El Libertador
Hace casi un mes, el 18 de febrero, El Libertador publicó esta advertencia de la defensora de Derechos Humanos y comisionada del Comité Contra la Tortura, Tratos Crueles y Degradantes (Conaprev), Odalis Nájera (foto). Las tres muertes y decenas de heridos ayer en el penal de San Pedro Sula y la potencialidad de que esto ocurra en otras cárceles del país están latentes, por eso, reproducimos esta entrevista.
Las fugas de privados de libertad y las peleas de bandas criminales por el control de los centros carcelarios, reflejan la crisis que vive el aparato penitenciario hondureño, ha dicho la Comisionada Nájera.- Más del 50 por ciento de los casi 15 mil privado de libertad en Honduras no han sido juzgados, lo que constituye una de las principales causas del hacimiento y conflictos en prisiones.
El sistema penitenciario hondureño es únicamente el reflejo de un Estado en dos palabras: eterna crisis. Así ahonda el análisis que hace Odalis Nájera, defensora de derechos humanos y comisionada del Comité Contra la Tortura, Tratos Crueles y Degradantes (Conaprev) con relación al colapso de las cárceles nacionales. A grandes rasgos –añade–, la violencia en los centro de rehabilitación, en especial de menores, es “producto de malas decisiones”.
“Malas decisiones”
Es recia al hablar, y sin ambages critica que se coloquen al frente de las penitenciarías a gente inexperta. Nombrar a un arquitecto, lo ve “insólito”. “En su momento dije que era impropio que un arquitecto estuviera al frente de una institución tan compleja como un centro de menores infractores (en el caso de Renaciendo)”, por fortuna –dice– ya se nombró un abogado con formación penitenciaria. Las malas decisiones, ha llevado a profundas crisis en las cárceles, donde los privados de libertad han tomado el control”, opina.
Renaciendo: El Ejemplo
En el caso de Renaciendo –que era administrado por el Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia (Ihnfa) –había mayor capacidad de administración y control, pero “no visualizaron los conflictos que surgirían en el futuro”. La ingobernabilidad de la unidad carcelaria provocó acaloradas guerras entre bandas criminales jefeadas desde afuera desembocó en el descubrimiento de fosas comunes con restos humanos; todos descuartizados.
– ¿Por qué las autoridades dejan a las bandas criminales conviviendo bajo el mismo techo?
– No hay clasificación de las población infractora interna, lo mejor es mantener a los grupos de las maras separados en diferentes pabellones.
Descontrol
El hecho de encontrar restos humanos en centros de menores, “no es más que la evidencia de la falta de gobierno que ha habido en ese lugar, la convicción de que estos menores han estado a su libre albedrio y el Estado dejó de ejercer control y supervisión de los centros de reclusión”.
“Si no se toman las medidas adecuadas para reestructurar estas instituciones, el problema no se va a solucionar, porque definitivamente no es acuartelando a la población infractora que los problemas se van a evitar, al contrario, sólo se estaría contemplando el problema” afirma Nájera.
“¿Para qué militares?...”
Esto se pregunta la comisionada. Analiza que al trasluz del proceso de militarización de la seguridad pública, no beneficia que efectivos de las Fuerzas Armadas se encarguen de cuidar prisiones. Como conocedora del sistema carcelario, recuerda que “a mayor militarización, más violencia ocurre en los países” donde han puesto a militares a cuidar a la población. Con relación al tema, recuerda que tener soldados cuidando cárceles, “no es garantía de seguridad”. “Incluso en la Penitenciaría Nacional se ha reportado la fuga de privados de libertad aun con el cerco militar que se ha impuesto para mayor control”.
Comisionada CONAPREV:
“El Estado debe corregir de inmediato crisis carcelaria”
Tegucigalpa. La crisis carcelaria que padece Honduras debe ser corregida de una vez por todas. Es la petición que hace la comisionada contra la Tortura, Tratos Crueles y Degradantes, Odalis Nájera. El incendio de la cárcel de San Pedro Sula de 2004 que dejó 107 muertos; la quema de la granja penal de Comayagua que cobró la vida de 358 personas y las reyertas en cárceles juveniles, son los antecedentes que el Estado ha vivido y “se tienen que adecuar los centros penales para no repetir las crisis del pasado”.
Separar por categoría a privados de libertad
Tegucigalpa. “Considero necesario que se separe por categorías a los infractores. Lo digo porque me encontré en una celda a un menor de 14 años, no tiene la capacidad física, ni emocional para decidir por sí mismo. Le pregunté a la madre porqué lo encerró y me dijo que lo mandaba a encarcelar para que no se fuera con la barra de un equipo de fútbol a San Pedro Sula”, comenta la comisionada Nájera.
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