La alegría de comenzar un nuevo año escolar se ve reflejada en el rostro de niños, niñas y jóvenes que han regresado a los centros educativos, con la esperanza de recibir la educación que les permita forjarse un futuro mejor.
El artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, garantiza que todos y todas tenemos derecho a una educación libre, gratuita y sin discriminación.
Desgraciadamente, en muchos de los países latinoamericanos no es un derecho sino más bien un privilegio que sólo algunos pueden pagar.
En Honduras, tradicionalmente el gobierno da la bienvenida al año escolar en una comunidad remota y empobrecida y usualmente olvidada. Este año el escenario ha sido el centro básico Dionisio de Herrera del municipio de Trojes, departamento oriental de El Paraíso, fronterizo con Nicaragua.
En esa celebración, nuevamente se escucharon las palabras del presidente Juan Orlando Hernández junto a su ministro de educación Marlon Escoto, con promesas de solucionar los problemas estructurales que tiene el sistema educativo. En el evento se entregó una mochila de cuadernos solidaria como parte de su programa asistencialista “Una Vida Mejor”.
El titular de educación Marlon Escoto, quien ha estado de ministro en dos gobiernos nacionalistas, asegura que 5 años frente a la educación de Honduras no han sido fáciles en una sociedad quebrantada y sin recursos, pero que cuentan con estrategias de trabajo para mejorar la infraestructura de los centros escolares y la calidad educativa. Además de abrir las plazas docentes que se necesitan a nivel nacional.
Un gobierno que no cumple promesas
Parte de la cultura política partidaria de la era democrática en Honduras, es la falta de cumplimiento de promesas por parte de los gobernantes. Al preguntar sobre los principales fracasos en el segundo año de gestión de Juan Orlando Hernández, la gente tiene un claro panorama. Uno de los primeros cinco fracasos es que el gobierno no cumple lo que promete. Práctica que vienen arrastrando todos los gobernantes según el recién publicado Sondeo de Opinión Pública del Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación ERIC- sj.
Para el dirigente magisterial Néstor Alemán, son muchos los retos que tiene la educación este año. Especialmente el de prestar atención a las demandas de los docentes, que siguen exigiendo respeto al estatuto del docente.
“Vamos con muchas ilusiones a dar clases en medio de muchos retos que presenta la educación en el país" dijo el profesor Néstor Alemán en Radio Progreso.
Menos presupuesto para una educación precaria
La situación educativa seguirá siendo compleja en 2016, según refiere el Análisis del Proyecto de Presupuesto de Ingresos y Egresos de la República que elaboró el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi). Para este año el presupuesto de defensa ha aumentado un 161%, mientras que el de seguridad se ha duplicado. Por su parte, el presupuesto destinado a educación apenas tuvo un incremento del 11%.
A pesar que las autoridades de educación se llenan la boca diciendo que los padres y madres no deben pagar para que sus hijos estudien, en la práctica la realidad es otra, son las familias quienes asumen gran parte del costo educativo de los niños y niñas en medio de una crisis económica que les agobia.
En el Centro Educativo Pilar M, Martínez, en la zona Sur de El Progreso, Yoro, la asociación de padres y madres de familia han denunciado los aportes obligatorios que deben dar los responsables de los menores para que estos estudien. Los pagos comprenden desde salarios para vigilantes hasta compra de agua y materiales necesarios para la educación.
Sin duda alguna la educación en Honduras tiene grandes retos. Más de dos millones de estudiantes diariamente tratan de recibir el pan de saber en condiciones precarias que van desde la infraestructura, falta de docentes y contenidos educativos poco actualizados.
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