Honduras puede recuperarse del daño destructivo del golpe de Estado: Julio Escoto
El escritor Julio Escoto Borjas, dijo esta semana que tiene la firme esperanza que a base de educación y cambios en la hegemonía política, Honduras se recuperará de los efectos ocasionados por el golpe de Estado perpetrado en junio del 2009 en contra del ex presidente, José Manuel Zelaya Rosales.
“Yo siempre soy optimista porque he leído y visto casos de cómo se levantaron sociedades en peores circunstancias como la nuestra, por ejemplo, Alemania antes de la subida de Adolfo Hitler al poder, tuvo una situación tan terrible y paupérrima que para comprar una cajetilla de cigarros o una pasta de dientes la gente tenía que acarrear los billetes y monedas en una carretilla”, comentó.
Otra muestra es la de Japón quien salió de la desgracia de la hecatombe nuclear. Incluso Haití mejora y se repone del devastador terremoto que asesinó y destruyó su economía. Entonces no veo por qué no podamos hacerlo desde la voluntad de cambiar el eje político y transformarlo en uno constructivo y positivo.
Escoto no desconoce que ya se tocó fondo, pero aclara que no estamos más abajo del mismo porque aún hay recursos y potencial para levantar la república “en ese sentido soy optimista”, dijo el autor de la obra El General Morazán vuelve a batallar desde su tumba.
“A veces tengo un poco de pesadumbre porque no veo que la gente lo entienda, pero es normal, hay que educarla por medio de conversaciones, pláticas, foros y de esta forma refrescarle la fe y sacarla de la depresión en que ha caído e instaurarle un principio de esperanza en que sí puede construir un futuro mejor”, reflexionó.
Los retos
A cuatro años del golpe de Estado los retos y desafíos que emergen son la construcción y reconstrucción del país porque no se puede obviar que este fenómeno lo que hizo fue romper con todo un proceso de edificación y corrección de errores que se habían planteado en el marco de la supuesta democracia representativa a la cual se regresó en 1982.
“El golpe viene a acentuar esos errores por lo que habrá que trabajar en función de una estrategia de recuperación del Estado ahora en manos de personas que lo utilizan para su beneficio individual y colectivo. Otro aspecto a considerar es la orientación desde una ética de rectitud y honestidad para hacer prevalecer el buen gobierno que combate la corrupción, respeta los derechos humanos y permite la participación”, sostuvo el escritor.
“Lo que queremos es restituir una hegemonía popular amplia, ancha, democrática que responda a todos los intereses de la población y no de un grupo en particular. Y una vez establecida mantenerla y conservarla para que el estado no se vuelva a deteriorar”.
El contexto desde el cual realiza el análisis el profesor Escoto lo redibujan una precaria situación de las finanzas del Gobierno y la conflictividad en torno a los recursos naturales, la efervescencia electoral y el aumento de las agresiones a la libertad de expresión.
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