viernes, 20 de febrero de 2015

Leticia Salomón: "La desaparición de la Policía Nacional está calculada"



Ante los avances acelerados de los procesos de militarización de la sociedad hondureña, la socióloga e investigadora científica, Leticia Salomón, es de la idea que la apuesta militar se ha vuelto ya una tradición de la clase política hondureña.

Este proceso también se está llevando de encuentro a la débil y desprestigiada Policía Nacional Preventiva cuyo futuro está casi dicho. Según Salomón, si la función de seguridad le corresponde a la Policía Nacional aun sabiendo de su deterioro y desprestigio, surgen preguntas como cuál es la iniciativa del gobierno.

“Si vemos cuál es la perspectiva del gobierno, la estamos intuyendo que va más por el lado de dejar que se deteriore y, en este caso, el futuro de la Policía está casi calculado para decretar su desaparición en cuanto se resuelva el problema de la Policía Militar” dijo Salomón.

Leticia Salomón (LS) concedió una entrevista en exclusiva para Radio Progreso (RP).

RP. ¿Por qué la insistencia con los militares en el país?

LS. Ya hay una tradición en nuestros políticos de desentenderse de los temas de defensa y de seguridad, los cuales desconocen. No poseen los equipos entrenados y especializados en esos temas. Además saben que es un tema complicado y difícil en el que hacer. Una apuesta por ellos los expone bastante como candidatos  y eso hace que tradicionalmente hayan ido delegando esos temas en militares, ex militares y policías.

RP. ¿Qué nivel de crecimiento han tenido los militares en los últimos años?

LS. Con el gobierno de Porfirio Lobo se sientan las bases de la remilitarización de la seguridad pública. Se involucran en actividades de seguridad pública y tienen el control de las instituciones claves del aparato estatal.

RP. ¿Qué ganan los militares y qué ganan los políticos?

LS. Buena pregunta, porque los que menos ganamos somos los ciudadanos. Es indudable que en términos políticos se desentienden del tema pero al mismo tiempo al dar una demostración de fuerza, que se utilizan militares, que están en la calle, lanzan el mensaje que se están cumpliendo las promesas.

RP. ¿Es un plan para quién?

LS. Es indudable que con la idea de ir metiendo a los militares con fuerza y de constituir una Policía Militar al servicio exclusivo y bajo las órdenes directas del Presidente de la República, el riesgo es muy grande de que se convierta en una policía política. 

RP. ¿A qué se expone la ciudadanía?

LS. Yo creo que este es un retroceso violento porque se ha tratado de plantear la situación como quiénes están a favor del combate a la inseguridad y quiénes no, ese es un planteamiento incorrecto porque todos estamos esperando que esto se termine.

RP. ¿Y los militares qué han ganado?

LS. Lo que han ganado es visibilizarse nuevamente, regresar de nuevo al centro del debate político y utilizar puestos importantes en la administración pública, y obviamente recibir grandes cantidades de dinero para esa policía con lo cual están rescatando la pobreza en que se encontraban, por decirlo así, hasta este momento.

RP. ¿Qué piensa de la Policía Militar?

LS. La Policía Militar ya existe, pero es una Policía Militar de las Fuerzas Armadas para las Fuerzas Armadas. Es una policía que investiga a los militares y se encarga de asegurar que todo se desempeñe correctamente. Policía Militar existe, Policía Militar de Orden Publico no existe, y en mi opinión no es constitucional y tampoco debe existir porque para eso tenemos a una institución del Estado como Policía Nacional encargada de esa función que ya establece la Constitución de la República.

RP. ¿Cuál es el futuro de la Policía Nacional?

LS. Si la función de seguridad le corresponde a la Policía Nacional, todos sabemos que es una policía deteriorada y desprestigiada. El punto es, ¿cuál es la iniciativa del gobierno?, empujarla para que se deteriore y se desprestigie más y se justifique la solicitud para que la policía sea totalmente eliminada y sustituida por otras fuerzas que se están creando, o meterle un paquete en serio y en grande de depuración, profesionalización y controles para que recupere su función y sobre todo la credibilidad ante la sociedad. 

RP. ¿Cuál es la apuesta del gobierno?

LS. Si vemos cuál es la perspectiva del gobierno, la estamos intuyendo que va más por el lado de dejar que se deteriore y. en este caso, el futuro de la Policía está casi calculado para decretar su desaparición en cuanto se resuelva el problema de la Policía Militar.

RP.  Un militar dirigiendo la Policía, ¿es el “tiro de gracia”?

LS. Yo diría que le han dado varios “tiros de gracia”. Y colocar un militar es la aberración más grande que pudo ocurrir. No se habían atrevido los anteriores presidentes de la república hacerlo, llegaron a lo más a poner a un militar retirado, pero obligar el retiro a un militar para llevarlo a cumplir la tarea de seguridad no se había dado en el país.

RP. ¿Conoce usted experiencias de este tipo en otros países?

LS. En el Salvador se dictaminó que la condición de retiro de un militar no lo convierte en un civil, por lo tanto si la Constitución de Honduras dice que debe ser un civil, debe ser un civil de verdad, que no tenga la deformación de los militares en sus tareas.

RP. ¿Cuál es el escenario ideal para rescatar a la Policía Nacional?

LS. La presión debe ser muy grande para expulsar de la Policía Nacional a los personajes más corruptos e involucrados en actos criminales sin detenerse en esas complicaciones jurídicas. Yo llegaría a pasar a condición de retiro a toda la alta oficialidad policial, comenzar de cero, darle vuelta a todo el sistema de educación policial que es donde se está deformando a toda la Policía, crear mecanismos concretos de control y tomar en cuenta las propuestas hechas por la Comisión de Reforma a la Seguridad Pública.

RP. ¿Hay que defender a la Policía?

LS. No se trata que salgamos, en este momento, a defender la Policía que hay porque simplemente es indefendible, pero si esa Policía está en esas condiciones y no se hace nada, entonces se le está haciendo juego al Presidente de la República para empezar entonces a apoyar las iniciativas de remilitarización que él está impulsando.

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