viernes, 13 de febrero de 2015

La militarización amenaza con desaparecer a la Policía Nacional



Los acelerados procesos de militarización que vive la sociedad hondureña se tornan un camino muy peligroso para la democracia del país, según lo explican analistas hondureños.

“En el país, la historia está muy reciente de cuando los militares cometían excesos con los golpes de Estado, tuvimos golpes de Estado en los años sesentas, setentas, ochentas, dos mil. Creo que hay que tener estos hechos en la memoria para no repetir los errores del pasado,” explicó la Rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos.

Para la socióloga Leticia Salomón, se ha convertido en una tradición de nuestros políticos desentenderse de los temas de defensa y de seguridad. “Los desconocen y además saben que es un tema complicado y difícil en el que hacer una apuesta por ellos los expone bastante como candidatos  y eso hace que tradicionalmente hayan ido delegando esos temas en militares, ex militares y policías” explicó Salomón.

Policía Militar = terquedad

La estudiosa del tema del militarismo, Leticia Salomón, considera que después del revés que recibió del Congreso Nacional, el presidente Juan Orlando Hernández con el asunto de elevar a rango constitucional la Policía Militar, que ahora proponer llevar a un plebiscito, es solo la muestra de la terquedad con un tema que atenta contra la democracia del país.

La rectora de la Universidad, Julieta Castellanos está clara que ese no es el camino. “Nosotros no apoyamos que le den rango constitucional, valoramos que no es necesario que la Policía Militar de Orden Público debe estar subordinada a un poder del Estado, debe ser autónoma” dijo Castellanos.

La oposición en el Congreso Nacional ve el asunto con lentes políticos. “La Policía Militar es una fuerza armada, paralela a la Policía Nacional y a las órdenes del Presidente de la República” expresó la jefa de bancada del Partido Anticorrupción, Pac, Fátima Mena.

“Se corre el riesgo de perderse en discusiones como el rango constitucional de la Policía Militar, y no seguir la perspectiva de la función estricta de los militares, según la constitución, que es exclusivamente para la defensa, no para la seguridad” razonó Salomón.

Policía Nacional sin futuro

“Ninguna fuerza debe estar por encima de autoridad, nadie puede tener poderes absolutos y sin control, y una Policía Militar con rango constitucional el país no la necesita, si la Policía está subordinada al Presidente de la República él puede darle instrucciones” dijo Julieta Castellanos.

“Es indudable que la idea de ir metiendo a los militares con fuerza y de constituir una Policía Militar al servicio exclusivo y bajo las órdenes directas del presidente de la República, el riesgo es muy grande de que se convierta en una policía política” dijo Leticia Salomón.

Salomón considera que a la Policía Nacional le han dado varios “tiros de gracia” y uno de ellos fue el nombramiento de un militar en la Secretaría de Seguridad. “Es la aberración más grande. En El Salvador se dictaminó que la condición de retiro de un militar no lo convierte en un civil, por lo tanto si la Constitución dice que debe ser un civil, debe ser un civil de verdad, que no tenga la deformación de los militares en sus tareas” dijo la investigadora científica.

Retiros obligados

Leticia Salomón propone que para rescatar a la Policía Nacional es necesario y urgente a pasar a condición de retiro a toda la alta oficialidad policial para comenzar de cero, darle vuelta a todo el sistema de educación policial que, según Salomón, es donde se está deformando a toda la Policía, crear mecanismos concretos de control y tomar en cuenta las propuestas hechas por la Comisión de Reforma a la Seguridad Pública.

“No se trata que salgamos, en este momento, a defender la Policía que hay porque simplemente es indefendible, pero si esa Policía está en esas condiciones y no se hace nada, entonces se le está haciendo juego al presidente de la República para empezar entonces a apoyar las iniciativas de remilitarización que él está impulsando” dijo Salomón.

El Congreso, la tranca

Para detener los avances de la militarización de la sociedad y el rescate o creación de una Policía Ciudadana, todas las miradas apuntan hacia el Congreso Nacional.

“En este momento el presidente de la República tiene las facultades, acordadas por los decretos respectivos, de seguir utilizando a la Policía Militar, a Fusina, a la Guardianes de Frontera, y a cuanta cosa quiera inventar aunque a medida que pase el tiempo ya no podrá contar con el respaldo del Congreso Nacional” dijo Leticia Salomón.

Honduras tuvo un cierre de legislatura en el Congreso Nacional con una oposición a la altura del interés nacional al parar un paso más hacia la militarización de la sociedad que se ha convertido en la gran apuesta del gobierno de Juan Orlando Hernández.

“Creo que lo sucedido el 24 de enero en el Congreso Nacional fue un hecho sin precedentes. En menos de un año de gestión hubo la madurez política por parte de las diferentes fuerzas políticas. Pese a los malos episodios, a los malos ratos que hemos pasado en el Congreso al tener una oposición dividida, maduró sumamente rápido con el rotundo no a la policía militar” recordó la diputada Fátima Mena.

Mena reconoció que la oposición tiene el poder al asegurar que el presidente está gobernando con la aceptación y el apoyo de apenas del menos del 30% del electorado. “El 70% del mandato está en la oposición y yo creo que es sumamente responsable como oposición construyamos nuestra agenda con esas posturas en común” reflexionó Mena

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