martes, 1 de septiembre de 2015
Ni encerradas Ni con miedos
Dos años, cuatro etapas, miles de historias, una clara propuesta: construir un nuevo concepto de seguridad integral para la vida y los cuerpos de las mujeres. Seguramente esta definición del caminar de la campaña Ni encerradas Ni con miedos, quedará corta con todos los aportes que este espacio, impulsado por el ERIC-Radio Progreso y el Foro de Mujeres por la Vida, buscó ofrecer a la sociedad hondureña.
Tal como se dejó claro en el lanzamiento de la campaña, las estadísticas sobre femicidios evidencian el final de un continuo de violencias que viven las mujeres hondureñas en los espacios íntimos, privados y públicos. La violencia sexual, acosos, desapariciones, trata, desplazamientos forzados, son la realidad cotidiana de las mujeres en el país.
Durante la campaña se intentó visibilizar en el imaginario de la ciudadanía una seguridad diferente, una seguridad integral, alejada del concepto actual que promueve el gobierno, donde las armas y represión son la característica. La seguridad que busca Ni encerradas Ni con miedos es una seguridad integral, donde las mujeres y la ciudadanía en general no estén encerradas ni con miedos.
El orden y la seguridad por la vía de la represión, la “mano dura” y el aumento de las fuerzas armadas como medidas para contener la inseguridad ciudadana, no solo están dejando intactas las causas estructurales del delito y la violencia (la desigualdad social, inequidad, exclusión social, discriminación, el machismo y el uso de armas), sino que pueden tener efectos negativos sobre la vida y el cuerpo de las mujeres.
Después de dos años de andar, la campaña ha dejado claro que las mujeres buscan una seguridad que elimine las prácticas culturales de violencia y es necesario que se fortalezcan los procesos de construcción colectivos y participativos.
Ni encerradas Ni con miedos, dejó puesto en la discusión pública la necesidad de lograr que la seguridad de las mujeres debe pasar por los esfuerzos del pueblo y sobre todo del Estado, y deben centrarse en la construcción de comunidades dignas, éticas y justas. “La seguridad que las mujeres soñamos demanda una inversión en nuestras vidas y un alto a la militarización y el armamentismo”, las mujeres, la ciudadanía quiere seguridad para todos en todos los espacios y con todos nuestros derechos.
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