lunes, 23 de marzo de 2015

Iglesias, medios de comunicación y militares



Reforma y depuración de institución policial proponen expertos 

En los sondeos de opinión pública que ha realizado el ERIC en los últimos cinco años, tres instituciones son las que gozan de mayor credibilidad en medio de un trasfondo sombrío de una sociedad desconfiada, conservadora y deprimida. Estas tres instituciones, como sabemos, son las iglesias Católica y evangélicas, los medios de comunicación y las fuerzas armadas.

En el actual contexto de deterioro objetivo y de inseguridad, violencia y miedo real e inducido, estas tres instituciones pueden jugar –y lo están haciendo—un papel decisivo en la confección de la conciencia de la población. Basta recordar que los militares tienen ya varios años impulsando el programa infantil “Guardianes de la patria” que no es otra cosa que amasar la conciencia de la niñez en torno al proyecto y disciplina militarista.

Basta también ver el proceso de control que los militares están ejerciendo en cada vez más instituciones del Estado, incluyendo el ministerio de Seguridad, la supremacía sobre la policía y hasta control para decidir qué jueces tienen capacidad para dictar sentencias y qué jueces deben ser separados del poder judicial.

Por su parte, los liderazgos eclesiásticos cada vez parecen acentuar mucho más la cercanía al poder que en el lugar pastoral en donde la gente se juega la vida, así como el ámbito religioso parece cada vez más fusionado con el ámbito militar y policial como la oficialización de la oración conducida por unos oficiales de la policía y del ejército con las devotas posturas de pastores evangélicos.

¿Qué hacen los medios de comunicación? Fusionan toda la realidad de manera que todo mundo pueda estar convencido que las amenazas a la sociedad provienen de sectores juveniles de barrios y colonias y de organizaciones que presionan con sus demandas al gobierno, mientras un sector de empresarios, políticos y militares están haciendo todos los esfuerzos por salvar a la patria. Y en el centro, el perfil de un presidente que con su sonrisa y su aplomo ha recibido la bendición de Dios para hacer lo que tenga que hacer para protegernos del mal.

Estas tres instituciones no solo están contribuyendo a que la conciencia de la sociedad hondureña acentúe el miedo, el conformismo y la demanda de respuestas de fuerza, sino que contribuyen, por activa y por pasiva, a facilitar la tarea de Casa Presidencial de impulsar la campaña para la reelección indefinida de Don Juan Orlando Hernández.

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