sábado, 28 de mayo de 2016

Honduras: Un infierno para las mujeres y las niñas



La violencia en Honduras tiene serias implicaciones para la normalidad de la vida de la gente, particularmente para sectores vulnerabilizados como las mujeres y las niñas. Solo en el periodo del 2004 al 2015 se contabilizaron 58,948 homicidios, lo que refleja un promedio anual de 4,912 casos, una media mensual de 409 víctimas y un promedio diario de 14 homicidios.

Con el incremento del crimen organizado y el tráfico de drogas, más la deficiente respuesta judicial que conlleva a la impunidad y a la corrupción, la violencia tiene un impacto particular en mujeres y niñas.

Así, en el año 2013 fueron asesinadas 636 mujeres, lo que representa un aumento de 263.4% de femicidios con respecto a 2005, cuya tasa por cada 100 mil habitantes era de 2.7 y en 2013 pasó a 14.6. En el 2014, 526 mujeres fueron asesinadas y en el 2015, 471, es decir, actualmente cada 16 horas es asesinada una mujer en el país.

Por otro lado, es preocupante el aumento de denuncias de desapariciones de mujeres y niñas, ya que para el año 2008 se reportaron 91 mujeres desaparecidas y para el 2013 se reportaron 347, a lo que se suman 155 denuncias por delitos que implican desapariciones como privación injusta de la libertad, secuestro y tráfico de personas.

Y en lo que respecta a delitos sexuales, de los 3,017 denunciados en el 2015, las mujeres representan el 86.6 por ciento de las víctimas, es decir, 2,612.

A esto se suma que dentro de las razones para ser considerado “enemigo” o “traidor” en la lógica de las maras o redes de narcotráfico figuran, entre otras, la “resistencia”, entendida como el rechazo de las mujeres jóvenes a las atenciones o propuestas de los mareros o de los narcotraficantes.

La “resistencia” puede implicar una sentencia de muerte u otras violaciones graves a los derechos humanos, por lo que el desplazamiento forzado resulta una estrategia de sobrevivencia.

En este sentido, el aumento de la presencia del crimen organizado y sus distintas manifestaciones delictivas, “está llevando a que cada vez más personas se vean forzadas a dejar su lugar de residencia habitual para proteger su vida, libertad, integridad y seguridad física”. Se calcula que el 51% de la población desplazada internamente son mujeres.

En palabras de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre Violencia contra las Mujeres tras una visita a Honduras, “la violencia contra las mujeres está propagada, es sistemática y su impacto se manifiesta de diversas formas en las mujeres y las niñas”.

Si esta situación no es un infierno para las mujeres y las niñas, que el gobierno nos explique qué es. 


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