martes, 19 de marzo de 2019

El valor: El capital y su fundamento


Rebelión

Por Miguel Alejandro Hayes Martínez

Si se me pidiera escoger la sección más importante de El Capital, no dudaría en responder. Claro que sería un error desde cierto enfoque tal interrogante, y las buenas prácticas dialécticas llaman a replantear los términos de esta. 
La forma sin el contenido no tiene sentido, ni la apariencia sin la esencia. Así que asumir algo como lo más importante, sería casi descompletar un sistema -y sin un sistema la dialéctica no tiene sentido-. Pero haciendo abstracción por un momento de ello, con el cuidado de no pecar de sobre-determinar un elemento en una teoría, podríamos atrevernos a ponderar el papel del valor dentro del cuerpo teórico de El Capital -y la sección primera que lo soporta, claro-, sobre todo como núcleo de la exposición en ese libro. 
Con el valor se posee la herramienta para desplegar todo el sistema de categorías de la economía política de Marx. Pudiera verse esto a través de la evolución de: valor, mercancía, dinero, capital. Repasémoslo. 
Es un signo lo que la sociedad considera como tal, según expresó Eco. De la misma manera, es ciencia todo aquello que la sociedad considere como así - desgraciadamente, en algunos casos no es fructífero esto-. Siguiendo esa línea, la objetividad como subjetividad histórica -consideración gramsciana-, lo que en sociedad es -signo-, por considerarse como tal, está determinado históricamente, y responde a condiciones de época y lugar. Por eso es valor, también aquello que es considerado así en determinada sociedad. 
El valor, es ese reconocimiento alrededor de los resultados de la actividad del hombre -sus capacidades-, la naturaleza, y lo que estos crean en combinación. Como seres conscientes, es a través de ese reconocimiento que se puede establecer el intercambio, entendido en un sentido amplio: de las relaciones humanas. Es decir, el intercambio implica un reconocimiento, una identidad alrededor de los elementos que interactúan en dicho proceso, y eso es el valor. 
Pero de seguro, este dice tanto que parece no decir nada: es muy general. En su interior, puede albergar muchas determinaciones que aun no se han puesto. 
Pero la teoría llega a un punto superior, y se arriba a categorías más concretas -más elaboradas-, como la mercancía. Esta ya es un momento de mayor comprensión, con determinaciones establecidas: objeto útil, exterior, que satisface necesidades, valor de uso, y valor de cambio. Ahí ya no se está explicando la interacción de manera general -simplemente como relación a partir de un reconocimiento-, sino que se está en un punto de ver que, para el cambio de resultados de la actividad humana, estos son reconocidos específicamente con cierta utilidad, y como susceptibles de dicho cambio hay un reconocimiento de manera general implícito ahí-. Entonces, se ve la evolución en la reflexión sobre dicho proceso, ya no se trata de un en general. 
Gracias al valor como generalidad, se explica el movimiento de la mercancía -donde está presente este -. La mercancía, es reconocida como tal, y por tanto lo es de manera de manera general valor- también. 
Luego, sucede el dinero. El dinero, resulta muy sencillo luego de pasar por el estudio de la mercancía. El dinero es una mercancía que sirve para obtener mercancías. Es decir, es reconocido socialmente como algo que puede ser cambiado por cualquier mercancía, y ahí radica su utilidad. Es por ende, susceptible de ser cambiado. Para este caso la peculiaridad es, que puede serlo por cualquier otra mercancía. En el dinero se incluye -solo que se le añaden nuevas cualidades-, la lógica de la mercancía: que se reconoce apta para el intercambio y que sirve para algo. La mercancía que es reconocida como cambiable por todas las demás, es dinero. Y lo es, claro, porque existe en primer lugar ese signo sobre él –valor-. 
Un punto superior, es la categoría capital. Esta es un dinero con ciertas peculiaridades en su movimiento. Es dinero que compra medios de producción -de su reproducción como capital- y fuerza de trabajo. Estos, son mercancías, y que tienen valor. Dichas mercancías atraviesan un proceso donde el resultado final es la creación de nuevas mercancías, por tanto, de un incremento del valor que está bajo el mando del capital, traducido en un reconocimiento mayor de lo que el capital domina, y que por tanto le pertenece. Resumiendo: el capital es dinero que compra mercancías -medios de producción y fuerza de trabajo-, que aumentan el valor al final del ciclo de dicho capital. 
De todo ello, pueden hacerse lecturas a diferentes niveles de complejidad de las determinaciones de los elementos en movimiento en el ciclo del capital. 
Desde lo más "exterior": tal movimiento del capital es, relación más acabada y acentuada, creciente, como forma de auto-conservarse este, de reproducirse. Capital que aumenta sobre sí mismo, que acumula. 
La misma dinámica puede llevarse a términos de dinero -de relaciones de dinero-, y se ve como esta es creciente, por lo que su monto aumenta respecto al punto de partida: dinero que circula, y que crece sobre sí mismo. 
Pensado desde el punto de vista de las mercancías ocurre lo mismo. Estas aumentan y se amplía el ciclo de la reproducción de mercancías, es decir, se da la reproducción ampliada a nivel de de las mercancías. 
¿Pero, reproducción ampliada de qué? Si el capital se reproduce de dicha manera, es porque lo que crece es reconocido socialmente como capital, igual que con el dinero, y la mercancía. Se trata de que crezca lo que es reconocido con las cualidades de las formas mencionadas. Por lo que, tal reproducción ampliada es también la ampliación del reconocimiento social; momento inseparable de el aumento de las relaciones de capital, dinerarias y de mercancía. En cada uno de esos ciclos ampliados, está presente el reconocimiento en general: el valor. Todos ellos son, porque son reconocidas primero, de esa manera general. 
Ello nos conduce a esclarecer qué es el valor: esa categoría para explicar el movimiento de las relaciones humanas en su plano más general, y que está presente en todo momento en el movimiento de las demás relaciones que permiten explicar el capitalismo -porque todas estas son también de manera general, valor-. Por lo que su movimiento, lo es también del valor, al igual que su crecimiento. Ahí, vemos a la sustancia sujeto, al fundamento de El capital, y del razonamiento sobre el capitalismo. 
Volviendo a la idea del inicio: es el valor entonces, para no decir que el más importante, el fundamento: una determinación de la esencia de la explicación. Está presente en todo momento, y la lógica del capital, la lleva implícita en sí. Por eso, una apuesta por la sección primera. la idea del inicio: es el valor entonces, para no decir que el más importante, el fundamento: una determinación de la esencia de la explicación. Está presente en todo momento, y la lógica del capital, la lleva implícita en sí. Por eso, una apuesta por la sección primera.

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