jueves, 25 de febrero de 2016

Cinco razones por las cuales el agua se está acabando


Por Lucía Fernandez Buitrago

Si se acaba el agua se acaba la vida, se duerme el pez, se lamenta el ave, se seca el río, se mueren los cuerpos, se pierde todo; si se acaba el agua no más sendero para los hijos, no más flores en los jardines, no más días felices de campo junto al lago. Si se acaba el agua revive la barbarie, se seca la tierra, se extinguen los seres vivos.
A pesar de ver en los medios de comunicación día tras día esta lamentable realidad, leer anuncios de fundaciones que protegen los recursos naturales, escuchar en cada rincón que el agua es vital, ver imágenes de niños deshidratados y documentales de entidades encaminados hacia el uso responsable de este precioso líquido, ¡las personas siguen desperdiciándola!

Aquí exponemos las principales 5 razones por las cuales el agua del planeta se está acabando:

1) El agua subterránea del planeta se está agotando
Aún no se logra establecer para cuánto tiempo exactamente hay reservas. El planeta azul está perdiendo su color, está perdiendo su líquido vital. El agua llora y se seca en su lamento profundo dejando a su paso el registro de los actos cometidos por la humanidad, la irracionalidad con que es empleada y la indolencia con que es contaminada.

Según un estudio, 13 de los 37 acuíferos más grandes del planeta, estudiados entre 2003 y 2013, se están agotando, y reciben poca o ninguna recarga. Ocho de ellos está en la categoría de estrés, casi sin reposición natural para compensar el uso.

Esta investigación, dirigida por la Universidad de California Irvine, en Estados Unidos, reveló además que “segmentos significativos de la población de la Tierra están consumiendo agua subterránea de forma rápida y sin saber cuándo podría agotarse”. De tan solo una de ellas, la más estresada de todas, el Sistema Acuífero de Arabia, dependen 60 millones de personas, informaron los investigadores.

2) Gasto irracional de agua por parte de las personas

Aunque el 70 por ciento de la superficie del mundo está cubierta por agua, solamente el 2,5 por ciento de la misma es dulce, mientras que el restante 97,5 por ciento es agua salada. Asimismo, casi el 70 por ciento del agua dulce está congelada en los glaciares, y la mayor parte del resto se presenta como humedad en el suelo, o yace en profundas capas acuíferas subterráneas inaccesibles. Ni siquiera el 1 por ciento de las reservas de agua dulce en el planeta están disponibles para consumo y este aumentará en un 40 por ciento en los próximos años, informó la revista Solo Ciencia.

Sin embargo, el hombre no es consciente del agua que utiliza (y desperdicia): cuando usted toma un baño de 15 a 20 minutos, está gastando 200 litros de agua, de los que se desperdician alrededor de 150 litros. Se tiran 6 litros de agua al día esperando a que el agua se ponga caliente. Al lavarse los dientes, gasta 7 litros de agua de los que se desperdician 6.5 litros. Cuando hala la palanca del excusado, se llegan a desperdiciar hasta 20 litros de agua diarios. Si deja el grifo abierto con un pequeño goteo, se pueden desperdiciar hasta 30 litros de agua al día. Estos son sólo unos pocos ejemplos.

3) El turismo descontrolado y el vertido ilegal de residuos líquidos

El lago Baikal (Rusia), la mayor reserva de agua dulce del mundo, está siendo contaminado incluso por los balnearios que lo rodean, en cuyas aguas residuales se han detectado bacterias patógenas. El más famoso afluente del lago es el río Selengá, pero también desembocan en sus aguas más de 300 ríos y arroyos.

4) La usurpación de las aguas

Cada año, flotas de medios de transporte aéreos, marítimos y terrestres, así como miles de kilómetros de tuberías y ductos, cargan muchísimas toneladas de minerales, también madera, petróleo, gas, productos agroindustriales, agrocombustibles y muchísimas otras materias primas. Para extraer y transportar todos estos “productos”, se deben acaparar y contaminar cada vez más tierras, lo que conlleva a que el agua –en constante movimiento y arraigada a los territorios– sea cada vez más acorralada, desarraigada, sobreexplotada y contaminada.

5) Las actividades humanas contaminan y merman los ecosistemas de agua dulce

Los ecosistemas de agua dulce son el hábitat de más del 40 por ciento de las especies de peces del mundo. Según National Geographic, estos están sufriendo mucho daño debido a las actividades del hombre.

“Más del 20 por ciento de las 10.000 especies conocidas de peces de agua dulce se han extinguido o se han visto amenazadas en las últimas décadas. Las cuencas, que recogen las precipitaciones y las canalizan hacia corrientes y lagos, son muy vulnerables a la contaminación”, afirman desde el sitio especializado.

El agua llora, desconsolada y devastada, golpeada en su núcleo vital, subestimada y ultrajada, si no se toma una verdadera conciencia será trágica la situación de este precioso recurso y desastroso el futuro de nuestros hijos. Como dice la canción Aguadiosa: “soy lágrimas que al llorar se llueven de sentimiento, del árbol traigo el lamento cuando le arrancan la vida, soy la selva destruida, soy el río vuelto desierto y el llanto de un pueblo muerto por la ambición desmedida”.

Tomado de 

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