martes, 31 de marzo de 2015

Por el Derecho a la Verdad y Memoria de las víctimas de violaciones a Derechos Humanos



Por Sandra Rodríguez

La Organización de las Naciones Unidas, ONU, designó cada 24 de marzo para que se conmemore el Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas.

El propósito del Día es promover la memoria de las víctimas de violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos y la importancia del derecho a la verdad y la justicia.
Además, rendir tributo a quienes han dedicado su vida a la lucha por promover y proteger los derechos humanos de todos y a quienes la han perdido en ese empeño.
En esta fecha, en el año 1980, fue asesinado el obispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, quien fuese ferviente defensor de la causa de los Derechos Humanos en el hermano país centroamericano.
Monseñor Óscar Arnulfo Romero, de El Salvador, fue asesinado el 24 de marzo de 1980 cuando oficiaba una misa en la capilla del hospital de la Divina Providencia en San Salvador.
El sacerdote católico fue célebre por denunciar en sus homilías las violaciones de derechos humanos y por expresar solidaridad con las víctimas de la violencia política que se vivía en esa época.
Por lo que, tomando en cuenta su ejemplo, en 2010 la Asamblea General de la ONU declaró el 24 de marzo como el Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas.
La observación promueve la memoria de las víctimas de violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos y la importancia del derecho a la verdad y la justicia; y rinde tributo a quienes han dedicado su vida a la lucha por promover y proteger las garantías básicas de todos y a quienes la han perdido en ese empeño.
Conocido popularmente como San Romero de América, a 35 años de su asesinato, el Vaticano ha reconocido su martirio por “odio contra la fe” y lo beatificará el próximo 23 de mayo en San Salvador.

Argentina reemplaza tres palabras: “control de país” por “Memoria, Verdad y Justicia”
Y es que, “la memoria nos ayuda a iluminar el presente y a generar el futuro en la vida de los pueblos y en nuestras propias vidas. La historia es memoria de la vida de los pueblos, que se fue construyendo en el tiempo, entre luces y sombras, entre el dolor y la resistencia. Argentina es sacudida y violentada por la última dictadura militar y por todas las dictaduras implantadas en América Latina impuestas a través de la Doctrina de Seguridad Nacional por los EE.UU. Los golpes militares y sus mecanismos del terror, metodologías que llevaron al asesinato, torturas, desaparición de personas, destrucción de la capacidad productiva del país, y los miles de exiliados dispersos en el mundo, están en nuestra memoria…"

Fragmento de la Carta de Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, con motivo del 30 aniversario del golpe militar
"La memoria despierta para herir a los pueblos dormidos que no la dejan vivir libre como el viento", dice León Gieco en su canción "La memoria", esa memoria que se volverá a reivindicar hoy cuando se conmemoren 39 años del Golpe militar que durante siete años sumió en la noche más oscura a la Argentina.
A 39 años del golpe militar: los pueblos sin memoria son pueblos dormidos, manifiesta el pueblo argentino, quien dedica este día a una jornada para recordar y analizar qué les pasó en esos 2.818 días, llenos de violencia, dolor y ausencias.
El 24 de marzo de 1976 el general José Rogelio Villarreal le dijo a Isabel Martínez de Perón: "Señora, las Fuerzas Armadas han decidido tomar el control político del país y usted queda arrestada".
"Control del país", tres palabras que contenían un futuro fatídico: disolución de los partidos políticos, cierre del Congreso, reemplazo de la Corte Suprema de Justicia, supresión de la actividad sindical y debacle económica y social.
Este "control del país" fue teñido de sangre con más de 30.000 desaparecidos; detenidos por razones políticas que fueron víctimas de una violencia extrema y vejámenes y 500 bebés robados a sus padres biológicos, a quienes se les cambió la identidad.
"Control del país", también significó una brutal y aniquiladora política económica.


El régimen militar impulsó las bases de un nuevo modelo económico: el neoliberalismo, con la idea de que el Estado debía intervenir lo menos posible en el mercado.
De esta forma, se configuró un país regresivo en lo económico y socialmente injusto, publica hoy http://www.telam.com.ar
39 años después, "control del país" es reemplazado por otras tres palabras Memoria, Verdad y Justicia, que son los pilares en los que una sociedad debe apoyarse para poder mirar hacia delante, pero sin olvidar y aprendiendo de los errores.
Entre otros hechos, la memoria de los argentinos se despierta con 116 nietos recuperados, más de 200 detenidos-desaparecidos identificados a través de sus restos encontrados enterrados clandestinamente; más de 100 ex centros clandestinos de detención señalizados para recordar que por allí pasó el horror y con 11.941 víctimas que vieron y verán sentados en el banquillo de los acusados a sus verdugos.
La memoria se despierta cuando son llevados ante la justicia los jueces cómplices y los empresarios que no dudaron en "entregar" a sus trabajadores a cambio de beneficios económicos bañados en sangre.
Pablo Neruda dice en su poema "Los enemigos": "Por esos muertos, nuestros muertos, pido castigo. Para los que de sangre salpicaron la Patria, pido castigo. Para el verdugo que mandó esta muerte, pido castigo. Para el traidor que ascendió sobre el crimen, pido castigo. Para el que dio la orden de agonía, pido castigo. Para los que defendieron este crimen, pido castigo".

En Honduras la impunidad es una norma
En nuestro país, la crisis en materia de derechos humanos continúa profundizándose  en forma acelerada, lo que demuestra la pérdida del estado de Derecho y la debilidad institucional incompetente para  sancionar a los  perpetradores  de crímenes, tanto en los hechos históricos como en los casos actuales.
La impunidad y falta de justicia es norma en el país, lo que motiva a que agentes del Estado se sientan autorizados para cometer abusos de todo tipo que van desde el asesinato por razones políticas, hasta secuestros por colusión con el crimen organizado.
El  Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, sólo registra  una condena  por detención ilegal  en los casos de graves violaciones a derechos humanos en la década  de los años ochenta, pese a las abundantes evidencias existentes que comprometen a los agentes del Estado.
Documentó 189 desapariciones ocurridas durante la década de los ochentas. Asimismo, tiene evidencia de que en 40 casos de desapariciones forzadas actuales, desde el 2006 al 2013, estaban involucrados agentes de todas las fuerzas de seguridad del Estado.
La situación actual es sumamente grave; y, el actual gobierno ha adoptado la posición  simplemente de esconder las cifras, minimizar los hechos y  presentar un discurso a la opinión pública -nacional e internacional- que el país está cambiando, porque lo que más les preocupa es la reputación y la imagen del gobierno y no atender las  violaciones a los derechos fundamentales.

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