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Una delegacióGARRn del Consejo Nacional de Migración Brasil-Haití se reunió la semana pasada en Puerto Príncipe, capital haitiana, con representantes de la sociedad civil y del Estado para discutir el "Proyecto de investigación sobre la migración haitiana en Brasil y el diálogo bilateral". Participaron en esa reunión representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y organizaciones locales de la sociedad civil interesadas en el tema, como así también, el Grupo de Apoyo a los Refugiados y Repatriados (GARR).
El objetivo era promover el intercambio de experiencias de gestión de los flujos migratorios entre el Consejo Nacional de Inmigración de Brasil (CNIB) y sus colegas haitianos, identificar estrategias para garantizar una migración segura entre los dos países, asegurando el cumplimiento de derechos de los migrantes de forma de atender los intereses de sus países de origen y destino.
Durante la reunión, los miembros del Consejo presentaron una visión general de la institución, compuesta por representantes del gobierno, empleadores y sindicatos. De acuerdo con la agencia brasilera, la legislación nacional en materia de migración, que se remonta a más de 35 años, está desactualizada en relación con la escala de migración global. Dadas las especificidades de la migración haitiana para el país después del terremoto del 12 de enero de 2010, el Consejo recomendó al estado brasilero una resolución normativa para regularizar la situación de los haitianos en su territorio.
Los miembros del Consejo Nacional de Migración de Brasil también denunciaron las redes de tráfico que se aprovechan de la situación para robar y explotar a los migrantes, exponiéndolos a todo tipo de riesgos durante el viaje. El relato da cuenta de que algunos migrantes llegan a Brasil enfermos, cansados y desprovistos de todo, especialmente cuando llegan a partir de las rutas de contrabando, principalmente a través de Perú y Bolivia". El Consejo subrayó que los traficantes son ciudadanos haitianos que entienden que Brasil quiere la fuerza de trabajo de Haití al mismo tiempo que la política de Brasil sobre la cuestión es humanitaria.
Hasta junio de 2013, cerca de 12.204 haitianos llegaron a Brasil en forma regular. El Consejo insiste en que la regularización de la situación de los haitianos en Brasil no debe ser un programa de gobierno, sino una respuesta a la emergencia que Haití viene enfrentando después del terremoto. Brasil adoptó la opción de ciudadanía por el lugar de nacimiento, por lo que todo haitiano nacido en Brasil tiene nacionalidad brasilera inmediata, dijo un miembro del Consejo de Administración.
Durante los tres talleres realizados, los participantes fueron invitados a reflexionar sobre los siguientes temas: políticas de migración para gerenciar en forma responsable la cuestión entre Brasil y Haití; trabajar la comunicación para que los potenciales migrantes puedan ser mejor informados sobre los requisitos de la emigración a Brasil y las oportunidades existentes en el país; así como la identificación de medidas operacionales específicas que pueden ser tenidas en cuenta en la lucha contra el tráfico de personas.
Durante los talleres, quedó decidida la creación de una comisión de seguimiento compuesta por representantes del Ministerio de Negocios Extranjeros y de las organizaciones de la sociedad civil haitiana. Esa comisión será apoyada por la OIM que trabajará con el gobierno haitiano y por el Parlamento para el establecimiento de un acuerdo bilateral entre Brasil y Haití basado en las convenciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre los casos relacionados con la migración.
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
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