lunes, 22 de febrero de 2016

Peajes: Ilegalidad y cinismo del gobierno



“Con instalación de peajes se construye un bloqueo económico y social”, según dirigente popular

La nueva estrategia  de Juan Orlando Hernández para sacar fondos a la ciudadanía es la instalación de peajes a nivel nacional. Hasta la fecha están instalados tres peajes en la carretera que comunica San Pedro Sula con Tegucigalpa, está en construcción otra caseta de peaje en la carretera que comunica San Pedro Sula con El Progreso, pero tienen la planificado instalar peajes en la principales carreteras del país.

Esta medida es una clara violación al derecho de circulación de la ciudadanía. Ya que se cobra por la única vía de comunicación existente. Si el gobierno y la empresa privada quieren ofrecer el servicio de vías de comunicación rápidas están en su derecho, como igual derecho tiene la ciudadanía a tener una carretera para movilizarse en todo el país sin pagar nuevas cargas tributarias.

Los peajes es una nueva carga impositiva en una sociedad empobrecida y con los costos de vida más altos de América. Los bajos salarios y el alto costos de la canasta básica llevó a ubicarnos como el país más caro para vivir de América. Como lo establece un reciente estudio la firma inglesa MoveHub donde afirma que en Honduras se necesita el 100 por ciento de los ingresos para satisfacer las necesidades semanales.

Sin espacio a dudas, el gobierno ha buscado el camino más fácil para obtener fondos frescos para su proyecto continuista. Se están instalando peajes en carreteras que ya están construidas, sin embargo se vende la idea de que con esos fondos se van reconstruir las principales carreteras del país. En la crisis económica actual, la mejor manera de obtener fondos frescos es haciendo una lucha frontal contra al saqueo de las instituciones públicas. Según el ICEFI, se pierden 44 mil millones de lempiras del presupuesto nacional en materia de corrupción, al año. Por tanto, donde hay que poner peajes es al latrocinio de los fondos públicos.

Los peajes son una patada, mordida y zarpazo para la ciudadanía. Con la plata del peaje se pagará el pavimento de las carreteras, se lavará la imagen del presidente y servirá de apoyo para la campaña electoral. Sin embargo, la posibilidad de detener este leñazo está en las manos de la gente. El silencio, la indiferencia y el encierro de la ciudadanía son los principales aliados de la ilegalidad y cinismo del gobierno. O salimos a calle a rechazar estas arbitrariedades o los políticos seguirán viviendo de nuestro trabajo.

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