lunes, 2 de marzo de 2015
Defensores de DDHH en Ocotepeque conocen funciones de entidades judiciales
Por Sandra Rodríguez
La red de jóvenes defensores de derechos humanos de Ocotepeque, visitó algunas instancias judiciales de ese departamento, para conocer un poco sobre el funcionamiento y trato entre las autoridades y la ciudadanía, y así, ejercer de manera más oportuna la procuraduría de DDHH.
Previo a la actividad de campo, al grupo de unos 10 líderes juveniles de los municipios de Ocotepeque, San Marcos, San Francisco del Valle y Sensenti, se les compartió información sobre los procesos de detención y el trato que se les debe dar a los detenidos, así como sus derechos.
Con la Facilitación del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, compartieron sobre las diferentes violaciones a derechos humanos que se dan en la región, la cual lamentan que esté olvidada por el estado.
Ocotepeque, un departamento ubicado a 400 kilómetros al occidente de Tegucigalpa, la capital de Honduras; y es parte del triángulo norte de Centro América, pues comparte fronteras con Guatemala y El Salvador, lo que la convierte en una zona movida por el comercio, pero más la importación que la exportación, y esa economía es acarreada por las mujeres, pues la misma situación de abandono ha provocado que los hombres -mayormente- emigren a los Estados Unidos.
La Juventud por su parte, se siente desprotegida, sin opciones, sin empleo, y hasta con miedo cuando ven militares o policías en la calle, ya que el trato no es amistoso, y más si son defensores de derechos humanos, los criminalizan.
Para la defensora de DDHH Livy Sarahi Aguilar, de la comunidad de Antigua, Ocotepeque, recibir este tipo de talleres en su ciudad, es una experiencia muy importante porque la mayoría de participantes no había visitado postas policiales, ni las oficinas del Ministerio Público, MP, pues no van a esos lugares por el temor a que no los reciban muy bien.
“En esta ocasión con el acompañamiento del COFADEH, las autoridades públicas nos dieron una pequeña charla, no todo lo que dicen es real, pues siempre hay maltrato, sobre todo cuando capturan a menores de edad, los agreden”.
Esta actividad es previa a la realización de un foro en Santa Rosa de Copán, al cual invitamos a la población del occidente que nos acompañe, pero si no pueden asistir les pedimos que nos apoyen, declaró Aguilar.
Agregó que hay mucho entusiasmo de parte de la juventud de Ocotepeque, porque si no hubiese sido por el COFADEH no hubiéramos sido tomados en cuenta para la defensa de los DDHH, y aquí es necesario visibilizar lo que sucede sobretodo en temas que nos afecta como la migración, desempleo y criminalización.
Justo esto lo trataremos en ese foro, Situación de Derechos Humanos en el Occidente de Honduras “Mirada de Mujer”, el próximo 26 de febrero, donde compartiremos nuestra experiencia como defensores y defensoras de DDHH, y exigiremos que se respete la vida, afirmó Livy Aguilar.
Uno se de los participantes en la jornada fue Walter Mejía, de Sensenti, quien manifestó que este taller ha sido muy productivo, sobre todo porque fueron a visitar la posta y el MP.
“Como joven me siento motivado para seguir aprendiendo y además involucrar a otras personas para que conozcan de sus derechos y sepan cómo actuar en casos de violaciones”, agregó.
Por su parte Néstor Zelaya, quien vive en el municipio de San marcos, denunció que para los jóvenes la situación social es complicada, más cuando hay muchos policías y militares en la calle, ellos dicen que es para cuidar a la sociedad, pero más bien la población se siente con miedo, nos sentimos inseguros cuando ellos están en vías públicas, pues los agente armados más bien molestan a la gente que quiere trabajar.
Lamenta que en la zona se den casos de asesinatos, en algunos están involucrados agentes policiales, pero las víctimas no denuncian por temor, de igual forma estos hechos quedan en la impunidad, pues no se investigan.
Y compartió el caso que sucedió hace unos años, cuando un joven fue capturado y golpeado por la policía, él los denunció y a los días apareció sin vida, una estadística más que aumenta la impunidad en el país. Hay temor de ser asesinados, prefieren callar.
En cuanto a los y las defensoras de derechos humanos, es gente que quiere ser diferente, denunciando y formándose en temas sociales, a estas personas se les señala y amenaza, incluso la misma familia tiene miedo que ellos participen en estos grupos.
Aquí -en Ocotepeque- no conocemos oportunidades, ni de parte del Estado, ni la empresa privada, si hay algún empleo este es muy mal pagado, por lo que la opción que nos queda es emigrar a los EE.UU o aguantar aquí la pobreza, evidenció Néstor.
“El estado debe tomar medidas que nos favorezca, que nos escuchen y trabajen con nosotros, que vea la problemática desde la juventud de estas tierra, queremos oportunidades aquí, desarrollar y fortalecer nuestras comunidades”, aseguró el defensor de DDHH, Néstor Zelaya.
Las violaciones a DDHH persisten al igual que en los 80
Asimismo, Oscar Obdulio Mejía, compartió con la red de jóvenes sus experiencias como defensor de DDHH desde que era un niño, al ser víctima de la Doctrina de Seguridad Nacional implementada en la década de los ochenta por el Estado de Honduras.
Y es que desde niño crecí viendo cómo se violaban los ddhh y que no había respeto a la vida, tampoco habían organizaciones de defensa a los DDHH, en cambio ahora, si las instituciones del Estado no atienden las denuncias, podemos asistirnos del acompañamiento de entidades como el COFADEH.
En 1983, en el tiempo de la guerra fría, mi papá fue detenido temporal, por miembros del escuadrón 3-16, el cual operaba desde el Estado de Honduras y todo aquel que no estaba de acuerdo con las políticas del Estado era secuestrado y asesinado, tenían suerte si lo encontraban o no lo volvían a ver nunca más.
- En Honduras se registra 184 casos de detenidos desaparecidos por el estado, utilizando a agentes armados, en cuenta el escuadrón de la muerte 3-16, fundado por el General Gustavo Álvarez Martínez, y sus miembros recibían entrenamiento militar de Estados Unidos y Argentina.
Don Óscar continuó su relato, diciendo que “tuvimos la suerte y voluntad de Dios que mi padre regresará con vida después de 18 horas de estar en poder de los militares, atado de pies, manos y torturado”.
A la media noche los militares lo fueron a sacar de la casa, nosotros éramos niños, y como no quisimos abrir la puerta, los militares la botaron a patadas, desconocimos el lugar dónde lo tuvieron y cuando fuimos a la posta a preguntar por él, nos dijeron que ellos habían sido quienes los responsables.
“A mi padre se lo llevaron porque era de ideas progresistas, él no compartía lo que hacían las autoridades de ese entonces, él tenía ideas revolucionarias y por eso se lo llevaron”.
En la actualidad, compara don Óscar, la persecución contra los que se oponen al sistema de poder, sigue siendo igual, no hay cambios en materia de ddhh y su respeto, las autoridades continúan violentándolos.
Quizás los cuerpos represivos y asesinos siguen existiendo solamente que con otro nombre o nuevas estrategias.
“Desde los 80 no hay cambios en materia de ddhh las autoridades siguen cometiendo las mismas violaciones”, reiteró el líder social de Ocotepeque.
A toda aquella gente que no concuerda con las políticas de estado, se le ve como un enemigo de ellos, se le ve como si fuera diferente, como si no fueran ciudadanos.
Y tres décadas después, Óscar fue detenido injustamente, acusado de la muerte de un joven, era el 15 de marzo del 2013, cuando se disponía a dormir, escuchó disparos por la comunidad donde vive su madre, cuando él se apersonó al lugar de los hechos, un policía con que había tenido algunos problemas relacionados por su activismo político, lo señaló como responsable, estuvo detenido seis días, y al no encontrar pruebas de su participación, le dieron sobreseimiento definitivo, hasta hace unos días ha recibido su carta de libertad, lo que considera como persecución política, por estar en oposición al sistema gubernamental.
La policía y militares tratan mal a las personas, si hay operativos y el conductor no se detiene ellos disparan sin importar las consecuencias, hace años, en un operativo de la patrulla de frontera, en una zona rural hicieron parada a un vecino, se llamaba Marco Reyes, los viajeros no atendieron el alto por temor a que fueran delincuentes, la policía le disparó y murió, el caso no se investigó, compartió Óscar.
“Aquí se violenta el derecho a la libre circulación, uno no puede salir en ciertas horas -noche- ni por emergencia, porque siempre la policía trata de hostigar a las personas, aun cuando andan trabajando”.
Don “Oscarito” es conocido por su lucha social, denunciar violaciones a los DDHH y participación activa como sub coordinador departamental del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).
Lamentó que no hay empleo para la juventud, hay miles de jóvenes con título de educación media, pero si no tienen un color político del gobierno de turno no hay oportunidad. Tampoco hay ayuda para impulsar el trabajo agrícola, las vías de comunicación como carreteras se están perdiendo, no hay medicinas en los hospitales tampoco hay médicos, en el hospital departamental de San Marcos, a veces sólo hay un doctor “aquí no hay nada”, afirmó, pues las autoridades que llegan al poder solo prometen, vamos de retroceso.
Los las integrantes de la Red de Defensores y Defensoras de DDHH de Ocotepeque, concuerdan en que la sociedad civil tendrá que demandar sus derechos, exigir al gobierno que mejoren sus políticas hay que es necesario organizarse.
Y es que las victimas de violaciones a DDHH en lugar de denunciar o decir lo que les sucede, mejor callan por miedo a ataques o represalias.
Los que estamos en esto de la defensa de DDHH, debemos ser visionarios, y todas las cosas tienen un sacrificio y una respuesta, por lo que hacemos un llamado a la sociedad civil, a líderes religiosos, campesinos, juventud, mujeres y todos los sectores sociales que nos unamos para sacar adelante este país, juntos, denunciando, construyendo cada día nuestro futuro, concluyó el grupo de jóvenes.
“Todas las cosas en la vida se superan y si nosotros somos valientes podremos sacar adelante nuestros anhelos que es defender la vida”, con estas palabras se instó a los y las jóvenes a seguir formándose y fortaleciendo el grupo de defensores en el occidente de Honduras.
En Ocotepeque hay más de 200 policías y casi un centenar de militares, según datos ofrecidos en la jefatura Departamental de Tránsito número 14, a la que acudió la Red, después visitaron la oficina del MP, donde hay cuatro fiscales de turno.
La oportunidad fue precisa para conocer las funciones de la policía y la fiscalía, saber dónde interponer denuncias para acompañar a víctimas y que las autoridades también tenga conocimiento que hay un grupo de defensores de DDHH en la región.
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