miércoles, 25 de marzo de 2015

Violencia genera más violencia



Crímenes de odio e impunidad: dos zarpazos que laceran a la diversidad sexual en Honduras 

Honduras sigue enfrentando una encarnizada violencia y criminalidad que al parecer no hay cómo pararla ya que los remedios que le ponen no curan la verdadera enfermedad. La población se rifa la vida todos los días en los barrios y colonias. Sin tener enemigos, una persona puede morir producto de una bala perdida disparada en las cotidianas balaceras que se registran hasta en lugares que no necesariamente han sido identificados como conflictivos.

La violencia genera más violencia nos dicen las personas adultas, personas que tienen mucha experiencia acumulada. Y tienen razón, las respuestas del Estado a la violencia van acompañadas con una alta dosis de violencia. Nos han presentado a los militares como los salvadores del país pero basta con escuchar lo que informan los medios de comunicación que a cada rato interrumpen su programación normal para informarnos de los hechos criminales, para darnos cuenta que el remedio no curó la enfermedad. Los militares no resuelven el problema porque son parte del problema.

Luego proponen aumentar las penas en el mal llamado delito de asociación ilícita reformando el artículo 332 del código penal, conocida como ley antimaras. También proponen mandar a realizar trabajos forzosos a los privados de libertad para mantener sus mentes ocupadas, y no piensen en hechos criminales.

Qué mejor manera para mantener las mentes ocupadas de la juventud que ofreciéndoles oportunidades de estudios y de empleo, que al final es un derecho humano de la población. ¿Qué mentes son más perversas: la de la juventud desesperada que busca la manera de sobrevivir o la de los gobernantes que siempre criminalizan a los jóvenes que buscan oportunidades para desarrollarse y vivir en un ambiente sano?

Lo que está más que claro es que ni el gobierno, que hoy encabeza Juan Orlando Hernández, ni los militares, ni sus medidas de picar piedra o encarcelar a los jóvenes por simples sospechosos de atentar contra el sistema, es como se va a parar la violencia, la criminalidad en el país.

Culpan al narcotráfico o a la misma operación del crimen organizado, como los responsables de tanta violencia en el país, pero si analizamos a profundidad esta problemática, nos vamos a dar cuenta que esos actores son solo síntomas de algo mucho más profundo: Honduras sufre graves problemas estructurales que no se van a resolver a punta de fusil y balas, lamentablemente las respuestas que hoy tenemos son respuestas totalmente alejadas de la realidad que cada día vivimos los hondureños y las hondureñas.

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