La problemática de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) se agudiza cada vez más a través de la confrontación. Por una parte, las autoridades universitarias han expulsado a diez estudiantes en San Pedro Sula y por otra, los afectados protestaron el pasado miércoles e interpusieron recursos legales para ser reincorporados.
Las sanciones contra los alumnos fueron en el marco de la toma de 16 días de las instalaciones de la UNAH en el Valle de Sula (UNAH-VS), el pasado mes de octubre del 2014.
La acción desencadenó citaciones a audiencias de descargo, las que iniciaron en Tegucigalpa donde seis alumnos de Ciudad Universitaria fueron suspendidos; mientras que en San Pedro Sula, 17 jóvenes fueron citados, de los que diez resultaron expulsados; unos por un periodo y otros por tres, según los datos facilitados por las autoridades de la UNAH.
Según Daniel Morales, estudiante de Matemáticas en UNAH-VS, nunca recibió un informe concreto de los hechos por lo que se le acusaba, en ese sentido él y los 16 restantes con la misma situación, pidieron que les presentaran el informe y así preparar su defensa; pero la solicitud quedó en el limbo, ya que días antes de iniciar la matrícula, sus cuentas fueron canceladas por el sistema y automáticamente quedaron expulsados por tres periodos sin previo aviso.
El procedimiento llevó a los dirigentes y dirigentas a interponer, en conjunto con sus abogados, un recurso de amparo ante el Juzgado de lo Contencioso Administrativo en San Pedro Sula, con el objetivo de reincorporarlos a sus clases.
El abogado defensor de los estudiantes Víctor Fernández, dijo en Zona Informativa de Radio Progreso, que la universidad ha violado varios derechos fundamentales de los alumnos, entre ellos: el derecho al acceso a la educación, derecho a la defensa, a la presunción de inocencia y al debido proceso legal.
“Es importante y urgente la intervención de la justicia para que los estudiantes puedan ingresar a la universidad de manera inmediata, además ellos no demandan impunidad en las acusaciones, sino que se siga el debido proceso, porque ellos están dispuestos a asumir su responsabilidad”, afirmó Fernández.
El asesor legal siguió manifestando que: “esperamos que el juzgado admita la acción que hemos presentado y que emita una acción provisional, que deje sin valor el acto de interrumpir el derecho de educarse a los jóvenes”.
Fernández considera inadmisible que en una sociedad donde los jóvenes son criminalizados, donde son las víctimas y viven fuertes problemas económicos, reciban por parte de las autoridades universitarias un proceso irregular que limite el derecho constitucional y fundamental de tener acceso a la educación, porque ellos no son delincuentes.
En cuanto al proceso Fernández lo calificó de la siguiente forma: “son irregularidades que no deberían cometerse en ninguna instancia administrativa, mucho menos en la universidad, donde se supone que son ejemplo de muchas cosas, entonces debería tener una imagen positiva en el respeto a los derechos de los estudiantes”.
Autoridades aseguran actuar en el marco de la ley
“Creemos que hemos cumplido en legal y debida forma todo el procedimiento que el reglamento de estudiantes establece”, dijo en Zona Informativa el vicerrector de Orientación y Asuntos Estudiantiles de la UNAH, el abogado Ayax Irías.
En cuanto a las acciones legales de los estudiantes, Irías dijo que: “es un derecho que ellos tienen de recurrir a las instancias legales correspondientes, para que ella sea la que dirima la razón jurídica que compete a cada quien y ahí pueda fallar lo que corresponda”.
Irías manifestó que la universidad fue consecuente, porque para las medidas de protesta que utilizó el movimiento estudiantil, ellos no aplicaron la acción más radical que es la expulsión definitiva.
El vicerrector dijo que en este proceso las caracterizaciones de organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes han acusado a la universidad de violentar esos derechos a los jóvenes, son equivocadas y que ellos tienen una percepción distinta, porque en este sentido los estudiantes violentaron la ley y ellos creen que los manifestantes tenían otros métodos para presentar sus diferencias sobre las Normas Académicas, pero que no lo hicieron y tomaron la decisión equivocada.
El representante universitario advirtió que si los estudiantes siguen en manifestaciones: “lo que van a agravar son las medidas que se les han impuesto, y ya la sanción no sería la que actualmente se está adoptando sino que se tendría que adoptar las sanciones más definitivas”.
El movimiento estudiantil sigue protestando
El pasado miércoles, la dirigencia del movimiento estudiantil en la UNAH-VS realizó una protesta en la que exigieron la restitución de los expulsados y también los puntos de la lucha del 2014, que están orientados en la oposición a varios artículos de las Normas Académicas y a mejoras logísticas de los centros regionales.
Erlin Gutiérrez coordinador del movimiento Avanzada UNAH, enfatizó en que las protestas continuarán semana a semana, hasta que las autoridades puedan solucionar esta situación.
En UNAH-VS las autoridades culminaron el año 2014 haciéndoles una promesa a los estudiantes, que estipulaba mejoras a los sanitarios, al sistema eléctrico y a varios edificios de este centro. Por el momento solo se conoce la apertura a licitaciones para ejecutar el trabajo.
Al respecto, una de las coordinadoras del Movimiento Estudiantil Revolucionario Lorenzo Zelaya (MER-LZ), Claudia Margarita Trejo, dijo: “lastimosamente hemos visto que las autoridades no han cumplido ninguna de las promesas que hicieron al movimiento estudiantil el año pasado, en sus promesas de mejorar los sanitarios, energía eléctrica nos dijeron que en enero se solucionaría pero ya terminó el mes y no vemos nada”.
La rectora de la UNAH, Julieta Castellanos ha dicho en medios de comunicación, que están trabajando para modificar la estructura de los centros regionales y que muy pronto responderán a la solicitud del estudiantado.
Mientras tanto el coordinador de la Federación de Asociaciones de Estudiantes (FAE) Ovét Córdova, dijo que el método de solucionar problemas por parte de la universidad, como una alternativa antidemocrática, que no se abre al diálogo con estudiantes y que solo busca salidas coercitivas que criminalizan a los sectores sociales que tienen criterios distintos a las autoridades.
Para los próximos días, el movimiento estudiantil ha convocado a más movilizaciones, en lo que parece un problema que lejos de solucionarse parece agudizarse.
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