Con una actitud de desinterés, Mario Martínez nuevo director del Instituto de Conservación Forestal (ICF), se refirió al corte desmedido de árboles en el Distrito Central, corte realizado para habilitar las áreas donde actualmente se construyen obras viales.
Esto forma parte del programa de construcciones orquestado por el alcalde Nasry Asfura, en el que se han cortado árboles en sectores como el bulevar Juan Pablo Segundo, Centroamérica, Suyapa, en el barrio Guanacaste y salida a Valle de Ángeles. Este accionar ha ocurrido ante la vista y paciencia de las autoridades.
“Es una decisión muy particular de la alcaldía municipal, nosotros no podemos opinar al respecto, no es una competencia nuestra, es responsabilidad de la municipalidad”, expresó Mario Martínez, director del ICF.
Estas declaraciones otorgan impunidad a los enemigos de la naturaleza y en este caso particular a quienes ordenan y ejecutan el corte de árboles en el Distrito Central. El teniente de Cuerpo de Bomberos, Marco Antonio Artica, habló del impacto que esta tala dejará en los próximos años para la capital.
“Por cada árbol que corten estamos atentando contra el oxígeno, estamos terminando con las fuentes de agua, la flora y fauna”.
Artica recalcó que según la legislación nacional y por ende por mandato constitucional, es el ICF el encargado de dar los planes de manejo, de vigilar y regular esta situación de corte de árboles.
“Hay que ver el papel que juegan los árboles y en el caso de Tegucigalpa, hay muchos árboles en las calles, juegan el papel de absorber la contaminación, juegan un papel de limpieza, por tanto, nos limpian el ambiente, esa función se pierde en la medida que nosotros cortamos los árboles”, comenzó valorando el ambientalista Luki Medina.
Para Medina si sigue el corte, se acumulan los contaminantes y afecta el clima, entonces si se destruyen los árboles la población tendrá menos beneficios en su calidad de vida.
Para Marlon Escoto, ex ministro de Educación, cortar los árboles como lo está haciendo la municipalidad envía un mensaje negativo en la generación de conciencia en la sociedad para que cuide la naturaleza.
“Si se cortan los árboles ahora en pleno centro de la ciudad el mensaje no es correcto, porque cualquiera puede hacer otro tipo de cortes en otros lugares y eso no es bueno”.
Escoto cree que utilizar la excusa de cortar un árbol por temas de adorno de una ciudad, es pésimo ejemplo que puede replicarse en otras regiones, por lo que es urgente la creación de una normativa que sirva para aplicarse en el manejo y prevención de este tipo de situaciones.
“Hay que aprovechar para avanzar en todo el país, la municipalidad y el ICF deben coordinarse para prevenir y evitar que se sigan dando este tipo de situaciones, tanto el ICF y la municipalidad deben aprovechar para crear una normativa que vaya orientado a proteger el ambiente”, dijo Escoto.
Escoto manifiesta que sí existe una responsabilidad del ICF, porque así lo dice la creación de esta estructura por parte del Estado, por lo tanto, no es correcto que ellos se desvinculen de la situación, tal y como lo ha hecho el director Mario Martínez.
El papel de la municipalidad
En este tema hay una responsabilidad clara de la alcaldía del Distrito Central, una municipalidad que ha orientado la mayor parte de su presupuesto a la construcción de obras viales, sin importar el respeto a los bienes comunes de la naturaleza.
“Nos sorprende que esa sea parte de la política de desarrollo de la ciudad, como regidor hemos pedido que se cuide el ambiente y que estas prácticas no continúen, pues un árbol que se corte mata la vida”, comenzó valorando el regidor de Libre, Jorge Aldana.
Aldana habla de la correlación de fuerzas a lo interno del pleno de regidores de la municipalidad, el que es dominado por el oficialismo liderado por el alcalde Nasry Asfura, este sector ha mantenido total silencio ante los cuestionamientos de ambientalistas, ciudadanía y medios de comunicación sobre la tala de árboles en la capital.
Aldana agregó que están buscando junto al regidor liberal Ósman Aguilar, la formulación de una propuesta dividida en dos ejes: plantear una ordenanza municipal que prohíba a toda costa el corte de árboles y por otra parte fortalecer las políticas de siembra de árboles y cuido de los mismos en la ciudad.
“Sabemos que hay solución, todo depende de la voluntad y la municipalidad debe regular esto, por eso vamos a impulsar esta ordenanza municipal, lo haremos en la próxima sesión de corporación”, enfatizó Aldana.
Sobre el papel del ICF en este asunto Aldana manifestó: “sabemos que el ICF se hace un llamado al silencio, oídos sordos, ellos dicen que solo tienen que ver con conservar fuera de la ciudad, pero tienen mucho que ver en promover y hacer algo contra los que atenten contra la naturaleza”.
Por su parte la ciudadanía capitalina también salió al paso a pronunciarse sobre el asunto: “es lamentable que estén cortando árboles, nos van a dejar sin aire, sin agua y sin ambiente”, dijo un ciudadano.
De continuar la tendencia de corte de árboles para construir puentes y carreteras, el futuro de Tegucigalpa dejará una ciudad llena de cemento, pero con ausencia de árboles.
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