Por Rodolfo Cortés Calderón *
Aunque la historia de Honduras raramente ha sido escrita en base a la verdad, ya que la mayoría de los que escriben la han distorsionado respecto a lo que realmente ha sucedido -por cálculo, complicidad, complacencia o masoquismo- consideramos habrán suficientes y válidos elementos de juicio para poner en su verdadera dimensión lo sucedido a partir del golpe de Estado de junio 2009 hasta ahora.
Ya todos conocemos al dedillo lo sucedido el 28-06-2009, cuando los partidos del bipartidismo, Nacional y Liberal, se aliaron para derrocar al Presidente de la República electo por el pueblo José Manuel Zelaya Rosales, con la complicidad de las Fuerzas Armadas; el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez M. y varios obispos cómplices; las cúpulas de las iglesias Protestante y Evangélica, Corporaciones Mediáticas y la alta jerarquía del COHEP, bendecidos y sacralizados por el departamento de Estado de USA.
A este bochornoso hito histórico se suma lo acontecido hace una semana, el 11 de febrero 2016, con la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia donde la “oposición” jugó el peor papel, incluyendo a LibRe y PAC, porque no podemos incluir aquí a los desvergonzados del partido unificado liberal nacionalista (PAULINA) que son junto con los desgraciados partidillos la Unificación Democrática UD (partido de Callejas) y la Democracia Cristiana, DC lo peor que le puede haber pasado a Honduras.
Pero lo que nunca olvidará la sociedad hondureña es a los grandes traidores y vende patria de los partidos Anti Corrupción, PAC: Ana Joselina Fortín, Kritza Pérez, Marlene Alvarenga y Liberato Madrid (Óscar Palacios) y de Libertad y Refundación, LibRe: Eduardo Coto, Omar Rodríguez, Tatiana Canales, Jenny Murillo, Héctor Padilla, Audelia Rodríguez, Denis Sánchez Fernández y Edras Amado López que aunque sus partidos los hayan “expulsado” no dejan de ser representantes de estos partidos porque esta condición nunca se pierde al ser electos por el Soberano, a menos que sea en un juicio de Estado. Pero tampoco la historia olvidará a los rastreros gusanos de la Unificación Democrática, UD, Edwin Pavón y de la Democracia Cristiana, DC, Augusto Cruz Asencio.
A partir de la elección de la espuria Corte Suprema de Justicia, el Estado de Honduras será gobernado por un poder absolutista y dictatorial -y como todos sabemos el Poder Absoluto corrompe y envilece- dominado por Juan Orlando Hernández Alvarado con la complicidad de todos los partidos políticos con la única excepción del partido Innovación y Unidad-Social Demócrata, PINU-SD, pero sobre todo con la altísima dignidad y patriotismo de su única diputada doña Doris Alejandrina Gutiérrez a quien honramos.
¡Viva la Dictadura del Bipartidismo y de la Oposición!
* Ingeniero agrónomo hondureño
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