lunes, 25 de marzo de 2019

INFOP maquilador



Por Javier Suazo

Foto: Noticias 24/7hn

El Instituto Hondureño de Formación Profesional (INFOP) está próximo a pasar a mejor vida. De acuerdo a funcionarios de gobierno, empresarios maquiladores y ciertos dirigentes obreros ligados a la “Teta” del Estado, la institución ya no está formando la mano de obra que necesita Honduras y las empresas, por lo que hay que realizar una reforma que adecue la oferta de capacitación y formación profesional a la demanda de las empresas.

El INFOP fue creado a inicios de los años 70s, con el propósito de contribuir a aumentar la productividad nacional y el desarrollo económico social de país, mediante el establecimiento de un sistema racional de formación profesional para todos los sectores de la economía y para todos los niveles de empleo, de acuerdo con los planes nacionales y las necesidades reales del país. Su competencia fundamental es dirigir, controlar, supervisar y evaluar las actividades de formación profesional a nivel nacional (Art.2).

Se identifican tres fallas de origen en la creación del INFOP. Una mayor representación del gobierno en los órganos directivos. Los trabajadores tienen dos (2) representantes, los empresarios otros dos (2) y el gobierno cuatro (4) representantes; que demuestra el sesgo burocrático y político. La segunda es que el aporte de los empresarios es marginal, equivalente al 1% mensual de los sueldos y salarios devengados, igual cuota para las instituciones autónomas (1%) y ½% como aporte del gobierno central de los ingresos presupuestarios. La tercera es que, si bien las demandas de capacitación y formación están en función de las prioridades establecidas por el gobierno, en la práctica son las necesidades de las empresas y grupos corporativos las que se imponen, dada la ausencia y apoyo a los planes y estrategias de desarrollo formuladas.

Después del ajuste económico y cambio estructural a inicios de los 90s, se evidencia un fuerte crecimiento de las actividades del INFOP, para apoyar a los sectores productivos denominados dinámicos: agro, manufactura (maquila principalmente) y los servicios; pero también una creciente politización de la institución con denuncias de actos de corrupción de sus cuerpos directivos. Con la crisis política generada por el golpe de Estado en 2009, el INFOP se sumó a la política de gobierno en materia de formación profesional y compensación social, pero también ha buscado adecuar sus estructuras a las demandas del sector maquilador y agroindustria.

En la actualidad, el Concejo Económico Social (CES), un órgano corporativo que integra a empresarios, gobierno y trabajadores, considera que la institución necesita una reestructuración profunda y cambios en la ley para permitir la rotación en los cargos de dirección. Entre bastidores, las autoridades del INFOP consideran que es necesario además el saneamiento financiero de la institución para liberar mayores recursos a favor de la capacitación y formación profesional que demandan las empresas.

Se ha solicitado un préstamo a la Secretaría de Finanzas (SEFIN) por un monto de 750 millones de lempiras para despedir a más de 650 trabajadores, muchos de los cuales, unos 200 según cifras de Daniel Durón, eterno presidente de la Central General de Trabajadores (CGT), ya había solicitado su cesantía. La visión de las autoridades es que INFOP se convierta en una institución acreditadora de terceros para que brinden la capacitación que necesitan las empresas. Igual se busca aumentar los ingresos, ya que no todas las empresas cotizan y deben hacerlo.

La restructuración de la institución liderada por el CES, busca transformar la curricula orientada por la demanda de las empresas, en su mayor parte maquiladoras. Igual, habilitar centros de formación profesional y capacitación técnica que coordinan la Secretaria de Educación y Secretaria de Agricultura y Ganadería, a efecto que abaratar los costos fijos de la capitación que brinda INFOP que son altos.

Se busca también convertir al INFOP en una opción para aquellos jóvenes que no tienen dinero para pagar la prueba de aptitud que se aplica para cursar una carrera universitaria, o que son reprobados en los exámenes de admisión de la UNAH. Sin embargo, la demanda de capacitación técnica es alta, ya que anualmente se gradúan más de 220,000 personas. El problema de fondo es que no hay empleo, y si se encuentra es de mala calidad (se trabaja más de 36 horas a la semana y le pagan menos del salario mínimo). La capitación y formación profesional que brinda INFOP es una oportunidad no para trabajar en el país, sino en países del exterior caso de España, Canadá y EEUU.

Muchos jóvenes que buscan el sueño americano han pasado por las aulas del INFOP, y esperan conseguir un trabajo digno en EEUU, ya que en Honduras no existen esas oportunidades. Los oficios y carreras más demandadas son mecánica automotriz, electricidad, peluquería, pintura, idiomas, informática, hotelería y turismo.

El interés del sector privado por adeudar la oferta de formación profesional a las demandas de las empresas, implica que las organizaciones e instituciones privadas brinden estos servicios, no el INFOP. En teoría, los nuevos graduados, deberán recibir un salario mayor, pero no hay garantía de ello. La restructuración del INFOP nadie la detiene, pero habrá que elaborar propuestas más integrales que incorporen temas como la política salarial y de empleo, los incentivos a las empresas, la protección y aseguramiento social y la innovación; caso contrario, INFOP se convertiría en una escuela para satisfacer la demanda de empresas maquiladoras sin cambio de contexto, o sea nuevos trabajadores con mejor formación, pero con bajos salarios sin derechos a la organización gremial y protección social.

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