viernes, 26 de febrero de 2016
“Los desalojos duelen”
Por Sandra Rodríguez
Las lágrimas son inevitables, los recuerdos se mantienen presentes, muchas noches sin dormir, no hay producción, empleo, salud ni educación, y las respuestas del gobierno no llegan, así viven las familias desalojadas en el Valle de Polochic, Guatemala, en el año 2011; es imposible no vernos en ellos, pues vivimos la misma situación, aseguran defensores de la Madre Tierra del Bajo Aguán, quienes han visitado esas comunidades.
Esta semana un grupo de 11 defensores y defensoras de DDHH y el derecho a la tierras de distintas comunidades del Bajo Aguán, en la costa norte hondureña, viajaron hasta Alta Verapaz, Guatemala, para solidarizarse con cientos de familias guatemaltecas que fueron desalojadas violentamente en marzo del 2011, un año después el entonces presidente Otto Pérez Molina, les prometió una reubicación digna, con tierras para producir y demás servicios sociales, pero la realidad muestra lo contrario.
Es una pobreza extrema la que viven los compañeros guatemaltecos, los niños y niñas no van a la escuela porque no tienen ni maestros, no hay alimentación, y sus viviendas son muy precarias, además están abandonados por el gobierno, es preocupante que no exista interés por la situación que viven estas familias, declaró Digna Perdomo, del Observatorio Permanente de Derechos Humanos del Bajo Aguán (OPDHA).
Ayer los y las defensoras a quienes da acompañamiento el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), visitaron tres comunidades indígenas campesinas junto a representantes del Comité de Unidad Campesina (CUC), de Guatemala, para solidarizarse y compartir experiencias con los defensores de la Madre Tierra que han sido reubicados o están en procesos de recuperación.
En la comunidad de Polochic II (ECA AJ RAL CH’OCH’) hay 81 familias reubicadas desde hace un año, existe la preocupación de saber si la finca está o no pagada, mientras tanto estamos viviendo de lo poco que hemos sembrado, declaró Hilda Clemencia Álvarez.
Llegamos en marzo del 2015, hemos sembrado frijol y chile que es lo que comemos, pero no nos da resultado la cosecha, el gobierno como parte de lo pactado en el 2012, nos ofreció un programa de alimentación y vivienda, pero nada ha llegado, y no podemos mejorar las casas (construidas de paja) porque no han pagado estas tierras y existe presión de parte del dueño, aunque él aceptó que ocupáramos la tierra, mientras le paga el Estado, continuó Hilda.
Representantes del Fondo de Tierras de Guatemala, que atienden la finca, les dijo que ellos ya son dueños de la tierra, pero que el gobierno aún no las ha pagado, ante esta información la comunidad de Polochic II, dijo que es como no tener nada, porque primero se debe pagar para sentirse dueños, ellos no deben pagar nada porque la tierra ya se pagó con sangre.
Desde el 2011 estamos en esta situación y no nos ha resuelto el problema que enfrentamos, estamos aquí prácticamente sin hacer nada, todavía no vemos el producto de la tierra, aquí cerca no solo, no produce la tierra, sino que no hay fuentes de empleo. Hemos sembrado pero está muy seca la tierra, no hay maíz, frijol, trabajo ni dinero, lamentan los campesinos.
Muchos compañeros están endeudados por sostener la lucha y la familia, estuviéramos bien, pero no tenemos nada que vender, nada que comer y compartimos la preocupación por ver a nuestros hijos sin ninguna posibilidad, nadie, ninguno tiene trabajo, no sabemos nada de lo que va a suceder, denunció un poblador.
Antes del 2011, más de 800 familias fueron desalojadas de las fincas cañeras de la empresa Chabil Utzaj, en el valle del Polochic, donde la habían habitado ancestralmente. “Donde estábamos en recuperación de tierras producíamos buenas milpas, pero aquí es muy difícil la situación, y afirmamos que seguimos luchando”, dijo Hilda.
Son tres comunidades re asentadas por el gobierno, El recuerdo, San Cristóbal, Cobán- la más alejada, del valle de Polochic; San Esteban y río Polochic II. En lo pactado se acordó tierra, subsidio de alimentación, capital de trabajo, granos básicos, escuelas, centros de salud, no hay nada, y es lo que se exige.
Por su parte compañeras del Bajo Aguán expusieron la situación que viven en Honduras, relacionaron ambas muchas y sumando los efectos de las concesiones de los recursos naturales, más de 800 afectan el territorio nacional y al menos 40 explotaciones ya están implementadas en el Bajo Aguán.
También está latente la construcción de Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) o ciudades modelos, para el caso “La Banana Beach” en Trujillo, solo circula el dólar, no es accesible para la población, pese a que está en nuestro territorio, expuso Elsy Márquez, una joven luchadora por la tierra en Colón.
Somos campesinos igual que ustedes, con la diferencia es que nosotros tenemos una tierra muy fértil, sembramos maíz, frijol, yuca, etc, pero la represión que vivimos es muy triste. Hace tres décadas quienes las habitaban vendieron las tierras a bajo precio, fueron engañados. Después vino el proceso de recuperación y los descendientes de aquellas familias tomaron la decisión de entrar a las fincas que en su mayoría estaban a nombre Miguel Facussé, un terrateniente y empresario industrial que sembró allí palma africana, agregó Digna.
Con la lucha también llegó la represión, 146 asesinados campesinos y guardias de seguridad privado, compañeros desaparecidos y semienterrados en las mismas fincas, hay torturados, hostigados, vigilados y más de tres mil procesados judicialmente, y más de un centenar de compañeros con Medidas Cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, debido a la violencia que enfrentamos en un terreno totalmente militarizado y sin respeto pro la vida, agregó al integrante del OPDHA.
También se denunció que Hay compañeras víctimas de ataques sexuales, pero hay miedo de hablar. Algunas mujeres han sido tiradas al río Aguán por no acceder lo que las obligan. Desde esa necesidad nos hemos formado en procesos de DDHH, procuración y acompañamiento a víctimas, afirmó.
Todo lo que vivimos se deriva de la exigencia de querer ser legalmente dueños de la tierra, y aunque hay dos comunidades que ya están pagando los intereses, se han atrasado porque el precio de la palma ha bajado.
Damos gracias a las organizaciones nacionales e internacionales que nos apoyan en esta lucha, hemos logrado articular con diferentes grupos acciones comunes. Hay que conformar grupos de jóvenes que sepan leer y escribir bien, para que se encarguen de llevar las propuestas, dijo Digna.
Glenda Chávez, cuyo padre Gregorio Chávez es uno de los asesinados en las fincas palmeras, exhortó a la comunidad q´ueqchì “no nos dejemos vencer por estos gobiernos corruptos, sigamos adelante, armémonos de valor y no tengamos miedo”.
A la comunidad le llamó la atención ver a mujeres jóvenes defendiendo la tierras, ellas compitieron que su amor a la lucha nace desde el seno familiar, acompañando a sus padres en las tomas de las fincas hace unos 15 años y reivindicando las acciones desde el 2010 a la fecha.
Vemos la participación de mujeres jóvenes en la lucha por la Madre Tierra, el pueblo preguntas ¿Cómo se inician en la lucha?
Testimonios de resistencia por la sangre de los caídos
Después se visitó el asentamiento de Santa Rosita, donde 44 familias están en proceso de recuperación de tierras en las cañeras, allí Carlos Paau, presidente de la comunidad, quien afirmó que, estamos aquí por la necesidad, sufrimos porque cuando llueve se nos mete el agua y nos rodea el lodo. Ahora que está el viento también nos afecta y nos da miedo que se nos dañen las casas. Estamos aquí y vamos a permanecer hasta que se nos resuelvan nuestras peticiones.
Para la anciana Elvira Qu, dijo que cuando reciben visitan, siente son como si fueran “nuestros padres que vienen a vernos” agradeciendo al grupo de hondureños que estaban con ellos.
En la comunidad de Miralvalle, también el proceso de recuperación y espera de parte de las negociaciones de reubicación de parte del gobierno son iguales, si bien es cierto que la lucha de los compañeros de Honduras es muy dura, nosotros estamos aquí porque después de los desalojos tuvimos que ir a buscar donde vivir, alquilar casas y todo es muy difícil, por eso decidimos volver a este lugar, donde murió un compañero y donde hemos vivido desde siempre.
No aceptaremos que nos lleven a otro lugar, no sabemos cómo han de estar las tierras de enfermas a las que nos puedan enviar. Queremos que el Gobierno compre estas tierras para nosotros, estamos conscientes que es una convicción nuestra de querer estar aquí, porque aquí se derramó sangre “debemos agarrarnos de las manos para ganar esta lucha” afirmaron las víctimas de desalojos del Valle de Polochic, Guatemala.
“Quienes vivieron los desalojos, recuerdan con mucho dolor ese día, son palabras que digo con el corazón, no miento, es la realidad en que vivimos según los interés del gobierno y de los ricachones, por lo tanto vamos a seguir luchando y no nos vamos a salir de este lugar”.
“Los desalojos duelen” el gobierno nos está llevando a montañas lejanas, hemos vivido dos desalojos y por eso nos volvimos a juntar para venir aquí. Aquí vivieron nuestros padres y madres y durante el conflicto interno armado los mataron y estamos volviendo a vivir la misma historia, no queremos que nuestros hijos sufran, vamos a seguir en esta lucha”.
“Aunque venga el ejército y la policía no nos vamos a ir, aquí está la sangre de nuestro hermano, compañero y amigo Antonio Bed Ac. Sabemos que las tierras de San Valentín y Polochic II no son buenas, nos están haciendo como a los animales, cortaron las montañas y a ellos los mandaron para allá, nosotros no somos animales”.
Un grupo de once personas del Bajo Aguán, en el departamento de Colón, participan esta semana en un encuentro binacional con miembros del Comité de Unidad campesina (CUC) de Guatemala, actividad que es parte del proyecto “Apoyo y protección a los defensores de derechos humanos, trabajando en conflicto por la tierra y recursos naturales en las zonas rurales de Honduras”, que ejecuta el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecido en Honduras (COFADEH), con el apoyo de OXFAM-UE.
Los defensores representa a organizaciones como el Observatorio de Derechos Humanos del Bajo Aguán, Plataforma Agraria, Movimiento de Rigores, Movimiento “Gregorio Chávez”, Movimiento Amplio Reivindicador Campesino del Aguán (MARCA), Movimiento Campesino del Aguán (MCA), Movimiento Campesino Recuperación del Aguán (MOCRA) y de radio La Voz Popular del Aguán de la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán (COPA), con el acompañamiento del Comité de familiares de un representante del COFADEH.
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