lunes, 15 de febrero de 2016

El debate sobre la Nueva Constitución debe radicar en el pueblo



Al culminar dos años de gobierno, y hacer un recuento de sus logros, el presidente Juan Orlando Hernández hizo público su interés por reformar la Constitución de la república o crear un nuevo pacto social. Sin embargo, Hernández dijo que esto se podía hacer sin la necesidad de llamar a una Asamblea Nacional Constituyente. Plantea en este sentido, que el actual Congreso Nacional modifique la constitución, sin elegir diputados constituyentes y que si es necesario la sometería a que el pueblo diga si está de acuerdo o no con esa Constitución, en la próxima elección. El Sondeo de Opinión Pública realizado por el ERIC en diciembre de 2015, recoge la percepción de la población que en un 51% dijo que un gran diálogo nacional podría traer solución a la crisis hondureña y en un 40.5% dijo que la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente era necesaria. 

La Universidad Nacional Autónoma de Honduras, según lo dijo públicamente la rectora Julieta Castellanos, está trabajando una propuesta de constitución. Hernández dijo que juntaría a expertos para poner en marcha las reformas o la redacción de una nueva Constitución. Ante esto, el director del ERIC, Ismael Moreno, dijo que la creación de un pacto social no puede ser liderada por las personas que sostienen y gobiernan el caos hondureño. Agregó que el proceso debe estar fundamentado en la soberanía del pueblo y para esto se necesitan consensos con todos los sectores de la sociedad. 

Por su parte, la Plataforma del Movimiento Social y Popular de Honduras (PMSPH) reaccionó a través de un comunicado diciendo que "queda claro, en la propuesta de JOH, que no será el pueblo hondureño quien  diseñe, decida y apruebe una nueva constitución, sino que serán los empresarios que han saqueado al país, así como los viejos y corruptos políticos diputados hoy en un Congreso Nacional, que manipularán cualquier resultado electoral o consulta social, para imponer su constitución que les garantice impunidad y el robo interminable de la gran y diversa riqueza nacional, bajo un proyecto de dominación que incluya también  posibles reelecciones para  perpetuar el mismo y no para una Honduras  justa y digna".    

El comunicado también anuncia que los movimientos sociales no renuncian  a la lucha por una Asamblea Nacional Constituyente Refundacional, originaria, pluricultural, justa, decisiva, determinante, que dignifique a Honduras y que lleve a reconstruir la vida de nuestros pueblos, las soberanías, que respete la autodeterminación con justicia económica, política y ambiental, con construcción anti-patriarcal y anticolonialista,  producto del soberano y de su poder constituyente y constituido, con un proceso participativo, amplio, de debate a profundidad, con pensamiento y propuesta crítica, desde los amplios sectores pueblo hondureño. 

“El rechazo de la sociedad hondureña a la institucionalidad es altísimo, está por encima del 80% e incluye los tres poderes del Estado y esto es gravísimo porque la sociedad hondureña está diciendo busquemos otros caminos que no sean a través de la actual institucionalidad política”, señaló el director del ERIC, Ismael Moreno quien además asegura que Hernández está aceptando que la institucionalidad ha colapsado, pero sigue creyendo que él debe liderar el proceso de refundación, aun cuando su nivel de aceptación ha bajado en el último año. 

El ex fiscal general Edmundo Orellana, por su parte opina que la Constitución actual es antigua y no responde al mundo de hoy, que es necesario cambiarla, pero no de la forma como se está planteando desde el Ejecutivo en el marco de un proceso de elección de la Corte Suprema de Justicia, que evidentemente no le ha favorecido. 

"Primero se planteó la posibilidad desde la academia de forma estable, sin embargo el presidente ha aceptado estas palabras de la academia y eso ratifica que el proceso de elección de Corte Suprema de Jsuticia no le da garantía de tener un control total de la misma, entonces solo tiene un recurso: la constituyente. Una vez liderando la constituyente lo primero que desaparecerá es la prohibición de la reelección. Por esa vía quiere sustituir el riesgo que corre con una Corte independiente", expresó el analista. 

También el analista político Raúl Pineda opinó diciendo que si se convoca a una asamblea nacional constituyente la clase política hondureña aprovechará para confrontar e imponer su voluntad sobre la constitución que se redacte. A criterio de Pineda, no se puede ser ingenuo para no ver que detrás del proyecto de elaborar una nueva constitución existen intenciones del presidente Juan Orlando Hernández de mantenerse indefinidamente en el poder.

Vea estudio de percepción de la realidad AQUÍ

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