Por Rodolfo Pastor Fasquelle
Aunque tenía el corazón más fino y era hombre de un solo rostro, mi padre trató al suyo como colega médico y aun como amigo. De niño admiré al Pajarito original por su ademán y el entusiasmo que inspiraba en el pueblo. De grande, fui amigo de su hermano Rubén y aunque menos cálida, mi relación con Ramón, el segundo pajarito, no fue mala. Lo tuve en mi casa alguna vez y manifesté aprecio, aunque me disgustara el caballito de mar bañado en oro en el vestido de Doña Rina. Tiene derecho Mauricio a participar y es mejor candidato que su líder y alter ego en el ciclo electoral pasado, el "humilde" Elvin Santos. Tiene derecho a su soberbia y opinión de que son antivalores las figuras históricas del socialismo latinoamericano. Digamos ¿Neruda y Allende, Lázaro Cárdenas y Correa, Haya de la Torre y Roldos? Siento lastima cuando le cantan “pajerito” aunque entiendo esa y otras peores lindezas a que está expuesto el hombre que pretende subir al estrado. Pero hay problemas serios, graves con su candidatura, problemas intelectuales para iniciar.
He escuchado a Maviber acusándonos a los libres, de traidores cuando en aquella ocasión, con su visto bueno, los hoy fundadores del partido LibRe fuimos las víctimas de su facción y perseguidos por defender la libertad del pueblo a opinar. Y me ofende por tonto su concepto pétreo (ahistórico) de la ideología y del liberalismo en particular. Porque a cualquiera con dos dedos de frente le salta a la vista que el pensamiento social --a veces configurado en sistemas de ideas, que llamamos ideologías-- tiene que evolucionar de acuerdo a las circunstancias concretas. Ya era distinto el liberalismo de principios del siglo XIX del de Montesquieu, el de principios del siglo XX diferente del de su padre a mediados del mismo. Y el de hoy tiene que ser distinto para ser fiel.
Si se propone alcanzar los mismos fines (la libertad y la dignidad) el liberal tiene que evolucionar porque los obstáculos cambian. Cuando hace dos siglos nació el primer partido liberal, heredero del iluminismo, no existían las grandes corporaciones y los oligopolios (que Maviber conoce porque trabaja para varios) no existían el tipo de medios de comunicación que hoy condicionan nuestras vidas, como Televicentro, que pertenece a sus parientes ni el poder fáctico monopólico y mediático que son hoy obstáculos principales para la libertad y la democracia.
Entender ese proceso de cambio social e intelectual no es difícil ni requiere de un coeficiente intelectual superior a la media. Y en estos tiempos se puede tomar ginkgo bilova y viagra, como Mel, para agilizar la circulación de sangre en los tejidos blandos y pensar con más tesitura, lógica y firmeza. Y hay otras fallas moral, que me ofende más.
Aunque el abogado Villeda dice que nunca lo han señalado y es honesto a mí me luce lo contrario, especialmente cuando lo escucho, de frente, diciendo que en LibRe, somoscomunistas, que destruimos la dignidad de las personas y expropiamos su propiedad. No sé quien crea que le cree, pero eso No es la campaña de altura que prometió. Porque él sabe que no es así. (Yo soy accionista de las empresas a las cuales él solamente representa.) Nunca hemos expropiado a nadie y muchos -quizás la mayoría de los miembros del partido- que según las encuestas somos los más y mejor educados ciudadanos, entendemos el papel que deben jugar la propiedad y la empresa y las condiciones que necesitan para hacerlo bien. Y entonces es deshonesto, insulta la inteligencia de su auditorio, es amoral que pretenda insultarnos con inventos.
El peor, más grueso e insalvable de los problemas de Villeda es moral. Yo vi a Villeda Bermúdez apoyar el golpe de Micheletti y sus peores socios a quien estuvo dispuesto a acompañar y a representar, en el escenario internacional y cuyo pleno apoyo hoy lo traiciona.
Él puede volver y decir como repite que el golpe no fue un golpe pero eso no es cuestión de opinión. Lo consideraron golpe el gobierno de EUA con Obama y el de México con Calderón, el SICA y la OEA, las NNUU y la comunidad de naciones UNASUR, que incluía a Chile, Colombia y a Perú, La Unión Europea y la inmensa mayoría, según todas las medidas, de los ciudadanos hondureños, que éramos los concernidos. Porque, entre los hombres y a propósito de cosas mundanas, la verdad no se define como un dogma escrito con el dedo de nadie en un libro de texto legal de primer nivel, en una mala universidad, no es un producto normativo o axiomático, si no que refleja el consenso de los participantes legítimos. Yo puedo ser amigable y hasta perdonar y abrazar un día a un golpista (luego que pida perdón, como hará el honesto) pero no puedo dejar de oponerme a que ascienda a la suprema magistratura de la nación. Y pajarito no pió cuando los soldados dispararon contra y mataron gente en la calle. No defendió el derecho de las mujeres violadas en la cárcel, ni el elemental de los manifestantes a quienes los soldados pateaban en la cabeza contra el pavimento. Ni una vez protestó, a nadie defendió y ahora ¡pide el voto!
Villeda quiere hacer creer que hay una contradicción entre el liberalismo y el pensamiento de LibRe que no hay, porque el socialismo al final es una evolución y otros dicen -con más poesía- un hijo histórico del liberalismo… un avance de aquel concepto, que termina por incorporar la demanda de justicia del pueblo pobre, del que los antecesores se burlaban. Pero hay sí, finalmente, una contradicción fundamental insalvable entre sus pretendidas filiaciones simultáneas, de Maviber, el conservadurismo del opus dei y el liberalismo de todos los tiempos.
Se puede ser liberal y cristiano, porque fue el Nazareno quien enseñó primero la sagrada libertad personal y la obligación de tener hambre y sed de justicia. Pero no se puede ser opus y liberal. Porque el liberal propuso desde su origen que los hombres libres deben constituir un estado laico y forjarse un destino, en armonía y mutua tolerancia de distintas iglesias y religiones, ideologías y creencias, mientras que el fundamentalismo católico quiere hacer la obra según el dogma de que se supone custodia una sola iglesia. Pajarito nos quiere ver la cara.
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