del dirigente campesino, y lo dejara lisiado por el resto de su vida.
“Agradezco mucho al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) porque ellas siempre han estado pensando en mí, no se han olvidado de mí, han estado haciendo acciones en mi favor, como ahora con esta operación”, recalcó Neptaly Esquivel.
En abril de 2011, el COFADEH presentó una denuncia ante la Fiscalía Especial de los Derechos Humanos  en la que insta al Estado de Honduras a que se  adopten las medidas necesarias para garantizar la vida e integridad de las víctimas y se inicie un proceso exhaustivo e imparcial de  investigación  y los que resulten culpables sean requeridos ante el tribunal de competencia mediante requerimiento fiscal.
La solicitud también incluyó que las autoridades brindaran  el listado de los agentes policiales y militares que participaron en la represión así como los comandantes del operativo y se establezca la responsabilidad de la cadena de mando.
Copia de la denuncia también fue remitida a la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas,  a la  Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a la Relatoría Especial contra la Tortura de Naciones Unidas, Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y  a la  Comisión de Verdad, a través de su Coordinadora, Elsy Monge, con el objetivo de que quedara constancia de los hechos.
El COFADEH denunció por Abuso de Autoridad, Falta a los Deberes de los Funcionarios, Atentados, Detención Ilegal, Lesiones Graves y Golpes y Tratos Crueles Inhumanos y Degradantes contra varias personas  y señalando como responsables de estos hechos aparte de los agentes que participaron, al presidente del régimen, Porfirio Lobo Sosa, al ministro de Seguridad, Oscar Álvarez  Guerrero y  el ministro de Defensa Marlon Pascua.

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