lunes, 16 de febrero de 2015

“Necesitamos poner un alto a los ataques e intimidaciones contra las y los defensores”



El relator agregó que “los activistas que están más amenazados o padecen más altos riesgos, incluye a quienes realizan trabajo a favor de diferentes derechos, sean culturales, sociales, económicos, los derechos de las minorías, derechos las mujeres, lesbianas, transexuales y otros derechos humanos”.

El representante de Naciones Unidas cerró su participación haciendo un llamado a la comunidad internacional para continuar con su apoyo hacia las organizaciones que defienden los derechos humanos en Guatemala. “Necesitamos poner un alto a los ataques e intimidaciones contra las y los defensores”, concluyó.

“Yo no sabía qué es un o una defensora de derechos humanos, pero en el camino de la lucha comunitaria supe que soy defensora. Fui reprimida y perseguida por defender mi territorio cuando la minera San Rafael llegó a instalarse; pero también quiero compartir que una de las mayores satisfacciones es saber que defiendo la vida“.

Stella Zervoudaki Embajadora de la Unión Europea en Guatemala Stella Zervoudaki, embajadora de la Unión Europea en Guatemala, destacó que la campaña busca dignificar la labor de las y los defensores, y ratificó la importancia de estas acciones para el buen funcionamiento de la democracia.

“Los gobiernos no tienen la obligación de estar de acuerdo con la sociedad civil, pero sí tienen claras obligaciones de dotar un ambiente seguro y facilitador a las y los defensores de derechos humanos. La Unión Europea rinde un homenaje a los numerosos defensores de derechos humanos en Guatemala, quienes dedican su vida a proteger los derechos fundamentales”, puntualizó la diplomática.

Por su parte, Alberto Brunori, representante de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, OACNUDH, explicó que la situación de vulnerabilidad de las y los defensores hace que la presente campaña tome un sentido fundamental para romper estereotipos contra quienes han arriesgado hasta su propia vida por defender los derechos humanos.

“Debemos exigir lo que debería estar garantizado: los derechos humanos, universales e indivisibles durante los 365 días del año”, recalcó Brunori.


La parte central del evento fue un conversatorio que contó con la participación del Procurador de Derechos Humanos, Jorge de León Duque; Monseñor Álvaro Ramazzini de la Diócesis de Huehuetenango, Teresa Muñoz, defensora del territorio del caso minero San Rafael y Hermelindo Cux, defensor del territorio del caso Valle del Polochic; contando con la moderación de Anabella Sibrián, de Plataforma Internacional contra la Impunidad.

Durante este espacio los asistentes escucharon testimonios que reflejaron la situación en que se desenvuelven las y los defensores del territorio, así como las experiencias del acompañamiento a diversos casos por parte del magistrado de consciencia y el líder religioso.

“Para defender y ejercer derechos humanos uno de los temas fundamentales es la organización comunitaria o colectiva. Nosotros los campesinos buscamos acceso a la tierra con certeza jurídica, luego viene la defensa del territorio, que incluye el agua, los bosques, las montañas, los ríos, el suelo; porque de ahí viene la vida, que es la razón de nuestra lucha y herencia para nuestros hijos e hijas”, expuso Hermelindo Cux.

Teresa Muñoz, por su parte, narró lo difícil que es ser mujer y defensora de derechos humanos, pero que al ver a las nuevas generaciones, más su amor por la madre naturaleza, encuentra energías para no claudicar, aunque ello implique muchas veces estar lejos de la propia familia. “Yo voy a seguir defendiendo los derechos humanos, porque soy defensora de la vida”, concluyó Muñoz.

En su intervención, el procurador De León Duque destacó que la ausencia del Estado en el área rural provoca la criminalización de hombres y mujeres que defienden la vida, por lo que exhortó a la institucionalidad pública a priorizar la vida ante lo material, señalando que de lo contrario habrá significativos retrocesos en el área de derechos humanos en Guatemala.

Ramazzini, por su parte, agregó que en el país existe falta de garantías para ser defensor de derechos humanos, principalmente en el área rural guatemalteco, “donde pareciera que no se quiere voltear la mirada a los pobres, lo cual tampoco da esperanza, ante un pasado reciente de guerra, dejando resultados de impunidad y falta de apertura al diálogo para fortalecer la democracia”.

El público asistente a la actividad, aparte de conocer detalles de la campaña, interactúo con mensajes a través de las redes sociales utilizando la etiqueta #SomosDefensores, compartiendo fotografías y solidarizándose con las y los defensores de derechos humanos, argumentando y difundiendo el mensaje “defender la vida es un derecho”.


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