Los políticos de turno salieron a los barrios y colonias de Honduras con piñatas y dulces para celebrar el Día del Niño y la Niña, felicidad que solo dura un instante pues la realidad de país y la actual coyuntura política ha sumergido a la niñez y juventud en la corrupción y violencia.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas –INE-, de una población de niños y niñas que se acerca a los dos millones, el 14 por ciento, es decir, 371,386 laboran en distintas áreas, para ayudar al sustento de sus familias.
Informes de organizaciones no gubernamentales revelan que un niño entre 15 y 18 años solo gana 2,200 lempiras al mes, y los comprendidos entre cinco a nueve años apenas reciben 598 lempiras.
Tomás Andino, trabajador social quien ha trabajado de temas de niñez y juventud, dice que la actual realidad nacional y coyuntura política agudice esa situación: “los niños y las niñas merecen que se les celebre, pero no de la forma como están viviendo en nuestro e incluso fuera del país. Uno de los temas que en este momento está afectando la calidad de vida de las niñas y niños es el tema de la corrupción en el Seguro Social”.
Andino opina que hasta el momento se habla de las muertes ocasionadas por el desfalco millonario al Instituto Hondureño de Seguridad Social, pero no hay datos específicos de cuántos niños y niñas perdieron la vida. “No tenemos un estudio de cuántos niños han muerto, yo diría asesinados, por quienes han cometido estos actos de corrupción y muchos otros y miles más que tal vez no pudieron tener acceso a los tratamientos y les han dejado secuelas”.
Violencia, principal causa de la emigración de niños y niñas
De acuerdo a los datos de Casa Alianza Honduras, un total de 3,265 niños y adolescentes hondureños fueron deportados de México y Estados Unidos entre enero y mayo de 2015. Tomás Andino apunta que la principal causa del éxodo de niñas y niños acompañados y no acompañados hacia Estados Unidos es la violencia.
“Hay una relación muy fuerte entre huir de las amenazas, extorciones o situaciones similares, y la migración hacia Estados Unidos. Otra de las causas es la desintegración familiar, porque hace que los niños que quedan en Honduras y sus padres se han ido, porque casa vez son más, y quedan al cuidado de sus abuelas, tíos, adolecen de diferentes problemáticas familiares y educativas, entonces, buscan la reintegración familiar.
La legislación hondureña cuenta con un Código de la Niñez y la Adolescencia, sin embargo, como muchas de las leyes en el país no se cumplen a cabalidad. Andino dice que ese Código se divide en dos grandes bloques: el los derechos sustantivos –educación, salud, recreación- y todo un bloque se refiere al encausamiento legal de los niños infractores.
“Lo único que se cumple es ese segundo bloque, o sea, los niños vistos como el problema, los niños vistos como los que hay que quitarlos de circulación de nuestra sociedad: llevarlos a centros y ponerlos en programas de entrenamientos o semi entrenamiento”, comenta.
A continuación compartimos parte del análisis que el trabajador social, Tomás Andino, realizó en Zona Informativa de Radio Progreso, y en el cual detalla las consideraciones a tomar por el gobierno de Juan Orlando Hernández y mejorar la situación de los niños y niñas en Honduras.
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