martes, 24 de febrero de 2015

Alianza para la Prosperidad: ¿Solución a la pobreza, desigualdad y violencia en Centroamérica?



La propuesta de una Alianza para la Prosperidad de los países del triángulo norte de Centroamérica más que nacer de las entrañas de los pueblos, se da por las intenciones de seguir unificando capitales y abriendo fronteras a la inversión privada. 

“Los presidentes centroamericanos aseguran que este plan surge como una iniciativa para dar respuesta a la crisis migratoria surgida meses atrás debido a la cantidad de menores no acompañados que intentaban llegar a Estados Unidos. Cómo evitar el incremento de las migraciones fue la idea de este plan que hoy toma otras características”, dijo Úrsula Roldan, coordinadora de la Unidad de investigación de migraciones de la Universidad Rafael Landívar (URL) de Guatemala. 

La Alianza para la Prosperidad ha sido elaborada por personeros del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo Económico, BID, con una intencionalidad de trabajar una nueva propuesta de ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas, que buscaba la expansión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, Estados Unidos, México y Canadá, al resto de los Estados del continente americano) y el Plan Puebla Panamá o Plan Mesoamericano que buscaba la apertura a la circulación de mercancías en toda Centroamérica. 

“No existe una  intención verdadera de generar inversión en nuestros países y de generar empleo y condiciones de vida para las comunidades y su gente, la Alianza para la Prosperidad no es la respuesta a las causas que están provocando migraciones en Centroamérica”, dijo la analista.

¿Socios estratégicos? 

En el foro “Soluciones a los retos del Desarrollo en El Salvador, Honduras y Guatemala”, promovido por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo “vamos a ser los socios estratégicos para impulsar y ejecutar el Plan para la Alianza de la Prosperidad del Triángulo Norte”.

“Estoy de acuerdo y la realidad es que será difícil, pues nuestros países (Estados Unidos, Honduras, Guatemala y El Salvador), están entrelazados por familia, comercio y geografía. Lo que pasa en Centroamérica nos interesa a nosotros, le importa a Estados Unidos. Nosotros tenemos mucho de por medio, porque es una preocupación que está ligada a nuestras propias preocupaciones”, expresó Biden.

Añadió que con ese plan se tiene la esperanza que Centroamérica crezca y prospere, para que les den a todos sus ciudadanos el sentido de la seguridad y de un Estado de derecho. “Los líderes centroamericanos ya han demostrado que están dispuestos y preparados a correr esa iniciativa y eso es lo que los trae hoy acá (Washington), los presidentes que están sentados acá (Honduras, Guatemala y El Salvador)”.

En los Lineamientos del Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, se menciona que en los últimos años Guatemala, Honduras y El Salvador se han enfrentado a un flujo constante y creciente de emigración, donde cerca del 9 por ciento de la población ha decidido dejar los países, lo que se traduce en una gran pérdida del capital humano. 

La salida de la gente se asocia en su mayoría, a la falta de oportunidades económicas y laborales, además de la creciente violencia y la reunificación familiar. 

Esta compleja situación exige respuestas y acciones de corto y mediano plazo que ataquen las causas estructurales del problema. La propuesta hecha por los países es la creación de las condiciones económicas y sociales para que en nuestros países haya más empleo y mejores oportunidades de vida, especialmente para nuestros jóvenes, niñas y niños, menciona el documento. 

Entre los lineamientos que guiarán las acciones prioritarias de mediano plazo que acometerán es la creación de condiciones de desarrollo que permitan el arraigo de la población en sus países de origen. 


Las líneas estratégicas de acción de este plan tendrán como objetivo:

a) dinamizar el sector productivo para crear oportunidades económicas;

b) desarrollar oportunidades para nuestro capital humano;

c) mejorar la seguridad ciudadana y el acceso a la justicia; y

d) fortalecer las instituciones para aumentar la confianza de la población en el Estado.


Úrsula Roldan agrega que los verdaderos objetivos están destinados a la inversión sobre todo en la generación de energía, no para beneficiar a la ciudadanía, sino para satisfacer las necesidades de las grandes empresas, y que Centroamérica se convierta en una plataforma de servicios para Estados Unidos. 

Esta propuesta está unida a la explotación de los bienes naturales que se promueve desde los países centroamericanos, como excusa de generación de empleos, lo que se convierte en foco de  conflictividad porque la instalación de la industria extractiva es sinónimo de desplazamiento y expropiación en contra de las comunidades. 

Roldan dice que hay otros intereses colaterales en esta Alianza, uno de ellos sería la seguridad para lograr el control al narcotráfico pero también al tráfico de personas y eso puede significar mayor control a las migraciones y mayor criminalización de las migraciones.

Uno de los apartados del Plan menciona los esfuerzos que se realizarán  para fortalecer las finanzas públicas. Sin embargo, esto no será posible si no se genera mayor confianza de la población en los Estados. Para ello, se deben introducir mejores mecanismos de rendición de cuentas y de transparencia. 

Juan Carlos Paiz, parte del Gabinete de Gobierno de Guatemala aseguró que la  Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, que tiene como objetivo impulsar el desarrollo económico, social e institucional en Guatemala, El Salvador y Honduras, debe comenzar a generar empleo, elevar la calidad de las regiones y fortalecer el Estado de derecho.

Campaña de desprestigio 

El coordinador del Gabinete de Gobierno de Juan Orlando Hernández, Ramón Hernández Alcerro acusó a varias organizaciones de sociedad civil de realizar un campaña de desprestigio para evitar que se concretice la Alianza para la Prosperidad. 

“Quiero hacer una prevención aquellos grupos que en años pasados se han dedicado a descalificar al país, a los gobiernos, a descalificar a los grupos que podrían beneficiarse de esos programas de desarrollo social. Como embajador en Estados Unidos tuve la oportunidad de ver cómo algunos de esos grupos llegaban a deslegitimar al país, desacreditar los esfuerzos que se hacían en esos momentos”, dijo Alcerro.

Las naciones del norte de Centroamérica están convencidas que la iniciativa intentará crear mejores condiciones económicas y 

de seguridad para reducir las migraciones masivas, luego de la crisis causada en 2014 por la detención en Estados Unidos de más de 68 menores no acompañados. 

Pero tal como lo menciona en su artículo Se derramó la copa... ¿Por qué tantos migrantes? el padre Ismael Moreno, director del Radio Progreso-Eric, este tipo de  propuesta no nace de las necesidades hondureñas. Vino del Norte, de la presión de las transnacionales de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea. Fueron la fuerza de los fuertes aprovechándose de la debilidad de los débiles. La relación asimétrica es total. 

Los tratados y este tiempo de negociaciones convierten a Honduras y Centroamérica entera  en territorio de libre circulación de los productos de Estados Unidos y otras naciones, que no pagan impuestos ni aranceles ni aduanajes. 

Nos dijeron que el libre comercio abría nuestro país al progreso. Así ingresaron las franquicias de las comidas rápidas, que desde que se aprobó el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canadá, México y Centroamérica, en 2004, no pagan ningún impuesto en Honduras. Así llegaron de Estados Unidos maíz y frijoles, vendidos a un precio mucho más bajo que aquel al que lo podía vender el pequeño productor hondureño, porque la producción agrícola está subsidiada en Estados Unidos, mientras que el pequeño productor hondureño de maíz o de frijol no tiene ningún otro incentivo que sus propios recursos. Eso se mantendrá con esta propuesta de la Alianza para la Prosperidad. 

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