lunes, 14 de septiembre de 2015

La memoria, el ciclo de la violencia y los vientos de cambio



Venimos a esta plaza como lo hemos hecho desde hace 32 años con la memoria  de nuestros desaparecidos y desaparecidas en la permanente demanda de verdad y justicia.

Nuestra reciente conmemoración del Día Nacional del Detenido Desaparecido el pasado 30 de agosto nos hace reflexionar que la práctica de lesa humanidad como es la desaparición forzada, se sigue ejerciendo en el país, con los recientes casos como el ex presidente  del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (SITRAUNAH) seccional de  La Ceiba,  Donatilo Jiménez,  del dirigente comunal de la colonia Planeta, Reynaldo Cruz Palma desaparecido el 30 de agosto de 2011 y de Jorge Antonio Guzmán desaparecido el 4 de noviembre de 2014 en la ciudad de Yoro, entre otros.
También esta fecha memorable del COFADEH nos hace pensar que la realidad actual no difiere mucho de la vivida por las víctimas y familiares de los desaparecidos y desaparecidas en  la década de los años ochenta e inicios de los noventa.
Los desalojos violentos y la represión ejercida por policías y militares que actúan por órdenes directas de Juan Orlando Hernández en contra las manifestaciones pacíficas que demandan en todo el país,  la instalación de la Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad (CICIH) y la reivindicación de los derechos de las comunidades campesinas y obreras, están a la orden del día.
Los líderes  del movimiento social nuevamente están en peligro de muerte, las recientes declaraciones del jefe de la Fuerza de Tarea Xatruch III, Jovel Martínez que opera en el Aguán, así lo confirman, al expresar que quiere la cabeza de los dirigentes de la Plataforma Agraria, Yoni Rivas, Vitalino Álvarez y Jaime Cabrera,  de los cuales el militar de alto rango de las Fuerzas Armadas señaló de ser los incitadores de las manifestaciones y de atentar contra las instalaciones del XV Batallón de Infantería con sede en Trujillo.
Al parecer la persecución y la violencia brotarán de nuevo en el ya conflictivo Valle del Aguán con graves consecuencias para el respeto a los derechos humanos.
Hoy es nuestro deber denunciar  los ataques ejecutados por  agentes de seguridad y de defensa contra la prensa independiente. Por ello condenamos la brutal agresión perpetrada contra la directora de la Revista Vida Laboral, la compañera Dunia Montoya, hija de Manuel Montoya desaparecido en la década de los ochenta y esposa del diputado de oposición y también periodista Bartolo Fuentes, así como contra los periodistas Edy Andino de canal 6, César Obando corresponsal de radio Progreso en Tocoa, el periodista Gerardo Chévez y el camarógrafo Román Pérez de campus TV.
Es tanta la fragilidad institucional, la intolerancia y el irrespeto a la vida que en plena cobertura mediática y mientras el que dirige el actual régimen celebraba el  Día de la Bandera  Nacional, en ese mismo instante el emblema que representa la identidad del pueblo hondureño, era pisoteado por policías y militares que desataron su furia contra manifestantes en varios puntos del país.
La caída del presidente corrupto de Guatemala, Otto Pérez Molina abre la esperanza en el pueblo hondureño de que la esperanza y los vientos de cambio que soplan en la tierra de la eterna primera, puedan llegar a tiempo al cielo catracho.
“De los Hechos y los Hechores, Ni Olvido ni Perdón”

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