viernes, 2 de noviembre de 2012

Oligarcas del país, cuidado con su tercera equivocación




Por Leónidas Ávila Chávez

He venido escribiendo temas de economía social buscando el interés de la dirigencia de este sector porque intensifique sus pasos hacia una consolidación sectorial, en este momento histórico en que el país demanda de un modelo económico alternativo, incluyente, justo, solidario y libre de antagonismos que enfrentan al capital y el trabajo, que masifican la pobreza, incrementan la acumulación privada de capital y obstruyen el camino de la paz.
Toda mi vida la he dedicado a fortalecer este modelo, convencido de la necesidad de armonizar en nuestra base productiva el proyecto económico con el proyecto de vida, donde por fin desaparezca la raíz de la violencia que se alimenta desde las contradicciones entre el producir y el distribuir, entre el aprovechamiento indebido y la exclusión, entre el poder y la justicia; y buscando la conformación de un Estado de todos y para todos.
Ahora dejo esta interesante temática para referirme a las declaraciones del Coordinador General del Frente Nacional de Resistencia Popular, Manuel Zelaya Rosales, quien ha denunciado que él y su esposa, Xiomara Castro de Zelaya, candidata por consenso del partido Libertad y Refundación, LibRe, están recibiendo amenazas de muerte.
No cabe duda que a la oligarquía hondureña, así como le han faltado dos dedos de frente para superar el empuje empresarial de sus vecinos salvadoreños, guatemaltecos y costarricenses, le siguen faltando para entender que el presente de hoy ya no es el mismo de ayer, anterior al 28 de junio del 2009. Estos son tiempos en que el pueblo se ha encontrado con su historia, con sus valores y capacidades. Ya no son los tiempos del engaño absoluto; tampoco de la vigencia de periodistas de encargo, o de analistas expertos en mentir y confundir al gusto oligárquico. Son tiempos en que realidad e información se funden en la verdad. Esto es así porque el pueblo que está de pie es el mismo periodista, el analista y el escritor; es el poeta y el cantor; el productor, el maestro y el obrero; es el auténtico líder político; en fin, es el mismo militante que avanza de manera pacífica e imparable hacia la toma del poder para dirigir los destinos del Estado.
Si les da la cabeza, señores oligarcas, recordarán que han cometido dos grandes equivocaciones, y pretenden cometer la tercera.
Su primera equivocación. Creyeron que el pueblo había quedado atemorizado después de la represión sangrienta de Alvarez Martínez; y tramaron el golpe de Estado calculando que con unos días de bombardeo mediático, la población se refugiaría en su propio olvido. En vano bloquearon la información de los hechos represivos, cerrando violentamente medios de comunicación independientes como Radio Globo, el Canal 36 y otros; y ocupando su poderosa maquinaria de mediática en la transmisión de programas musicales y de muñequitos, o informando al mundo que en Honduras había normalidad. Mi reconocimiento a Diario Tiempo por su probado profesionalismo en sus comentarios y noticias.
Su segunda equivocación. Creyeron que el pueblo se desmovilizaría dócilmente a raíz del cerco mediático y la cruenta represión desatada por el ejército y la policía. Ni los muertos, ni los toques de queda con sus cadenas de radio y TV, ni las declaraciones de personajes como el de las balas de goma o los traidores de la Fe Cristiana, frenaron la movilización popular de cobertura nacional. Fueron 151 días de marchas ininterrumpidas soportando gases, toletazos, violaciones, torturas y asesinatos, que lejos de debilitar, atemperaron la conciencia del pueblo que jamás creyó el cuento oligárquico de la sucesión presidencial. Esa conciencia es el sustento de acero del Frente Nacional de Resistencia Popular y de su brazo político, el Partido LibRe. Es el fundamento social de los ahora gigantes de la comunicación popular que pretendieron silenciar.
Las amenazas de cometer un magnicidio contra la pareja presidencial sólo confirma la pobre inteligencia oligárquica que no ve que el Mel y la Xiomara de hoy, no son los mismos del ayer. Antes de aquel 28 de junio eran personajes apreciados por el pueblo; ahora son el pueblo, y como tal, son millones de Xiomaras y de Meles imposibles de atemorizar y destruir. La estrategia de LibRe es enterrar el bipartidismo en las urnas, en paz y democracia; respetando las reglas del mismo sistema creado por ustedes, oligarcas. Con las amenazas a Mel y Xiomara están ratificando que son los abanderados de la violencia y que están perdiendo terreno. El plan de asesinarlos, más temor que otra cosa, puede ser su tercera y última equivocación. Cuidado con ello. Todavía están a tiempo de aprender el buen mensaje poselectoral de la oligarquía venezolana.

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