jueves, 5 de febrero de 2015
Consensos con todos los sectores propone la población ante la Crisis Institucional
Como un enorme desafío para el movimiento social y la clase política, se ha visto el clamor de la gente porque se realice un diálogo nacional con todos los sectores de la sociedad en búsqueda de soluciones para los principales problemas del país. Esto se vio reflejado en los resultados del sondeo de opinión pública realizado por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación, ERIC a finales de 2014, que esta semana se presentaron al público en Tegucigalpa y San Pedro Sula.
El 60% de la población afirmó que le gustaría que los asuntos públicos y los problemas de país se aborden a través de acuerdos y consensos con todos los sectores nacionales. Según la encuesta, casi 9 de cada 10 (87.6 por ciento) hondureños y hondureñas manifiestan estar de acuerdo con la necesidad de convocar a todos los sectores nacionales para buscarle salida a la crisis que vive el país.
Lo curioso es que aunque este deseo de la población es mayoritario, la clase política y el mismo gobierno en el poder están actuando de forma contraria, dijo el sacerdote jesuita Ismael Moreno, director de este centro de investigación.
Moreno solo lo ratifica, pues los mismos resultados del sondeo reflejan la inconformidad de la gente con la clase política y las mismas instituciones del Estado.
En estos resultados se pueden comparar la asistencia masiva de la ciudadanía a las urnas y el porcentaje de personas que no se sienten representadas o beneficiadas por quienes han votado. El 72.1 por ciento de la población votó en las elecciones pasadas. Sin embargo, el 71.9 por ciento de la población encuestada no se siente representada ni beneficiada por las leyes impulsadas en el Congreso Nacional.
Norma Cruz, promotora social en el tema de niñez en San Pedro Sula, asegura que el pueblo no se siente representado porque el Congreso solo ha hecho leyes antipopulares, en contra del pueblo, así como la creación de las Ciudades Modelo y la policía militar a pesar que lo que el pueblo necesita es trabajo, seguridad y salud. Las leyes no benefician esos aspectos, según esta ciudadana que estuvo en la presentación de resultados en la ciudad norteña.
En la misma línea, la gente ha manifestado un descontento profundo con todo el sistema de partidos políticos, ya que la mayoría considera que los nuevos partidos son más de lo mismo, el 77.7 por ciento de la población encuestada, frente al 19.5 por ciento que opina que sí representan a la gente.
Moreno, en su análisis, explica que la población hondureña percibe que los políticos no están a la altura de sus necesidades y advierte también que los políticos no saben jugar limpio frente a la sociedad.
“Si usted une ese altísimo porcentaje que no se siente identificada con las decisiones que toman los políticos, con el dato del 75% de participación en las urnas, eso significa que la población se siente con el derecho de cuestionar, rechazar a los políticos porque sus cargos son en virtud de esos votos. Sin embargo esos políticos están muy distantes de esas necesidades, la población no se siente tomada en cuenta”, expresó Moreno en una entrevista para Radio Progreso.
El ERIC lleva realizando este sondeo 5 años consecutivos. Cada año la percepción de la gente sobre la realidad hondureña marca claramente la crisis en la que la mayoría de la población sobrevive y en que el Estado de derecho se hunde cada vez más.
Desde que surgieron nuevos partidos políticos, una pregunta que ha causado revuelo tiene que ver con su comportamiento y las tendencias político partidarias de la gente.
“La gente coloca a los partidos nuevos muy por debajo de la votación que recibieron en las elecciones pasadas, hay un desencanto de la ciudadanía con los nuevos partidos políticos”, dijo Moreno ante los resultados que colocan al Partido Nacional como mayoritario en las preferencias de la población encuestada, como segundo lugar ningún partido político, tercer lugar el partido Liberal y en cuarto y quinto lugar a las nuevas fuerzas políticas Libre y PAC respectivamente.
Estos resultados se pueden unir a la inconformidad que demostró la gente con la participación de los diputados en el Congreso Nacional, que es donde la oposición había generado muchas expectativas.
Cinco años de oídos sordos
Este sondeo demuestra que los partidos políticos son una especie de maquinaria electoral nada más. Cada año la población muestra su inconformidad con la manera de gobernar, siente que no se le escucha y en efecto, los partidos políticos no están siendo representativos de esas demandas que la población más empobrecida expresa.
“La necesidad que surjan propuestas desde la base que puedan canalizar las demandas sigue siendo asignatura pendiente, los nuevos partidos políticos no están a la altura de esta realidad, existen para que depositemos los votos, son partidos electoreros, no representativos”, explicó Moreno.
El director de la Facultad Latinoamérica de Ciencias Sociales, Flacso, Rolando Sierra, anotó además que la opinión de los encuestados y encuestadas tiene diversas contradicciones que se deben estudiar más a profundidad. La ciudadanía está clara que tiene esperanzas pero no sabe en qué fundamentarlas. Por ejemplo, pide consensos y un diálogo nacional, sin embargo, a pesar de la baja calificación que sacó el gobierno actual y la baja confianza que expresa tener en los partidos políticos, espera que ese diálogo lo lidere el gobierno, en primer lugar, y en un segundo lugar, el sector campesino.
Moreno dice: “Este pueblo hondureño es pacífico. Las instituciones están aplazadas, sin embargo la gente no dice salgámonos de las elecciones, o busquemos salidas a través de las armas, o busquemos que las respuestas las den las ONGs, los políticos tienen la mayor responsabilidad de canalizar nuestras demandas. Es una gran responsabilidad y reto para los liderazgos hondureños, sin embargo da la impresión que no escuchan la voz de la gente ni les interesa interpretar la voz del pueblo, que se da a través de esta percepción de realidad que podrá ser controlada o estar manipulada, pero eso es lo que piensa la gente”.
Por su parte el analista, Efraín Díaz Arrivillaga es de la opinión que la percepción de la población parece no ser tan negativa sobre el gobierno del presidente Hernández, sin embargo hay insatisfacción por la no resolución de problemas tan agudos como la pobreza y la violencia.
Algunas contradicciones, por ejemplo, son la expresión de desconfianza en los partidos políticos, aun cuando hay una alta participación electoral; aunque la gente se sigue manifestando negativamente sobre los dos grandes partidos, hay un fuerte sector de esa población que no se adhiere a ningún político y fue determinante en las últimas elecciones en Honduras.
Percepción manipulada
Otra línea para entender algunas de las contradicciones en la opinión de la población encuestada es revisar el papel de los medios de comunicación en la formación de esa opinión.
La televisión es el medio preferido por la ciudadanía para informarse, así lo establecen los resultados del sondeo. Cuando se consultó
a través de qué medio la población se entera de las noticias, el 76.2 por ciento prefiere informarse a través de la televisión, el 16.2 por ciento por la radio, un 5.1 por ciento lo hace por los medios escritos y el restante 2.4 por ciento lo hace a través de internet.
Bertha Cáceres, dirigente popular, cree que estos resultados abren muchos cuestionamientos y bases para el análisis.
“Si estamos escuchando una guerra ideológica mediática, planificada y muy bien pensada, esta percepción se queda corta con la intensidad de inversión de tiempo y recursos de los grupos de poder y los gobiernos a estas campañas. Por ejemplo en el tema del movimiento social, ¿qué dicen los grandes medios más escuchados? ¿Cuál es el mensaje y la imposición cultural que hacen estos medios sobre el movimiento popular? Dicen que somos criminales, corruptos y violentos”, expresó Cáceres.
También opinó sobre las instituciones que gozan mayor confianza de la ciudadanía, que fueron encabezadas por la iglesia evangélica y en segundo lugar la iglesia católica. Cáceres atribuye esto a que las iglesias evangélicas, son las que más medios de comunicación tienen hoy. El poder de los medios de comunicación trasciende en varios espacios.
“¿Cuántos canales, radios, medios tienen estas iglesias?, ¿de dónde sacan esta inversión? Es un poder impresionante”, cuestionó la lideresa popular.
Aunque un factor determinante puede ser que la población encuestada en su mayoría había culminado solo sus estudios primarios y el efecto de los medios de comunicación es más invasivo en estas condiciones, Cáceres invitó a que se realice un estudio sobre el tema pues ella considera que no solo tiene que ver con el nivel educativo, sino con toda esta maquinaria mediática y en manos de quién están los medios. “A veces en las áreas rurales hay menos nivel educativo pero mayor movilización y cuestionamiento. Hay mucho para discutir con estos resultados”, concluyó.
El sondeo de 2014 deja establecido el escaso interés de la gente por la política, y a su vez refleja también una débil formación política ciudadana. Según los resultados de las encuestas, un 35.5 por ciento de los hondureños y hondureñas nunca lee noticias sobre política, un 43.5 lo hace a veces, y solo el 20.6 por ciento dijo leer noticias sobre política con frecuencia.
El poco interés sobre la política también se expresa al consultar a la población si ve programas políticos por la televisión, ya que un 39.8 por ciento dijo que nunca, un 41.3 por ciento manifestó que a veces y un 18.4 por ciento contestó que frecuentemente. La realidad de desinterés por la política se agudiza en las redes sociales. El 80.9 por ciento afirmó no seguir temas políticos por las redes sociales como Facebook o Twitter, un 11.9 por ciento afirmó que a veces, y apenas un 5.1 por ciento manifestó que frecuentemente. La misma tendencia se refleja al preguntar si siguen temas políticos por la radio.
Relación prensa-poder
Por su parte, la periodista Thelma Mejía, quien ha estado al frente de grandes medios de comunicación con mucha influencia en Honduras, cree que el punto es ver estos resultados como un desafío para evaluar cómo se está informando a la población.
“Hay medios que tienen una política definida del morbo, eso enferma a la sociedad, habrá un momento que eso también los hará tener una caída lógica porque la gente se está saturando solo con violencia, se puede informar de la violencia pero el reto es hacerlo adecuadamente. Otra cosa es el distanciamiento con el poder, un acercamiento permanente con el poder incide en la caída de ellos en sus picos de audiencias, son dos desafíos, la relación prensa-poder debe ser cordial pero distante”, dijo Mejía.
Mejía resalta que hay que poner atención a estos resultados, que por 5 años consecutivos mantiene que la gente está pidiendo un consenso, un espacio en el que se les escuche y los medios deben aprender a interpretar esas señales de la gente y deben abrir sus espacios para promover ese tipo de debates y consensos y forzar a un gobierno a que si de verdad quiere gobernar en democracia o evitar que Honduras sea de tiros y palos, debe avanzar a ello. Esta periodista sostiene que los gobiernos se empecinan en permanecer de oídos sordos y no es la población la que está de oídos sordos a la política.
Esperanzas
Mercy Ayala, del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (Madj) dice que la creación de consensos, superficialmente, es muy bonito pero la realidad es mucho más compleja porque todos los lectores tienen intereses diversos y contrarios. “Para llegar al consenso es necesario el conflicto, primero tiene que haber un conflicto que visibilice esos intereses, no se puede llegar a un consenso cuando un sector quiere sacar provecho de otro. Es necesario que los excluidos de este sistema nos podamos sentar y ponernos de acuerdo en cosas concretas, que hayan acuerdos pero no que todos piensen igual”, dijo esta joven dirigente.
El analista Efraín Díaz Arrivillaga sostiene que es importante ver que a pesar que a través de los medios de comunicación los gobiernos parecen establecer una agenda política nacional, la gente está entendiendo que no es así, sino que cada gobierno tiene una agenda propia y es por eso que revela su necesidad de consensos.
El director del ERIC concluyó diciendo que “la mayor oportunidad que nos da este sondeo está en que la percepción de la gente es que los graves problemas del país son tan hondos que no los puede responder solo el gobierno, que debe ser un líder en el proceso, pero no solo el gobierno sino todos los sectores. A mí me parece que el gobierno actual está actuando al revés de lo que pide el pueblo hondureño, la gente pide consensos y el gobierno responde personalizando y concentrando decisiones”.
Los datos confirman que la población sigue teniendo esperanzas en su país, y que si la migración es alta es porque es un fenómeno forzado. “Si aquí tuviéramos oportunidades de empleo, una reforma agraria que garantice la alimentación a la población, una seguridad jurídica, la gente se quedaría. La gente dice que no quiere irse sin embargo el 2014 fue el año en que más se fue la gente. Esto es urgente, los tomadores de decisiones deben respuesta a esa gente que quiere quedarse en el país. Porque la gente se puede finalmente cansar de ser tan paciente, y puede buscar otros caminos que ojalá nunca lleguemos a ellos”, dijo Moreno.
El analista Rolando Sierra mencionó un título de Flannery O Connor para resumir la importancia de los consensos en Honduras: “Todo lo que asciende debe converger”. La mayoría de la población quiere que Honduras ascienda en las listas que determinan los índices de democracia, desarrollo, respeto a derechos humanos, transparencia y paz.
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