Por Tommy Morales
Muchos jóvenes han desaparecido en la ciudad de La Entrada, departamento de Copan, sus familiares no denuncian las desapariciones por miedo a represalias de los hechores.
Fuente acreditada afirmó que desde hace un tiempo han estado desapareciendo personas en esta zona del país, pero con el arresto de los Valle Valle, se ha acrecentado la desaparición forzada de jóvenes hombres y mujeres, sin que las autoridades investiguen los hechos.
Uno de los desaparecidos responde al nombre de Wil Eduardo López Luna (19 años), quien trabajaba recogiendo broza en una construcción; el día que desapareció (hace 22 días) venia de su empleo.
La madre del joven se dirigió a la policía para reportar a su hijo como desaparecido, pero le tomaron la declaración a medias porque el agente que le tomaba la información salía de turno, por tanto, no pudo narrar todo lo que quería. Hasta la fecha no ha habido investigación sobre el caso, ni han realizado ningún intento por buscar al joven.
Al parecer no solo Wil no ha dejado rastros; quince días antes hubo otro rapto de otro joven del barrio Suyapa, fue criado por su abuela, ese día se había ido a la casa de su madre a unas cuadras de donde vivía, y hace ocho días una jovencita que estudiaba en un colegio privado Inste, no dejó huella.
Según reportan, Wil está delicado de salud, ya que tiene agua en el pulmón derecho y problemas respiratorios, por eso su madre se encuentra desconsolada, porque las y los jóvenes que desaparecen sus familiares no vuelven a saber nada de ellos.
Los habitantes manejan la hipótesis que los muchachos son secuestrados para introducirlos a bandas delictivas, los drogan y los mandan a delinquir en la región.
Esta situación viene suscitándose desde hace años con el silencio de los familiares por miedo a las consecuencias que pueda tener acudir a las autoridades, ya que no saben quién es el enemigo. Se ha vuelto un caos en los últimos meses.
También los medios de comunicación regionales guardan total silencio ante la ola de desapariciones forzadas que hay en La Entrada Copan.
“Hace meses desapareció una niña y a nadie le importo, hasta que a una le pasa es que entiende por lo que pasa la familia”, madre de Wil.
Toda el territorio es una bomba de tiempo, que los jóvenes desaparezcan se está volviendo una costumbre, las historias van de pueblo en pueblo; pero los inocentes siguen esfumándose sin que nadie sepa a donde van a parar.
“A la policía no le interesan los desaparecidos o saben que paso con ellos”.
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