martes, 30 de julio de 2013

Honduras vive en un Estado de guerra, concluyen CPTRT y COFADEH



Honduras vive en un Estado de guerra, concluyen CPTRT y COFADEH

Los defensores de Derechos Humanos Bertha Oliva coordinadora del Comité de Familiares Desaparecidos en Honduras (COFADEH) y Juan Almendares director del Centro de Prevención, tratamiento de las víctimas de  la tortura y Familiares (CPTRT) coincidieron en que “Honduras está viviendo en  un Estado de guerra”.

Para Oliva “Honduras está viviendo en una constante  guerra, que es desigual entre las armas militares y una sociedad que quiere paz”. Por su parte, Almendares sostiene que la violencia que vivimos los hondureños se deba a “la intromisión militar, reforzada por los entes policiales que han convertido al país en una tierra de asalto, en un Estado de guerra contra el pueblo”.

Las declaraciones de ambos defensores de derechos humanos ocurren en los momentos en que la sociedad hondureña sigue impactada y sin dar crédito al trágico destino del periodista y profesor universitario Aníbal Barrow, cuyo cuerpo fue desmembrado y dispersado en los alrededores de una laguna en la región de Villanueva, en el norteño departamento de Cortés.


A Barrow, de 65 años, lo secuestraron el 24 de junio en la ciudad de San Pedro Sula, la capital departamental ubicada 450 kilómetros al norte de Tegucigalpa, cuando se desplazaba en un vehículo en compañía de familiares. Lo llevaron hacia los cañaverales que rodean la laguna de la comunidad de Siboney, en Villanueva, donde se encontraron sus restos 15 días después.

En su análisis sostienen que el asesinato refleja que Honduras ingresó en un tipo de “asesinatos selectivos”, en la que los periodistas aparecen como víctimas predilectas para sembrar terror.  Hasta la fecha unos 35 comunicadores sociales han sido ultimados en Honduras, de los que  29 se han registrado en los últimos tres años.

Asesinato y saña contra periodistas
Los defensores de derechos humanos también coinciden  en que la saña en la desaparición y asesinato del periodista Aníbal Barrow el pasado 24 de junio se debe a una “campaña para atemorizar a la población en especial los periodistas”.

“El objetivo final es atemorizar, causar un pánico colectivo para que dejemos de hacer lo que hemos estado haciendo a favor de la libertades y la vida a favor de las libertades de expresión a la información por eso el sector que más han atacado son los periodistas”, subrayó Oliva.

México al igual que Honduras es uno de los países latinoamericanos más peligrosos para ejercer el periodismo en esta nación se han reportado casos  de secuestro, desmembramiento y quema de cuerpos de periodistas.

Para Oliva el caso del periodista Barrow es similar al patrón de muertes de periodistas mexicanos lo que debe de llamar la atención del porque de la saña en muertes de periodistas. “Es una política regional para atemorizar y someter a los pueblos, es algo que nos está casi paralizando”, agregó.

Temor en la población
De acuerdo con la coordinadora del COFADEH “el país está viviendo en una invariable declaratoria de guerra”. La defensora de derechos humanos aseguró que las oficinas de COFADEH suelen permanecer llenas de ciudadanos atemorizados que llegan a  presentar sus denuncias.

“Día a día llegan a esta oficina personas atemorizadas por persecución políticas, atentados de muertes e incluso personas que han salido del país como pueden por temor a ser asesinados”, lamentó, al reprochar que en  nuestro país operen libremente los escuadrones de la muerte a vista y paciencia de las autoridades hondureñas.


Según el doctor Juan Almendares “los asesinatos selectivos a mujeres, campesinos, personas de la diversidad sexual, periodistas  cada vez los crímenes de lesa humanidad se van cumpliendo de forma bastante regular en otras palabras en Honduras tenemos una guerra contra el pueblo”.

A su juicio la escalada de violencia se  ha incrementado debido a la inminente militarización  y aportes policiales nacionales y extranjeros en programas de seguridad del país.

El Gobierno extendió para finales de abril el “estado de emergencia” decretado en el sistema de seguridad pública ante la imparable ola de violencia y criminalidad que azota al país.

La medida, que fue aprobada en Consejo de Ministros, permite ampliar el período de apoyo de las Fuerzas Armadas a la Policía Nacional en las acciones de combate contra la delincuencia común y organizada facultando a los miembros de las Fuerzas Armadas a continuar realizando operaciones de seguridad en las calles con las mismas funciones de la Policía hasta el 27 de enero de 2014.

Escenario geopolítico
“En Honduras hay un escenario geopolítico  que ha sido utilizado en defensa de los intereses del pentágono, hay un incremento de bases militares, hay un incremento de la presencia de la policía Colombiana  y tratados militares entre Estados Unidos y Honduras” señaló Almendares.  Al acompañamiento militar se suma que el Estado hondureño ha creado cuerpos de inteligencia militar, lo que provocaría una  mayor represión contra del pueblo tal  como ha ocurrido en otros países del área, comentó.

En ese marco, las autoridades no hablan con la prensa desde hace dos meses y solo informan a través de comunicados oficiales, en los que no se registran los asesinatos. Honduras registra un promedio diario de 20 asesinatos y su tasa anual de homicidios llegó en 2012 a 85,5 por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, la Secretaría (ministerio) de Seguridad ha anunciado que la meta para este año es bajar a 80 asesinados cada 100.000 habitantes.

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