viernes, 14 de marzo de 2014
Escaparate
Diario Tiempo
No sería nada nuevo que ahora se tratara de colocar a Honduras como escaparate del desarrollo en América Central, en momentos de confrontación ante iniciativas reformadoras del sistema económico y social, como ocurrió hace 45 años, más o menos, de cara a la revolución sandinista, en Nicaragua, y al proceso insurreccional en El Salvador.
El decurso de la Historia nos enseña, por experiencia, que de ese tipo de maniobra político-mediática solamente quedaron los estantes y las vitrinas vacías, con un saldo, a mediano y largo plazo, de mayor pobreza, desigualdad social, y, en suma, violencia acumulada.
En esa perspectiva, Honduras recibió profusa "ayuda" económica internacional por su papel de plataforma de agresión, de cara a Nicaragua y El Salvador, mediante la instalación de la base militar de Palmerola, de la "contra"-revolución nicaragüense y el bloqueo de la frontera hondureño-salvadoreña, en la parte dominada por la guerrilla, que dio en llamarse "tierra de nadie".
Se estimó en aquel entonces un ingreso a nuestro país de cooperación por alrededor de 5,000 millones de dólares que, a final de cuentas, nada tuvo que ver con el desarrollo económico y social porque no era ése su objetivo. Era financiamiento contrarrevolucionario, que quedó en bolsillos militares y de colaboradores, todo ello vinculado al famoso escándalo mundial "irán-contras".
Pareciera que en la actualidad se va orientando otra vez la política del escaparate, siempre en función del enfrentamiento a la oleada de cambios económicos y sociales en América Central de vocación nacionalista, aunque ahora de máximo alcance latinoamericano. Con un mismo guion, pero, por supuesto, con modificaciones modélicas, tanto por efecto de la modernidad como por la amplitud del fenómeno.
Así estamos viendo cómo, de la noche a la mañana, sin que objetivamente haya razones ni evidencias, los discursos, los medios de comunicación social –oficiales, privados y alternativos—nos presentan un cambio milagroso, avalado por los organismos internacionales, llámense Departamento de Estado de Estados Unidos, FMI, BM, BID, BCIE, OPS, etcétera, con nuevas definiciones favorables sobre las tasas de criminalidad, defensa de los derechos humanos, índices de subalimentación, niveles de corrupción, clima de inversiones y más.
Todo esto presentado, al parecer, con experticia comunicacional, lo cual es indicativo de un proyecto calculado en todos sus detalles, destinado a crear lo que el gran filólogo, filósofo y pensador estadounidense Noam Chomsky denomina "ilusiones necesarias".
Lo importante, a final del día, sería determinar la intención y la meta real de todo esto, la metaperseguida.Si esto, efectivamente, se traduciría en auténtico desarrollo integral para Honduras y la nación hondureña, y que, a diferencia del desengaño anterior, hubiera una construcción de desarrollo humano real, en vez de la fabricación de "percepciones" para enmascarar laprofundización del modelo neoliberal y el corporativismo integral.
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