Por Rodolfo Cortés Calderón *
Como lo habíamos previsto el mandadero del Imperio John Henry Biehl Del Río llegó a sacarle las castañas del fuego al corrompido y desprestigiado partido de los cachurecos, que pertenece indudablemente a todos los partidos golpistas manipulados por Juan Orlando Hernández, JOH. Y no podría ser mejor que con la asesoría del embajador gringo James D. Nealon y los nefastos cachurecos Arturo Corrales Álvarez, Ministro de Relaciones Exteriores y Leónidas Rosa Bautista, embajador de Honduras ante la OEA.
Por eso días antes los discursos de Gladis Aurora López, Vice Presidenta del Congreso Nacional y de Rosa Bautista eran calca al carbón: “y para qué necesitamos una CICIH si ya JOH nombró una (SIHCIC) , ya está metiendo los corruptos a la cárcel y está poniendo orden a nivel nacional”.
El Informe-Propuesta, como le quiera usted llamar a este adefesio de BIEHL no tiene nada de sustento, de comida, todo es puras hojas y puro bla, bla, bla que el turista chileno de la OEA centró en un solo aspecto, que no es desconocido para nadie en Honduras: La Falta de Justicia.
Estas nueve recomendaciones están orientadas al mejoramiento del Sistema de Justicia: Corte Suprema, Ministerio Público y la Defensa Penal Pública, pero malintencionadamente escondió lo que quizás fue “sugerido” por JOH o por el embajador D. Nealon: La Policía Militar (PMOP) y las Fuerzas Armadas, que también son operadores de justicia que están igual o más embarrados en violaciones a los derechos humanos, corrupción e impunidad que las mal llamadas instituciones del sistema de justicia. No dice nada del mar de corrupción que carcome a las altas estructuras del Ejecutivo y Legislativo de Honduras, pero más descaradamente de los dos últimos del partido Nacional.
Al señor éste que recomienda aspirinas para el cáncer de Honduras se le olvidó que aún en Chile, su patria, siguen todavía viviendo los desmanes del golpista asesino y dictador Augusto Pinochet Ugarte (1973-1990) y que aún con lo que han avanzado, los logros en justicia y derechos humanos no son significativos, porque aún con Michelle Bachelett la estructura pinochetista se mantiene después de 42 años. La forma cómo se trata y se violan los derechos de las comunidades mapuches estimadas en más de 1.5 millones de habitantes, son el mejor ejemplo.
Lo que los indignados hondureños exigimos como mínimo es una CICI, pero que no crea el señor Biehl y sus patronos que los hondureños nos conformaremos con eso. Después de atacar los cánceres de la corrupción y la impunidad vamos por la construcción de una real democracia y la instauración de gobiernos que verdaderamente pertenezcan al pueblo, lo que exigiría como segundo paso la convocatoria a una Asamblea Constituyente popular e incluyente de todos los sectores, lógicamente estructurando antes la Ley Electoral con todo lo que implica su transparencia.
Así señor Biehl que su diálogo sigue siendo bla, bla, bla.
* Ingeniero agrónomo hondureño
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