sábado, 7 de febrero de 2015

"EE.UU. busca devolver a Cuba al capitalismo"


Radio La Retaguardia

Por Alfredo Grande e Irene Antinori

Lo expresó el escritor y periodista venezolano en diálogo con el programa Sueños Posibles, que conducen Alfredo Grande e Irene Antinori en Radio La Retaguardia, de Buenos Aires.
Fue ante la reanudación de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, a la que Guerrero calificó como “un triunfo diplomático de carácter simbólico, pero de trascendencia histórica para Cuba”.

El escritor enfatizó en el rol que deberían tener los gobiernos latinoamericanos en esta coyuntura para no facilitarle la tarea a Estados Unidos de devolver la isla caribeña al sistema capitalista. “No hay un solo país del mundo que pueda mostrar la resistencia de más de medio siglo que mostró un pueblo tan pequeño, sin recursos naturales para sobrevivir, como Cuba. No es Venezuela, no es Arabia Saudita, no tiene recursos industriales para resistir más de 50 años de bloqueo. Argentina fue bloqueada de 1943 a 1945, no salía ni entraba nada para Estados Unidos y lo pudo soportar porque era un país que tenía un desarrollo industrial de cierto vuelo, y otros países en algún momento, como la Rusia soviética, en algún momento también China pero por poco tiempo, pero desde la existencia de la exURSS todos los Estados post capitalistas pudieron servirse del comercio soviético. Eso no puede ocurrir hoy, por ejemplo con Corea o China. Sólo Venezuela y aún no se decide a ser socialista.

El pueblo y el gobierno cubano, manifestó, tienen un mérito histórico por haber resistido y haber hecho retroceder en su diplomacia a Estados Unidos, cuya estrategia era y es doblegar al pueblo cubano y hacerlo capitular. Eso lo logró con Vietnam en 12 años, con China por otras vías en 22 años, ya saben que se puede, entonces lo intentarán con Cuba. Yo celebro la resistencia cubana al bloqueo, al dominio yanqui y a la tentación del sistema del capital”, aseveró Modesto Guerrero en comunicación con el programa Sueños Posibles.
De todos modos, el escritor y periodista venezolano aclaró sus preocupaciones ante este acuerdo entre Cuba y Estados Unidos: “Después de levantar la copa, el deber es pensar, preocuparse, porque ningún imperio en la historia hizo algo de regalo o por gracia, y esta medida tiene un solo objetivo que es recuperar a Cuba para el sistema de estados de América Latina en el circuito OEA, FMI, etc., y para los capitales privados. De esto se trata el pensamiento crítico. Ese es el secreto, no se trata de una cuestión político-militar, no necesitan invadir y no pudieron invadir, salvo en Bahía Cochinos y fueron derrotados, entonces lo intentan por las estructuras económicas ofreciéndole a Cuba lo que más implora su economía, capitales de inversión”.

La mediación papal  
En cuanto a la intervención del Papa Francisco para conseguir esta reanudación de relaciones, Guerrero fue contundente. Consideró que el Sumo Pontífice está en la misma búsqueda que Estados Unidos de devolver a Cuba al sistema del capitalismo internacional: “ahí no hay duda que tener, el propio Papa lo ha dicho en dos oportunidades en (el diario italiano) Corriere della Sera y bastante claro fue; lo mismo que dijo el New York Times en su editorial del jueves de la semana pasada, dijo exactamente que necesitamos normalizar Cuba, es el programa del New York Times que es la conciencia del imperio norteamericano, y necesitamos facilitarle – dice – las posibilidades económicas financieras y sociales - esa es la parte que oculta - para que Cuba se integre de nuevo al sistema latinoamericano. ¿Cuál es el peligro social? Pues, el que les ha resultado más difícil. Como sabemos, no es un peligro fatal que entre capital privado a un Estado cuya economía está controlada por un plan, el problema es cuando de los capitales nuevos y sus personificaciones concretas se mixturan con la burocracia de la administración de Estado en un solo interés económico-social, en ese momento surge por simbiosis una clase dominante nueva, eso ocurrió en China, Rusia, Polonia, Hungría, etc. Aún no ha ocurrido en Cuba, por eso los Estados Unidos no han avanzado mucho, apesar de que hay, desde desde la década del ’80, capitales privados sobre todo en el turismo, y desde hace seis años en cuatro sectores más. No podrán devolver a Cuba al capitalismo mientras no construyan una clase pro-capitalista. Mira, por ejemplo, el caso de Venezuela. Es muy ilustrativo: existe una real disputa entre socialismo y capitalismo, la vanguardia, parte del gobierno y un sector consciente del pueblo quieren ir al socialismo, pero en Venezuela funciona una clase dominante concentrada, bancaria y comercial bien capitalista, y una abigarrada y poderosa burocracia estatal enriquecida durante el chavismo, sin esa unidad de intereses, no tiene explicación la facilidad con la que el Departamento de Estado realiza sus tareas contra la sociedad y el gobierno bolivarianos”.

Crimen histórico  
“Los gobiernos latinoamericanos pueden cometer un crimen histórico del que no tienen conciencia y lo vamos a pagar caro, ellos como gobierno, nosotros como pueblo”, advirtió Modesto Guerrero a Radio La Retaguardia. “¿Saben ellos que están facilitándole la tarea a Estados Unidos de devolver a Cuba al capitalismo? –se preguntó–. Por qué no le ofrecen a la debilitada Cuba los capitales que Estados Unidos y Europa le van a ofrecer para un objetivo opuesto. Venezuela le da todo lo que puede. Pero China, Irán, Rusia, Brasil y Argentina pueden darle entre todos 50 mil millones de dólares, no sé, 20 mil millones, en préstamos o en facilitación de créditos para soportar el embate que tiene Cuba en este momento. El ALBA debe realizar un operativo de urgencia en el mismo sentido. Algo de eso propuso Borón hace cuatro años (se refiere al profesor Atilió Borón). Bueno, están haciendo lo contrario: Brasil, Ecuador, Uruguay y Argentina buscan acuerdos con la Alianza del Pacífico.

Al no hacerlo, Cuba quedará entonces en manos de los capitales internacionales que andan buscando lo que andan buscando. Yo creo que Lula quiere que Cuba sea devuelta a la “normalidad capitalista”. Lo cierto es que lo que no hagan ahora, facilitará a Estados Unidos su tarea de reconquistar a Cuba”.

Yo se que existe una cultura de la fe en nuestros valores socialistas y en las conquistas propias, eso es humano en términos psico-sociales, pero la historia se compone de cosas más complejas, y a veces, advertir un riesgo puede ser tomado como una afrenta a esa fe. Mucha izquierda latinoamericana vive de la fe, una suerte de “teleología marxista”.
En su análisis, Guerrero incluyó especialmente la situación de su país natal, Venezuela: “Para comprender la perspectiva cubana hay que incluir a Venezuela en el paquete geopolítico, porque Venezuela está en la peor situación económica de los últimos 15 años, con un presupuesto calculado a 60 el precio del crudo, y un precio petrolero por debajo de 50, y en 35 para los próximos dos, tres años según los expertos petroleros. Entonces Venezuela ya no puede sostener a Cuba como lo ha hecho hasta ahora, a cambio del personal especializado de Cuba en educación y salud. El chavismo en el poder es una parte de la apuesta. Estados Unidos sabe que el chavismo puede ser desplazado del gobierno en Venezuela en dos o cinco años; ellos saben que si en este momento hubieran elecciones en Venezuela, (el actual presidente Nicolás) Maduro o el chavismo podría perder, esos son los cálculos de expertos chavistas, como Luigi Bracci, entre otros. Ese es el delicado peligro. Esa es la perspectiva de Estados Unidos. No olvidemos que hay una tendencia decreciente del voto progresista en América latina, excepto en Bolivia. Tampoco olvidemos que es marcada la tendencia a la moderación de los gobiernos progresistas”.

Facilitándole la tarea al Imperio  
Guerrero recordó además que hace unos días Mercosur votó pactar con la Alianza del Pacífico: “Ecuador ingresó como observador, Uruguay es miembro, ¿qué juego estamos jugando? ¿Es tan difícil que los gobiernos progresistas comprendan que están facilitándole la tarea a sus propios enemigos? Hace varios meses reclamé por el regalo que le hizo a la OEA. La convirtieron en el escenario de defensa de Argentina contra los Fondos Bruitre, la misma OEA que vive atacando al gobierno argentino. ¿Y entonces? ¿Para qué carajos se crearon la UNASUR y la CELAC?, protesta Guerrero.

Durante 100 años, ese pragmatismo idiota ha sido un factor clave en las derrotas. No es solo que el imperialismo es malo, lo será hasta que se muera; el problema es que nuestros errores por omisión o acción facilitan la tarea, y en este momento le están facilitando la tarea. Cuba debe ser sostenida por la América Latina progresista, por sus pueblos y vanguardias. No le vamos a pedir a Santos (Juan Manuel, presidente de Colombia) que ayude a Cuba, pero sí a estos cinco o seis gobiernos llamados progresistas, sobre todo a Venezuela, Argentina y Brasil, dos economías intermedias y una, Brasil, de escala global. Venezuela le ha dado hasta el cable submarino para la banda ancha, pero Argentina y Brasil tienen una responsabilidad histórica por ser dos países grandes y fuertes con capacidad de prestar. No le vamos a pedir a Bolivia que ayude a Cuba, que lo hace por otras vías. A eso le llaman responsabilidad histórica.

En cinco años o en diez cuando brote una clase capitalista en Cuba, así sea pequeña, y en ella se apoye el imperialismo para recapturar Cuba, lo lamentarán y llorarán. O lo más probable, guardarán inescrupuloso silencio. Yo me niego a ser corresponsable consciente de ese final. No olvidemos que así fue con Vietnam, con Europa del Este y con China. Esa es la responsabilidad que tienen hoy los que dirigen gobiernos”.

La estrategia del ajedrez  
El acuerdo incluyó la liberación e “intercambio” de presos. Fue así como -tras 15 años de detención en Estados Unidos- volvieron a su país Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández, tres de los cinco héroes cubanos antiterroristas. Al respecto, Modesto Guerrero reflexionó: “ese canje no está mal, porque inclusive gana Cuba, creo que fueron 53 por 3.

Gana en términos técnicos, hay que verlo subordinado a la estrategia o a la línea general que define el curso de la negociación, que el año que viene haya una embajada en Cuba eso no sería problema, el problema es si Cuba afloja en el plan económico. Si lo hace será fisurado el plan y el Estado y los capitales pasarán de la inversión en la estructura económica a las formas políticas, jurídicas, intelectuales, periodísticas. Un Estado socialista puede compartir por un tiempo con capitales privados, mientras se repone, no hay problema en eso si el Estado y el gobierno --ojalá y bajo un nuevo control social regulatorio del poder-- se haga en Cuba.

Porque lo que viene ahora no son capitales chiquitos o en turismo y los servicios, ahora llegarán capitales a montones en el azúcar, el níquel, a buscar petróleo, en todas las áreas donde pueda haber producción, agricultura y servicios. Es otra estructura económica la que se va a conformar y en eso ellos pueden fisurar el aparato del Estado, el plan económico, el monopolio político. Capitalismo es la negación del plan y la existencia de una clase propietaria dominante, como hicieron en Europa del Este y China. Si lograran eso, entonces Cuba tiene los días contados.

Yo no digo esto como un deseo, se trata de un riesgo objetivo, y hablar de Cuba solo levantando la copa, sin advertir de sus peligros, es como que inicies una huelga y te ilusiones conque el enemigo te permitirá fortalecer tu estado de fuerza para llevar la huelga hasta el final. Si no adviertes el peligro eres el peor jugador de ajedrez y este es un infernal juego de ajedrez de Estados Unidos para rescatar a Cuba al sistema interamericano controlado por ellos”. En este punto, el escritor venezolano reiteró la responsabilidad por delante de los gobiernos latinoamericanos: “ellos (Estados Unidos) saben que Lula y los demás gobiernos progresistas no son anticapitalistas, no van a sostener a Cuba en el sentido de lo que es, si no de lo que debe ser según ellos: un estado normalizado del sistema del capital. El problema es que nuestros compañeros progresistas en funciones de Estado creen que la defienden y que se trata de una hábil maniobra. (La presidenta de Brasil) Dilma Rousseff le recomendó a Maduro hace un mes, en una conversación privada, que pacte con la oposición burguesa. A esto, algunos autores lo llamamos desde hace cinco años ‘el proceso de reversión del progresismo hacia la derecha, así no sea neoliberal’, señaló el analista internacionala Sueños Posibles.

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