A criterio del ex Fiscal General del Estado, Edmundo Orellana, el problema no está en el Ministerio Público (MP), sino en el Congreso Nacional (CN), que es de donde surge toda la “pudrición” de este país.
“No hay que negar que el MP tiene un problema, pero el problema no es responsabilidad de los fiscales, es responsabilidad del Congreso Nacional (CN), porque desde que metió las manos sucias, con la política partidista, nombrando fiscales de acuerdo al interés político del titular de este Poder del Estado, desde ese momento se ‘retorció’ la naturaleza y función del MP”, señaló.
Añadió que “esta problemática no desde ahora , es desde hace mucho tiempo, vino el declive de la institución, al grado de que hoy va en caída libre, porque ya pasó el borde del precipicio y eso es culpa de los políticos, insisto es culpa de los políticos y lo seguirá siendo”.
Afirmó que este problema va a continuar, porque cualquiera que nombren ahí, lo harán atendiendo el interés de los partidos políticos y esto demuestra que el problema continuará.
La lógica del Congreso es que la institución no está “descabezada” porque para ellos la Comisión Interventora representa al Fiscal, porque la “retorcida” mente de los diputados no existe acefalias, para ellos sigue habiendo fiscal, cuestionó.
Señaló que todos los fiscales que nombraron desde que comenzaron a intervenir, les impusieron condicionamientos políticos, ahí nombraron fiscales porque eran nacionalistas y liberales, y nombraron los fiscales especiales en consideración de esta situación.
Sin embargo llegó un momento en que se perdió el control porque la corrupción se impuso, “por eso observamos que muchos fiscales están siendo investigados, y los han señalado que manejan grandes recursos en cuentas bancarias, y pagos de tarjetas de crédito, esos fiscales están allí no los han tocado y seguirán estando allí, y otros más que se pierden en la “oscuridad”, pero que están ejecutando transacciones “espantosas” con los criminales igualmente en el Poder Judicial.
El Poder Judicial está en la misma situación porque los magistrados se nombran de acuerdo al partido, no de acuerdo a su capacidad profesional, sino que los nombran porque son incondicionales de alguien que desde el Congreso los imponen, y hoy hasta del narcotráfico, según Orellana.
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