viernes, 12 de febrero de 2016

Herminio Deras: 33 años y una justicia que no llega



Por Alba Luz Deras García.

El 29 de enero de 1983, los órganos de represión del Estado hondureño asesinan a Herminio Deras, en plena implementación de la doctrina de la seguridad nacional cuándo se desató la cacería contra todo lo que implicara oposición a los proyectos designados para el sometimiento y entrega de la soberanía nacional, para todo lo que implicara la defensa de los derechos humanos fundamentales, donde la vida digna fuera el fin primordial para todo el pueblo hondureño. Vida digna significaba reivindicar el derecho a la tierra para quienes la trabajaran, el derecho al trabajo, a la educación, a la salud, a la justicia. En ese camino andaba Herminio. Educaba al pueblo a defender sus derechos, educaba al pueblo a identificar donde estaban los obstáculos para alcanzar una vida digna, iluminaba con sus ideas en un momento de oscuridad total. 

33 años han transcurrido, los autores intelectuales y ejecutores del crimen, siguen en la impunidad. Las condiciones de vida del pueblo hondureño están hoy más depauperadas, la economía está secuestrada por los empresarios avariciosos y por las transnacionales; la soberanía nacional se vende al mejor postor, el día a día es un calvario para aplacar el hambre y cubrir necesidades básicas, la inseguridad y la violencia nos demuestra al mundo que somos una sociedad enferma; nuestros niños, niñas y jóvenes emigran por millares, huyendo de un país que les niega las mínimas oportunidades de vivir dignamente.

Hoy también se persiguen las ideas, se secuestra la libertad de expresión, se asesinan campesinos, comunicadores sociales y a todos los que levanten su voz contra las ambiciones de afianzar una dictadura que busca perpetuarse en el poder para seguir levantando las banderas de la corrupción y la impunidad. Las negociaciones políticas  buscan proteger del brazo de la justicia a aquellos que han saqueado las instituciones del Estado, a aquellos que ha delinquido, que forman parte del crimen organizado, porque tenemos un Estado secuestrado por el narcotráfico, por  las élites de poder, corruptas, delincuenciales, apátridas.

La falta de justicia en el caso de los desaparecidos y asesinados en la década de los ´80, crearon las bases para el afianzamiento de la impunidad que hoy campea por toda Honduras. Por eso a 33 años del asesinato de Herminio seguimos esperando JUSTICIA.

El Sistema Interamericano de los Derechos humanos a través de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,  ha dado la razón a la familia en la denuncia presentada ante dicho órgano de justicia, y reconoce las violaciones cometidas por parte del Estado de Honduras. Más temprano que tarde el Estado deberá responder por este crimen cometido en complicidad con  las Fuerzas Armadas, representado por el General Gustavo Álvarez Martínez y en complicidad con  la clase política  y empresarial que ha gobernado a Honduras como su hacienda particular.

La memoria de los pueblos no puede ser corta, porque la historia de Honduras está escrita con la sangre de sus mejores hijos y la sangre de Herminio ha regado esta patria humillada.

Seguiremos levantando el ejemplo de Herminio, seguiremos exigiendo justicia, seguiremos practicando la solidaridad con el que sufre, seguiremos acompañado al pueblo hondureño en sus demandas por una vida digna, decorosa, justa y plena.

No hay comentarios: